sábado, 7 de enero de 2012

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Año I – Primera Edición – Editorial: 00000067 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Domingo 13 de Noviembre de 2.011.


El Que Apuesta al Dólar Pierde
Por Rubén Vicente

En 1998 (la crisis asiática = el efecto arroz), la onza de oro cotizaba a razón de doscientos cincuenta dólares (1 OT = U$S 250,00); el barril de petróleo lo hacía a quince dólares (1 BP = U$S 15,00) y la tonelada de soja se colocaba en mercado spot de Chicago a cien dólares (1 TS = U$S 100,00).

Quería decir que, para comprar una onza de oro, era necesario vender dieciseis coma seis barriles de petróleo (16,6 BP´s) o bien, dos toneladas y media de soja (2,5 TS´s).

En cambio, a finales del mes de octubre del año dos mil once (la crisis mundial = el efecto jazz = la gran recesión = la segunda gran depresión), la onza de oro cotiza a mil setecientos dólares (1 OT = U$S 1.700,00); el barril de petróleo lo hace a mucho más de cien dólares (1 BP = U$S 100,00) y la tonelada de soja se coloca en Chigaco a uno cuatrocientos cincuenta dólares (1 TS = U$S 450,00).

Significa que ahora, para comprar una onza de oro, es decesario vender dicesisite barriles de petróleo (17 BP´s) o bien, tres coma siete toneladas de soja (3,7 TS´s).

Esto implica que, en términos reales, es decir, medidos en moneda constante (léase: oro), que el petróleo registra un atraso del dos coma cuatro por ciento (2,4%), motivo por el cual, la exceptativa técnica de un eventual aumento del precio del crudo es, justamente, del dos coma cuatro por ciento, que podría operarse de un saque o en etapas. Por ende, la tendencia en materia de precio de los hidrocarburos es al alza, independientemente de lo que indiquen los diarios caprichos histéricos de los mercados bursátiles globales.

Bajo el mismo parámetro (oro), el precio de la soja registra un atraso del siete coma dos por ciento (7,2%), motivo por el cual, la expectativa técnica es de un eventual aumento del precio, justamente, del siete coma dos por ciento, que podría operarse también de un saque o por etapas. Por ende, la tendencia en matereria de precio de los cereales es al alza, independientemente de lo que indiquen los diarios caprichos histéricos de los mercados bursátiles globales.

Entonces, si tendremos que comprar hidrocarburos más caros, pero vamos a poder vender nuestros cereales a mejor precio, la tendencia del comercio vernáculo es hacia el equilibrio, entre las importaciones y las exportaciones, mientras las diferencias, en más o en menos, deberán cobrarse o abonarse en dólares, que no valen nada, porque están respaldados en nada, razón por la cual, nuestras reservas monetarias, tampoco valen nada, claro está. ¿Cómo?

Y si, y por eso, el BCRA, que tiene bien clara esta milonga, vende dólares para que los bancos de nuestra plaza nacional se hagan una regia emema verde, pero como conoce a los operadores del mercado (las empresas y los trabajadores), mata otros dos pájaros de un tiro.

El primero es fingir que establece feroces controles con el dólar. Con eso logra que los chichipíos se desesperen por los malditos dólares, presionando a los bancos para que los larguen de una vez, llegando así los billetes verdes a las empresas, incluídas las norteamericanas, que están siendo obligadas a no reinvertir sus ganancias locales, y a girarlas a las casas matrices estadounidenses, para hacer figurar esos ingresos dinerarios como ganancias obtenidas en el extranjero, y así seguir mitiéndole al mundo que están saliendo de la recesión, gracias a la supuesta recuperación de los EEUU, aunque no sea cierta, porque lo importante, es la reelección de Obama en 2012, off course.

Y segundo, es que el BCRA cobre los pesos que ingresan por la venta de dólares y los emplee en la compra de activos de reserva monetaria más fuertes que el maldito dólar (ej: gemas, metales nobles, divisas fuertes, bonos asiáticos o bonos americanos, que dan intereses). Total…

En esta estrategia monetaria kirchnerista bien pensada y mejor implementada, está metida la Anses, que también llevará agua para su molino, a despecho de las usinas cipayas,  que auguran un futuro negro para nuestra macroeconomía, que sólo es negro para el negro, y nada más, claro está.

Y más va a reventar el negro cuando se entere la otra jodita de Cristina con los subsidios, que no afectarán las tarifas que pagan los usuarios que votaron la profundización del modelo, pero si perjudicarán a las empresas, sobre todo norteamericanas, que operan en nuestra nación.

Que otras palabras, que la fiesta de Obama la pague Obama y no los argentinos. Y si no se entendío, se podría decir esto mismo en inglés, pero no creo que haga falta decir fuck you nigger. ¿Verdad?

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.



[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.

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