El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Jueves 23 de Agosto de 2.012.
La Tercera Guerra Civil Rusa
Por Rubén Vicente
Ante
todo digamos que La Primera Guerra Civil Rusa tuvo lugar el siglo dieciocho,
cuando El Imperio Ruso conquistó el gran khanato turco asiático central de
Bukhara, convirtiéndolo en un gran reino ruso, formado por los reinos de
Khasajstán, Uzbekistán, Tadjikistán, Kirguistán, Turkmenistán, Azerbaiján y
Armenistán, gobernado por un monarca turco rusificado, como fue el Gral.
Yamelián Pugachov, que declaró la independencia respecto de San
Petersburgo, que desató la guerra civil, que concluyó con su ajusticiamiento y
el degueyo de los bukharanos, reemplazados por los alemanes volguenses.
Y
La Segunda Guerra Civil Rusa se suscitó en el siglo diecinueve, con un
levantamiento judío que instauró La República de los Urales, que fue ahogada en
sangre por los rusos, concluyendo con el ajusticiamiento de su único presidente
provisional, Dr. Joseph Lubavich (a) El Segundo Pugachov (59).
Y
La Tercera Guerra Civil Rusa (1916-1922) fue lanzada por el ejército
rojo de los comunistas de Lenin, Stalin y Trosky, durante La Gran Guerra
Mundial (1914-1918).
Por
eso, durante los dos primeros años (1916-1918),
ambos conflictos bélicos quedaron superpuestos, causando la
desvastación casi total de La Rusia Europea, que era la columna vertebral
del imperio zarista.
Y
en los últimos cuatro años (1918-1922), las flamantes repúblicas socialistas
soviéticas de Yakutia, Altai, Siberia, Caucasia, Ucrania, Rusia y El
Báltico eran todas defendidas por un ejército rojo único y cada vez más fuerte
e independiente de la ayuda extranjera.
Sin
embargo, la tercera guerra civil rusa duró seis años (1916-1922) porque los anticomunistas
formaron tres ejércitos oponentes (3),
que fueron el ejército blanco (zarista), el ejército verde
(socialista) y el ejército negro (anarquista).
Y
en medio de semejante explosión de locura colectiva, se suscitaron la
segunda revolución rusa, de febrero de 1917 (léase: la
revolución menchevique) y la tercera revolución rusa, de
octubre de 1917 (léase: la revolución bolchevique).
La
revolución menchevique fue la eclosión de los soviets de campesinos, de obreros
y de soldados, tomando el control de los campos, de las ciudades y de las
plazas fuertes militares y navales, desconociendo a la autoridad constituída y
gobernando por la fuerza y por decreto, mientras el imperio zarista se
desarticulaba con la velocidad del rayo, hasta que el parmento imperial (la
duma) lo declaró legalmente extinguido, auspiciando la instauración de
la república social demócrata pro británica (léase: la
república menchevique), liderada por su primer presidente
provisional, es decir, por su alteza, el duque de Popovka, Tte. Gral. EIR ® Dr.
Georgi Lvov (56).
Realmente
el presidente Lvov quiso salvar lo que podía salvarse, pero lo mató el paro
general, de alcance nacional, por tiempo indeterminado y con finalidades
revolucionarias (léase: la huelga) de los propios mencheviques, que lo
reemplazaron en marzo por el Agte. BSS C-3 Mcl. EIR ® Dr. Alexander Kerensky
(a) Arnold Kennedy (a) El Sefaradí (36). [3]
Kerensky
declaró la voluntad de su gobierno de negociar con los aliados de La Entente
Cordiale (Gran Bretaña, Francia, Italia, Japón y los EEUU) la clausura
de El Frente Ruso de la gran guerra mundial, para quedarse con las manos libres
para forjar una alianza blanca y verde contra el ejército rojo, pero Londres,
París, Roma, Tokio y Washington no lo supieron o no lo quisieron entender, y Kerensky quedó contra la espada
y la pared, tratando vanamente de convocar unas elecciones generales
salvadoras, que no llegarían a celebrarse.
Y
no se celebraron porque en octubre el ejército rojo se apoderó de Moscú, tomó
por asalto el palacio de invierno zarista, que era la sede del gobierno
menchevique, y sacó a Kerensky a patadas en el culo.
