jueves, 5 de enero de 2012

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Año I – Primera Edición – Editorial: 00000055 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Martes 1° de Noviembre de 2.011.


Missing In Action
Por Rubén Vicente

Los siete mil años de historia universal civilizada han consagrado, en la práctica, las ideas teóricas antagónicas del capitalismo, del liberalismo, de la democracia, del patriotismo y del cristianismo, haciéndolas confluir en la ideología del occidente, es decir, en el occidentalismo, consolidado en toda Oceanía, en buena parte del Asia, en toda Europa, en América del Norte y en toda América Latina.

Ello sin perjuicio alguno de los distintos matices estratégicos de cada país en cada época, pudiendo predominar total o parcialmente una visión de derecha (el conservadorismo), de centro derecha (el liberalismo ortodoxo), de centro izquierda (el radicalismo), de izquierda (el anarquismo), de extrema izquierda (el socialismo) o, incluso, de ultra izquierda (el comunismo). [3]

Bajo esa comprensión (léase: la ideología básica común del occidentalismo), la verdad es que desde 1891, con el surgimiento la unión cívica radical de Leandro N. Alem, comenzó a suscitarse un cambio estratégico nacional, popular, humanista y cristiano, en pos de los nuevos objetivos de la independencia económica, de la justicia social, de la soberanía política, de la integración latinoamericana y de la tercera posición internacional, equidistante entre el capitalismo mixto alemán y el capitalismo liberal ortodoxo británico o bien, entre el europeismo ancestral y el norteamericanismo décimonónico tardío.

Obviamente, esa posición estratégica radical se consolidó durante los gobiernos de Hipólito Yrigoyen (1916-1922 y 1928-1930) y se transformó en un autético y completo sistema estratégico argentino durante los gobiernos de Juan Domingo Perón (1946-1952 y 1952-1955), cristalizando en El Abrazo Perón Balbín de 1973, que es la base fundamental de la actual democracia constitucional de los argentinos (1983-2011). [4]

En ese contexto, ideológicamente occidentalista y estratégicamente partidario del socialismo nacional vernáculo (el nacional socialismo criollo = el nazismo radical-justicialista = el yrigoyenismo-peronista), el kirchnerismo no es más que una versión adaptada a los tiempos que corren, más crispada que afable, más progresista que moderada, más evitista que peronista, más neoalfonsinista que yrigoyenista, más respetuosa de los derechos humanos de los militantes de la izquierda que de los militares defensores de la derecha, y más partidaria de Israel que de Irán. [5]

No obstante, nadie podrá negar jamás que el kirchnerismo es ideológicamente occidentalista y, estratégicamente, nazi argentino (léase: radical/justicialista/evitista), que bien podría ser definido tácticamente como una suerte de neo camporismo, o algo por el estilo, claro está.

Y si vemos la ideología y la estrategia de los partidos y de las coaliciones más votadas en los últimos comicios, veremos que no existen diferencias sustanciales entre el kirchnerismo, el binnerismo, el ricardoalfoninismo, el duhaldismo y rodriguez saaismo, y las que hubieren, se solucionan y seguirán solucionándose dentro del régimen institucional representativo, republicano, federal, presidencialista y laicista vigente.

Por ende, en este momento de la historia, más allá de las personas de carne y hueso y de las palabras que se las lleva el viento, la Argentina se acaba de definir a si misma como una nación occidentalista nazi de izquierda, o si se prefiere, como una una nación neo camporista, pero a más del noventa por ciento (90%+).

Ahora bien, si lo único que nos interesa es negar lo que tenemos en común y de exaltar, única y exclusivamente, las diferencias tácticas o incluso estratégicas, para exacerbarlas y convertirlas en irreconciliables, podemos hacerlo, pero me pregunto de qué sirve en realidad, si de lo que se trata es de construir un futuro comparido sin estériles antinomías que, evidentemente, han muerto para siempre, y nada más, claro está.

En otras palabras, sea este mi respetuoso homenaje al ícono de la victoria de la semana pasada. [6]

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.



