martes, 20 de marzo de 2012

195 Geopolítica (El Cercano Oriente)

Año I – Primera Edición – Editorial: 00000195 [1]



El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Martes 20 de Marzo de 2.012.



La Segunda Conferencia de Algeciras [3]
Por Rubén Vicente

El miércoles catorce de marzo pasado, El Cisne Negro publicó un artículo titulado con el nombre de El Segundo Congreso de Berlín, donde se arriesgó la hipotesis de que Alemania está fogoneando subrepticiamente La Segunda Guerra Civil Libia, para quedarse con el antiguo emirato libio meridional de Fezán, hasta 1969 gobernado por El Clan Khadaffy, que luego instauraría la república árabe nasserista de Muhammad Al Culeau, ja ja já (1969-2012). 

Si la hipotesis tuviera algún tipo de asidero, Libia quedaría repartida en tres áreas de influencia geopolítica, o si se prefiere, en tres zonas de ocupación extranjera, que serían la británica (Cirenaica), la francesa (Tripolitania) y la alemana (Fezán).
Y se vé que El Cisne Negro anda bien rumbeado, porque resulta que el presidente del consejo nacional de transición, Dr. Moustapha Abdul Jalil, le ordenó a su primer ministro, Dr. Abdul Rahim Al Keib, que se vaya volando a Washington DC, para pedirle apoyo al gobierno masón-demócrata del presidente de los EEUU, Dr. Barak Obama (a) Martes Negro, que lo hizo atender por Hilary Clinton (a) La Piba de Los Mandados, que le pidió al gobierno flan de Tripoli que redacten urgente un proyecto de constitución nacional calcada en el modelo federal-presidencialista estadounidense, justamente, para evitar la brutal desmembración que se está viniendo.
Bajo esa comprensión, habría una nueva Libia que sería pro estadounidense, conformada por tres regiones autónomas (Cirenaica británica, Tripolitania francesa y Fezán alemana) y, supuestamente, todo el mundo contento, y se acabó la historia.
Aunque no tanto, porque yo creo que esto no se terminó, ni mucho menos.
China, Rusia, Irán, Turquía, Arabia Saudita y Egipto le harán honor a Luca Prodán, cantando yo quiero mi pedazo, y entonces, El Segundo Congreso de Berlín de que hablaba el otro día El Cisne Negro, podría convertirse en La Segunda Conferencia de Algeciras, o algo por el estilo.
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.







[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

[3] En 1906, las grandes potencias europeas participaron de La Conferencia de Algeciras, en cuyo contexto convinieron las condiciones en que se dejarían de fogonear a los bandos tribales en pugna, combatientes en La Guerra del Riff; que fue la antesala de Las Guerras Balcánicas (1911-1913), que fue la antesala de La Gran Guerra Mundial (1914-1918).

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