miércoles, 14 de marzo de 2012

189 Geopolítica (Libia)

Año I – Primera Edición – Editorial: 00000189 [1]



El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Miércoles 14 de Marzo de 2.012.





El Segundo Congreso de Berlín [3]
Por Rubén Vicente

Si los EEUU atacaran a Corea del Norte o a Irán, China y Rusia se chivarían refeo, y a nadie le gustaría que ello suceda. ¿Verdad?

Por eso Pekín y Moscú le han ordenado a los norcoarenos y a los iraníes que bajen un cambio, aceptando que la comunidad internacional inspeccione sus instalaciones nucleares, en un caso, a cambio de comida y, en el otro, a cambio de que no se haga efectivo el embargo petrolero europeo programado a partir de junio.
Pero hay veces que, aunque las superpotencias misilístico-nucleares se crean que lo tienen todo bajo control, las cosas se les desmadran, aún en contra de su voluntad, fundamentalmente, por la insidia oculta de uno o varios oponentes estratégicos globales, que hasta puede estar figurando oficialmente como aliado, claro está.
Eso es justamente lo que acaba de ocurrir en Libia. Ya estaba todo bien. Khadaffy muerto; Bengazi se mudó a Trípoli, y Qatar se hace cargo del transporte del petróleo libio hacia el occidente, europeo y norteamericano, y colorín colorado, este cuento se ha terminado.
Pero no, porque resulta que se acaba de declarar la existencia material, la constitución formal, la soberanía interior y la independencia exterior de Libia Oriental, que ahora se llama Cirenaica, y andá a la pmqtp. ¿Cómo?
Si, porque la verdad es que los EEUU no participaron activamente en La Operación ´Odisea del Amanecer´ y los únicos que pusieron toda la carne al asador fueron Gran Bretaña y Francia, que ahora se están repartiendo Libia, que queda para París, y Cirenaica, que se la reservan los de Londres, claro está.
Y tanta razón tengo en lo que digo, que fijate que el lider cirenaico es de apellido Al Sanuzi, exactamente igual que el primer y único monarca abiertamente pro británico que tuvo Libia antes de que Khadaffy lo derrocara para instaurar la república nasserista que ya no es (1951-1969).
Falta saber entonces si Cirenaica será una monarquía constitucional pro británica y si La Libia Residual, conformada por las regiones menos petroleras noroccidental de Tripolitania y sudoccidental de Fezán, seguirá unida, bajo la forma de una república obviamente pro-francesa, o si por el contrario, estallará La Segunda Guerra Civil Libia, subrepticiamente fogoneada por Alemania, que tiene más ganas de volver a tener colonias en Africa que de seguir viviendo así como está, empantanada en La Crisis del Euro. No sé si me explico.
En otras palabras, sin que nadie se esté animando a decirlo, yo creo que acá lo que se viene es El Segundo Congreso de Berlín, o algo por el estilo, donde Bismark ahora usa pollera y se llama Ángela Merkel, claro está.
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.







[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
[3] En 1884, las grandes potencias europeas se reunieron en El Congreso de Berlín, acordando reconocer el derecho de Alemania a tener colonias en Africa (Kenia, Tanzania, Namibia, Togo y Mauritania). Tales colonias alemanas se perdieron con la derrota en La Gran Guerra Mundial (1914-1918).

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