El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Lunes 29 de Abril de 2.013.
La Integración Latinoamericana
Por
Rubén Vicente
¿Cómo
Venía La Mano?
Desde
hace veinticinco años, El Brasil se planteó el objetivo nacional de que su
capitalismo dependiente, hecho a base de recursos financieros y tecnológicos
estadounidenses, deje de serlo, maniobrando para, gradualmente, ganar autonomía
geopolítica.
Esa
nueva estrategia brasileña se centró en tres ejes (3). El primero supone la diversificación del capital y de la
tecnología subyacente en su industria nacional del gigante sudamericano, siendo
desde entonces, progresivamente más extrahemisférica (asiática oriental y
europea occidental). El segundo implica el desarrollo de sus propios
aparatos financiero, tecnológico e industrial, no sólo civil, sino también, y
muy especialmente, militar, tanto convencional como estratégico. Y el tercero
es la idea de El Brasil de forjar sus própias áreas de influencia geopolíticas
excentricas.
Las
mismas son, en orden de importancia, la primaria de El Mercosur, la secundaria
de La Unasur, la terciaria de La CELAC, la cuaternaria de Los BRICS, y la
pentaria de El Grupo de los Cuatro (G-4). [3]
Por
eso, sin que los expertos lo hayan reconocido abiertamente, desde la conclusión
de La Guerra Fría (1991), en El Hemisfério Occidental quedó planteado, nada más
ni nada menos, que El Conflicto Washington Brasilia, por el control, exclusivo
y excluyente, de América Latina.
Quienes
no quieren ver, dicen que, en realidad, los EEUU consideran que Brasil es algo
así como el gerente subregional en El Cono Sur de los intereses vitales
de la hiperpotencia planetaria y que, por ende, el conflicto no existe.
Sin
embargo, varios hechos e incidentes, suscitados en los últimos veinticinco años
(1988-2013), evidencian el error de apreciación de quienes así piensan (ej.:
Tokatlián).
Las
mayores rispideces orbitan en torno a los recursos natuales de La Amazonia y de
la plataforma continental (El PreSal); a la ingerencia de La IV Flota de los
EEUU en El Mar Territorial Brasileño; a la negativa del gobierno de Brasilia a
ceder La Base de Alcántara, para que la misma sea la sede de El Comando Sur del
ejército norteamericano (the us army); a la ingerencia china y rusa en la fase
civil de El Plan Nuclear Brasileño (PNB), y a la participación de Francia en su
fase militar.
Esos
factores autorizan válidamente a formular la apreciación de que, efectivamente,
existe una confrontación geopolítica brasileño-estadounidense que, por ahora,
discurre por la vía de la negociación bilateral permanente.
En
ese contexto, se destaca el hecho de la salida del poder de Fernando Lugo en
Paraguay. La imprudente iniciativa de El Brasil, de promover la suspensión de
la nación guaraní de su membresía del Mercosur, por su negativa a aceptar a
Venezuela como nuevo miembro pleno, le dio a El Departamento de Estado, la
oportunidad de motorizar el alejamiento definitivo de El Paraguay de El
Mercosur de El Brasil; para sumarlo al ALCA de los EEUU.
Pero
ese proceso, se suscitó durante la ausencia de El Partido Colorado del poder en
Asunción.
¿Y
Ahora?
Las
elecciones generales del domingo veintiuno de abril próximo pasado en El
Paraguay, le otorgaron la victoria al candidado de El Partido Colorado, Dn.
Horacio Cartes.
Inmediatamente,
los medios masivos de comunicación social del país guaraní, le reclamaron al
presidente electo, una definición geopolítica relativa a La Cuestión del
Mercosur.
La
primera reacción de Cartes fue el silencio, y por eso, Cristina salió al cruce,
diciendo que La Argentina promovería el levantamiento de la suspensión de El
Paraguay, ante lo cual, viéndose amablemente jaqueado, Cartes respondió que si,
pero, con condiciones (sic).
¿Qué
Condiciones?
Te
cuento. En este round de El Conflicto Washington Brasilia, ganó Brasil, y
perdieron los EEUU, que de este modo, ven frustadas sus intenciones de que El
Paraguay se vaya definitivamente de El Mercosur, para sumarse al ALCA
norteamericano; mientras el gigante sudamericano, consolida así el liderazgo
sobre su área de influencia geopolítica primaria; redundando ello a su favor,
en términos de aumento del peso específico de El Brasil en La Unasur, en La
CELAC, en Los BRICS y en El G-4.
