viernes, 5 de abril de 2013

546 Historia (Mundial)



Año II – Primera Edición – Editorial: 00000546 <!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]-->

El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Viernes 5 de Abril de 2.013.




La Interpretación Nazi de la Historia <!--[if !supportFootnotes]-->[3]<!--[endif]-->
Por Rubén Vicente
                          
En 1815 concluyeron las guerras napoleónicas, y todas las potencias europeas se reunieron en El Congreso de Viena. Allí tomaron la decisión de declarar la disolución de El Sacro Imperio Romano de la Nación Alemana (léase: La Gran Alemania = Das Reich = El Imperio de los Mil Años = 800-1815 = El Nuevo Israel = La Europa Cristiana = La Primera Proto Unión Europea).

En reemplazo de semejante estructura geopolítica milenaria, inextricablemente católica apostólica romana, las potencias europeas se unieron para conformar La Santa Alianza, liderada por Gran Bretaña y secundada por Rusia; evolucionando desde el imperio unipolar, hacia el nuevo mundo bipolar anglo-ruso del siglo diecinueve (léase: el siglo de la industria), que terminó con la edad moderna (1453-1815), y dio comienzo a la edad contemporánea (1815-1945).

El propósito de La Santa Alianza era el fortalecimiento de las monarquías nacionales, que negociarían las concesiones recíprocas necesarias para generar el equilibrio europeo, que garantizaría la supremacía del viejo continente sobre el mundo entero (orbis).

Inversamente, la existencia de la santa alianza, implicaba el rechazo de todas las ideologías que atentaran contra los propósitos y los objetivos europeístas, tales como el liberalismo, el radicalismo, el anarquismo, el socialismo, el comunismo, el republicanismo, el federalismo y el laicismo.

Bajo esa comprensión, la verdad era que Francia era la potencia europea vencida, dejando de ser el estado líder del extinto esacro imperio, para convertirse en una colonia económica y en una aliada diplomática y militar de Gran Bretaña contra Rusia.
Y la mascarada de la santa alianza anglo-rusa, encubría la realidad de la guerra secreta del  gobierno de Londres versus el de Moscú, por el control exclusivo y excluyente de Europa y del mundo entero (orbis).

En ese contexto, La Santa Alianza decretó la disolución del imperio alemán, cuyos treinta y nueve estados componentes (39), se unieron para conformar La Confederación Germánica (léase: La Germania), con capital política en la ciudad renana de Frankfurt, geopolíticamente aliada con Rusia, contra Gran Bretaña.

Y esa sorda pugna entre Gran Bretaña contra Rusia tenía su correlato en La Europa Central (léase: Das Mitter Europe), a través de la guerra secreta de la Francia pro británica contra la Germania pro rusa.
 
En ese contexto, estaba Holanda, cuyo objetivo nacional inconfesable era fogonear el conflicto franco-germano, hasta que los gobiernos de París y de Frankfurt se convencieran de que la única manera de terminar con esa cuestión era lanzándose a La Guerra Franco-Germana, luego de la cual, se suponía que los despojos mortales de ambos estados serían repartidos entre Gran Bretaña, Rusia, y probablemente, Holanda, obvio.

En medio de semejante situación, dos filósofos, uno francés (Pierre Prohudom) y el otro germano (Karl Grün), que se unieron para formar una sociedad comercial, que comenzó a girar bajo la razón social de Los Anales Franco Germanos AG, con domicilio legal en la capital germana (Frankfurt), que comenzó a escribir, a editar, a imprimir, a publicar, a distribuir, a comercializar y a exportar una revista mensual bilingüe, justamente llamada con el nombre de la empresa periodística.

Los Anales tenían una línea editorial partidaria de la transformación de La Confederación Germánica (léase: La Germania), en El Segundo Imperio Alemán (léase: La Pequeña Alemania = Das II Reich), y de la unión de Francia con Alemania, para la instauración de La Confederación Franco Alemana, con capital política en París y con capital económica en Frankfurt.

En la idea de Prohudom y de Grün, la confederación franco-alemana se posicionaría como el estado líder de La Europa Central (léase: Das Mitter Europe); estableciendo la equidistancia geopolítica entre La Europa Oriental pro rusa y La Europa Occidental pro británica.

De esa manera, Prohudom y Grün pensaban que se podían neutralizar las ambiciones inconfesables de Holanda, pero al precio de desnaturalizar el objetivo geopolítico del equilibrio europeo de La Santa Alianza bipolar anglo-rusa.

Así surgió la nueva doctrina de Prohudom y de Grün, que se empezó a conocer como la doctrina de La Tercera Europa, también conocida como la dotrina de El Tercerismo Franco Alemán, que obviamente, no sería ni europeo oriental pro ruso, ni europeo occidental pro británico.

