jueves, 14 de junio de 2012

282 Historia (Rusia)


Año I – Primera Edición – Editorial: 00000282 [1]



El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Jueves 14 de Junio de 2.012.




La Gran Marcha Hacia El Este II 
Por Rubén Vicente 

En 1533, sobrevino el fallecimiento de su magestad, el primer monarca del gran reino sacro imperial de Rusia, Mcl. RW ® Dr. Dn. Basilio III Romanoff (a) El César (a) El Kaiser (a) El Zar (54), sucediéndole su primogénito, es decir, su alteza, el duque de Zarato, bautizado bajo el nombre de Janeo Basilios Romanoff, de sólo tres años de edad (3), quien fue coronado con el nombre nobiliario de Iván IV. Ups.  

Inmediatamente después de haber alcanzado la edad de trece años (1543), el consejo de los boyardos (léase: el parlamento ruso de la élite), aprobó un proyecto de ley de la zarina regente, que era su abuela materna (Sofía Paleólogos), en cuya virtud el monarca adolecente fue declarado mayor de edad, comenzando a gobernar desde ese momento. 

Desde entonces y durante todo su reinado de más de cuarenta años (1543-1588), Iván IV Romanoff, apodado El Terrible, desarrollaría una política ciertamente feroz 

En el plano interno, excluyó del consejo de los boyardos a los magnates plebeyos, casi todos ellos profesantes de la religión yavista (léase: los judíos), dejando sólo a los altos dignatarios de la iglesia católica ortodoxa rusa y a los miembros de la nobleza cristiana rusa; pero además, le juntó la cabeza a sus boyardos más leales a su persona (léase: los incondicionales) y los integró a una nueva sociedad secreta, que recibiría el nombre de La Hermandad del Gran Oso Blanco, de la cual se autoproclamó como primer maestre (el rabí), posicionándola como la nueva rama rusa de la hermandad ex templaria de los hanseáticos, partidarios de la reforma protestante en Europa Occidental. 

Además, Iván El Terrible le empezó a restar importancia política al consejo de los boyardos, comenzando a desarrollar un gobierno personal, que llamó con el nombre de el zarismo, que puso en marcha la nueva política de la unificación espiritual y material de Rusia, que llamó con el nombre de la rusificación 

En la práctica, la misma implicó comenzar expulsar hacia Tartaria a los judíos, a los musulmanes, y a los ortodoxos griegos que no aceptaran convertirse a la religión verdadera del catolicismo ortodoxo ruso.  

Pero además, Iván El Terrible profesionalizó a la rama rusa del ejército sacro imperial (das reich wehrmatch), para luego desplagarla permanentemente en toda Rusia, ocupándola en la tarea policial de confiscar absolutamente todas las piedras preciosas, las gemas y los metales nobles (el oro y la plata), obteniendo un botín que haría de él el monarca más opulento de toda Europa (La Gran Leintania), superando lárgamente al mismísimo sacro emperador (Carlos V). 

Como consecuencia de semejante acumulación de poder material y espiritual (léase: la rusificación), Iván El Terrible se sintió lo suficientemente fuerte como para lanzarse la conquista de los resíduos del anterior khanato tártaro de Rus, ahora llamado con el nombre de Keva, dejando conformado el nuevo Reino Ruso de Ucrania, con capital en la ciudad de Kiev.  

Inmediatamente después, declaró la conversión del gran reino sacro imperial de Rusia, en el nuevo Reino de Rusia, posicionándolo como el estado lider de El Imperio Ruso (La Madre = La Matrioshka), con capital teopolítica en la ciudad de Moscú.  

Desde entonces, del imperio ruso, que abarcaba la totalidad de Europa Oriental (léase: La Transleitania), quedaron dependiendo los dos grandes reinos de Rusia, con capital en la ciudad de San Petersburgo y de Ucrania, con capital en la ciudad de Kiev; siendo San Peterburgo, Moscú y Kiev las tres grandes ciudades del imperio ruso, claro está. 

Y en el plano externo, Iván El Terrible encaró, nada más ni nada menos, que  la segunda cruzada rusa, con el objetivo de materializar la conquista, la colonización, la evangelización y la institucionalización (léase: la redención rusa) del gran khanato tártaro transuraliano de El Asia Noroccidental (léase: Sibirsk = La Siberia = 1550-1600), transformándola en un nuevo gran reino ruso de Siberia, con capital en la ciudad antes tártara de Komi. 

Al morir (1584) su obra redentora aún no estaba concluída, pero se completó de acuerdo con sus planes de la rusificación, que implicaron el exterminio masivo o la esclavización (léase: el genocidio) de la inmensa mayoría de la población tártara musulmana, como así también, la expulsión interna (léase: el exhodo compulsivo) de los judíos de Ucrania hacia La Siberia Rusa, previamente despojados de sus fortunas personales, forzándolos a convertirse en los arrendatarios perpétuos (léase: los enfiteutas = los terratenientes judíos) de los grandes magnates plebeyos rusos y ucranianos, que fueron enaltecidos mediante el otorgamiento de títulos morgánaticos de la baja nobleza (los duques, los condes, los barones y los marqueses = la nueva nobleza rusa siberiana). [3] 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

[3] Ya aclaramos que la nobleza morganática se otorga por una sola generación, a menos que el nuevo noble contraiga matrimonio católico ortodoxo ruso con alguna mujer que fuera miembro de la nobleza feudal ancestral (léase: la nobleza solar), caso en el cual, luego de sucesivos matrimonios con miembros de la nobleza solar rusa, podían quedar configuradas nuevas familias integrantes de la nueva nobleza solar ruso-siberiana. Conste.

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