El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Jueves 14 de Junio de 2.012.
La Gran Marcha Hacia El Este II
Por Rubén Vicente
En 1533, sobrevino el fallecimiento de su magestad, el primer
monarca del gran reino sacro imperial de Rusia, Mcl. RW ® Dr. Dn. Basilio III
Romanoff (a) El César (a) El Kaiser (a) El Zar (54), sucediéndole su
primogénito, es decir, su alteza, el duque de Zarato, bautizado bajo el nombre
de Janeo Basilios Romanoff, de sólo tres años de edad (3), quien fue
coronado con el nombre nobiliario de Iván IV. Ups.
Inmediatamente después de haber alcanzado la edad de trece
años (1543), el consejo de los boyardos (léase: el parlamento ruso de la
élite), aprobó un proyecto de ley de la zarina regente, que era su abuela
materna (Sofía Paleólogos), en cuya virtud el monarca adolecente fue declarado
mayor de edad, comenzando a gobernar desde ese momento.
Desde entonces y durante todo su reinado de más de cuarenta
años (1543-1588), Iván IV Romanoff, apodado El Terrible, desarrollaría una
política ciertamente feroz.
En el plano interno, excluyó del consejo de los boyardos a
los magnates plebeyos, casi todos ellos profesantes de la religión yavista
(léase: los judíos), dejando sólo a los altos dignatarios de la iglesia
católica ortodoxa rusa y a los miembros de la nobleza cristiana rusa; pero
además, le juntó la cabeza a sus boyardos más leales a su persona (léase: los
incondicionales) y los integró a una nueva sociedad secreta, que recibiría el
nombre de La Hermandad del Gran Oso Blanco, de la cual se autoproclamó como
primer maestre (el rabí), posicionándola como la nueva rama rusa de la
hermandad ex templaria de los hanseáticos, partidarios de la reforma protestante en
Europa Occidental.
Además, Iván El Terrible le empezó a restar importancia
política al consejo de los boyardos, comenzando a desarrollar un gobierno
personal, que llamó con el nombre de el zarismo, que puso en marcha la
nueva política de la unificación espiritual y material de Rusia, que llamó con
el nombre de la rusificación.
En la práctica, la misma implicó comenzar expulsar hacia
Tartaria a los judíos, a los musulmanes, y a los ortodoxos griegos que no
aceptaran convertirse a la religión verdadera del catolicismo ortodoxo ruso.
Pero además, Iván El Terrible profesionalizó a la rama rusa
del ejército sacro imperial (das reich wehrmatch), para luego desplagarla
permanentemente en toda Rusia, ocupándola en la tarea policial de confiscar
absolutamente todas las piedras preciosas, las gemas y los metales nobles (el
oro y la plata), obteniendo un botín que haría de él el monarca más opulento
de toda Europa (La Gran Leintania), superando lárgamente al mismísimo sacro
emperador (Carlos V).
Como consecuencia de semejante acumulación de poder material
y espiritual (léase: la rusificación), Iván El Terrible se sintió lo
suficientemente fuerte como para lanzarse la conquista de los resíduos del
anterior khanato tártaro de Rus, ahora llamado con el nombre de Keva, dejando
conformado el nuevo Reino Ruso de Ucrania, con capital en la ciudad de Kiev.
Inmediatamente después, declaró la conversión del gran reino
sacro imperial de Rusia, en el nuevo Reino de Rusia, posicionándolo como el
estado lider de El Imperio Ruso (La Madre = La Matrioshka), con capital
teopolítica en la ciudad de Moscú.
Desde entonces, del imperio ruso, que abarcaba la totalidad
de Europa Oriental (léase: La Transleitania), quedaron dependiendo los dos grandes
reinos de Rusia, con capital en la ciudad de San Petersburgo y de Ucrania, con
capital en la ciudad de Kiev; siendo San Peterburgo, Moscú y Kiev las tres
grandes ciudades del imperio ruso, claro está.
Y en el plano externo, Iván El Terrible encaró, nada más ni
nada menos, que la segunda cruzada rusa, con el objetivo de
materializar la conquista, la colonización, la evangelización y la
institucionalización (léase: la redención rusa) del gran khanato tártaro
transuraliano de El Asia Noroccidental (léase: Sibirsk = La Siberia =
1550-1600), transformándola en un nuevo gran reino ruso de Siberia, con capital
en la ciudad antes tártara de Komi.
Al morir (1584) su obra redentora aún no estaba concluída,
pero se completó de acuerdo con sus planes de la rusificación, que
implicaron el exterminio masivo o la esclavización (léase: el genocidio) de la
inmensa mayoría de la población tártara musulmana, como así también, la expulsión
interna (léase: el exhodo compulsivo) de los judíos de Ucrania hacia La
Siberia Rusa, previamente despojados de sus fortunas personales, forzándolos a
convertirse en los arrendatarios perpétuos (léase: los enfiteutas = los
terratenientes judíos) de los grandes magnates plebeyos rusos y ucranianos,
que fueron enaltecidos mediante el otorgamiento de títulos morgánaticos de la
baja nobleza (los duques, los condes, los barones y los marqueses = la nueva
nobleza rusa siberiana). [3]
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos,
veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la
información contenida en el presente documento se halla jurídicamente
garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art.
19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código
Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2]
Para uno de Los Siete Grandes Sabios
de Grecia (Solón) El Cisne Negro es
la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que
es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
[3] Ya
aclaramos que la nobleza morganática se otorga por una sola generación,
a menos que el nuevo noble contraiga matrimonio católico ortodoxo ruso con
alguna mujer que fuera miembro de la nobleza feudal ancestral (léase: la
nobleza solar), caso en el cual, luego de sucesivos matrimonios con miembros de
la nobleza solar rusa, podían quedar configuradas nuevas familias integrantes
de la nueva nobleza solar ruso-siberiana.
Conste.
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