El
Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Viernes
5 de Abril de 2.013.
La Interpretación Nazi de la
Historia <!--[if !supportFootnotes]-->[3]<!--[endif]-->
Por
Rubén Vicente
En 1815 concluyeron las
guerras napoleónicas, y todas las potencias europeas se reunieron en El
Congreso de Viena. Allí tomaron la decisión de declarar la disolución de
El Sacro Imperio Romano de la Nación Alemana (léase: La Gran Alemania = Das
Reich = El Imperio de los Mil Años = 800-1815 = El Nuevo Israel = La Europa
Cristiana = La Primera Proto Unión Europea).
En reemplazo de
semejante estructura geopolítica milenaria, inextricablemente católica
apostólica romana, las potencias europeas se unieron para conformar La Santa
Alianza, liderada por Gran Bretaña y secundada por Rusia; evolucionando desde
el imperio unipolar, hacia el nuevo mundo bipolar anglo-ruso del siglo
diecinueve (léase: el siglo de la industria), que terminó con la edad moderna
(1453-1815), y dio comienzo a la edad contemporánea (1815-1945).
El propósito de La
Santa Alianza era el fortalecimiento de las monarquías nacionales, que
negociarían las concesiones recíprocas necesarias para generar el equilibrio
europeo, que garantizaría la supremacía del viejo continente sobre el mundo
entero (orbis).
Inversamente, la
existencia de la santa alianza, implicaba el rechazo de todas las ideologías
que atentaran contra los propósitos y los objetivos europeístas, tales como el
liberalismo, el radicalismo, el anarquismo, el socialismo, el comunismo, el
republicanismo, el federalismo y el laicismo.
Bajo esa comprensión,
la verdad era que Francia era la potencia europea vencida, dejando de ser el
estado líder del extinto esacro imperio, para convertirse en una colonia
económica y en una aliada diplomática y militar de Gran Bretaña contra Rusia.
Y la mascarada de la
santa alianza anglo-rusa, encubría la realidad de la guerra secreta del gobierno de Londres versus el de Moscú, por
el control exclusivo y excluyente de Europa y del mundo entero (orbis).
En ese contexto, La
Santa Alianza decretó la disolución del imperio alemán, cuyos treinta
y nueve estados componentes (39),
se unieron para conformar La Confederación Germánica (léase: La Germania), con
capital política en la ciudad renana de Frankfurt, geopolíticamente aliada con
Rusia, contra Gran Bretaña.
Y esa sorda pugna entre
Gran Bretaña contra Rusia tenía su correlato en La Europa Central (léase: Das
Mitter Europe), a través de la guerra secreta de la Francia pro británica contra la Germania pro rusa.
En ese contexto, estaba
Holanda, cuyo objetivo nacional inconfesable era fogonear el conflicto
franco-germano, hasta que los gobiernos de París y de Frankfurt se convencieran
de que la única manera de terminar con esa cuestión era lanzándose a La
Guerra Franco-Germana, luego de la cual, se suponía que los despojos
mortales de ambos estados serían repartidos entre Gran Bretaña, Rusia, y
probablemente, Holanda, obvio.
En medio de semejante
situación, dos filósofos, uno francés (Pierre Prohudom) y el otro germano (Karl
Grün), que se unieron para formar una sociedad comercial, que comenzó a girar
bajo la razón social de Los Anales
Franco Germanos AG, con domicilio legal en la capital germana
(Frankfurt), que comenzó a escribir, a editar, a imprimir, a publicar, a
distribuir, a comercializar y a exportar una revista mensual bilingüe,
justamente llamada con el nombre de la empresa periodística.
Los Anales tenían una
línea editorial partidaria de la transformación de La Confederación Germánica
(léase: La Germania), en El Segundo Imperio Alemán (léase: La Pequeña Alemania
= Das II Reich), y de la unión de Francia con Alemania, para la
instauración de La Confederación
Franco Alemana, con capital política en París y con capital económica
en Frankfurt.
En la idea de Prohudom
y de Grün, la confederación franco-alemana se posicionaría como el estado líder
de La Europa Central (léase: Das Mitter Europe); estableciendo la
equidistancia geopolítica entre La Europa Oriental pro rusa y La Europa
Occidental pro británica.
De esa manera, Prohudom
y Grün pensaban que se podían neutralizar las ambiciones inconfesables de
Holanda, pero al precio de desnaturalizar el objetivo geopolítico del
equilibrio europeo de La Santa Alianza bipolar anglo-rusa.
Así surgió la nueva
doctrina de Prohudom y de Grün, que se empezó a conocer como la doctrina de La
Tercera Europa, también conocida como la dotrina de El Tercerismo Franco Alemán, que obviamente, no sería ni
europeo oriental pro ruso, ni europeo occidental pro británico.
