El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Lunes 4 de Junio de 2.012.
El Último León
III
Por Rubén Vicente
A finales de 1935, luego de un reinado de
veinticinco años, en su castillo feudal del ducado de Balmoral, como
consecuencia de un ataque cardíaco, sobreviene el fallecimiento de Jorge V,
sucediéndole en sus bienes patrimoniales y en sus títulos de la alta nobleza
(la grandeza), su primogénito, es decir,
su alteza imperial, el flamante gran maestre (el gran rabí) de La
Hermandad de la Jarretería, que es la rama británica de la francmasonería
universal (la venerable hermandad roja = la masonería colorada
= la masonería escocesa = la masonería católica = la masonería papista = la
masonería sagrada = la masonería divina), como así también, duque de Cardiff,
conde de Cardiff y príncipe de Gales, Cnel. BRA Dr. Edward Battemberg
Mountbaten (a) El Cripto Católico (a) El Principe Nazi (41), quien es
inmediatamente ascendido al grado de gran mariscal, operándose su pase a
retiro.
El veinte de enero de 1936, el Gn. Mcl. Mountbaten
es coronado en La Abadía de Westminster, comenzando a reinar bajo el nombre
nobiliario de Eduardo VIII. Desde ese momento, estalla una crisis política
en el seno del consejo privado de su magestad, por varias razones.
La primera es que el nuevo monarca británico profesa
subrepticiamente la religión verdadera (el catolicismo apostólico romano),
siendo su objetivo contribuir en todo lo que le sea posible a la causa de la
reconciliación de la iglesia anglicana con la santa sede romana.
La segunda es que, en absoluto secreto mortal (la
omertá), Eduardo VIII planea contraer matrimonio católico apostólico romano con
su concubina norteamericana católica divorciada, Missis Wally Simpson (39). [3] La tercera es que Eduardo VIII pretendía que
Alemania, Gran Bretaña y los EEUU sean los tres grandes pilares
del III Reich, siendo coronado como su primer monarca, pero delegando el poder
político en la persona del entonces presidente y primer ministro, Gn. Mcl. SS
Ing. Adolf Hitler (a) Johannes Wolf (a) Hans Deutsche (a) El Fuhrer (46); para
neutralizar el expansionismo comunista de La Unión Soviética. Y la cuarta es
que Eduardo VII estaría de acuerdo en que la dinastía de los Mountbaten sea
reemplazada por la nueva dinastía de Los Hitler. ¿Cómo?
En otras palabras, Eduardo VIII pretendía una
transformación instittucional tan grande como la operada en el siglo dieciseis
por su antecesor (Enrique VIII), lo cual, en opinión del pueblo, del
parlamento, del gobierno y del consejo privado sería, lisa y llanamente, traición
a la patria, y nada más.
Desde entonces, Churchill comenzó a pergeñar la idea
de planficar y ejecutar la operación de regicidio de Eduardo VIII, y
nada más, claro está. Afortunadamente, en el décimo mes de su reinado, Eduardo
VIII toma la grave decisión de abdicar su trono a favor de su hermano menor, es
decir, el Cap. Nav. BRN Arq. Henry Battemberg Mountbaten (a) El Tartamudo, de
treinta y ocho años de edad, quien es inmediatamente ascendido al grado de gran
almirante, operándose su pase a retiro, comenzando a reina bajo su nombre
nobiliario de Jorge VI.
Inmediatamente después de su coronación, el nuevo
monarca británico lanza un llamado nacional a prepararse para una eventual
confrontación económica, diplomática y militar (léase: geopolítica) entre Gran
Bretaña y El III Reich, argumentando que Alemania está en contra del
capitalismo, liberal, democrático, patriótico y cristiano, que es la base
ideológica del occidente europeo y norteamericano, es decir, del occidentalismo
contemporáneo, y nada más, claro está.
En otras palabras,
Jorge VI ratifica la voluntad de Gran Bretaña de marchar a la segunda
guerra mundial, y nada más, claro está. Pero ya se sabe que en Gran Bretaña los
monarcas reinan pero no gobiernan, y la realidad demuestra que el gobierno
conservador de su majestad, liderado por Baldwin, sencillamente, no está dispuesto a enviar a Gran Bretaña a la segunda
guerra mundial, ni nada por el estilo.
Consecuentemente, la crisis política del consejo
privado de su magestad se reduce a una puja intestina en la que se enfrentan
todos sus miembros contra Winston Churchill. Sin embargo,
desde el estallido de La Guerra Civil Española (1936-1939), el ministro de
asuntos exteriores (Lord Halifax), se alinea con Churchill, comenzando a
extrangular la propia posición política de Baldwin.
En resumidas cuentas, a esta altura de su vida y de
su carrera política, además de ser un maldito satanista corrupto camaleónico,
resulta que Churchill es también un regicida en grado de tentativa y un belicista
furibundo. ¡Y después me dicen de
Hitler, por favor!
