Año I – Primera Edición Simulada – Editorial: 00000144 [1]
El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Domingo 22 de Enero de 2.012.
La Demencia Ciudadana
Por Rubén Vicente
Señora Virginia Pugliese. Usted escribió una carta y la envió a Radio Mitre para su difusión. Yo recibí el texto de dicha misiva vía e mail de un amigo que adhiere a su visión. Le voy a responder lo que me parece a mi, que soy en tipo de la clase trabajadora alta de esta gran nación.
La gente del campo tipo D´Angelis planta soja sin importarle un rábano que el suelo pierda sus nutrientes; no ingresa los aportes previsionales de sus peones y capataces; contrata contadores que les dibujan los balances, emplea transgénicos sin pagar los royalties; saca veinte mil camiones cargados de cereales a países limítrofes en negro; embolsa los dólares cobrados en Europa en bancos de los EEUU sin declarar absolutamente nada al fisco argentino; y no quieren compartir sus rentas extraordinarias con nadie, aunque vean que hay veinte millones de compatriotas indigentes en el país de la comida.
Así es muy fácil tener los autos de alta gama y las cuatro por cuatro, las tablets, las mansiones en la zona norte del GBA, los pisos en la avenida del Libertador, los chalets en Punta del Este y Cariló, los hijos formándose en las mejores universidades extranjeras, los frecuentes viajes familiares al primer mundo, las pilchas de Armani o de Kenzo, las lujosas cenas en los restaurantes re top de Puerto Madero, los yates amarrados en el puerto de Olivos, las avionetas en Don Torcuato y, sobre todo, el apoyo de sus pares para encumbrarse en una dirigencia rural hdmp, que le importa muy poco lo que están haciendo, porque cuando se las vean negras, levantarán el campamento y se irán con la música a otra parte, y que se jodan los que nos quedamos acá. ¿Verdad?
¿Y usted todavía tiene el tupé de venir a decir que no existe la oligarquía vernácula, cipayamente aliada con el imperialismo capitalista y golpista? ¿Cuántos D´Angelis cree usted que hay en la Argentina? ¿Millones?
No señora. Usted está completamente equivocada. Se ve que usted vive en la burbuja de la clase media alta, o peor aún, de la clase media baja antiperonista, que nunca entendió ni entenderá lo que fue, es y será el pueblo argentino, que está hecho de cuarenta millones de almas, la mitad de las cuales viven en la indigencia, diez millones más que son pobres y de otros diez millones restantes que viven de dignamente para arriba, de los cuales, sólo un cuarto de millón a lo sumo, es decir, el uno coma veinticinco por ciento del total (1,25%), cree que sus más que irritantes privilegios criminales y genocidas deben seguir siendo protegidos por la constitución y por las leyes.
¿Sabe qué le deseo señora? Le deseo que Dios le saque todo lo que tiene, que la obligue a vivir siete años en la localidad chaqueña de Charata, y que después le devuelva todo lo que tiene, a ver si así puede ver el país desde donde todos deberíamos verlo, aunque no creo que Dios se gaste un milagro con gente como usted, que se queja de lleno.
Escúchese usted misma lo que está diciendo. Que quiere un país como el que teníamos a principios del siglo veinte. Colonia prospera querrá decir, o se cree que esa Argentina era una nación independiente y capaz de forjar su propio destino y el de su pueblo. Por favor, estudie la historia universal, y entérese de que ningún pueblo se convirtió en una gran nación sin tener que lidiar con el odio egoista de su propia oligarquía vernácula y, a la vez, en heroico doble frente, con la ambición sin límites del imperialismo foráneo que la fogoneaba en su propio deleznable interés inconfesable.
Es obvio que usted detesta al pueblo confundiéndolo con un rebaño. Es obvio que usted cree que los sindicalistas y los políticos del primer mundo son honestos. Es obvio que usted cree que en los paises centrales la justicia es independiente del poder político. Es obvio que usted cree que, además de grandes potencias y de los paises emergentes no existe ninguna otra clase de estados. Es obvio que usted cree que las grandes potencias mundiales se hicieron a fuerza de trabajo propio y sin esquilmar a nadie ni esclavizar a nadie.
Déjeme decirle señora que yo estoy viceralmente convencido de que usted vive en un frasco de mayonesa, o algo por el estilo, y cree que el país de los últimos cien años va en la dirección equivocada. Sinceramente, le deseo que viva muchos pero muchos años, para que vea qué tan lejos están su mente y su corazón de la realidad, lo cual, desde el punto de vista estrictamente psiquiátrico, se llama demencia que, según veo, transita el grado ascendentemente grave del delirio, que pienso que usted debería tratar ugentemente con un profesional competente, nada más para que no derive en el cuadro gravísimo de la locura.
Y tanta razón tengo que usted ni siquiera se da cuenta de qué manera injuriante, calumniosa y difamante, está faltándole el respeto a la investidura institucional de la jefe del estado de mi patria. Por eso señora, si usted prefiere, se la sigo en tribunales, pero con todo el tiempo del mundo.
Saludo a usted atentamente.
Dr. Alberto Rubén Vicente
DNI 12.789.612 - CPACF T° 40 F° 304
Soler 4045, 8° C, Capital Federal (1425)
Cel: 154-406-4745
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos
[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
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