viernes, 12 de abril de 2013

553 Geopolítica (Japón)



Año II – Primera Edición – Editorial: 00000552 [1]

 
El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Viernes 12 de Abril de 2.013.




 
El Cisne Negro Japonés
Por Rubén Vicente


Antecedentes [3]

Inmediatamente después de la conclusión de La Segunda Guerra Mundial (1939-1945), sobre la base a Los Acuerdos de Bretton Woods, y con el oro cotizando a una paridad fija y convertible de treinta y cinco dólares por cada onza troy (1 OT = U$S 35,00); El Banco Central del Japón (The Bank of Japan), estableció una paridad inicial de quinientos yenes por cada dólar (U$S 1,00 = Y 500,00 – 500:1). Al concluir ese año (1945), las exportaciones japonesas (arroz y pescado, zake y harina de pescado), ascendieron a sólo doscientos millones de dólares (200 MD´s). [4] 

Luego de que los EEUU decidieran reconocer la independencia del Japón (1952), el gobierno de Tokio se planteó el objetivo de centrar su desarrollo económico en la industria electrónica, inexistente hasta entonces en todo El Lejano Oriente. 

En 1971, Richard Nixon decretó la suspensión sine die de la convertibilidad entre el metal amarillo y el billete verde. Desde entonces, el oro continuó siendo el valor de referencia del dólar, pero dejó de ser convertible, y comenzó la emisión de dólares sin repaldo en metálico (léase: la inflación norteamericana), que provocaría el constante aumento de los precios, de los salarios, de las tarifas, de los cánones, de las multas, y de los tributos (léase: la carestía interna estadounidense); que fue mitigada mediante la manipulación de las tasas de interés, activas y pasivas, y de descuento y de redescuento.  

Externamente, ello empezó a traducirse en el gradual debilitamiento del dólar, tanto como moneda de reserva de todos los bancos centrales del mundo entero (orbis), como en el constante aumento de los precios de los commodities en el mercado mundial, regido por el dólar (léase: la carestía internacional). 

En semejante contexto, el parlamento del Japón, que ya era la primera potencia económica y diplomática de todo El Lejano Oriente (1971), tomo la decisión de proceder a la revaluación la moneda nipona contra la internacional, llevando su cotización a sólo doscientos cincuenta yenes por dólar (U$S 1,00 = Y 250,00 – 250:1). Sobre esa base, de mucha mayor dificultad para exportar, el Japón comenzó a desarrollar la industria automotriz, estallando entonces La Guerra Comercial con los EEUU (1980-1987). [5] 

En 1993, se firmó El Tratado de Maastrich, en cuya virtud fue creada La Unión Europea (UE), y El Banco Central Europeo (BCE), que comenzó a calcular el valor técnico de la nueva moneda del viejo continente (el ecus), cuya cotización inicial fue de dos ecus por cada dólar (U$S 1,00 = € 2,00 – 2:1). 

En ese contexto, el parlamento japonés decidió la segunda macro revaluación de la moneda local contra la internacional, estableciendo una nueva paridad de sólo ciento veinticinco yenes por cada dólar (U$S 1,00 = Y 125 – 125:1). 

Sobre esa base, de muchísima mayor dificultad para exportar, el Japón comenzó a desarrollar la industria de los medios de transporte de carga (terrestres, marítimos, aéreos y espaciales). Para entonces, el Japón ya era la segunda potencia económica y diplomática del mundo entero (orbis), inmediatamente detrás de los EEUU, siendo el estado lider de La Asocación de las Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN). 

Al estallar La Crisis Mundial (léase: el efecto jazz = la gran recesión = la segunda gran depresión = 2008-2014), en el contexto de La Guerra Mundial Contra El Terrorismo (léase: la segunda guerra fría = 2001-2014), la moneda japonesa llegó a cotizar a sólo ochenta yenes por dólar (U$S 1,00 = Y 80,00 – 80:1). Paralelamente, el Japón se posicionaba como el estado lider de La Conferencia Económica del Asia Pacífico (APEC), que une el comercio de El Cercano Oriente con el de América (léase: el hemisferio occidental). 

Sobre la base de esa tercera macro revaluación de facto, el Japón anunció la creación del ministerio de defensa nacional, como así también, de las fuerzas armadas japonesas (ejército, armada y fuerza aérea), que ya tuvieron sus bautismos de fuego en Afganistán, en Irak y en Somalía. Pero además, en 2009, invocando la amenaza nuclear planteada por Corea del Norte, el Japón se reservó la atribución soberana de diseñar y de construir armas de destrucción masiva, para convertirse en una nueva superpotencia misilítica y nuclear. Conste. 

En síntesis, El Milagro Japonés (1946-2010), se hizo a base de una moneda cada vez más fuerte, y de una constante revolución tecnológica. Right? 

En ese contexto, sobrevino el terremoto, que provocó el maremoto, que desató el tsunami, que causó El Accidente de Fukushima, forzando al gobierno de Tokio a erogar quinientos mil millones de yenes, equivalentes a cinco coma cinco mil millones de dólares (500 MMY´s = 5,5 MMD´s), para financiar la plena reconstrucción económica del área geográfica afectada. 