A principios de 1938, Churchill se presentó ante la
cámara de los comunes, para informar que los servicios de inteligencia
militares habían calculado que El III Reich ya llevava invertidos cuatro
millones y medio de libras esterlinas en el financiamiento del Plan
Armamentístico Alemán (PAA), planeando duplicar ese monto en los próximos tres
años, totalizando entonces nueve millones de libras. [4]
Por esa razón, el primer ministro conservador (Lord
Chamberlain), acepta la propuesta de Italia de celebrar La Conferencia de
Munich. En ese contexto, Gran Bretaña, Francia, Alemania e Italia (léase: Los
Cuatro Grandes de Europa) acuerdan secretamente que será aceptada la
unión (der anschullus) de Austria, de Checoslovaquia, de Polonia, de Hungría, de
Rumania y de Bulgaria a El III Reich, a cambio de que Almania tome a su cargo
la tarea de planficar y ejecutar absolutamente todas las operaciones militares
necesarias para concretar el objetivo de causar, nada más ni nada menos, que la
destrucción hasta los cimientos de La Unión Soviética de Stalin (59).
A su regreso a la capital británica (Londres),
Chambelain declaró públicamente: "Hemos
salvado la paz de Europa" (sic). Al día siguiente, Churchill declaró
públicamente que: "Les dieron a
elegir entre la guerra y el deshonor, y han elegido el deshonor, pero además,
deberán ir a la guerra" (sic). ¿Cómo?
Ya en marzo de 1939, en cumplimiento de ese pacto
secreto muniqués, Alemania anexo Checoslovaquia a El III Reich y, el treinta de
agosto, Alemania y La Unión Soviética firmaron El Pacto Molotov Ribbentrop, en cuya
virtud se operó la unión (der anschluss) de La Unión Soviética El III Reich, disfrazándose
la misma bajo el ropaje de un pacto de no agresión ante la inminencia del
estallido bélico angloalemán, claro está.
Fue entonces cuando Churchill y Halifax se
entrevistaron a solas con Jorge VI, haciéndole entender que eso no
fue lo pactado en Munich (¿¿¿???),
sino que Alemania destruyera hasta los cimientos a La Unión Soviética, ocurriendo
exactamente lo contrario y convenciedo al monarca de que la única manera de que
Francia y Gran Bretaña no fuera también fagocitadas por El III Reich, era declararle
la guerra a Alemania, ni bien se opere la incorporación de Polonia a El III
Reich.
Exactamente a las cuatro de la mañana del viernes
primero de septimbre, las fuerzas armadas de El III Reich invadieron Polonia.
Dos días más tarde, Gran Bretaña y Francia declararon sorpresivamente la
guerra a Alemania, enterándose de que Londres y París no estaban de acuerdo en
que La Unión Soviética haya sido anexada en vez de destruída, por la sencilla
razón de que Chamberlain y Dalladier calculaban que una guerra soviético-germana,
debilitaría lo suficente a El III Reich como para que fuera destruído,
justamente, por Gran Bretaña y por Francia, claro está.
Pero nada, porque la cuestión es que había
estallado, nada más ni nada menos, que La Segunda Guerra
Mundial, que definiría si el mundo seguiría siendo británico, o
si por el contrario, sería alemán, pero de una vez y para siempre, y nada más,
claro está.
Paralelamente, La Unión Soviética desplegó sus
fuerzas militares en Polonia Oriental y Finlandia, mientras Alemania se lanzó
sobre Polonia Oriental, Dinamarca y Noruega, a la vez que Suecia se declaraba neutral,
pero en realidad, operaba como un aliado no beligerante de El III Reich.
[5]
Y si me dijeran que estoy muy equivocado,
respondería que veremos, veremos y
pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la
información contenida en el presente documento se halla jurídicamente
garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art.
19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código
Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2]
Para uno de Los Siete Grandes Sabios
de Grecia (Solón) El Cisne Negro es
la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que
es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
[3]
Wally Simpson profesaba la religión calvinista. Consecuentemente, para la
iglesia católica apostólica romana, ella era soltera. Conste.
[4]
Equivalentes en abril de dos mil doce a sesenta mil millones de dólares estadounidenses billete (60 MMD´s). Conste.
[5]
Jamás olvidemos que, en ese momento, el III Reich era el estado lider del
Movimiento Solidarista Mundial (MSM), que era el área de influencia
gepolítica mundial de Hitler, integrada por Japón, China, Afganistán, Irán,
Arabia Saudita, Turquía, Bulgaria, Rumania, Hungría, Suecia, Bélgica, Italia,
Francia, España, Portugal, Irlanda, Dominicana, Cuba, México, Chile, Bolivia y
el Brasil. Conste.
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