Año I – Primera Edición – Editorial: 00000101 [1]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Lunes 19 de Diciembre de 2.011.
Seiscientos por Ciento Más
Por Rubén Vicente
Yo recuerdo perfectamente que me impresionó mucho enterarme en 1999, último año del gobierno de Carlos Menem, que el congreso nacional tenía prevista una partida de gastos de ochocientos millones de dólares (800 MD´s) que, en ese momento, con el oro cotizando a doscientos sesenta dólares por cada onza troy (1 OT = U$S 260,00), implicabsn un presupuesto de final de esa década de capitalismo popular de un poco más de tres millones de onzas troy (3 MOT´s).
En la actualidad la onza troy cotiza a mucho más de mil quinientos dólares (1 OT = U$1.500,00), implicando que tres millones de onzas troy equivaldrían a cuatro mil quinientos millones de dólares (4.500 MD´s = 4,5 MMD´s), que es el monto que debería ser el de la partida presupuestaria correspondiente al poder legistivo de la república; si de lo que se trata es de profundizar el modelo, mejorando la calidad de las instituciones del estado, financiadas en moneda constante (léase: oro).
Esos 4,5 MMD´s, cotizados al tipo de cambio oficial de cuatro pesos con treinta centavos por dólar (U$S 1,00 = $ 4,30) equivalen a bastante más de diecinueve mil trescientos cincuenta millones de pesos (19.350 MP´s = 19,3 MMP´s). Contra esos guarismos ilusorios, la realidad demuestra que el proyecto de ley de presupuesto general de gastos e inversiones de la nación correspondiente al ejercicio fical 2012, asciende a bastante menos que cuatrocientos millones de pesos (400 MP´s), equivalentes al dos por ciento de el ideal menemista (2%).
Sin embargo, en su edición del miércoles dieciseis de noviembre, El Cronista publicó un artículo en la página duodécima, que pretendía ser un análisis técnico respaldatorio de una apreciación política, según la cual, durante ambos gobiernos kircheristas, la partida presupuestaria destinada a financiar los gastos del congreso nacional es de un seiscientos tres por ciento más que la corresponiente al gobierno de Eduardo Duhalde (a) El Cabezón (+603%); lo cual es matemáticamente falso de toda falsedad.
Semejante tratamiento de la información nos debe poner en alerta ante los que no tienen memoria y, por ello, tienden a creer lo que le dicen los medios masivos de comunicación social como si fueran verdades sagradas, o algo por el estilo.
Bajo esa comprensión, uno puede entender las críticas de Néstor o de Cristína contra los medios vernáculos, porque no sólo se la pasan diciendo pavadas sino que, además, mienten con alevosía y premeditación, al mejor estilo Joseph Goebels, con tal de demostrar la independencia mediáctica, o peor aún, la adhesión política a la oposición, que es tan malo como ser oficialista, porque no sé si lo saben los periodistas de este país, pero los medios están para informar con la mayor objetividad posible. ¿Verdad?
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y ponto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
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