El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 18 de Agosto de 2.012.
El Comunismo I
Por Rubén
Vicente
Es increible que
haya tanta gente que cree sinceramente que el sol gira alrededor de la tierra,
y que la tierra es el centro del universo. Digo, porque se ve que hay personas
que están fervientemente convencidas de que el mundo entero (orbis) marcha en
la dirección prevista por Carlos Marx.
No entienden la
mentalidad de los obreros comunistas de su época que, al conocerlo
personalmente, no veían en él otra cosa que no fuera un duque westfaliano, siempre en pedo, y completamente
obsicionado con tener sexo con sus empledas domésticas, que pretendía enseñarles
a ellos la manera de liberarse de la opresión de que eran objeto y que,
obviamente, no afectaba al que ahora es venerado como el numen de la
revolución social violenta.
Temor
reverencial. Eso es lo único que sentían al tenerlo frente a frente. El mismo
temor reverencial que todo plebeyo siente ante un descendiente legítimo de la
sangre sagrada del primer hombre adánico, del rey davídico y del cristo
nazareno, independientemente de que ese título fuera solar o morganático,
porque aunque fuera morgántico, lo cierto era que aunque él sólo fuera un pleyo
con título, su descendencia sería noble por parte de madre, y con eso sólo
bastaba para verlo a él como un dios bajado a la tierra, y no como un simple mortal que les
proponía un determinado curso de acción política a seguir. Right?
Dicho de un modo
que se pueda entender a fondo. Chapa, aunque atrás no hubiera nada.
La verdad, es
que Carlos Marx no fue ningún genio, ni mucho menos. El servicio de
inteligencia holandés le tiraba las ideas y él las desarrollaba en el papel
leguleyo, haciendo correr la mayor cantidad de tinta posible, dejando como
legado una redaccíon revesada y soporífera para todo aquel que se digne leer
las insensateses a destajo que escribía. Sorry, but …
Lo eligieron a
él, como podrían haber elegido a cualquier otro que diera el perfil de agitador
con carisma, y vaya si lo tenía ante los obreros despreciados, porque él era El
Duque de Bielefeld. ¿O no?
Y tener un noble
del lado de los plebeyos no era nada nuevo. Incluso tener un noble que los
instara a la acción armada contra los nobles tampoco. Pero tener un noble que
les diera letra, hasta ese entonces, ninguno. Shit¡
Bajo esa
comprensión, yo digo que Carlos Marx era el Paul Mac Arney de un John
Lennon que se llamaba Friedrich Engels, que podrá haber sido todo lo empresario
que vos quieras pero te cuento que, de nobleza, ni unca.
No sé si me explico que por eso Marx quedó en la
historia como el numen,
cuando la verdad es que si no hubiera sido porque tenía al lado suyo a Engels,
hoy estaríamos hablando de cualquier cosa, menos de el marxismo, claro
está. Y voy a explicar por qué digo lo que digo:
Exactamente el martes veintiocho de noviembre de
1820, con el sol en la constelación del centauro (sagitario) y la luna en la
casa de la serpiente (léase: leo), mientras las cristiandad católica apostólica
romana celebraba la festvidad de San Juan Rufo Martir, en el ducado de Barmen,
dependiente del condado de Elberfeld, integrante de la baronía de Wuppertal,
que formaba parte del reino de Wesfalia, componente del gran reino de Renania,
que era el tercero en importancia de La Confederación Germánica (léase:
Germania); en el seno de una familia askenazí, propietaria de una finca
viñatera y de un taller textil, sobrevino el nacimiento de un varón (el
primogénito), que fue circuncidado bajo el nombre de Friedrich Engels. [3]
Hizo la primaria en una escuela dependiente de la
sinagoga de Barmer y el colegio secundario pupilo en un establecimiento
administrado por la gran sinagoga central de Frankurt, graduándose como
arquitecto con diploma expedido por la Universidad de Berlín (1842).
Ya desde que iba a la facultad, se contectó con un
grupo de compañeros que se juntaban para leer y reflexionar sobre la vida, obra
y milagro del padre de el espiritualismo absoluto (Friedrich Hegel) que,
meses más tarde, viendo que tenía una inteligencia superior al promedio, lo
incorporaron a una asociación civil sin fines de lucr,o que giraba bajo la
razón social de La Joven Germania.
Ni bien se recibió de arquitecto, Friedrich Engels
fue iniciado en un taller especulativo (léase: filosófico) dependiente de La
Hermandad de Poseidón, que es la rama germana de la masonería mundial (léase:
la venerable hermandad azul =
la masonería inglesa = la masonería anticatólica = la masonería antipapista =
la masonería diabólica = la masonería satánica), que brega por el fracaso
del plan divino de salvación; tomando el nombre esotérico de El Señor de los
Anillos.
Alguien de la logia le sugirió la conveniencia de ir
a Londres. Como se daba cuenta de cómo se maneja la cosa en esos ambientes de
dinero, poder y silencio mortal (léase: la omertad = el que habla se muere),
Engels se fue la casa a armar el bolso, perdón, quise decir a preparar las
maletas.
Dos meses más tarde, fue reclutado por el servicio
secreto del gobierno de su graciosa majestad británica (léase: the british royal
secret service), revistando en el escalafón de los agentes secretos (léase: Los
C-3´s), asignádosele el nombre supuesto de Fabious Edwards y el nombre de
guerra de Pugacio. Dos semanas más tarde, el Arq. Engels firmó un contrato de
empleo privado (léase: el trabajo) en
cuya virtud comenzó a desempeañarse como aprendiz en un estudio de arquitectura
londinense.
Al año siguiente (1843), cumpliendo órdenes
superiores, junto con otras personas, el Agte. BSS C-3 Arq. Friedrich
Engels (a) Fabious Edwars (a) El Señor de los Anillos (a) Pugacio (23) conformó
una nueva sociedad comercial, que comenzó a girar bajo la razón social de
Engels & Company, con domicilio legal en la capital británica (Londres), en
cuya estructura el Arq. Engels ocupó el rol de principal accionista, presidente
del directorio y gerente general (The Chieff Executive Officer = The CEO);
comenzando a publicar un diario titulado con el nombre de El Nuevo Mundo Moral
(The New Moral World), partidario de la ideología asociacionista y de la
doctrina ortodoxa de el colectivismo urbano (léase: el cartismo = el
cooperativismo).
Acto seguido, el Arq. Engels viajó brevemente a
Berlín, tomando contacto con su alteza, el duque de Bielefeld, como así
también, presidente del directorio de la firma berlinesa editora de Los Anales
Franco Germanos y, a la vez, corresponsal en Berlín del diario La Gaceta Renana
de Colonia, Agte. NID C-3 Tte. Gral. GW ® Dr. Karl Heinrich Pressburg Marx (a)
Carlos Marx (a) Epicureo (a) Spartaco (a) El Choborra (26).
Desde entonces, el Arq. Engels comienzó a trabajar
para Marx, pero a la vez, gradualmente, ambos irán forjando una amistad
entrañable que será de por vida. [4]
Sobre el final del año, por la imprenta de la
empresa de Marx, Engels publicó su primera obra literaria (de opera prima),
titulada con el nombre de La Sagrada Familia. En ella, Engels evidencia
inequívocamente que también era un partidario del colectivismo rural de Charles
Fourier (a) El Falansterita. [5]
Entonces, retengamos en nuestra mente que, cuando
Harry conoció a Saly, perdón, quise decir que cuando Engels conoció a Marx,
quedó formado un duo, tipo Lennon y Mc Arney, pero de la filosofía política, y
esta cantinela te la sigo en el artículo que viene. ¿Dale?
Y si me dijeran que estoy muy equivocado,
respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación
de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente
garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art.
19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código
Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para
uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente
posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si
ocurriera sería catastrófico.
[3] En la mitología griega, el centauro representa la evolución del
animal que se transforma en humano, y la serpiente es la alegoría de la
sabiduría. Por ende, astrológicamente considerado, Friedrich Engels había
nacido para tener una vida signada por una sabiduría cada vez más humana y
menos divina, o si se prefiere, más materialista y menos espiritualista.
Por su parte, San Juan Rufo Martir (1547-1620) era un solado español nacido y
criado en la ciudad de Córboba. Fue condenado a muert e, por no cumplir la orden
de masacrar a los indios en América. Ascendió a los altares de la iglesia
católica apostólica romana en 1819.
[4] NID es la sigla del servicio de intigencia de Holanda en el siglo diecinueve
(Neederland Informatie Dienst).
[5] Recordemos de las granjas colectivas dotadas de una autodefensa
armada (los falansterios) tendrían su correlato sionista en los kibutz del
siglo veinte.
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