El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Miércoles 15 de Agosto de 2.012.
El Socialismo VII
Por Rubén Vicente
A principios de 1844, su alteza, el duque de Bieledeld,
como así también, presidente de la empresa berlinesa editora de Los Anales
Franco Germanos y, a la vez, corresponsal berlinés del diario La Gaceta Renana
de Colonia, Agte. NID C-3 Tte. Gral. GW ® Dr. Karl Heinrich Pressburg Marx (a)
Carlos Marx (a) Epicúreo (a) Spartaco (a) El Choborra (27), publicó su primera
obra literaria (de opera prima) titulada con el nombre de Sobre la Cuestión
Judía (léase: Über Die Jüdische Frage). [3]
Allí, Marx formuló una diferenciación entre los
conceptos de la emancipación civil y de la emancipación política del pueblo
elegido, abogando a favor de la ideología del asociacionismo, y de la doctrina
de colectivismo, pero sistemáticamente nihilista (léase: terrorista =
guerrillera), es decir, de la doctrina que él llamó con el nombre de el
socialismo científico (léase: el socialismo ateo,
clasista y combativo = el socialismo internacionalista = el socialismo sistemáticamente
nihilita = el socialismo ultra revolucionario = el marxismo = el comunismo).
Seis meses más tarde, Marx publicó su segunda obra literaria, titulada
con el nombre de La Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegel. Es en ese
contexto donde Marx incluyó su opinión de que la religión es el opio de los
pueblos (sic).
Sobre el final de ese año (1844), el Dr. Marx fue autorizado a mudarse
con su familia a la capital francesa (París). Allí conoció al Dr. Mihail
Bakunin (a) El Exhiliado (29), que comienzó a trabajar para Los Anales Franco
Germanos, escribiendo artículos críticos contra la política conservadora
popular de su magestad, el monarca del gran reino de Baviera, Myr. Gral. GW ®
Dr. Ludwig I Bittelbach (57).
Pero fue en ese año (1844), que Marx conoció al Dr. Friedrich Engels
(24), y se lo llevó a trabajar con él. Desde entonces, Marx y Engels eran algo
así como Lennon y Mc Arney, o algo por el estilo. Viéndolos pensar juntos, daba
la impresión de que Engels era la reflexión, mientras Marx era la acción.
En ese contexto, Engels convenció a Marx de que el factor de la
revolución social eran los obreros industriales, y de que el socialismo
científico (léase: el comunismo) debía plantearse el objetivo de instaurar,
nada más ni nada menos, que el estado obrero (léase: der werke stadt).
Inmediatamente después, Marx publicó su tercera obra literaria, titulada
con el nombre de Manuscritos Económicos y Filosóficos, donde explicó los
conceptos comunistas de el trabajo alienado y de la plus valía.
Es en ese trabajo en el que Marx comienzó a hablar de la dialéctica
materialista de la historia, explicando los conceptos de la lucha de
clases y de la dictadura del proletariado. [4]
A las pocas semanas, el gobierno de París ordenó el retiro de la
licencia para operar de la filial francesa de la empresa editorial berlinesa
que publica Los Anales Franco Germanos.
Dos meses más tarde, con guita del servicio holandés, Marx, Engels y
Bakunin formaron una nueva empresa parisina, que comenzó a publicar un diario
en alemán, titulado con el nombre de Adelante (léase: Vorwärts), que comenzó a ser
distribuído en la sede de La Liga de los Justos, que eran partidarios de la
ideología del asociacionismo y de la doctrina del colectivismo de Charles
Fourier, pero en la vertiente urbana (léase: el cooperativismo). [5]
En 1845, el ministerio del interior francés emitió una resolución
administrativa en cuya virtud declaró, en primer término, el retiro de la
licencia para operar la empresa editora parisina que publicaba el diario
Vorwärts y, en segundo lugar, la expulsión de Moe, Larry y Curli, perdón, quise
decir de Marx, de Engels y de Bakunin.
Marx y Engels emigraron con sus familias a la ciudad de Bruselas,
capital del gran reino de Bélgica, gobernado por su magestad, el Cnel. Gral. BW
® Leopoldo I Plantagenet (55), pero por intermedio de su primer ministro
radical (el canciller), Dr. Sylvain Van De Weller (50). En ese contexto, Marx
tomó contacto con otros agitadores de las masas populares, entre los que se
descataban los anarquistas Moses Hess, Karl Heinzen y Joseph Weydemeyer.
Desde su nuevo lugar de residencia belga, Marx y Engels decidieron
viajar a Gran Bretaña, para convencer a los cartistas de que evolucionaran
hacia el colectivismo sistemáticamente nihilista (léase: el socialismo
científico = el marxismo = el comunismo).