Bajo esa comprensión, a principios del mes de abril de 2013, los principales indicadores macro económicos del Japón  eran los siguientes: [6]
 

Principales Macro Indicadores Japones (04ABR13) [7]
PBI
5,80 BD´s
 
RMT
1,14 BD´s
20%/PBI
RMO
0,04 BD´s
0,004%/RMT

Consecuentemente, la situación económica general del Japón a principios del corriente mes, puede ser objetivamente calificada como buena, pero con la aclaración de que sus reservas monetarias en oro son peligrosamente bajísimas. Right?
 
 
Situación

El viernes cinco de abril, el presidente del directorio de The Bank of Japan, Dr. Haruhiko Kuroda, anunció en conferencia de prensa que el Japón pondrá en vigencia un programa de flexibilización monetaria (léase: la emisión de dinero sin respaldo en nada = la inflación), por un monto que provocará, literalmente, la duplicación de la base monetaria (sic).  

El objetivo declarado de semejante programa monetario es la reactivación económica nipona, afectada por la deflación, por la recesión y por el desempleo. (¿¿¿???) [8]  

Los yenes que se emitirán serán invertidos en la compra de bonos del tesoro japonés, que serán entregados a los grandes bancos nipones, a cambio de que ellos le entreguen al gobierno los derivativos nominados en dólares que posean en sus carteras (léase: los activos tóxicos), oficialmente, para su destrucción (sic). 

Desde entonces, la bolsa nipona no para de registrar alzas, de más del uno por ciento diario (1%/D), lo cual, en el lenguaje bursatil, significa una sola cosa, y es euforia. ¿Verdad?

 
Apreciación

Lo que acaba de hacer el Japón es tirar por la borda setenta años de política monetaria ultra ortodoxa (70), haciendo estallar en su propia economía, nada más ni nada menos, que el big bang (léase: la bancarrota nacional no declarada e innecesaria). 

Si la base monetaria se duplica, el dólar costará el doble; el producto bruto interno, mensurándolo en dólares, se reduce automáticamente a la mitad; el rango de nación japonés retrograda consecuentemente del segundo al cuarto lugar mundial; y la expectativa de aumento de la carestía interna en el imperio del sol naciente es del ciento por ciento (100%). 

Prima facie, semejante inyección de dinero en los mercados, provocará el saneamiento de las cuentas de los bancos japoneses, y fortalecerá la cotización de los bonos del gobierno nipón. Sin embargo, el espejismo no dejará ver que, el que se queda con los derivativos nominados en dólares (léase: los activos tóxicos) será el gobierno japonés, que deberá absorver la pérdida derivada de su destrucción. 

A menos que el gobierno de Tokio haya tomado la decisión inconfesable de hacer lo mismo que están haciendo los EEUU y Alemania, que es no destruir los activos tóxicos, recuperados a través del salvataje de los grandes bancos, sino invertirlos en secreto, en la compra no declarada de oro, que se contabilizará en forma diferida, siendo visible esa maniobra espúrea recién dentro de uno o dos años. 

Mientras tanto, el mundo entero (orbis), vivirá la ilusión óptica de la reactivación japonesa, de las inversiones, del empleo, de la producción y de las exportaciones (léase: el bienestar = la fiesta); que serán sólo nominales y no reales, como lo fueron en las pasadas siete décadas (7), obrando justamente, El Milagro Japonés, que acaba ser herido de muerte.

El milagro era real, pero ahora, el espejismo que ha decidido crear el gobierno de Tokio, le generará al pueblo nipón y al mundo entero (orbis), la falsa percepción de que el imperio del sol naciente está fenomenalmente bien, cuando en realidad, no hará más que perder el segundo puesto mundial, para caer al cuarto, alejándose por cien años, de su objetivo geopolítico sempiterno de vengar el honor nacional, arrebatándole la supremacía mundial a los EEUU autores de la ignominia de Hiroshima y Nagasaki. 

A menos que el oro que probablemente compre por izquierda, le sirva al gobierno de Tokio para financiar el cambio de la matriz militar, transformándose el Japón, en forma efectiva y a mediano plazo, en la nueva superpotencia misilística y nuclear, que hace cuatro años anunció que iba a ser, supuestamente, para conjurar adecuadamente la amenaza norcoreana. [9] 

En otras palabras, Japón puede contribuir como pocos a agravar aún más las condiciones de la guerra monetaria (léase: el dólar débil), de la guerra comercial (léase: el proteccionismo), y de la amenaza po-ten-cial de estallido de la tercera guerra mundial (léase: el holocauso nuclear = el armagedón = el apocalipsis = la parusía = 2014-2017); muchísimo más que Corea del Norte o que Irán. 

Dicho de otro modo, no es Corea del Norte la que está en pie de guerra, sino Japón, aunque nadie lo imagine, ni lo pueda reconocer abiertamente. 

