miércoles, 3 de abril de 2013

544 Geopolítica (Argentina)



Año II – Primera Edición – Editorial: 00000544 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Miércoles 3 de Abril de 2.013.













Viajar en el Tiempo
Por Rubén Vicente

Parece increible, pero hay mucha gente que odia la historia, porque le parece que es como una suma de datos, que no tienen nada que ver con la realidad del acá y ahora, y por eso, les resulta soporíferamente aburrida, y no sirve para nada.

Te suelen decir que eso ya fue; o que lo que se viene no tiene precedentes, o peor aún, cuando se ven obligados a hablar del pasado, lo hacen desde el presente, es decir, leen el lunes el diario del domingo.

Por eso, a mis alumnos de derecho administrativo y de crímenes financieros, yo les repetía el latiguillo de que estudien historia y después hablamos.

Y los que querían aprobar la materia, no tenían otro remedio que estudiar la historia de la institución o del crimen sobre el que versaría el examen.

Di clases entre 1989 y 2000, y mi experiencia como docente fue que muchos alumnos me reconocieron que, lo que no entendían al principio, les empezó a entrar en la cabeza cuando vieron el origen y la evolución de las cosas que yo les explicaba en el aula.

Y si, porque lo que a mi me importaba, no era que se supieran la ley de procedimientos administrativos o el código penal, sino que adquirieran el sanísimo hábito de autotransportarse mentalmente al pasado, es decir, de viajar en el tiempo, hasta cuando no había ley o código que regulara la convivencia entre los seres humanos.

Y los ponía en aprietos. Por ejemplo, les decía imaginate que estuviéramos en mil novicientos treinta, y que en ese entonces, vos ya tenías cincuenta años de edad… Ahora figurate que vos sos un ministro de la corte suprema de justicia de la nación; que el poder judicial del que formas parte cogobierna con un poder ejecutivo y con un parlamento elegidos por el pueblo…

Por favor, no dejes de retener esas ideas en tu cabeza, y sumale que te imaginás que sobrevino un golpe de estado, que instauró un gobierno militar; que no existen precedentes en la historia argentina; y que los otros ministros de la corte te propusieron juntarte con ellos, para analizar los hechos, pero a la luz del derecho, con la mira puesta en preservar las declaraciones, los derechos y las garantías que consagra la constitución nacional recién quebrantada.

Ysuponete que ya estás situado en ese contexto de tiempo-espacio. Te pregunto:

¿Vos qué harías? ¿Votarías por la declaración de invalidez del golpe, haciendo que los milicos te remuevan del cargo al otro día, para poner el juez que ellos quieran, a fallar lo que ellos quieran; o tratarías de conservar tu cargo, para que, desde adentro de la corte, intentar preservar lo preservable del sistema constitucional que hizo grande a tu patria?

No, si hasta hubo uno que se animó a preguntarme y eso qué tiene que ver con la doctrina de facto.  ¡Naaaa…, no podéss!

Le dije, para el martes, quiero que estudies bien la segunda presidencia de Yrigoyen, en lo económico, en lo social, en lo cultural, en lo político, en lo militar y en lo internacional. Te vas a Eudeba y te buscás alguna obrita de bolsillo,  cualquier autor, no importa, y el martes pasás a dar lección ante tus compañeros.

Y el martes dio lección, y parece que algunos compañeros algo sabían del tema, porque se armó un flor de debate pendejeril, obviamente, moderado por un servidor, porque había chicas que gritaban como gallinas cluecas, y muchachos que, directamente, se querían ir a las manos.

Pasó, pero el jueves dije, ahora todos ustedes son ministros de la corte del treinta. ¿Qué resuelven respecto de los hechos de público conocimiento? Discutan en calma, como corresponde a la gente de derecho, y proyécteme una acordada para el martes, sin falta.

¿Y saben qué pasó el martes siguiente? Que la acordada no era más que una versión pedorra de la doctrina de facto, porque decía que el golpe no era un asunto sobre el cual la corte tuviera el poder de decir si estaba bien o si estaba mal, porque los hechos son la base del derecho, y no al revés. Right? [3]

Y recién en ese punto, me puse a explicarles la doctrina de facto de la corte suprema de justicia de la nación de mil novecientos treinta, con todos los tecnicismos correspondientes, entendiendo absolutamente todos, pero todos, qué es esto de las cuestiones políticas no judiciables, que les pareció una buena fórmula para sintetizar lo que ellos decían en su proyecto de acordada que les mandé elaborar.

Y les dije, ahora estudien el tema de los libros de texto, para terminar de redondear la idea y de cetearla en el cerebro para siempre, pero cada vez que tengan que meterse con cualquier tema, de lo que sea, estudien el origen y la evolución del mismo, y después debátanlo con fundamento, y no diciendo lo primero que se les viene a la cabeza.

Había que verlos en el final, la manera en que expresaban con claridad las ideas, fundamentándolas con los precedentes históricos de la institución jurídica sobre la que versaban los exámenes; exponiendo las críticas de los maestros del derecho, y hasta formulando las propias, con un alto grado de razonabildad, como verdaderamente corresponde, diría El Compañero Saúl Ubaldini, ja ja já.

Ah, y dicho sea de paso, aprobaron todos, menos uno que porfiaba con que estudiar la historia era una pavada, y al que lo bajé, preguntándole de dónde viene esto de la libertad de prensa, y me respondió que no sabía ni le interesaba, a pesar de que estaba en quinto año de la facultad para graduarse de abogado.

No hay nada que hacele ni vueltas que darle. El que nace para pito nunca llega a corneta, por la sencilla razón de que no sabe la historia del pito ni la historia de la corneta, porque si la supiera …

Por eso digo, que no cuesta nada viajar en el tiempo. ¿Verdad?

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.

[3] En el siglo diecinueve, el monarca del gran reino germano de Prusia (Federico II (a) El Grande) escribió: “Mis ejércitos matan, secuestran, violan, roban e incendian todo lo que se interpone entre ellos y la victoria. Sólo después vienen mi leguleyos, dando excelentes razones de por qué han hecho lo que han hecho” (sic). Y si no se entendió, te lo puedo traducir al alemán, pero no creo que haya falta, porque está suficientemente claro, y además, porque yo no sé un soto de alemán, ja ja já.

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