sábado, 10 de marzo de 2012

185 Geopolítica (Japón)

Año I – Primera Edición – Editorial: 00000185 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 10 de Marzo de 2.012.





La Siesta del Sol Naciente
Por Rubén Vicente 

Con motivo de La Segunda Crisis Energética Mundial (1980), el Japón comenzó a experimentar por primera vez en su historia moderna el deficit comercial, derivado del mayor precio del gas natural licuado, del cual es el primer importador mundial.
Paralelamente, los avances de El Plan Nuclear Japonés (PNJ) permitieron modificar la matriz energética nipona, llevando el consumo de electricidad producida a partir del uranio al treinta por ciento de su demanda nacional hacia finales de la octava década del siglo pasado (30%).
Durante la década del noventa (la post guerra fría), las plantas nucleares japonesas reciclaron su combustible en Francia, pero con motivo de la crisis asiática de mil novecientos noventa y siete (el efecto arroz), dicha usinas atómicas comenzaron a importar uranio enriquecido originario y procedente de Australia, por razones de costo derivado de fletes más cortos.
A principios de la década pasada, la crisis asiática había sido superada por Japón, que volvió a cooperar con Francia, mientras Australia, Malasia y Qatar se posicionaban como los principales proveedores de gas natural licuado de los japoneses.
Después del terremoto, que causó un maremoto, que provocó un tsunami, que fue la causa directa de El Accidente de Fukushima, el gobierno de Tokio dispuso la salida de funcionamiento gradual de los treinta reactores nucleares que funcionan en las islas del sol naciente (30), estando previsto que, para el mes de mayo próximo, estén todas paralizadas, para iniciar una auditoría tecnológica a partir de la cual el parlamento imperial decidirá si Tokio continuará o no desarrollando el PNJ, o si por el contrario, basará su matriz energética nacional, exclusivamente en los hidrocarburos líquidos y gaseosos, sabiéndose desde ya que no serán opciones ni el carbón ni la energía eólica o solar; el primero, porque es demasiado contaminante y los segundos porque seguirán siendo antieconómicos.
Entonces, si la opción política fuera basar el treinta por ciento de la generación de energía (30%) en la importación de gas natural, sería necesario importarlo de los EEUU y del Canadá, donde la unidad energética británica (BTU) cotiza a dos coma cincuenta dólares (U$S 2,50), con recargo por costo, seguro y flete (CIF) que llevará el precio final a dieciseis dólares (1 BTU = U$S 16,00), puesto en las radas de los puertos nipones.
En la actualidad, el Japón gasta seiscientos cincuenta mil millones de dólares por año en la importación de gas natural licuado (650 MMD´s = 0,65 BD´s), que es un monto equivalente al trece por ciento de su producto bruto interno (13%/PBI).
Por eso, en enero de dos mil doce, la firma Index Corporation PLC de Tokio, firmó un convenio con la firma Total SG de París, que es la subsidiaria mundial de la firma Elf Aquitane SG de París,que es la matriz del Elf Groupe de Francia, para la inversión de treinta y cinco mil millones de dólares (35 MMD´s = 0,03 BD´s) destinandos al financiamiento de los gastos de exploración y de explotación de yacimientos de gas natural en la república federal de Australia y en la república de Mozambique; siendo el propósito de los nipones la sustitución de importaciones a mediano plazo de gas licuado originario y procedente de los EEUU y del Canadá, por fluído originario y procedente de Australia y de Mozambique, manteniendo a Malasia y a Qatar como proveedores tradicionales.
En otras palabras, los japoneses saben que El Accidente de Fukushima tiene su origen en un acto de guerra no declarada de los EEUU, a través de las armas magnéticas (HAARP), pero todavía no tienen con qué responder a semejante agresión militar subrepticia, y encima tienen que ir a morir en el gas natutal licuado norteamericano pagado a precio oro, pero eso durará el menor tiempo posible, porque Australia, Malasia y Mozambique serán las fuentes de aprovisionamiento niponas del futuro en el mediano plazo (2020), y después, pito catalán con los malditos yankis, claro está.
Además, la auditoría tecnológica dará como resultado que la energía nuclear no es peligrosa y entonces, las plantas nucleares volverán a producir casi un tercio de la electricidad demandada por la nación del sol naciente, que si no logra convertirse en una superpotencia misilístico nuclear, anexando una Corea reunificada, lanzará la fase militar del PNJ, en forma financiera, tecnológica e industrialmente independiente, y nada más, claro está, justamente, en 2020, y otra vez, pito catalán a los malditos yankies.
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.









[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.


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