El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Domingo 19 de Agosto de 2.012.
El Comunismo II
Por Rubén Vicente
Gran Bretaña y Holanda fogoneando la guerra franco
prusiana, a través de miles de agentes secretos, infiltrados en todos los
estamentos, y en medio de esa red combinada, estaban dos poyos de la propanda
(Marx y Engels). [3]
La Sagrada Familia de Engels fue hit berlinés, en
términos de la sexualizacíon del trabajo, pero La Situación de la Clase Obrera
en Inglaterra, dejaría convencida la intelectualidad brandenburguense de que
había nacido un joven intelectual colectivista, tanto falansterista rural como
cartista urbano que se las traía, porque a las ideas de Fourier, él le
agregaría de su cosecha personal la idea de las convenciones colectivas de
trabajo para los sindicatos inorgánicos que, en entonces, sólo eran meras
sociedades de la resistencia obrera que, por ende, eran clandestinas, obvio
(1844).
Y en 1846, Marx y Engels publicaron La Ideología
Alemana, criticando específicamente las posturas filosóficas del Dr. Karl Grün,
que era el numen ignoto de la doctrina asociacionista de el
socialismo nacional (léase: el socialismo veradero = el nacional socialismo
= el nazismo decimonónico = el nazismo original = el grünimo
alemán = el prohudonismo francés = la social democracia = la doctrina social de
la iglesia = el social cristianismo), calificándola de burguesa y
contrarrevolucionaria (sic). [4]
Y si Lennon y Mac Arney tuvieron que esperar para
saltar a la fama a que se grabará Love Me Do, Marx y Engels se elevaron al
estrellato prusiano cuando le entregaron a La Liga de los Justos (léase: La
Liga de los Comunistas), nada más ni nada menos, que El Manifesto del
Partido Comunista. ¡Guau!
La idea subyacente en ese pasquín era ver todo al
revés que Hegel (el espiritualismo absoluto), abogando por el
materialismo absoluto. Y la idea era que más valía la pena confrontar que
negociar (la dialéctica). Y la otra idea es que minga con el
nacionalismo socialista, que mejor onda tiene el socialismo internacionalista.
Y nada de nihilismo intrumental, sino más bien, sis-te-má-ti-co. Right?
A todo eso, Marx y Engels lo llamaron con el nombre
de el socialismo científico (léase: el socialismo ateo, clasista y
combativo = el socialismo internacionalista = el socialismo de la revolución
armada = el socialismo de la revolución autocrática = el socialismo de la revolución
pura = el socialismo ultra revolucionario = el socialismo de la
dictadura del proletariado = el marxismo = el comunismo). Yeah¡
Y recibieron órdenes superiores de radicarse en
Londres y ahí Engels publicó Los Elementos Para la Crítica de la Economía
Política (1850). En ella dice que, en vez del estado, el que tiene que manejar
las empresas del estado es el proletariado comunista (léase: la autogestión).
Y entre 1853 y 1863, Engels le vendió su periódico británico
(The New Moral World) a Robert Owen (a) El Cartista, pero siguió publicando en
él sus artículos, mientras escribía y publicaba Las Guerras Campesinas en
Alemania, Una Contribución al Problema de la Vivienda, El Papel del Trabajo en
la Transformación del Mono en Hombre y La Revolución de la Ciencia. [5]
En 1864 quedó
conformada la primera internacional de Londres, liderada por Marx, en cuya
estructura figuraba Engels como secretario general (sic), y al año
siguiente, publicó Del Socialismo Utópico al Socialismo Científico; que fue el
acta de divorcio vincular entre el
nazismo de
Karl Grün y de Pierre Prohudom y el comunismo de Cralos Marx y de Federico Engels, para
decirlo bien pero bien clarito como el agua. Hai capito?
Y de remate publicaron,
nada más ni nada menos, que el primer tomo de El Capital (1867). ¡Tomala
vo, damela a mi, que con lo facho no vamo a divertir!
Sinceramente, una
orgía ideológica intelectualmente deslumbrante, de puño y letra de Engels, pero con la firma de el
que tenía la chapa, porque era un duque westfaliano (Marx), obvio.
Sin embargo, vaya a
saberse por qué, pero lo cierto es que está claro que los servicios de
inteligencia de estado británico y/u holandés, les deben haber dado la orden de
separarse, porque resulta que en 1872, Marx se llevó la sede de la primera
internacional a Nueva York, y Engels se quedó en Europa, escribiendo él solo el
segundo tomo de El Capital.