Y para darle sustancia a la confederación franco alemana que soñaban, Prohudom y Grün propusieron que la misma se organizara ideológicamente, a partir de la confluencia del nacionalismo con el socialismo, para lograr el triunfo de la síntesis superadora de El Socialismo Verdadero.

Así concebido, el socialismo verdadero era, sin duda alguna, el nacionalismo socialista, o si se prefiere, el socialismo nacionalista, alternativamente calificable como el socialismo nacional, o bien, como el nacional socialismo (léase: el nazismo original = el nazismo decimonónico = el nazismo democrático). Ritgh?

Karl Grün expuso los principios, los fines, los medios y los instumentos de la ideología nazi, en su obra literaria titulada con el nombre de El Socialismo Nacional, publicada exactamente en 1840.

Sólo dos años más tarde (1842), Karl Marx formuló la primera crítica filosófica del nazismo de Grün y de Prohudom, diciendo que el socialismo nacional es una ideología fundamentalmente “ … burguesa y contra revolucionaria” (sic).

Desde entonces, Europa quedó ideológicamente dividida entre el socialismo nacional de Grün y de Prohudom y el socialismo internacional de Marx y Engels, sintetizándose como la batalla entre el nazismo y el comunismo.

Durante la segunda mitad del siglo diecinueve (1850-1900), el nazismo triunfó en Europa Occidental, mientras el comunismo se empezaba a replegar sobre la periferia de Europa Oriental, echando raíces en La Rusia de los Zares, pero con usina propagandística en la capital de Gran Bretaña (Londres), a través de La Internacional Socialista, de la cual fue expulsado el sucesor de Prohudom y de Grün (léase: Ferdinand Lasalle).

Luego de La Guerra Franco Prusiana (1870) y de la instauración de El Segundo Imperio Alemán (léase: La Pequeña Alemania = Das II Reich) y de La Tercera República de Francia (1871), el nazismo empezó a convertirse en la ideología dominante en el seno del pequeño empresariado y del movimiento obrero organizado, de Francia y de Alemania, impregnando el pensamiento de los historiadores que, rememorando la denominación de Los Anales Franco Germanos de Pierre Prohudom y de Karl Gün, reivindicaron el nazismo como la base de la nueva escuela  histórica de Los Analistas.

Bajo esa comprensión, los analistas exaltaban la antigua grandeza del imperio romano cristianizado (léase: el imperio sagrado) de la edad antigua, pero también, la grandeza del sacro imperio romano de la nación alemana (léase: el reich) de la edad media, del cual decían que Francia y Alemania (léase: El Eje Franco Alemán) debía ser el estado sucesor (sic).

La idea nazi de los analistas (léase: el eje franco alemán) sería intelectualmente eclipsada por La Gran Guerra Mundial (1914-1918), por La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y por La Guerra Fría (1946-1991).

Sin embargo, durante la última década del siglo veinte (léase: el siglo de la alta tecnología), la interpretación nazi de la historia de los analistas, que subyace en la idea política de La Unión Europea (UE), encuentra a su nuevo apóstol en la persona del Dr. George Duby (1919-1996), que fue el autor de la obra titulada con el nombre de El Atlas Histórico Mundial.

Son trescientos diecinueve mapas en colores y comentados, que muestran los imperios antiguos, medievales, modernos y contemporáneos, de Oceanía, Asia, Africa, Europa y América, que dejan clara la idea de La Europa del Eje Franco Alemán, como el centro neurálgico de El Nuevo Orden Mundial de El Siglo Veintiuno (léase: el siglo de la sinctotrónica). <!--[if !supportFootnotes]-->[4]<!--[endif]-->

En síntesis, aunque nosotros los argentinos sigamos con el chupete en el culo, Francia, Alemania, Europa y el mundo entero (orbis), marchan hacia la interpretación nazi de la historia, y nada más, claro está.

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
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<!--[if !supportFootnotes]-->[1]<!--[endif]--> La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

<!--[if !supportFootnotes]-->[2]<!--[endif]--> Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.

<!--[if !supportFootnotes]-->[3]<!--[endif]--> La cruz esvástica que gira hacia la izquierda (léase: sinistrógera) simboliza la reencarnación en la concepción religiosa hinduista de El Lejano Oriente. Y la cruz esvástica que gira hacia la derecha (léase: dextrógira) simboliza la resurrección en la concepción religiosa cristiana de los templarios de El Occidente medieval. Conste.

<!--[if !supportFootnotes]-->[4]<!--[endif]--> La revolución sinctotrónica está basada en los grandes aceleradores de partículas subatómicas, que posibilidarán el desarrollo tecnológico necesario para posibilitarlos viajes en el tiempo, tanto hacia el pasado como hacia el futuro. Conste.

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