Y para darle sustancia
a la confederación franco alemana que soñaban, Prohudom y Grün propusieron que
la misma se organizara ideológicamente, a partir de la confluencia del
nacionalismo con el socialismo, para lograr el triunfo de la síntesis
superadora de El Socialismo Verdadero.
Así concebido, el
socialismo verdadero era, sin duda alguna, el nacionalismo socialista, o si se
prefiere, el socialismo nacionalista, alternativamente calificable como el
socialismo nacional, o bien, como el nacional socialismo (léase: el nazismo
original = el nazismo decimonónico = el nazismo democrático). Ritgh?
Karl Grün expuso los
principios, los fines, los medios y los instumentos de la ideología nazi, en su
obra literaria titulada con el nombre de El Socialismo Nacional, publicada exactamente
en 1840.
Sólo dos años más tarde
(1842), Karl Marx formuló la primera crítica filosófica del nazismo de Grün y
de Prohudom, diciendo que el socialismo nacional es una ideología
fundamentalmente “ … burguesa y contra revolucionaria” (sic).
Desde entonces, Europa
quedó ideológicamente dividida entre el socialismo nacional de Grün y de
Prohudom y el socialismo internacional de Marx y Engels, sintetizándose como la
batalla entre el nazismo y el comunismo.
Durante la segunda
mitad del siglo diecinueve (1850-1900), el nazismo triunfó en Europa
Occidental, mientras el comunismo se empezaba a replegar sobre la periferia de Europa
Oriental, echando raíces en La Rusia de los Zares, pero con usina
propagandística en la capital de Gran Bretaña (Londres), a través de La
Internacional Socialista, de la cual fue expulsado el sucesor de
Prohudom y de Grün (léase: Ferdinand Lasalle).
Luego de La Guerra
Franco Prusiana (1870) y de la instauración de El Segundo Imperio Alemán
(léase: La Pequeña Alemania = Das II Reich) y de La Tercera República de
Francia (1871), el nazismo empezó a convertirse en la ideología dominante
en el seno del pequeño empresariado y del movimiento obrero organizado, de
Francia y de Alemania, impregnando el pensamiento de los historiadores que,
rememorando la denominación de Los Anales Franco Germanos de Pierre Prohudom y
de Karl Gün, reivindicaron el nazismo como la base de la nueva escuela histórica de Los Analistas.
Bajo esa comprensión, los
analistas exaltaban la antigua grandeza del imperio romano cristianizado
(léase: el imperio sagrado) de la edad antigua, pero también, la grandeza del
sacro imperio romano de la nación alemana (léase: el reich) de la edad media,
del cual decían que Francia y Alemania (léase: El Eje Franco Alemán)
debía ser el estado sucesor
(sic).
La idea nazi de los
analistas (léase: el eje franco alemán) sería intelectualmente eclipsada
por La Gran Guerra Mundial (1914-1918), por La Segunda Guerra Mundial
(1939-1945) y por La Guerra Fría (1946-1991).
Sin embargo, durante la
última década del siglo veinte (léase: el siglo de la alta tecnología), la
interpretación nazi de la historia de los analistas, que subyace en la idea
política de La Unión Europea (UE), encuentra a su nuevo apóstol en la persona
del Dr. George Duby (1919-1996), que fue el autor de la obra titulada con el
nombre de El Atlas Histórico Mundial.
Son trescientos
diecinueve mapas en colores y comentados, que muestran los imperios antiguos,
medievales, modernos y contemporáneos, de Oceanía, Asia, Africa, Europa y
América, que dejan clara la idea de La Europa del Eje Franco Alemán, como el
centro neurálgico de El Nuevo Orden Mundial de El Siglo Veintiuno (léase:
el siglo de la sinctotrónica). <!--[if !supportFootnotes]-->[4]<!--[endif]-->
En síntesis, aunque
nosotros los argentinos sigamos con el chupete en el culo, Francia, Alemania,
Europa y el mundo entero (orbis), marchan hacia la interpretación nazi de la historia, y nada
más, claro está.
Y si me dijeran que
estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
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<!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]--> La libre
expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente
documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de
los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la
República Argentina de 1995 (Art. 14),
la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts.
153 y 155).
<!--[if !supportFootnotes]-->[2]<!--[endif]--> Para uno de Los Siete
Grandes Sabios de Grecia (Solón) El
Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es
prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
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La cruz esvástica que gira
hacia la izquierda (léase: sinistrógera) simboliza la reencarnación en
la concepción religiosa hinduista de El Lejano Oriente. Y la cruz esvástica que
gira hacia la derecha (léase: dextrógira) simboliza la resurrección en
la concepción religiosa cristiana de los templarios de El Occidente medieval. Conste.
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La revolución sinctotrónica está basada en los grandes aceleradores de
partículas subatómicas, que posibilidarán el desarrollo tecnológico necesario
para posibilitarlos viajes en el tiempo, tanto hacia el pasado como hacia el
futuro. Conste.
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