Viernes 19 de Abril de 2.013.
¿No Es Mejor Bajar
Un Cambio?
Por Rubén Vicente
En 1998, el oro registró su mínimo histórico de la
post guerra fría, cuando la onza troy llegó a cotizar a razón de doscientos
cincuenta dólares por unidad (1 OT = U$S 250,00 – 250:1).
Y en septiembre de 2011, el metal amarillo registró
una cotización record histórico universal de mil novecientos veinte
dólares por cada onza troy (1 OT = U$S 1.920,00 – 1.920:1).
Pero desde 2005, comenzó a circular en el mercado de
Hong Kong, un nuevo instrumento financiero, que hoy es ampliamente conocido en
todo el mundo, con el nombre de los fondos de intercambio comercial (léase: the
Exchange Trated Funds = Los ETF´s).
Una persona física va al banco, y entrega su dinero.
A cambio, el banco le entrega un documento, que dice que el cliente es el tenedor
de un una onza de oro. El ETF no dice
dónde está el oro físico referenciado en el documento, ni tampoco, a quién
pertenece el metálico que ese certificado respresenta. Y lo peor de todo, es
que el ETF no es convertible en oro
metálico, es decir, en oro físico.
En otras palabras, los ETF´s son puro papel pintado, exactamente igual que
los derivativos, con la única diferencia de que, los derivativos, tienen plazo
de vencimiento, y los ETF´s no.
Y la única vía legal de circulación de los ETF´s es
a través de unos fondos de inversión especiales, que tienen la particularidad
de que cotizan en la bolsa, y por eso, suben o bajan, devengando ganancias o
pérdidas, pero sólo para el banco administrador del fondo, y no para el cliente, que sólo tiene
una onza de oro virtual, y nada más.
Los ETF se compran, se venden, se alquilan, se dan
en pago de toda clase de deudas, y se reciben en cobro de toda clase de créditos.
Dicho de otro modo, los ETF´s funcionan como si fueran dinero, aunque no
lo sean, por no tener respaldo en absolutamente nada.
Circulan sobre la base de la confianza de los que lo emplean como
dinero, y dejarían de circular, si esa confianza dejara de existir.
La emisión y la circulación de los ETF´s ha crecido
exponencialmente en el período 2005-2013, hasta el punto de que, el viernes doce
de abril pasado, el cálculo era que, por cada onza troy de oro metálico,
circulaban cien onzas de oro papel, es decir, cien ETF´s, siendo entonces la
relación mundial de cien a uno
(100:1).
Y el problema es que los mercados del oro de todo el
mundo, contabilizan oro, pero sin
especificar si las operaciones de compra o de venta son en oro metálico o en
oro papel, es decir, si son en oro físico o si son en ETF´s.
Por último, procede destacar que, desde diciembre
pasado hasta ahora, los grandes bancos centrales del mundo entero (orbis), no
paran de comprar oro físico, presionando su cotización al alza, pero que, paradójicamente,
el precio genérico del oro, no para de bajar en los mercados globales,
determinando que, ese viernes negro del doce de abril pasado, el oro cerrara a
mil cuatrocientos setenta y siete dólares la onza troy (1 OT = U$S 1.477,00 – 1.477:1).
Situación
En la tarde del lunes quince de abril, es decir, al
comenzar esta semana, el oro cerró a mil trescientos cuarenta y cinco dólares
la onza troy (1 OT = U$S 1.345,00 – 1.345:1),
implicando una pérdida de valor operada gracias a los mercados electronicos del
terror del finde pasado, de ciento treinta y dos dólares en un solo día (-U$S 132,00/D), equivalente al ocho
coma siete por ciento diario (-8,7%/D).
No se registraba una baja diaria comparable desde 1981.
[3]
Los analistas internacionales coinciden en la
opinión de que ha concluido la fase alcista del precio del oro y que,
consecuentemente, ha comenzado una nueva fase bajista.
En apoyo de tales opiniones, citan el caso de un
gran banco de inversión, que no
identifican, que hace dos semanas vendió cuatro millones de onzas troy, y el
caso de George Soros, que la también hace dos semanas declaró que, como los
mercados le han perdido la confianza al oro, él tomó la decisión de vender sus
posiciones financieras en oro.
En la mañana del lunes quince, inmediatamente
posterior al fin del terror amarillo, el precio de oro ya cotizaba en Asia y en
Europa a mil trescientos ochenta y ocho dólares la onza (1 OT = U$S 1.388,00 – 1.388:1), y ayer jueves, cerró a mil
trescientos noventa y cuatro dólares (1 OT = U$S 1.394,00 – 1.3984:1), con
tendencia incierta.
Lo que está en caída libre es el precio del oro
papel, es decir, de los ETF´s, que se ve que han dejado de ser confiables, ignorándose
todavía la razón, pero aclarándose desde ya que, la mayor cantidad de
ETF´s, la tienen en su poder los individuos, las empresas y los bancos privados
de China, y no
de Hong Kong.
Por razones de puras deficiencias contables, que se
aprecia que son intencionales (léase: dolosas), la caída libre del precio del
oro papel, está determinando la paralela caída libre del precio del oro metálico,
y eso es justo lo que quieren que ocurra los grandes bancos centrales del mundo
entero (orbis), es decir, seguir comprando cada
vez más oro metálico, pero a cada vez menor precio.
Ello mientras los individuos, las empresas, los
bancos privados, los entes gubernamentales (locales, regionales y nacionales) y
hasta los organismos internacionales (subregionales, regionales y mundiales)
quedan expuestos a los efectos de esta maniobra financieramente criminal
del fin de semana pasado, cuyo objetivo no es otro que convencerlos de que
deben desprenderse de sus posiciones en oro, pero físico.