Fue en esa ocasión
en la que explicó que la ideología del asociacionismo engloba a las doctrinas
ortodoxa (el colectivismo) y heterodoxas (el socialismo y el comunismo),
posicionando al comunimo a la izquieda del socialismo, y
diferenciándolos por su actitud hacia el nihilismo (léase: el terrorismo
y la guerrilla), que para el socialismo es intrumental, mientras que
para el comunismo es sistemático.
No hay ninguna duda
de que Engels era comunista, y lo ratificó con El Origen de la Familia,
de la Propiedad y del Estado (1873), y lo recontra ratificó cuando publicó el
tomo tres de El Capital (1884). [6]
Pero acá yo les
pido que paremos la moto un ratito, porque hay algo que quiero
preguntarles a ustedes para no confundirme.
Es sabido que lo
que yo pretendo llamar con el nombre de nazismo decimonónico, hoy se llama social
democracia (si es de centro izquierda) o social cristianismo (si es de
centro derecha). Y es sabido que la social democracia y que el social
cristianismo abogan por la revolución en paz (léase: la revolución sin
armas = la revolución democrática = la revolución impura). Y es sabido que
comunismo aboga por la revolución con
las armas (léase: la revolución pura). ¿Digo bien?
Entonces les pido
que, por favor, me expliquen un cachito por qué mierda Engel fue
nombrado primer secretario general de la segunda internacional (léase:
la internacional social demócrata = la internacional que yo digo que era nazi)
en 1889.
Y no me salgan con
que la segunda internacional planteaba la necesidad de la toma del poder
político por la via armada porque se estarán equivocando feo.
No. A mi se me
ocurre que, muerto Marx (1883), Engel se fijó con quién estaban los proletarios
europeos, si con los nazis o con los comunistas, y concluyó que con los nazis, y creo que tanta
razón tengo que fijate vos que en 1894, Engel publicó un anexo del tomo tres de
El Capital, que contiene una crítica explicita al nihilismo sistemático
marxista, llamándolo con el nombre de el comunismo radical (sic) que,
implícitamente, es una toma de posición personal a favor del nihilismo instrumental
social demócrata, que yo digo que es nazismo decimonónico de izquierda
moderada, claro está.
Siendo así, les
ruego que no me jodan, y que me dejen pensar las cosas a mi modo, que es que para
mi, al final de una más que prolífica vida de cada vez más brillante
intelectualidad (1895), el viejo Federico Engel se terminó haciendo nazi de izquierda, o social demócrata, o cómo más les guste. Total…
Y tanta razón creo
que tengo, que fíjense que los marxistas del siglo veinte (el siglo de la alta
tecnología) dejaron a Engels
directamente eclipsado, cuando está más claro que el agua que el que
pensaba era él, y que el otro ponía la chapa de duque westfaliano y casi
nada más. ¡Eh, Vicente, te fuiste de mambo…!
¿Ah si? ¿Y qué me
dicen de Benito Mussolini, que dos por tres aclaraba que él admiraba a
Engels y detestaba a Marx (sic)?. ¿Pará gordo, vos me estás diciendo que de
viejo Engels se hizo facho…? Respuesta de la bonaerense por el walkie tolkie: Afirma 5/5 ¿Me
copia?.
Y si me dijeran que
estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación
de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente
garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art.
19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código
Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para
uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente
posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si
ocurriera sería catastrófico.
[3] Las operaciones especiales de inteligencia pueden ser de
espionaje, de acción psicológica o de sabotaje. El
nombre ancestral de la acción psicológica es propaganda (recuérdese al respecto
Propaganda Fide y Propaganda Due).
[4] Respecto de la doctrina del socialismo nacional, véase El Cisne
Negro (Editorial 28).
[5] En 1859, el Dr. Charles Darwing había publicado El
Origen de las Especies, sosteniendo contra los textos bíblicos que el hombre
desciende del mono, cuestionando la
teoría judeocristiana de el creacionismo. Conste.
[6] Me llevó tres meses leer una antología de supuestas
máximas extraídas de El Capital, comentada en clave ultra recontra giga
marxista (léase: Marx es Dios y Engel es Jesucristo). Sinceramente, un
atentado de lesa lógica, de estilo auténticamente somnífero. Llegó un
momento (y no es broma), que cuando la vejez me causaba insomnio, leía frases
de El Capital, y me agarraba un sueño ingobernable.
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