El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 2 de Junio de 2.012.
El Último León I
Por Rubén Vicente
En el lejano siglo cuarto de la era cristiana, los clanes
paganos daneses de Los Plank y de Los Kenet, unieron a los suyos en matrimonio
cristiano, fundando la dinastía de Los Plankenet (léase: Los Plantagenet), que
primero gobernaron La Marca Danesa (léase: Dinamarca), luego el noroeste de
Francia (léase: Normandía) y después las islas británicas, con Guillermo El
Conquistador (1066), inaugurando la era de la Inglaterra normanda.
Los Plangenet perdieron su poder monárquico medieval cuando
fueron derrotados en La Guerra de las Dos Rosas (1455-1485), siendo
reemplazados por la nueva dinastía sajona de Los Tudor. Sin embargo, Los
Plantagenet conservaron el condado de Mallborough, cambiando su apellido
católico apostólico romano por el nuevo anglicano de Spencer.
Sir Winston Leonard Spencer
Chuchill (1874-1965) nació siendo el futuro décimo cuarto conde de Malborrough,
pero su padre (Randolph Churchill), que fue ministro de hacienda del gobierno
de su majestad, vendió sus bienes patrimoniales, su castillo feudal y su título
de la baja nobleza (la hidalguía), saldando las deudas de la familia en
bancarrota, y convirtiéndola en legalmente plebeya, aunque antropológicamente
deba seguir siendo considerada como una legítima descendiente directa
por consanguineidad de El Primer Hombre (Adán), de El Rey David y de
Nuestro Señor Jesucristo, es decir, de la sangre sagrada (le sangue
graal = el santo grial = la nobleza eurropea), claro está. [3]
Por eso, Churchill se educó en los
mejores colegios de El Imperio Británico (The Bristish Empire), para luego
graduarse de abogado con diploma expedido por la Universidad de Cambridge, incorporándose
al ejército británico (the british royal army), con el grado de subteniente, comenzando
a cumplir la función de corresponsal castrense en La India Británica, en La
Unión Sudafricana y en Cuba, durante la guerra civil anterior al
estallido de La Guerra Hispano Norteamericana (1898-1902), porque el gobierno
colonial español de La Habana le había condedido una base naval a la armada
británica (the british royal navy).
Dicen las malas lenguas que durante
su estancia en la isla caribeña, el joven Churchill se involucró sexual y
afectivamente con una adolecente cuyo padre era un chamán vudú (el pay), que lo
inició en los misterios del angel caído (Lucifer = Satanás), convirtiéndose en un
cripto satanista. Ups. [4]
Tan buenas eran sus crónicas de
combate y eran tantos los contactos de su padre, que sus artículos comenzaron a
ser publicados, nada más ni nada menos, que por The Daily Telegraph de Londres,
transformándose en uno de los periodistas más leídos, hasta que solicitó su
pase a retiro y se afilió al partido conservador, planteando su candidatura a
diputado del pueblo de su ex condado familiar (Mallborought), ganando con fraude
un escaño en la cámara de los comunes del parlamento de su majestad, a los veinticinco
años de edad. ¡Ah bueno¡
Brillante orador, en excelentes
relaciones con los de su bancada oficialista, pero también, con la opositora
liberal, Churchill contrajo matrimonio y tuvo cinco hijos, hasta que fue
nombrado ministro de guerra y marina, controlando políticamente ambas fuerzas
armadas, pero también, el sistema británico de producción para la defensa,
justamente, durante La Gran Guerra Mundial (1914-1918). ¿Qué tull?
A pesar su su gestión
económicamente exitosa, pero militarmente desastroza, sobre todo por el fiasco
de La Batalla de Galípoli de 1915, Churchill fue iniciado en un taller
especulativo (léase: filosófico) dependiente de La Hermandad de los
Hospitalarios, que es la hermana mayor de la masonería mundial (la venerable
hermandad azul = la masonería inglesa
= la masonería anticatólica = la masonería antipapista = la masonería diabólica
= la masonería satánica), que brega por el fracaso de El Plan
Divino de Salvación, tomando el nombre esotérico de Buer. [5]
Churchill era partidario del
capitalismo liberal al ultranza (léase: el libre mercado), pero sólo a nivel
interno del imperio, mientras que fronteras afuera (léase: extramuros),
prefería el proteccionismo aduanero. Sin embargo, creía que el estado debía
incentivar a través de rebajas impositivas el desarrollo de la infraestructura
(la minería, la energía, los transportes y las comunicaciones), de la industria
pesada (la metalurgia, la siderurgia, la química, la agroquímica, la
petroquímica, la metal mecánica, los astilleros y los arsenales) y de las
industrias de producción para la defensa (las armas convencionales y las armas
químicas), imponiendo restricciones en materia salarial y previsional a los
trabajadores no industriales y a los empleados públicos, activos y pasivos.