Expresado en otros términos, Japón ha pasado de la mesura a la locura, como cuando decidió El Ataque a Perl Harbour, o algo por el estilo.
 
 
Probable Evolución

En el bienio 2013-2014, es altamente probable que la economía del imperio del sol naciente se reactive, haciéndole sentir bienestar a su población. 

Y también es altamente probable que aparezcan señales inequívocas de que el Japón marcha hacia un reposicionamiento militar, como nueva superpotencia misilítica y nuclear, igualando proporcionalmente a los EEUU, a Gran Bretaña, a Francia, a Rusia, a Israel, a Pakistán, a La India,  China y a Corea del Norte. 

Y es altamente probable que los EEUU acepten la pretensión de El Grupo de los Cuatro (G-4), conformado por Alemania, Japón, La India y Brasil, de convertirse en nuevos estados miembros permanentes con derecho a veto del consejo de seguridad de la ONU, pero limitándola a La India y a Japón, manteniendo la exclusión de Alemania y de El Brasil.
 
 
Para La Argentina

Por lo expuesto, corresponde consignar que, desde el punto de vista de los interés vitales de La Argentina, la recomendación es comprar la mayor cantidad de oro posible, en el menor tiempo posible; y cambiar lo más pronto posible la matriz energética nacional, centrándola en el uranio y en el hidrógeno, dejando los hidrocarburos y los biocombustibles para exportación e ingreso de divisas. 

Finalmente, también se recomienda prohibir el cultivo de la soja, cuyo principal comprador es China, y maniobrar para establecer una alianza estratégica con el Japón, sobre la base de la carne, el trigo y el maíz. [10] 

Solo así La Argentina se cubrirá de todas las contingencias mundiales por venir, mientras el mundo entero (orbis) quede espupefacto con la novedad de la aparición de El Cisne Negro Japonés. [11] 

Y se me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible, que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera, sería castastrófico.
 
[3] MD´s significa millones de dólares. MMD´s significa miles de millones de dólares. BD´s significa billones de dólares. Y, significa yen. MY´s significa millones de yenes. MMY´s signfica miles de millones de yenes. MOT´s significa millones de onzas troy. Y MMOT´s significa miles de millones de onzas troy. Conste.
 
[4] A valores constantes (léase: oro), hoy equivaldrían a novecientos catorce millones de dólares (914 MD´s). En otras palabras, Japón empezó siendo bastante menos de lo que hoy es Burundi. Right?
 
[5] En 1982, en el contexto de La Guerra Comercial entre Japón y los EEUU, estalló La Crisis del Oro, en cuya virtud el metal amarillo, que cotizaba desde 1945 a treinta y cinco dólares la onza (1 OT = U$S 35,00 – 35:1), en sólo cinco semanas (5), pasó a costar ochocientos cincuenta dólares (1 OT = U$S 850,00 – 850:1), implicando una giga devaluación del billete verde contra el metal amarillo del dos mil cuatrocientos veintiocho por ciento (2.428%). Y esa sería, justamente, la expectativa inflacionaria internacional, en la misma proporción. Conste.
 
[6] PBI significa producto bruto interno. RTM significa reservas monetarias totales. RMO significa reservas monetarias en oro.
 
[7] Dos laureados con El Premio Nobel de Economía, como son Milton Friedman (monetarista) y Johnn Kenneth Galbraith (keynesiano), coinciden en sostener que si un país cualquiera, pretende estar a salvo de contingencias macro económicas gravísimas (léase: la bacarrota nacional), sus RMT deben ser superiores al diez por ciento del producto bruto interno (+10%/PBI), y sus RMO deben superar el diez por ciento de las reservas monetarias totales (+10%/RMT). Conste.
 
[8] En los casi setenta años transcurridos desde el final de La Segunda Guerra Mundial (1945-2013), hubieron varias crisis mundiales, que provocaron deflación, rescesión y desempleo, pero el Japón jamás flexibilizó el yen, sino todo lo contrario, y le fue bárbaro, no jodamos.
 
[9] Quizá sea por eso que el primer ministro (Shinto Abe), declaró que haremos lo que tenemos que hacer (sic), sin que absolutamente nadie en el Japón ni en el mundo entero (orbis), haya comprendido el signicado de semejante afirmación inequivocamente enigmática.
[10] Está comprobado que la soja greda los suelos, primero restándoles fertilidad, y luego desertizándolos, sin que el ingreso de divisas que genera su exportación, alcance para recomponer las condiciones perdidas, pues tales ingresos deberán ser destinados a palear las cada vez más graves y frecuentes sequías e inundaciones. Conste.
 
[11] Repito mi opinión de que, no obstante lo que muestren los dotos objetivos de la realidad actual, a mi no me saca nadie de la cabeza la idea de que, antes de 2050, Corea del Norte y Corea del Sur, provocarán La Reunificación Coreana, bajo el modelo chino del comunismo de mercado, y luego, ese estado pan coreano, se transformará en un nuevo gran reino de El Imperio del Sol Naciente (Japón). Conste.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario