El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 21 de Abril de 2.012.
¿Ya No Se Puede Creer en
Nadie?
Por Rubén Vicente
Seguir la información puede ser una decepción diaria. Desde
los pronósticos meteorólogicos de la NASA que publica The Weather Channel, que
fallan casi sistemáticamente desde hace unos seis meses, hasta el monto de las
reservas en oro del gobierno de los EEUU, que cambian según las propias fuentes
oficiales del gran país del norte.
Todo es un gran triángulo de las bermudas, donde la
información entra de una forma y sale de otra, sin explicación ninguna, y ni
que hablar de los datos que manejan los organismos internacionales, porque es
mucho peor, claro está.
Y ahora resulta que se cae uno de los últimos baluartes de la
confiabilidad planetaria, que es banco central de Sudáfrica, que llegó a un
acuerdo secreto con la cámara empresarial del comercio del oro, para no divulgar la dectección de una partida
de seis krugger rands (6) que tienen un menor gramaje que el que
corresponde de acuerdo con los reglamentos de producción aprobados por ley
desde hace más de cien años.
Los seis krugger rands truchos fueron subrepticiamente retirados
del mercado mundial en agosto de 2011. Habían sido acuñados en abril del año
pasado, integrando un lote de mil quinientas monedas (1500), que están siendo buscadas, para
examinarlas y comprobar si también son truchas o no, aunque se cree que si.
Las piezas jurídicamente falsas salieron de las prensas de la
casa de la moneda sudafricana, que es una sociedad de economía mixta, que gira
en el mercado bajo la razón social de South Africa Mint Company PLC, con
domicilio legal en la capital sudafricana (Pretoria).
En el sumario administrativo interno de la empresa están
involucrados dos altos ejecutivos, que ocupan cargos en el directorio, en
representación de los accionistas privados, que son otras empresas,
sudafricanas y extranjeras que operan en Sudáfrica en los sectores de la
minería de los diamantes y de los metales preciosos (oro, plata, platino,
paladio, rodio, etc.). ¿De Beer PLC? [3]
Uno ya sabe que Sudáfrica es un país serio, cuya legislación
no es sólo clara sino que, además, se respeta a rajatablas, sobre todo en
materia monetaria, porque los sudafricanos saben tanto como el que más, que su
moneda confiable es la base de sus sólidas finanzas y de su próspera economía,
claro está.
Y uno también entiende que son sólo seis krugger rands
truchos o, en peor de los casos, mil quinientos, pero uno se queda pensando
cómo pudo haber sido posible que el gobierno de Pretoria pueda tener un
quilombete de este porte.
Y si, porque está claro que acá están
todos metidos en la joda, empezando por los obreros de la
empresa acuñadora, siguiendo por sus ingenieros responsables del control de
calidad, continuando por los dos ejecutivos sumariados, prosiguiendo por los
otros directivos y los síndicos, que se ve que que tienen una mirada laxa de lo
que pasa en esa empresa del estado.
Pero además, está la artera conducta del banco central
sudafricano, de pretender tapar el moco mediante el expediente de tratar de
persuadir a la cámara empresarial de los comerciantes del oro de que no
digan nada al respecto durante más de un año, y la complidad de la
misma en el ocultamiento de la verdad que afecta la credibilidad
de la nación sudafricana en su conjunto.
Santo Tomás de Aquino les preguntaba a sus alumnos de
filosofía qué diferencia existe entre un estado y la hermandad de los piratas,
y cuando ellos se quedaban mudos y preguntándose cuál podía ser, él les
susurraba en alta voz dos palabras: la bandera (sic).
Y si, porque para el doctor angélico tenía claro que muchos
estados están gobernados por hombres honestos, pero también, que en muchos otros
estados prestigiados por su confiabilidad tradicional, se cuelan las mafias en
las estructuras del poder gubernamental, usufructuando el símbolo patrio
en beneficio de esa banda de piratas.
Y por eso yo me pregunto decepcionado: ¿Ya
no se puede confiar en nadie?
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos,
veremos y pronto lo sabremos.
[1]
La libre expresión y la segura circulación de
la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente
garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art.
19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código
Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2]
Para uno de Los Siete Grandes Sabios
de Grecia (Solón) El Cisne Negro es
la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que
es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
[3] La firma
De Beer PLC, dedicada a la minería de los diamantes y de los metales preciosos,
es la más importante de Sudáfrica, y pertence al hermano católico apostólico
romano de la fallecida princesa de Gales, lady Diana Spencer (a) Lady Di, que
quería casarse con el musulmán Dody Al Fayez, siendo ambos los sobrinos
nietos del ex primer ministro británico sir Winston Spencer Churchill, claro está. Si así fuera, yo no descarto la
posibilidad de que todo sea una operación de la CIA y/o del MI-6, para
desestabilizar a Sudáfrica, que junto con China, Rusia, India y Brasil, integra
el Grupo BRICAS, que acaba de censurar la excesiva expansión monetaria de la UE
y de los EEUU, proponiendo reemplazar el patrón dólar por otro más
confiable (léase: el patrón oro).
Conste.
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