El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Viernes 31 de Agosto de 2.012.
Los Conquistadores III [3]
Por Rubén Vicente
Exactamente
el lunes veinticuatro de octubre del año de Nuestro Señor Jesucristo
de 1487, con el sol en la constelación del escorpión (escorpio) y con la luna
en la casa de la cabra (léase: escorpio), mientras la cristiandad conmemoraba
la festividad de San Aretas, en su castillo urbano (el palacio), su alteza, el
duque Mendoza, Tte. Gral. RW ® Dn. Fernando Hurtado y Castillo, de cuarenta
años de edad, junto a su mujer, Dña. Alba Luján y Luna, de quince años de edad
(léase: hijita querida, ja ja já), se convirtieron en los felices padres de un
varón católico apostólico romano (el primogénito), que fue bautizado bajo el
nombre de Pedro Hurtado Castillo y Luján Luna, que la historia universal
conocerá con el nombre de Don Pedro de Mendoza. [4]
Hizo la escuela primaria y el colegio secundario
con los franciscanos, para luego graduarse como licenciado en derecho civil (de
ius civile), con diploma expedido por la Universidad de Salamanca.
Inmediatamente después, se incorporó al cuerpo español (los tercios) del
ejército sacro imperial (das reich wehrmatch), con el grado de subteniente,
comenzando a prestar servicios en el arma de caballería, siendo destinado a la
guarnición militar de Murcia (1509).
Dieciocho años más tarde (1527), en el marco
general de Las Guerras de Italia, y en el contexto específico de El Saqueo de
Roma, a las órdenes de su comandante general (Gonzalo Fernandez de Córdoba (a)
El Gran Capitán), el Tte. Cnel. RW Dr. Dn. Pedro Hurtado de Mendoza (43) tuvo
su bautismo de fuego. A su regreso a España, heredó los bienes patrimoniales y
el título de la baja nobleza (la hidalguía) de su padre (Fernando), comenzando
a firmar su documentación privada y pública bajo su nombre nobiliario de Don Pedro
de Mendoza.
Al año siguiente (1528), contrajo matrimonio
católico apostólico romano con su prometida, missia María Pérez (28), con la
que al año siguiente tuvo una hija (Elvira Hurtado Pérez). Meses más tarde, el
Tte. Gral. Mendoza fue iniciado en un taller especulativo (léase: filosófico)
dependiente de la La Hermandad de Santiago de Compostela, que es la rama
española de los hospitalarios, tomando
el nombre esotérico de El Gran Escorpión Negro (léase: el alacrán).
En 1534, su majestad, el monarca de El Sacro
Imperio Romano de La Nación Alemana (La Gran Alemania = Das Reich = El Imperio
de los Mil Años = 800 - 1815 = La Gran Leitania = El Nuevo Israel = La Europa
Cristiana = La Primera Proto Unión Europea), Gn. Mcl. RW ® Dr. Dn. Carlos V
Hagsburg (a) El Sacro Emperador (a) El Kaiser (34), emitió un decreto imperial (de
rescriptum = el rescripto) en cuya virtud nombró a Don Pedro de Mendoza como primer
adelantado de las tierras de La Nueva Andalucía (léase: El Río de la
Plata). [5]
Al año siguiente (1535) y, más precisamente el
veinticuatro de agosto, desde el puerto de San Lucar de Barrameda, partió una
flota de catorce naves (14)
del cuerpo español (la armada invencible) de la marina de guerra sacro imperial
(das reich krieg marine), a bordo de las cuales viajaba una tripulación
conformada por tres mil efectivos (3.000),
liderada el Tte. Gral. Mendoza, secundado por el Gral. Div. RW Dr. Juan Osorio.
La misión de esa flota era transportar mil
futuros colonos (1.000), con cien caballos (100), fundando tres
fortificaciones (3) y construyendo El Camino Real, que uniría El Río de la
Plata con El Océano Pacífico (léase: La Ruta 7).