Paralelamente, ambos publicaron otra obra literaria, titulada con el nombre de
La Ideología Alemana.
En ella, ambos autores comunistas se dedicarron a formular una crítica
sistmática de todos y de cada uno de los principios, reglas y excepciones
vinculadas con la ideología del filósofo alemán Karl Grün, es decir, el
socialismo nacional alemán (el socialismo verdadero = el nacional
socialismo = el nazismo decimonónico = el nazismo original
= el grünismo). Y tras cartón, publicaron La Miseria de la Filosofía, donde
extienden la crítica al nazismo francés (léase: el prohudonismo).
De Grün y de Prohudom dicían que abogaban por un socialismo burgués y
contrarrevolucionario (sic), nada más que porque los dos filósofos nazis abogaban por la revolución
en paz (léase: la revolucion democrática = la revolución impura), que es anti
nihilista (léase: anti terrorista y anti guerrillera), obvio. Conste.
[6]
Todo muy lindo, pero exactamente el doce de enero de 1848, los
empresarios británico dependientes de la ciudad de Nápoles, capital de gran reino
español de Las Dos Sicilias dijeron basta, y exigieron, nada más ni nada menos,
que la independencia económica.
Los obreros paralizaron las fábricas. Los literatos propusieron no
volver nunca más a hablar en español, sino en las lenguas beneventinas (el
siciliano, el calabrés, el apuliano y el napolitano). Los intelectuales
hicieron arder la prensa, demandando la instauración del modelo político de la
democracia constitucional británica. Y la minoría de los militares de
pensamiento liberal, exigieron la independencia política gran siciliana
respecto de España.
Ese fenómeno económico, social, cultural, militar y político ciertamente
conmocionante, se extendió insólitamente a Francia (febrero), a Germania (marzo),
a Austria Hungría (mayo) y a Rusia (junio), conociéndose con el nombre genérico
de La Revolución Europea de 1848, que fue una revolución liberal-radical, y no anarquista,
socialista, o comunista.
Conste.
Sin embargo, había que ver durante la segunda parte de ese año de
ruptura sin cuento del equilibrio europeo que pretendía La Santa Alianza, las
declaraciones y las publicaciones de los anarquistas y de los socialistas,
ufanándose de haber sido ellos los verdaderos autores y factores de la
revolución (¿¿¿???).
En semejante contexto, el veintiuno de febrero, mientras la revolución
siciliana se extendía a Francia, a pedido de La Liga de los Comunistas que, en
ese momento, contaba en sus filas a no más de diez mil proletarios (10.000), en Bruselas, Marx y Engels
publicaron un pasquín, titulado con el nombre de El
Manifiesto del Partido Comunista. ¡Guaauuuu¡
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos,
veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación
de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente
garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art.
19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código
Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para
uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente
posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si
ocurriera sería catastrófico.
[3] NID es la sigla de Neerderland
Informatie Dienst, que es el ancesto del Servicio General de Inteligencia y
Seguridad (Algemene Inlichtingen en Veilighei Dienst), cuya sigla es AIVD. Conste.
[4] Proletario
es todo hombre libre que vive, exclusivamente, de su fuerza física o de su
capacidad intelectual, y cuya única esperanza es su descendencia (léase: la
prole). Dentro de la categoría general del proletariado, está la subcategoría
de los que cambian su fuerza física o su capacidad intelectual por dinero
pagado por un patrón explotador (léase: los trabajadores). Y dentro de la
subcategoría de los trabajadores está la subsubcategoría de los trabajadores de
las fábricas (los obreros). Engels proponía la dictadura de los obreros, pero
Marx era más amplio, abogando por la dictadura del proletariado en general,
fuera rural o urbano, y dependiente de un patrón o independiente, sea que
produzca un bien (ej.: un artesano) o que preste un servicio (ej.: un maestro
particular).
[5] Desde entonces (1844), Marx, Engels y Bakunin comienzan a inyectar su ideología sistemáticamente
nihilista (léase: terrorista = gurrillera), convenciendo a los anarquistas
de La Liga de los Justos de que evolucionaran hacia el colectivismo sistemáticamente
nihilista (léase: el nihilismo rojo = el socialismo científico = el
marxismo = el comunismo); de modo tal
que, sólo dos años más tarde (1846),
La Liga de los Justos cambiaría su nombre por el nuevo de La Liga de los Comunistas. Conste.
[6] Entre 1919 y 1933, el nazismo alemán
de Adolf Hitler (léase: el hitlerismo) emplearía el nihilismo (léase: el
terrorismo urbano y la guerrilla rural) en forma exclusivamente instrumental y no
sistemática como los comunistas. Conste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario