El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Jueves 12 de Abril de 2.012.
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El Efecto Doppler
Por Rubén VicentePrimogénito de un noble alemán, Johannes Doppler Stark (1874-1957) hizo la primaria, el secundario y la facultad en Munich, doctorándose en física y haciendo toda la carrera docente, hasta que lo nombraron rector en ciencias exactas y naturales. En 1919 fue laureado con El Premio Nobel de Física, por su descubrimiento de El Efecto Stark, que hoy conocemos como El Efecto Doppler, de diagnóstico por imágenes. ¡Guau!
Pero en 1926 le agarro el berretín de la política y se afilió al partido nazi, gracias a lo cual, fue nombrado subdirector general del Instituto Tecnológico de Munich (ITM), liderado por el Cnel. Gral RW ® Dr. Karl Haushoffer.
A partir de 1934, junto con Max Plank y con Werner Von Braun, trabajó en diversos proyectos ultrasecretos del gobierno del III Reich, vinculados con el objetivo nacional de convertir a Alemania en la primera superpotencia misilística y nuclear de la historia universal.
Al año siguiente (1935), el Dr. Stark publicó su primer trabajo literario (de opera prima), titulado con el nombre de La Física Alemana (Das Deutshche Physik), definiéndola como la física aria (sic), oponiéndola a la física judía (das judden physik) del Dr. Albert Einstein, cuya teoría de la relatividad fue por él calificada como un fraude (sic). Y, viniedo de un premio nobel,…
En efecto, la teoría de la relatividad de Einstein explicaba que todo el universo se rige por las mismas leyes generales de la física, que causan el todo ordenado, es decir, el cosmos. Pero Stark, basado en las ideas de Max Plank, sostenía que eso era una afirmación matemática y físicamente falsa, que correspondía a la física judía, mientras la física aria sostiene que hay partes del universo en donde las leyes generales de la física no son aplicables, haciendo que el universo sea en algunas de sus zonas un todo desordenado, es decir, un caos. Dicho en palabras actuales, La Física Alemana (la física aria) es la física cuántica de Max Plank y de Johannes Stark, sin la cual, directamente, no había energía nuclear, ni radioisótopos, ni bombas atómicas, claro está.
Por eso, Johannes Stark fue iniciado en un taller especulativo (léase: filosófico) dependiente de La Hermanad del Gran Oriente Alemán (Odessa), que era la rama alemana de la francmasonería universal colorada, que brega por el éxito de El Plan Divino de Salvación, tomando el nombre estotérico de Pión, que es la partícula subatómica responsable de que el universo exista el sónido, y de ahí el nombre de la marca japonesa Pionner. ¡Ajá!
Stark se jubiló al concluir La Segunda Guerra Mundial (1939-1945). No quiso saber nada con los aliados, pensando que así contribuía a privarlos de un conocimiento valiosísimo que, sin embargo, ya estaba en posesión de los EEUU, en el marco de El Proyecto Manhattan que, obviamente, era ultra secreto, hasta para Odessa, claro está.
Dicho de otro modo, un premio nobel de física, pero también, un ultra nazi intransigente, y tal vez por ello, Odessa no lo convocó para participar en El Proyecto IV Reich, ni fue miembro de El Grupo Bilderberg de Joseph Retinger, ni unca. Y si, porque ya se sabe que todos los ultras intransigentes son peligrosos, pues nada más flexible que la política. ¿Verdad?
Por eso, quedará en la historia como el padre de El Efecto Doppler, y nada más, claro está.
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
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