El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 14 de Abril de 2.012.
Shema Israel
Por Rubén VicenteLos judíos son el pueblo elegido, tanto por Jehová para hacer el bien, como por Satanás para hacer el mal. Su temple inconmensurable y su prodigiosa inteligencia colectiva no es casual, sino causal. Dios los ha dotado de una fe tan infinita como inquebrantable. Justamente por esa razón, son el blanco predilecto de Lucifer, que no se gasta en cooptar a cualquiera, claro está.
Contemporáneamente han hecho el mal, a través de La Hermandad de los Sabios de Sión, que contribuyó como nadie a destruir la cristiandad occidental en dos grandes guerras mundiales.
Por eso ya han pagado con creces con la shoa, a que los sometió ese que era uno de ustedes mismos (Adolf Hitler), pero también han hecho el bien, forjando El Estado de Israel, preparando así el camino para la gloriosa segunda venida al mundo de Nuestro Señor Jesucristo, bajo la forma de El Paráclito.
Pueblo de la dura serviz que, sin embargo, es el hermano mayor del pueblo cristiano de Dios. Nunca es tarde cuando la dicha es grande. Reconozcan que Jesús de Nazareth era El Mesías de Israel y habrá paz mundial para siempre. Conviértanse como lo hicieron mis ancestros castellanos en el lejano siglo quince. Libérense del odio del mundo y reconcíliense con los hermanos musulmanes. Hagamos todos juntos que Johová, que Dios y que Allah sean exactamente la mismísima persona divina.
Queda tiempo todavía para que dejen de bregar tércamente por el fracaso del plan divino de salvación. Eviten que se haga realidad la profecía sanjuanina del armagedón. No sigan con la perfidia y con la insidia, ganandose enemigos inutilmente. No insistan con la locura de destruir al mundo para hacerlo esclavo de la plutocracia satanista. Hagan de Israel la base de la gran transformación que anhela toda la humanidad. No permitan que Los Sabios de Sión hagan polvo el sionismo, que son términos ideológicamente antagónicos. Ustedes saben perfectamente el significado profundo de lo que les estoy diciendo.
Yo no soy nadie, pero escúchenme por favor. Estamos a tres años del desastre. Pónganse del lado correcto. Batallen al lado del bien. Háganle honor a su nombre y sean usted los que batallan del lado de Dios, y no en su contra. No nieguen más a Dios, sírvanle con respeto y estén atentos a las señales del cielo que le han de llegar.
Noche y niebla no se mantendrán. Muerte y fuego reinarán. Será llanto y rechinar de dientes para muchos. Les ruego que dejen de odiar y que empiecen a amar.
Amén.
Y si me dijeran que me volví completamente loco de remate, les daría la razón, pero no sin antes decirles que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
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