El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Lunes 25 de Junio de 2.012.
Los Vicepresidentes
Que Llegaron a Presidentes VIII
Por Norberto Pedemonte
En distintos siglos, pero si hay algo
que iguala al radicalismo y al peronismo es su origen revolucionario. Tanto uno
como otro pugnaron por obtener el poder cuando siendo mayoría se les negaba.
Desde su génesis en 1891 (26-6) y con
el antecedente de la Revolución del Parque, el partido de Alem participó en
imnumerables levantamientos.
El 17 de octubre de 1945, el pueblo
salió a la calle para proteger a Perón, el hombre que tanto había hecho por
ellos. Diez años más tarde, en 1955, el
peronismo es desplazado del gobierno y creó una política de resistencia hasta
su nueva ascensión en 1973.
Esta resistencia no segregaba
ideologías o tendencias y fue incluso antes del regreso de su lider, motivo de
enfrentamientos.
A Perón le fue fácil burlar las
pueriles trabas impuestas por los militares al mando de Alejandro Agustín
Lanuse, para evitar su regreso al poder.
Con las renuncias el 13-7-73 del
Presidente (y ex delegado personal), Héctor José Cámpora; del “Vice”, Vicente
Solano Lima (Conservador) y del Vicepresidente Provisional del Senado,
Alejandro Díaz Bialet, asume el
ejecutivo el Presidente de la Cámara de Diputados (art. 75 Constitución),
Doctor Rául Lastiri, yerno de López Rega (Secretario privado de Perón), quien
convoca a elecciones para el 25 de septiembre de ese año.
El Frente Justicialista de Liberación
(FREJULI) con la fórmula Juan D. Perón-María Estela Martínez de Perón obtuvo el
triunfo con el 61,85 % de los votos, un poco por debajo del 62.61 % obtenido en
su segunda elección.
Lo que se cree es que Perón le habría
ofrecido dos veces a Balbín (líder radical) realizar una fórmula conjunta, pero
una vez más como en procesos anteriores, el radicalismo ortodoxo se habría
opuesto a una alianza.
Tal vez este pueda haber sido un
error histórico, pero muerto Perón, para Balbín hubiera sido una tarea hercúlea
gobernar.
El único que podía contener al
Peronismo era Perón, y así y todo se le hacía difícil.
El equilibrio, si alguna vez existió,
entre la izquierda y la derecha estaba roto.
Tanto
una como la otra propugnaban a su manera el regreso del líder al
poder. Una vez que esto sucedió, ambas
reclamaban su recompensa.
Perón regresó, como él decía, “como
prenda de paz” y buscó por todos los medios, concertar política y socialmente, interna y
externamente.
La vieja consigna de una
“Latinoamérica Unida” estaba en sus planes.
Lo mismo ocurrió con la inserción de la Argentina en los países “No
Alineados”.
Su tesis de la tercera posición se
remontaba a junio de 1949. Él quería una
Argentina lider entre los países, oportunidad que se había perdido décadas
atrás. Era un líder carismático para su
pueblo y era carismático para otros líderes.
Resumiendo, buscaba la unión de los
argentinos (paz social), la justicia social, y por lo tanto, la mejora en la
calidad de vida, la reindustrialización del país y su reinserción en la
comunidad de naciones (latinoamérica incluida) separadas de los dos polos
(Soviético y Estadounidense).
Pero este Perón sabio ya estaba
enfermo en Madrid y ni las izquierdas ni las derechas lo entendieron, sólo
querían su cuota de poder.
Es así como termina de romper con la
izquierda desplazada después de la renuncia de Cámpora. [3]
Perón jamás dejó de ser de derecha.
También es cierto que la pugna de las extremas no es inherente a Perón sino que
se registraba a nivel mundial.
Sólo fueron un poco más de 8 meses de
gobierno. Con su muerte el 1° de julio
de 1974, sin un sucesor adecuado se cerrará una puerta a lo promisorio y se
abrirá otra hacia la más profunda oscuridad que durará casi 10 años.
La asunción como Presidenta de María
Estela Martínez de Perón (líder por lejos de los representantes incapaces que
sufre este país) permitirá la anarquía social y económica.
Manejada cual títere por José López
Rega (a. Lopecito; a. El brujo), fundador de la AAA, organismo parapolicial de
extrema derecha, no dará concierto a una política económica adecuada (cambió 6
ministros de economía), ni a la paz social que tanto anhelaba su marido.
Las persecuciones, torturas y
asesinatos estaban a la orden del día. El enfrentamiento de los dos bandos es
encarnizado, con bajas en ambos lados, pero con preminencia de la izquierda
(Montoneros-ERP), que se debilitará con el correr del tiempo.
La caída en desgracia y el
alejamiento de López Rega (7-75), debilitan aún más a la Presidenta. La tregua otorgada a Perón por las fuerzas
armadas se está por vencer. Ya los
militares “sugieren”, como lo hicieron con otros tantos presidentes. No aprendieron en todos los años en que
detentaron el poder, que no saben gobernar y que son utilizados por los grupos
hegemónicos del país y del extranjero.
El desgobierno lleva a que el
8-10-75, el Poder Ejecutivo ejercido interinamente por Ítalo Argentino Lúder
(debido a la licencia por enfermedad de
la Presidencia) promulgue tres decretos creando un Consejo de Seguridad
Interior, encabezado por el Presidente, pero que autoriza a las Fuerzas Armadas
a hacerse cargo de la seguridad interior y a “aniquilar a la subversión”. [4]
Para diciembre de ese año un
levantamiento en la Fuerza Aérea (Arma con posiciones tradicionalmente más
moderadas) es el anticipo de lo que está por ocurrir.
Ni siquiera bastaron la promesa de
elecciones anticipadas para fines de 1976, recios discursos en quien nadie
creía y la solicitud de sustento del gobierno a las cabezas de los partidos
opositores, que desesperadamente realizaba “Isabelita” para salvarse de lo que
venía.
Balbín para dar su apoyo manifiesta
la famosa frase “A las elecciones con muletas” refiriéndose a que hay que
llegar como se pueda para preservar la democracia. Pero inexorable el fin de un
pésimo gobierno llegó. Y lo hizo un 24
de marzo de 1976 para que este país viviera de lleno el período más oscuro de
su historia.
Aunque no hace mucho el genocida
Videla lo haya inculpado al líder radical muerto en 1981, citándolo de la
siguiente manera: “Si esto es así (por el golpe de Estado), háganlo cuanto antes,
evítenle a la República una larga agonía.
No pretendan el aplauso de un viejo dirigente político frente a la
interrupción del orden constitucional, pero estén seguros que tampoco sembraré
piedras en el camino.”
Pero sabe una cosa querido lector,
quédese con lo dicho en público por Balbín,
que de lo afirmado por el mayor asesino de sus compatriotas no existen
pruebas.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la
información contenida en el presente documento se halla jurídicamente
garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art.
19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código
Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2]
Para uno de Los Siete Grandes Sabios
de Grecia (Solón) El Cisne Negro es
la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que
es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
[3] (N. del A.) “El gobierno está empeñado en la liberación
del país no solamente del colonialismo, sino también de estos infiltrados que
trabajan adentro y traidoramente. Son más peligrosso que los que trabajan
afuera. Hoy resulta que algunos imberbes
pretenden tener más mérito que los que lucharon durante 20 años” Parte del
discurso de Perón en la Plaza el 1° de mayo de 1974.
[4] (N. del A) Estos Decretos (2270-1-2/75) serán utilizados
como defensa por los militares acusados para justificar la represión. Secuestro, tortura y desaparición de miles de
argentinos.
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