El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Viernes 3 de Agosto de 2.012.
El Anarquismo V
Por Rubén Vicente
A las cinco y cuarto de
esta madrugada, que es gris, gélida y nevosa (léase: una mañana de mierda = le
matain de merde = a fucking morning), del domingo diez de enero de 1790, en su
castillo feudal, como consecuencia de un inesperadísimo ataque cardíaco,
sobreviene el fallecimiento, mientras duerme (léase: ni se dio cuenta que se
fue para el otro lado = qué linda muerte) de su alteza, el duque de Péronne,
conde de Montdidier y marqués del Somme, como así también, gobernador general ilegítimo de la región informal
francesa oriental de El Somme, Myr. Gral. RW ® Arq. Antoine Agustín Parmentier
(a) El Viejo Bufarrón (a) Le Pute, de cincuenta y tres años de edad.
Dos semanas más tarde, durante
la tarde fría y soleada, con infinita tristeza en el alma, su excelencia, el
presidente de la comisión directiva de La Cooperativa Parmentier Ltda. de la
villa francesa borgoñona picardiana de Péronne y presidente de la comisión directiva
de El Club del Panteón, como así también, jefe del estado mayor general (JEMG)
de El Ejército de los Iguales y, a la vez, primer ministro (el secretario de
estado = canciller) del gobierno ilegítimo
de la región informal e ilegítima del Somme, Cte. Gral. EEI Dr. François Noel Babeuf (a) Graco (a) La Sirvientita Paraguaya (a) Le
Comilón, de treinta años de edad, examina la documentación personal de quien en
vida fuera el gran amor de su vida, es decir, El Marqués del Somme, quién otro.
En ese contexto, el Cte. Graco
descubre el testamento ológrafo de El Marqués del Somme, que está redactado en
escritura pública, contando con el correspondiente certificado de pago del
derecho de estampillado (léase: el timbrado), que le confiere fecha cierta de
hace sólo seis meses atrás (6),
dejando en evidencia que el muerto (léase: el de cujus) [3]
, sencillamente, presentía que algo malo le iba a suceder, lo cual hace llorar
a mares del Cte. Graco.
Casi una hora más tarde, Graco
empieza a leer El Testamento de Parmentiere, que comienza cantando loas a los
nuevos cultivos para toda la gente, es decir, a la nueva cosina popular
francesa (léase: le nouvelle cuissine populaire francaise), de la cual él
fue su gran precursor, basada en la papa, el nabo, las zanahorias, las
endivias, la remolacha y los espárragos, como así también, a la libertad de
los esclavos del Somme; a la reforma agraria; a la democracia
directa de las colonias y de las comunas; a la democracia semidirecta
de las regiones y a el federalismo imperial, tanto metropolitano como
ultramarino, es decir, en una palabra, a la visión más ultra radicalizada de la
revolución francesa, esto es, el anarquismo.
Entonces, la conclusión
es que la ideología liberal, en su versión doctrinaria del radicalismo extremo,
es decir, de el anarquismo, nació en Francia, en
forma coetánea a la primera revolución francesa (1789-1793), siendo su numen El Marqués del Somme; su mentor, El
Comandante Graco; y sus principales instituciones son la libertad
de los esclavos, la igualdad del varón y la mujer, la libertad sexual de las
mujeres, el homosexualismo masculino y femenino, el bisexualismo, la negación
del sistema económico y político, la autonomía de la voluntad en las relaciones
interpersonales, la reforma agraria, la autogestión rural y urbana, la
autodefensa armada, la democracia
directa local, la democracia indirecta regional y el federalismo imperial
(léase: mundial = global).
De esa manera, el
anarquismo puede ser válidamente caracterizado como el paroxismo de la libertad,
es decir, como el libertarismo. Conste. [4]
Y si me dijeran que estoy
muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la
información contenida en el presente documento se halla jurídicamente
garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art.
19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código
Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para
uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente
posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si
ocurriera sería catastrófico.
[3] Es en latín y se pronuncia el de cuius,
con i latina.
[4] Según explica San Juan Apostol en El Libro de las Revelaciones, que es
el último de La Biblia, durante Los Ultimos Tiempos reinarán los cuatro jinetes
del apocalipsis, que son el hambre, la peste, la guerra y la muerte.
Inmediatamente después, sobrevendrá la segunda venida al mundo de Nuestro Señor
Jesucristo, bajo la forma de El Cristo del Futuro, es decir, bajo la impronta
de El Paráclito. Ese momento, recibe el nombre bíblico de La Parusía. En sus primeros escritos políticos, redactados
en los tiempos que transcurren entre la revolución europea de 1830 y la
revolución europea de 1848, Carlos Marx aludía frecuentemente a la alegoría de los
últimos tiempos de capitalismo en crisis, refiriéndose a El Paroxismo del Sistema Burgués,
donde la parusía implicaría la llegada al mundo de la revolución social.
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