Año I – Primera Edición – Editorial: 00000094 [1]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 10 de Diciembre de 2.011.
Telly Savalas
El Elogio de la Locura
Por Rubén Vicente
Es muy parecido, pero no ganó el oskar, ni come chupetines, no es rico ni es famoso, pero igual lo queremos mucho, nada más que porque él es nuestro amigo.
Es argentino y se llama Alberto Prieto, pero nosotros lo conocemos como El Loco. Y si, porque sólo a él se le puede haber ocurrido estudiar ingeniería aeronáutica (¿?), mientras trabajaba en una casa de venta de cajas fuertes, que tienen combinación, pero que no vuelan, claro está.
Pero yo creo que más loca debe estar su mujer (Mónica), porque no sólo se atrevió a casarse con él, sino que además, se ve que quiere ser canonizada, porque luego de haberle dado dos hijos que ya son grandes, todavía lo sigue bancando con ese carácter, digamos, jodidito para la convivencia hogareña, ja ja já.
Alberto es un fántico de la vida, de la civilización occidental y de las instituciones de la democrácia constitucional, pero es muy católico apostólico romano y ama a los militares, especialmente, a los argentinos, porque yo pienso que se le quedó en la garganta convertirse en piloto de combate, quizás porque tiene alma de kamikaze, ja ja já.
Sirvió treinta años al estado nacional argentino, incluso en el extranjero, con lealtad y patriotismo como pocos, aunque una yegua de la política le haya querido estropear el legajo de puro soberbia, pero no lo logró, porque tuvo que rendirse ante la evidencia, y nada más, claro está.
Y se jubiló, pero sigue jodiendo con las cosas raras, y ahora resulta que es profesor de amenazas globales en la universidad (¿?), y se la pasa explicando cosas tan locas como las fallas de la seguridad de los gasoductos troncales (¿?).
No hay nada que hacerle. Alberto nunca dejará de pelear desde donde sea por la justicia y por la libertad, aunque él diga que está viejo, sin darse cuenta de que es justamente su vejez lo que lo hace más sabio que nunca.
Yo lo comprobé personalmente en el otoño de 2.010, cuando mi situación personal era crítica, por no decir directamente lastimosa, y él me aconsejo como un excelente hermano mayor, aunque yo desde entonces lo considere, sin que él lo sepa, como un segundo padre espiritual, nada más que porque sus opiniones y consejos me salvaron la vida, dicho esto en sentido literal, y no exagero ni un poquito, créanme.
Y si, será loco y nadie lo discute, pero la verdad, es que Alberto Prieto es un pedazo de tipazo de aquellos, que te podrá retar o hinchar, pero jamás te va a dejar en la estacada, y eso no abunda hoy día, y por eso quiero que todos lo sepan, y que juntos le gritemos: ¡Feliz Cumpleños loco querido!
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
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