Sus tres hermanos menores (Diego, Gonzalo y
Francisco) formaban su estado mayor, más el Gral. Div. RW Dr. Rodrigo Cepeda y
Ahumada (a) El Hermano de Santa Teresa de Jesús.
La flota hizo la ruta convencional, es decir, Canarias,
Madeira, Azores, Cabo Verde, Recife, Bahía, San Pablo y La Candelaria (léase:
Punta del Este). Durante el trayecto, Mendoza caýo enfermo, siendo reemplazado
por Osorio, pero hasta que Mendoza se recuperó, ordenando su detención y
sometiéndolo a corte marcial, bajo los cargos de desfalco y de traición, obviamente,
en concurso real, siendo condenado a la horca. [6]
Una vez llegada la flota a la zona de El Río de la
Plata, Mendoza ordenó reconocer el estuario, las islas del delta, y las
desembocaduras de los ríos Uruguay y Paraná. Sobre el final del año, de hizo un
receso para celebrar las festividades religiosas.
Y el lunes tres de febrero de 1536, con el sol en
la constelación del aguador (acuario) y con la luna en la casa de la cabra
(léase: escorpio), mientras la cristiandad celebraba la festividad de San
Azarías Profeta, Don Pedro de Mendoza (46), emitió un bando militar, en cuya
virtud declaró la fundación de La Ciudad Sacro Imperial de La Santísima
Trinidad, Corregimiento de San Martín de Tours y Puerto de Santa María de los
Buenos Aires, estableciendo que la misma sería la capital de La Gobernación
Española del Río de la Plata, cuyos límites territoriales serían necesariamente
indefinidos. [7]
Inmediatamente después, fueron construídas la
capilla, el fuerte, la plaza, las casas, las calles en trazado de damero, los
almacenes, el corral, la rada, la muralla perimetral y el fozo paralelo de
protección. Para mediados del otoño austral, la ciudad ya estaba construída y
en funcionamiento.
Los dos problemas básicos eran, por una parte, la
hostilidad de los tres mil guerreros querandíes circundantes (3.000), que fueron neutralizados con
regalos, bajo la forma de alimentos y, por la otra, el estado de salud de
Mendoza, que cayó en cama, atacado de sífilis. ¿Qué? [8]
La flamante primera ciudad rioplatense aprovechaba el
agua de un río que Mendoza bautizó con el nombre de El Riachuelo porque, en
comparación con el Uruguay, con el Paraná y con
el Plata, era una mierdita.
Pero cuando empezó el invierno, las lluvias
causaron el desborde de El Riachuelo, convirtiendo a toda la zona en un pantano
infecto, plagado de mosquitos, arañas y culebras, verificándose focos de tifus
y desatándose una epidemia de cólera. Ups.
Como si eso fuera poco, en julio, comenzaron las
reyertas entre los españoles y los querandíes, fundamentalmente porque los
europeos violaban a las indias (sic), que ya entraban a la ciudad a
retirar los alimentos que se les regalaba a la tribu como condición para
mantener la paz. A principios de agosto, los querandíes se retiraron al
interior, cortándose el contacto con los españoles. [9]
Desde, entonces, Mendoza ordenó formar patrullas
que fueran en todas las direcciones, para examinar las futuras fuentes de
abastecimiento de agua y de comida, que ya entonces empezaba a escacear.
Las patrullas salían, pero no regresaban.
Mendoza concluyó que fueron mortalmente atacadas por los querandíes,
descubriéndose cadáveres asados y derovados por los indios (léase: la
antropofagía). [10]
Entonces, Mendoza despachó una expedición de trescientos
hombres (300), al mando de su
hermano menor, es decir, del Gral. Div. RW Dr. Dn. Diego Hurtado (44), pero
sólo regresaron cien guerreros vencidos (100), muriendo el comandante cerca del actual río Luján, en el
marco de El Combate de Corpus Christi. ¡Ah no, eshto es imperdonable!
Pero nada, porque a la semana siguiente, los
querandíes comenzaron a asediar la ciudad, intentando ingresar en ella, para
exterminar a toda la población (léase: el objetivo de la operación querandí era
el genocidio español). Conste.
Fueron tres meses de hostigamiento (3), mientras
adentro de la ciudad, comenzaron las disputas por el control del agua, de la
comida, de los caballos, de la pólvora, de las armas y de las mujeres;
formándose camarillas enemigas, que sólo dejaban de hacerse la guerra civil
cuando sobrevenían los ataques querandíes y había que defender la ciudad para
no perecer todos a manos de los salvajes (léase: la guerra internacional
rioplatense). [11]
En ese contexto ciertamente infernal, directamente,
se acabó la comida, y los primeros habitantes de Buenos Aires, siendo católicos
apostólicos romanos, se empezaron a matar el hambre de la misma forma que los
indios, es decir, empezando a comer carne humana de los cadáveres recién
muertos (la antropofagia = el canibalismo), previa mostruosa bendición
eclesiástica, inaugurando de esa manera la costumbre rioplatense de El Asado
del Finde, que es sagrado, obvio.
No obstante, en diciembre, los aborígenes lograron
entrar a la ciudad, pero antes de retirarse, la incendiaron, reduciéndola a
escombros humeantes. La mayor parte de la población abandonó la ciudad,
perdiéndose en la inmensidad del país natural de los querendíes (léase: El Tuyú),
sin que jamás se haya vuelto a saber nada de esa infortunada gente.
Mientras tanto, Mendoza ordenó desocupar la ciudad,
buscando el fortín de Sancti Spiritu, para abastecerse, reorganizarse y
contraatacar. Desde allí, ordenó la partida de una gran patrulla hacia el
norte, liderada por el Cnel. RW Dn. Juan de Ayolas, quien dio la orden la
contrucción de un nuevo fortín que llamó con el nombre de El Cuerpo de Dios
(léase: De Corpus Christi = Resistencia). Ya para el final del año, Mendoza había
amancebado a nueve indias prisioneras, que dormían engrilladas a su cama
(9). ¡Mirá vos el viejo!
En enero de 1537, Ayolas regresó vencido por el
hambre, por la peste y por los guaycurúes. Mendoza nombró como nuevo comandante
de Sancti Spiritu al Cnel. RW Dn. Francisco Ruiz Galán.
Y el veintidos de abril, Don Pedro de Mendoza
emprendió el regreso a España, pero falleció de sífilis en Las Canarias el veintitres
de junio, arrojándose su cuerpo al mar, como Ben Laden.
Mientras tanto, Ayolas lideró varias patrullas de
exploración al curso medio del Paraná, del Paraguay y del Pilcomayo, alcanzando
el país natural de El Guairá. El quince de agosto, el comandante de una de esas
patrullas, Cnel. RW Dn. Juan Salazar Espinosa (29), procedió a la fundación de
un nuevo asentamiento español, que fue bautizado con el nombre de Nuestra
Señora de la Asunción.
Allí se asentó Ayolas, que luego sería nombrado sucesor
de Don Pedro de Mendoza en el gobierno de El Río de la Plata.
En otras palabras, la primera clase dirigente
rioplatense ejerció su poder en un pantano pestilente, y fue camarillera,
antropófaga y polígama, lo cual no es muy católico que digamos, y es en
casi todo similar a la actual. ¿Verdad?
Digo, porque en muchísimos aspectos, se ve que casi
quientos años no han servido para cambiar demasiado las cosas tal como fueron
en un principio y parece que siempre lo serán en la bendita reina del plata. ¿O
no?
Y si me dijeran que estoy muy equivocado,
respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La
libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el
presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional
de la República Argentina de 1995 (Art. 14),
la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts.
153 y 155).