Desde
ese nuevo posicionamiento geopolítico, El Brasil se verá en la necesidad de aceptar
las condiciones paraguayas, visualizándose que las mismas tienen que ver
con la posible concesión de La Base de Mariscal Estigarribia a los EEUU, para
que allí se organice, permanentemente, la nueva sede de El Comando Sur,
consolidando la exclusión de los norteamericanos de La Base de
Alcántara, situada al sur de la desembocadura del río Amazonas, donde El Brasil
coopera con Rusia, en el diseño y en la construcción de un cosmódromo, supuestamente,
competidor del estadounidense de Cabo Kennedy, y del francés de La Guayana. [4]
Pero
además, Brasil se verá en la necesidad de permitir que el abastecimiento de
hidrocarburos a El Paraguay esté a cargo de PetroSur, con los mismos beneficios
proporcionales que otorga PetroCaribe a los paises de Las Antillas, dejando
fuera del negocio petrolero guaraní a Petrobras. [5]
De
ese modo, en El Paraguay operarán, por derecha y por izquierda, la
Defense Intelligence Agency (DIA) y la Central Intelligence Agency (CIA), en
una suerte de guerra secreta contra el Servicio Bolivariano de
Inteligencia Nacional (SEBIN), probablemente, en alianza subrepticia con la
Dirección de Inteligencia (DI) de Cuba; que se disputarán el control, exclusivo
y excluyente, de los rubros del crimen organizado (el narcotráfico, el
tráfico de armas, los ciberdelitos, el tráfico de materiales de uso dual, la
trata de personas, el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo). ¿Cómo?
Ese
es el precio que El Brasil tendrá que pagar, para que El Paraguay figure como
miembro pleno de El Mercosur, sólo formalmente, lo cual no es poco, en términos
de las aspiraciones imperiales del gigante sudamericano; mientras que esas
aspiraciones tendrán una auténtica base material, centrada en El Atlántico
Sudamericano, cooperando con Rusia y con Francia, para forjar el polo
tripartito de proyección de poder misilítico que, junto con el proyecto de
submarino brasileño de propulsión nuclear, que en realidad es francés, convertirán
a El Brasil en la primera potencia misilística y nuclear de la historia
de América Latina, mal que le pese a los EEUU.
Bajo
esa comprensión, el problema no será de El Brasil, sino más bien, de La
Argentina y de Bolivia, que tendrán que convivir bajo la sombra del poder
militar norteamericano, encaramado en El Paraguay, y con la convulsión interna
guaraní, derivada de la guerra secreta de los servicios de inteligencia antagónicos,
pugnando por controlar en forma exclusiva y excluyente el crimen organizado,
irradiando sus efectos sobre nuestras dos naciones fronterizas con el país
guaraní, y cuasi vasallas de El Brasil, al cincuenta y uno por ciento (51%), y de los EEUU al cuarenta y nueve
por ciento (49%).
¿Y
Cómo Sigue La Película?
En
el bienio 2013-2014 se agudizarán las tensiones geopolíticas entre los
EEUU y El Brasil, pero el conflicto continuará discurriendo por la vía
administrada de la negociación permanente, a menos que sobrevengan hechos o
incidentes de importancia disruptiva que, por su propia naturaleza, son
completamente imprevisibles e impredecibles, obvio.
Tanto
la desembocadura del Amazonas como en la zona de El Guairá se irán
transformando, progresivamente, en zonas geopolíticamente calientes de América del Sur.
La
creciente tensión en la zona gepolítica de El Guairá provocará incidentes, cada
vez más graves, entre El Paraguay, Bolivia y La Argentina.
Y
te cuento todo esto para que tengas bien claro que la integración latinoamericana
no será fácil,
y por eso, por lo menos la clase dirigente de La Argentina debe estar preparada,
para que la relidad que se nos viene encima, directamente, no nos lleve puestos,
no sé si …
Y
si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo
sabremos.
[1]
La libre expresión y la
segura circulación de la información contenida en el presente documento se
halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos
Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina
de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N°
26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2]
Para
uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que
es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
[3]
CELAC es la sigla de la
Comunidad de los Estados Latinoamericanos y del Caribe, creada a instancias de
El Brasil en 2009, y abarca toda América (léase: El Hemisferio Occidental),
excepto El Canadá y Los EEUU. Y El Grupo de los Cuatro (G-4), está conformado
por Japón, India, Alemania y Brasil, que se han planteado el objetivo
geopolítico de convertirse en los nuevos miembros permanentes con derecho a
veto del consejo de seguridad de la ONU. Al respecto, se destaca el hecho de
que, la canciller republicana de George Bush (Condoliza Rice), ya dejó dicho
que los EEUU auspiciarán la pretensión de El Japón, pero no la de India, la de
Alemania y la de Brasil. Y si El Departamento de Estado de Obamana, nada dice
al respecto, se infiere que la posición de los EEUU no ha variado en ese sentido. Conste.
[4]
Téngase presente que todo vector espacial es, a la
vez, un vector potencialmente militar.
[5]
PetroCaribe y PetroSur son las controladas
de El Grupo PDVSA en La Cuenca del Caribe y en toda Sudamérica. Conste.
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