Y
se instauró La República Federal Socialista Soviética de Rusia, con
capital en Moscú, gobernada por su primer presidente provisional, es decir, por
el secretario general del Partido Socialista Internacionalista (PSI) Agte. III-D
C-3 Dr. Vladimir Mihail Illich Ulianov (a) Victor Ulmann (a) Pedro El Grande (a)
El Ashkenazí (a) El Hombre de Hierro (a) Lenin (48) que, directamente, estaba solo
frente al mundo (sic).
Y
sí, porque lo único que controlaba Lenin en forma efectiva era el palacio de
invierno. Las brigadas del ejército rojo eran de Stalin. La Unión General de
los Trabajadores (UGT) era menchevique. Los conservadores, los liberales
y los anarquistas tenían sus propias milicias combatientes. El ejército ruso
tenía muchos regimientos activos, dipuestos a combatir a matar o morir al nuevo
gobierno comunista. Y encima los alemanes y los autro húngaros en El Frente
Occidental.
Fue
entonces cuando Lenin empezó a demostrarle al mundo entero (orbis) que él era
uno de los pocos grandes hombres que crea la historia en sus tiempos más
apocalípticos, cuando lanzó la consigna que lo haría inmortal: "Todo el poder a
los soviets" (sic).
En
efecto, en la cara del mismísimo Stalin, Lenin formuló un llamamiento a todos
los campesinos, a todos los obreros y a todos los solados para formar, nada más
ni nada menos, que el ejército soviético,
con soldados campesinos, con suboficiales obreros y con oficiales subalternos
que eran soldados combatientes en la gran guerra mundial, pero convertidos en
desertores; para luego darse vuelta en el aire y, sobre esa base, negociar con
Stalin la incorporación de los combatientes de el ejército rojo
al ejército soviético, en carácter de oficiales jefes, pero a cambio de que la
jefatura del estado mayor general (JEMG) recayera en la persona del Agte. III-D
C-3 Dr. León Davidovich Bronstein (a) Leonard Berenstein (a) Iván El Terrible
(a) Trotsky (39), con el grado de mariscal de campo. Right?
Y
a Stalin le entregó el control de la policía imperial (la okhrana) y de la
policía política imperial (la checa), conformando con ambas agencias el comité
de inteligencia y seguridad del estado (NKVD),
nombrándolo director general y comisario del pueblo ruso, es decir, ministro
del interior, quedándose Lenin con el ministerio de asuntos exteriores, con la
jefatura del gobierno y con la jefatura del estado sovíetico ruso. [4]
Ya
con el control del ejército soviético (Trosky) y del NKVD (Stalin), Lenin se
sintió en condiciones de negociar con Alemania y con Austria Hungría la firma
de El Tratado de Brest Litov de marzo
1918, en cuya virtud quedó clausurado El Frente Ruso de la gran
guerra mundial que, desde entonces, quedó reducida a El Frente Asiático (Japón
versus China) y a El Frente Occidental (Gran Bretaña versus Alemania; Francia
versus Austria Hungría e Italia versus Turquía), y los EEUU jugando el rol
deterninante de ser el comodín en los oceános (Atlántico, Indico y
Pacífico).
Entonces,
la tercera guerra civil rusa se convirtió en la guerra civil del
ejército soviético ruso contra
las brigadas de el ejército blanco (zarista), de el ejército verde
(menchevique) y el ejército negro (anarquista), que ofrecieron gran
resistencia paramilitar en todo el antiguo imperio ruso.
Paralelamente,
Lenin autorizó a Trotsky a motorizar su proyecto personal de captar a
todas las agrupaciones comunistas del mundo entero (orbis) y reunirlas para
conformar una nueva sociedad civil sin fines de lucro, que comenzó a funcionar
bajo el nombre de La Internacional
Comunista (léase: la tercera internacional),
con primer domicilio legal en la ciudad suiza de Zurich (1919).
Hasta
que a finales de 1920, Lenin concretó su tercera proeza histórica,
cuando las repúblicas socialistas soviéticas de Yakutia, Altai, Siberia y
Caucasia se unieron a Rusia para conformar La
Federación Rusa, con capital en Moscú, gobernada por Lenin, Trotsky y
Stalin.
Lenin
tuvo que resignar sus aspiraciones sobre Finlandia y sobre Polonia
independizadas del antiguo imperio ruso y puestas bajo el ala protectora
de Alemania, para ganar el derecho de La Federación Rusa de unirse con las
republicas socialistas soviéticas de Ucrania y del Báltico, para dejar
conformada, nada más ni nada menos, que La
Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas, con capital en Moscú,
gobernada por Lenin, Trotsky y Stalin (1922).
En
síntesis, había concluído la tercera guerra civil rusa y había nacido a
la faz de la tierra una nueva y gloriosa nación proletaria, que era La Unión Soviética.
Las
brigadas yakutiana, altaica, siberiana, caucásica, báltica, ucraniana y rusa
del ejército rojo se sumaron al ejército soviético. El Partido
Socialista Internacionalista (PSI) cambió su nombre por el nuevo de El Partido
Comunista de la Unión Soviética (PCUS).
Y
el broche de oro de la magna obra geopolítica de Lenin fue La Nueva Economía, que implicó la
estatización de absolutamente todos y cada uno de los bienes de producción,
cambio, almacenamiento y consumo, pero también, la contratación del gobierno de
Gran Bretaña como agente de comercio exterior de La Unión Soviética. ¿Cómo?
Y
si, porque si quería consolidar el frente interno soviético, a Lenin no le
quedaba otra que entregar el frente externo a Gran Bretaña, librandose
de la tutela que Alemania pretendendía ejercer en Europa Continental, aunque
hubiera perdido la gran guerra mundial.
Pero
igual que Moisés, Lenin no podría ver toda la tierra prometida, porque se
enfermó mal, y mientras agonizaba lentamente, Stalin y Trotsky pugnaban por la
herencia política de el primer estado comunista de la historia universal.
En
semejante contexto que amenazaba con la pérdida total de todo lo hasta entonces
alcanzado, Lenin hizo dos cosas que salvarían a La Unión Soviética de la
catastrofe (2).
La
primera fue ordenar al ejército soviético la excavación total del
subsuelo soviético, desde El Estrecho de Bering hasta la frontera polaca, para
extraer oro soviético, fundirlo en
lingotes, cargar a tope las reservas monetarias del banco central antes ruso y
ahora soviético, y respaldar al ciento por ciento (100%) el valor de el nuevo rublo soviético, bajo una
cotización fija y no convertible de diez a uno con la libra esterlina
británica (10:1), provocando la
cero inflación soviética (0%),
durante las siguientes tres décadas (1922-1952).
Y
la segunda, fue publicar una obra literaria que tenía guardada en su escritorio
desde hacía años, titulada con el nombre de El Izquierdismo. Una Enfermedad
Infantil del Comunismo. En ella, Lenin explicó que la vocación
internacionalista del comunismo debía ser gradual,
principiando en un solo país, para luego expandirse al mundo entero
(orbis).
Ese
fue un mensaje más que claro para Trotsky, que pretendía que La Unión
Soviética, conforma pero no
consolidada, fuera el motor de la revolución marxista mundial desde ese
mismo momento (sic), siendo ese el origen de las ideologías comunistas divergentes
de el marxismo lennismo por un lado y de el marxismo trotskysmo
por el otro.
Bajo
esa comprensión, tengamos en cuenta que Lenin nombró a Stalin como subsecretario
general del polit buró del comité central del partido comunista de la unión
soviética, y no a Trotsky. Conste.
Y
si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo
sabremos.
[1] La
libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el
presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional
de la República Argentina de 1995 (Art. 14),
la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts.
153 y 155).
[2]
Para uno de Los Siete Grandes Sabios
de Grecia (Solón) El Cisne Negro es
la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que
es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
[3] BSS es
la sigla de British Secret Service (1485-1919), que fue el ancestro de The
Special Operation Executive (SOE – 1919-1946), que fue el ancestro del Military
Intelligence Six (MI-6 – 1946-2017). Y C-3 es el escalafón de revista de los
agentes secretos de casi todos los servicios de inteligencia del mundo entero
(orbis). Conste.
[4] NKVD es la sigla de Comisariado del
Pueblo para Asuntos Internos (Narodnyy Komissariat Vnutrennikh Del).
Oficialmente, su existencia se hizo pública recién en 1934. Es el ancecesor del
KGB (Comité para la Seguridad del Estado = Komitet Gosudarstvennoy
Bezopasnosti), creado en 1954. El KGB fue sucedido por el Servicio Federal de
Inteligencia (SFI) de la república federal de Rusia (1992-2012). Conste.
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