[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
[3] El stalinismo de la unión sovética era capitalista de estado, con democracia obrera, con patriotismo ruso, con libertad de religión católica ortodoxa rusa a puertas cerradas y con anarquismo en las relaciones interpersonales, entendiendo el anarquismo como el ultra liberalismo más extremo. Por eso, yo incluyo al stalisnismo dentro de el ámplio espectro de la ideología triunfante del occidentalismo, por oposición al orientalismo fanático, racista y reaccionario (el totalitarismo), del que lamentablemente, tomó su estratagia el socialismo nacional alemán (el nacional socialismo  germano = el nazismo psicótico = el hitlerismo) que, sin embargo, jamás cuestionó abiertamente las instituciones económicas del capitalismo mixto alemán (el bismararkismo), ni la libertad de los alemanes étnicos, ni la democracia (ganó todas las elecciones sin fraude durante su vigencia), ni el cristianismo laicista ni, por supuesto, el patriotismo; motivo por el cual, yo también incluyo al nazismo   en el ámplio espectro ideológico del occidentalismo de las tres cuartas partes del mundo entero  (orbis) de principios del tercer milenio. ¿O no?

[4] Perón no nació de un huevo. Él era un militar de pura cepa, partidario de Uriburu (que era tan nazi como Hitler), pero se alío con Hortensio Quijano (conservador), integrando ambos la fórmula del Partido Laborista, es decir, de los que apoyaban la confluencia entre el nacionalismo y el socialismo, esto es, el socialismo nacional (el nacional socialismo = el nazismo = el justicialismo), al que adhirió Héctor J. Cámpora (a) El Tío, llegado al peronismo desde el conservadorismo independiente (no jodamos). Entonces, yo digo que no confundamos los excesos del nazismo (el hitlerismo) con el nazismo original del siglo diecinueve (el grunnismo), porque nos vamos a equivocar fiero, pero fiero, fiero. Yrigoyen y Perón fueron grunnistas rabiosos, que no es lo mismo que ser hitlerista, para nada, porque el hitlerismo no fue más que la degeneración del grunnismo. Benedicto XVI se cuida bien de marcar la diferencia entre el grunnismo y el hitlerismo, cuando habla de la locura hitlerista (sic), por la sencilla razón de que él sabe más que nadie que la doctrina social de la iglesia es estratégicamente partidaria de el socialismo nacional (el nacional socialismo = el nazismo orignal = el grunnismo), cuando condenaba moralmente al capitalismo egoista y al marxismo ateo. Right?

[5] Israel es ideológicamente partidario del socialismo nacional (el nacional socialismo = en nazismo = el grunnismo), en su versión judía (el sionismo). En cambio, Irán es ideológicamente partidario del maxismo islámico (el islamismo marxista = el fundamentalismo = el salafismo = la revolución islámica), que es una doctrina orientalista (fanática, racista y reaccioaria) o no occidentalista, claro está.

[6] En su libro titulado El Escape de Hitler, Ed. Planeta, Bs. As. 2000, Patrick Burnside refiere que en 1941, el director general del servicio de inteligencia militar del III Reich (Das Abwehr), Alte. RKM Dr. Wilhelm Canaris (a) El Submarinista, se ufanaba de tener uno de los suyos en cada estación de ferrocarril y en cada oficina de telégrafos de toda América Latina incluyendo, obviamente, a Chile y a la Argentina. Y resulta que, oh casualidad, tanto la madre chilena como el padre argentino de Néstor Kirchner eran, en ese mismo momento, radiotelegrafistas en las oficinas postales gubernamentales de Punta Arenas (ella) y de Río Gallegos (él). Luego de La Segunda Guerra Mundial (1939-1945), Néstor Kirchner padre fue uno de miembros fundadores del Partido Peronista (PP) en el territorio nacional de Santa Cruz, siendo que Perón, según Burnside, había sido un agente secreto (C-3) de la Abwerh, que continuaba trabajando a las órdenes de Odessa, con sede mundial en La Finca Inalco, situada dentro de La Estancia San Ramón, de las afueras de la villa rionegrina de San Carlos de Bariloche, de propiedad del ex embajador argentino en Berlín (Martín García Merou), donde residía clandestinamente Adolf Hitler, bajo el alias de Hans Deutsche (1945-1952), que se trasladó a una casa situada dentro de La Estancia La Anita de las afueras de El Calafate del territorio nacional de Santa Cruz (1952-1959), pertenciente al estaciero germano argentino Mauricio Braun Menendez, pariente de la esposa legíima de Hitler (Eva Braun). No sé si me explico.

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