[2]
Para uno de Los Siete Grandes Sabios
de Grecia (Solón) El Cisne Negro es
la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que
es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
[3]
Cuando falleció Hernán Cortés (1547), fue sustituído
por su primo (Diego Hurtado de Mendoza). Después del fallecimiento de
Francisco Pizarro (1541), el Perú fue sucesivamente gobernado por García
Hurtado de Mendoza y por Andrés Hurtado de Mendoza. Consecuentemente, Los
Hurtado de Mendoza son una familia española que tiene muchísimo que ver
con la conquista de México y del Perú. Conste.
[4] En
el año 507 d.C., el cacique de la tribu beduina de los himyaritas (Dunán Al
Nawas), ordenó el saqueo de la ciudad árabe bizantina de Nagrán, pereciendo su
procurador (Aretas Paleólogos), que fue canonizado como San Aretas Martir.
Desde el punto de vista estrictamente astrológico, Don Pedro de Mendoza nació
para tener una vida doblemente signada
por el deseo. Conste.
[5]
La Nueva Andalucía (léase: El Río de la Plata) abarcaba el territorio de los
actuales estados brasileños meridionales de Acre, Rondonia, Matto Grosso, Matto
Grosso de Sul, Goas, Belo Horizonte, San Pablo, Paraná, Santa Catalina y Río
Grande do Sul, como así también, los actuales territorios nacionales de las
repúblicas del Uruguay y del Parguay y, además, los territorios de las actuales
provincias argentinas de Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, El Chaco,
Santa Fé, Buenos Aires, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y La
Tierra del Fuego. ¡Guau! Además, Andalucía está al sur de España y La Nueva
Andalucía está al sur de La América Española, pero yo pienso que Carlos V le
puso a esas tierras el nombre de La Nueva Andalucía porque él sabía que los
andaluces son famosos por ser exageradamente ostentosos (léase: faroleros),
igual que nosotros, que heredamos de los andaluces ese rasgo de personalidad
que, junto con la codicia y con el canibalismo también compone El
Ser Nacional Argentino, claro está. Conste.
[6] Fue
entonces cuando empezó a consolidarse el rasgo típico de la personalidad
argentina de la codicia, generadora de la preferencia nacional por la vía
rápida del cohecho (léase: el afano).
Conste.
[7] En
el año 963 a.C., su majestad del monarca de El Imperio de Jezreell (léase:
Israel), Oded I Elohim, instó a su segundo hijo varón (el segundón), Azarías
Elohim, a unirse en cuerpo y alma con Yavé. Desde entonces, Azarías comenzó a
instar a el pueblo elegido a que hiciera el mismo pacto que él celebró con el
creador y supremo gobernante universal. La iglesia católica apostólica romana
lo canonizó como San Azarías Profeta. Conste.
[8]
Opciones técnicamente posibles: 1) Don Pedro de Mendoza era un homosexual
activo, y ejerció en derecho de pernada sobre alguno de sus hombres; 2) Él era
heterosexual, y amancebó a alguna o algunas féminas de las que llevaba en su
flota; 3) Se macheteó a algún o algunos varones o mujeres querandiés. Aunque no
puede descartarse ninguna opción, lo más probable es que haya sido heterosexual,
y que haya estado con una o varias hembras ibéricas de su barco.
[9]
Otros rasgos de personalidad de El Ser Nacional de los argentinos que heredamos
de los españoles (tener los huevos suficientes como para irse al culo del mundo
por la guita, arreglar todo con regalos, no cumplir lo pactado, machetearse de
prepo a las pardas, y no tomar recaudos para prevenirse de las enfermedades). Conste.
[10]
Este dato deja claro que, también de este lado de El Río de la Plata, los
indios, perdón, los pueblos originarios, de pobrecitos, no tenían nada.
Digo, para que anote el anarquista pedorro de Osvaldo Bayer, que se olvida de
la verdad, que es la única realidad. Right?
[11]
Era igual a lo que hoy ocurre adentro del kirchnerismo, cuya guerra interna
sólo se supende por la guerra externa contra todos los no kirchneristas. Right?
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