Por eso, durante la semana pasada, ya estamos viendo
que circulan versiones periodísticas que están diciendo que, por ejemplo, el
BCRA está analizando la convenciencia o no de vender el oro físico que integra
la reserva monetaria de la nación (sic), es decir, que nuestra autoridad
monetario estaría ignorando olímpicamente lo que están haciendo los
grandes bancos centrales del mundo entero (orbis), haciendo exactamente lo contrario, como si fuera un
individuo (léase: un perejil). Rigth?
En resumidas cuentas, está claro que el mundo
entero, está siendo persuadido, pero con malas artes,
de que es mejor vender el metálico, porque los grandes bancos centrales lo
necesitan con desesperación, para respaldar genuinamente, no sólo el
valor de las principales monedas (el yen, el yuán, el euro y el dólar), sino
también, para que las mismas respalden políticamente la preeminencia de Japón,
de China, de la UE y de los EEUU, sobre el resto del mundo, y especialmente, sobre
los bloques competidores de la CEI, de la OPEP y de los BRICS (léase: los
emergentes).
Y las malas artes no son sólo contables, sino
también, son electrónicas, porque las manipulaciones que permiten que esa
percepción ficticia parezca real, están siendo instrumentalizadas a través de
algo que se conoce desde hace un lustro, con el nombre de el desplazamiento (léase: the crowding out).
Hasta hace cinco años, los programas de computación
financieros, permitían hacer miles de operaciones por minuto, pero los nuevos
programas de desplazamiento, en poder de los grandes bancos centrales, permiten
hacer millones de operaciones por segundo, que sólo pueden ser
procesadas contablemente por ellos mismos, y por nadie más. ¿Capito?
Probable Evolución
Cuando a los grandes bancos centrales del mundo les
convenga, transparentarán sus sistemas contables y electrónicos, y el mercado
global de oro comenzará a distinguir entre el oro metálico (físico) y el oro
papel (ETF).
Para entonces, los grandes bancos centrales
monopolizarán el oro fisíco, mientras el resto de los operadores económicos,
sean privados o públicos, tendrán acceso a sólo oro de papel, es decir, sólo tendrán acceso a otro activo tóxico,
similar a los derivativos, o a todos los instrumentos monetarios que no sean
oro físico, dicho esto en el marco del patrón oro, gueste o no, sigue rigiendo
en el mundo, claro está. [4]
Desde el punto de vista del objetivo de todos y
todas, de trabajar para la grandeza nacional y para la felicidad del pueblo, yo
digo que se confirma la
recomendación de que La Argentina:
1)
Compre todo el oro
físico que le sea posible, en el menor tiempo posible;
2)
Cambie, cuanto antes,
la matriz energética nacional, centrándola en el uranio y en el hidrógeno,
dejando los hidrocarburos y los biocombustibles para exportación, y consecuente
ingreso de divisas; y
3)
Declare la prohibición del cultivo de la
soja. [5]
Y por eso pregunto: ¿No Es Mejor Bajar Un Cambio?
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en
el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional
de la República Argentina de 1995 (Art. 14),
la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts.
153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia
(Solón) El Cisne Negro es un hecho
teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si
ocurriera sería castastrófico.
[3] Recuérdese que a finales
de 1981, como desde hacía más de treinta cinco años (1945-1980), el oro rondaba
los treinta y cinco dólares (35).
Pero en febrero, estalló La Crisis del Oro de
1982. En sólo cinco semanas (5), el oro trepó hasta los ochocientos cincuenta dólares (850), determinando una giga devaluación
del dólar frente al oro, del dos mil cuatrocientos veintiocho por ciento (2.428%). En los EEUU,
ese desbarajuste fue controlado, mediante la manipulación política de
las tasas de interés, activas y pasivas, de descuento y de redescuento. Pero en
el mundo, la giga debilidad del dólar, posterior a la crisis, se tradujo en los
defaults de México (1983), Brasil (1987), Argentina (1989), Gran Bretaña
(1993), México (1995), Tailandia (1997), Brasil (1999), Argentina (2001),
Turquía y Brasil (2002), EEUU (2008), Islandia y Emiratos Árabes Unidos (2009),
Grecia (2011), España e Italia (2012), y Chipre (2013). Conste.
[4] En 1971, Richard Nixon decretó, en forma unilateral e inconsulta, la
suspensión sine die de la convertibilidad entre el oro y el dólar, que
establecieron Los Acuerdos de Bretton Woods de 1945. Eso significa que el dólar
ya no es obligatoriamente convertible en oro. Sin embargo, el oro sigue siendo el valor de referencia del dólar, contra
el cual, el billete verde se revaloriza o se desvaloriza respecto del metal
amarillo. Dicho de otro modo, el patrón oro-dólar sigue vi-gen-te, y lo único que ha cambiado, es que, desde hace
treinta y dos años (32), el oro es inconvertible con el dólar, y
viceversa, y nada más. Conste.
[5] Está comprobado
que la soja greda los suelos, tornándolos primero inundables, y después,
provocando su desecamiento extremo (léase: la desertización). Y está claro que
el ingreso de divisas, procedente de la exportación de soja y de sus derivados
agroindustriales, no
alcanzará para financiar suficientemente los programas públicos y privados,
destinados a devolverle a la tierra cultivable la feracidad perdida; lo cual
hará que La Argentina del siglo veintidos, directamente, deje de ser un país
agropecuario, por la sencilla razón de que ya no habrá tierras cultivables, ni
cereales para alimentar al ganado. Conste.
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