lunes, 9 de enero de 2012

73 Geopolítica Regional (Argentina)

Año I – Primera Edición – Editorial: 00000073 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 19 de Noviembre de 2.011.



La Transparencia de las Instituciones VIII
Por Rubén Vicente

En el séptimo de esta serie de artículos, vinculados con la intención de profundizar el modelo y de transparentar las instituciones, pero en función de las bases y puntos de partida para la organización nacional vicentista, que es alberdiana-sampayista, tomé el tema de la política económica de infraestructura básica que nos merecemos tener los argentinos, centrada el principio del capitalismo de estado biskmariano, pero resguardando prudentemente el interés nacional y popular, que debe concretarse en un mundo globalizado, si de lo que se trata es de volver a figurar, antes de veinticinco años (2027), entre las diez primeras naciones del mundo, superando largamente a México y a Brasil.

Suponiendo que los lectores hayan leído esos siete  artículos anteriores y que compartan las ideas allí propuestas, en este quiero terminar de abordar la política económica que también nos merecemos tener, y que es ultra factible. [3]

Primero. La producción, la industria liviana y el comercio interior del futuro de la Argentina estarán determinados, en forma exclusiva y excluyente, por la ley de la oferta y la demanda y por el principio de las ventajas comparativas, pudiéndose desarrollar tales actividades, en un mercado interno absolutamente desregulado y no subsidiado en forma alguna, a través de las personas físicas y jurídicas, nacionales y extranjeras, que se autoregularán en base a los parámetros capitalistas, privatistas e industrialistas de la conducción impersonal, del cálculo económico, de ls eficiencia y de la rentabilidad, que caracterizan a las auténticas empresas de producción, cambio, consumo y conservación de bienes y servicios, en un marco general de absoluta libre competencia, garantizada por el código de comercio de la nación.
Segundo. Sin menoscabo alguno de la regla general establecida en el acápite precedente, la nación y las provincias en sus respectivas jurisdicciones territoriales, poblacionales y gubernamentales, podrán regular sus asuntos económicos internos en función del principio católico apostólico romano (léase: la doctrina social de la iglesia) de la subsidiariedad del estado, en cuya virtud, los entes gubernamentales podrán organizar las actividades de la producción, de la industria liviana y del comercio interior que los particulares (individuos o empresas, vernáculas o foráneas) no sepan, no puedan o no quieran desarrollar y que la población, representada por los partidos políticos con presencia en los órganos legislativos, declaren de interés nacional o provincial, según sea el caso; supuesto en el cual, los subsidios públicos a tales actividades serán sufragados, en forma exclusiva y excluyente, con fondos provientes de las asignaciones presupuestarias que a cada una corresponda, de acuerdo con la politica de estado en materia fiscal enunciada en el segundo artículo de esta serie (léase: la responsabilidad fiscal).
Tercero. Tal como lo establece la constitución nacional vigente, la Argentina continuará afianzando relaciones de paz y comercio con todas las potencias extranjeras, en el marco de la normativa internacional determinada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), o cualquiera otra que la sustituya en el futuro, sin perjucio de que la política de estado del gobierno nacional será la de establecer alianzas estratégicas de orden económico, diplomático y militar (léase: las alianzas geopolíticas) con las naciones de América Latina (la integración regional), en el marco de la Comunidad de los Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) [4] , siendo una alianza de importancia crítica la que debemos profundizar al máximo posible con los restantes estados miembros de Mercado Común del Sur (el Mercosur). [5]
Cuarto. En lo específicamente atinente a la integración económica de nuestra nación con los restantes estados miembros del Mercosur, la política de estado aprobada por mayoría parlamentaria calificada (léase: una ley de rango constitucional), será de bregar en pos de la complementariedad económica, determinando los roles preeminentes de cada país en el esquema de integración subregional, asignándole al Uruguay el control financiero, a la Argentina el control tecnológico, al Brasil el control industrial, al Paraguay el control comercial y a Venezuela el control energético, generando una autentica inderdependencia intra bloque, sin perjuicio de los roles que se les asignen a los futuros miembros plenos del bloque.
De esa manera, con capitales uruguayos, tecnología argentina, energía venezolana, industria brasileña y comercio paraguayo, debidamente articulados en un marco general de compre intrabloque y de sustititución de las importaciones, quedará plenamente garantizada la auténtica integración material del Mercosur y su armónica expansión a los restantes estados miembros de la CELAC, bajo el principio de la hermadad latinoamericana (la patria grande).
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.





[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.

[3] La producción incluye la ganadería, la agricultura, la pesca y la explotación forestal. La industria liviana abarca los rubros de la construcción, la alimentación, la indumentaria, la farmaceútica, los artículos para el hogar, la electrónica (aparatos de audio, video y computación, más celulares y tablets) y el turismo (nacional e internacional). El comercio abarca los estamentos locales, provinciales, nacionales e internacionales, tanto en el nivel de cabotaje o intercontinental, incluyendo todo lo relativo a distribución, comercialización, importación y exportación.. En síntesis, la microeconomía real.

[4] Fue creada en 2009 y su estado lider es el Brasil, secundado por México, Venezuela y la Argentina. Su objetivo institucioal es profundizar, alcanzar y consolidar los viejos objetivos de la Asociación Latino Americana de Integración (ALADI), pero además, convertirse en un bloque diplomático regional, que de  funcione destro del esquema de la Organización de los Estados Americanos (OEA), siendo capaz de contrapesar el poder hemisférico de los EEUU.


[5] Actualmente, el Mercosur es un esquema de integración subregional calificable como una zona de libre comercio imperfecta, debiéndose completar íntegramente esta primera fase, para luego avanzar sobre las siguientes en forma preclusiva (la unión aduanera, el mercado común, la comunidad económica, la unión monetaria y fiscal, la confraternidad juridica, la representación diplomática conjunta, la alianza militar permanente y la unión política), hasta que estén dadas las condiciones necesarias para instaurar la República Federal de América del Sur, internacionalmente conocida bajo el nombre de Sudamérica, con capital política en la ciudad de Curitiba, con sede administrativa en la ciudad de San Carlos de Bariloche y con cabecera judicial en la ciudad de Punta del Este.

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