Fue entonces (1915) cuando
Churchill logró que el primer ministro liberal, Dr. sir Herbert Henry Asquith, emitiera un decreto en
cuya virtud lo nombró como primer duque morganático de nuevo ducado de Spencer
y, como si eso no fuera poco, resulta que también lo nombró en el nuevo cargo
de primer ministro (el canciller) del gobierno del condado de Lancastershire.
En otras palabras, lo frizaron, obvio. ¡Ya
quisiera yo que me frizen así¡ ¡Por Dios¡ ¡Qué piratas son los british!
Para Churchill, esos fueron cuatro interminables años de exhilio político
interno, pero en 1919, el primer ministro liberal (Lloyd George) lo nombró
ministro de defensa, pasando a controlar las fuerzas militares de mar y tierra,
más el complejo industrial de producción para la defensa. Desde entonces,
Churchill comenzó a suministrar dinero, información, armamentos, municiones y
explosivos al ejército blanco socialista, en el marco de La Guerra Civil Rusa
(1918-1922). ¡Guau!
En 1922, Churchill (47) renuncia a su cargo público, para retormar la
profesión periodística, firmando un contrato de empleo privado (el trabajo) en
cuya virtud comienza a desempeñarse como jefe de redacción de The Daily
Telegraph de Londres, que es el diario conservador de Gran Bretaña.
Desde entonces, Churchill comienza a maniobrar para generar las
condiciones necesarias para desafiliarse del Partido Liberal Británico (PLB), y
luego reafiliarse al Partido Conservador Británico (PCB), comenzando a militar
en el ala constitucionalista (léase: la derecha). A partir de ese momento,
Churchill se posiciona como un furibundo anti comunista, pero también, como un
crítico en soledad de la figura política del secretario general del Partido
Nacional Socialista Obrero Alemán (PNSOA), Gn. Mcl. SA Ing. Adolf Hitler (a)
Johannes Wolf (a) Hans Deutsche (a) El Fuhrer
(31), fundamentalmente por el hecho de que ese hombre (ecce homo)
plantea la necesidad de germanizar las economías bávara y alemana, en obvio
perjuicio de los intereses británicos, off course.
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la
información contenida en el presente documento se halla jurídicamente
garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art.
19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código
Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2]
Para uno de Los Siete Grandes Sabios
de Grecia (Solón) El Cisne Negro es
la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que
es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
[3]
Debido a las condiciones climáticas y alimenticias imperantes en la edad media,
en el norte de Europa esa consaguineidad existente entre las dinastías nobles
emparentadas del viejo continente, daba lugar a que el tejido epitelial que
recubre los cuerpos de los individiduos (varones, mujeres, niños y ancianos)
fuera extremadamente delgado, luciendo como transparente, dejando ver
fácilmente las venas y las arterias, bajo una tonalidad rojiza-azulada (léase:
violacia), que es vulgarmente referenciada como la sangre azul, aunque
la misma es tan roja al fluir hacia el exterior como la del resto de los
mortales. Justamente en esa condición se basa la simbología esotérica
cristiana, donde el color azul de la
masonería mundial, que brega por el fracaso de El Plan Divino de
Salvacion, hace referencia a la sangre noble que fluye en el cuerpo de la
realeza, rebelde frente a la autoridad espiritual de la iglesia, y el color
rojo o colorado de la
francmasonería universal, que lucha en pos de el éxito de El Plan Divino
de Salvación, alude a la sangre
derramada en la cruz por Nuesto Señor Jesucristo, cuyo vicario en la
tierra es su santidad, el papa, claro está. Por eso se dice que la masonería
mundial azul es anticatólica o
antipapista, y algunos conocedores del tema sostienen que, siendo cristiana,
está no obstante cooptada por Lucero del Alba (El Angel Caído =
Satanás), igual que los judíos promotores de la cruxificción que los
liberó de las garras del maligno. Por eso, tantos judíos son miembros de
hermandades esotéricas enroladas en la masonería mundial azul.
Por último, se destaca el hecho de que una enfermedad típica de la
consanguineidad de la nobleza europea es la hemofilia, considerada como signo
de pertencia a esa elite que, según la tradición política medieval, es la que
tiene el legítimo derecho de gobernar las naciones europeas. Conste.
[4]
Recuédese que la teología contiene una rama que es la demonología, que enseña
que la sangre sagrada es la preferida por el maligno para cooptarla para su
causa maldita. Conste.
[5] Británicos y franceses querían
excluir a Turquía del control del norte del Mar Egeo, del Estrecho del Bósforo,
del Mar de Mármara, del Estrecho de los Dardanelos y del sur del Mar Negro,
pero todas esas aguas estaban infectadas de minas turcas de fabricación
alemana, y la operación combinada fue el desastre naval más grande para
la entente cordiale (Gran Bretaña, Francia, Italia, Rusia y Japón) en La Gran
Guerra Mundial (1914-1918).
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