El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Domingo 10 de Marzo de 2.013.
La Verdad de la
Milanesa III
Por Rubén Vicente
John
Kennedy tuvo que apoyar la formación de dos paraisos financieros en el
territorio de los estados de Dellawere y de Tennessee, porque El Sindicato del
Crimen Organizado (SCO), es decir, la mafia (léase: the mob) se había
quedado sin su cueva de piratas, gracias a la maldita revolución cubana de
Fidel Castro.
Los
líderes mafiosos estadounidenses la habían hecho fácil, porque habían empezado
a lavar su dinero sucio en El Caribe Británico (léase: Bermudas, Bahamas,
Turkos y Kaykos, Caymán, Saint Kids & Navis, etc.), que eran colonias, pero
que de la noche a la mañana, se convirtieron en las flamantes repúblicas antillanas
de la commonwealth, cuyos parlamentos sancionaron leyes de paraiso financiero,
oficialmente destinados a obtener fondos para finaciar el desarrollo de la
industria del turismo en el paraiso. ¡Qué glamour¡ ¿No? [3]
Así
que para la mafia, se había acabado Cuba, pero tenía opciones, en el caribe
británico, en Dellawere o en Tenneessee. Entonces, la guerra por el control de
la guita negra de la mafia norteamericana, entre Londres y Washington, se
resolvió con La Conferencia de Montego Bay, que es la capital de Las
Bahamas, donde se acordó, nada más ni nada menos, que El Magnicidio de Kennedy,
que ahora ya sabés quién lo planificó (léase: El MI-6) y quién lo ejecutó
(léase: la cossa nostra yanki). Okey?
De
ahí para adelante, las cosas empezaron a andar mal para la primera potencia del
bando capitalista de la guerra fría, porque empezó la escacez de guita
negra a paladas que, debidamente blanqueada, financiaba los impresionantes
gastos públicos estadounidenes, tanto civiles como militares, hasta que la cosa
no dio para más, y hubo que hacer lo que había que hacer.
En 1971, Richard Nikon
declaró la suspensión sine die de la convertibilidad entre el oro y el
dólar, causando la hiperinflacion y la hipercarestía interna en los EEUU, que
fue controlada en el mercado interno vía el aumento de las tasas de interés y de
un flor de impuestazo, pero que empezaron a exportarse al mundo entero, bajo el
nombre de el dólar débil, en el que estaban constituídas las reservas
monetarias de casi todos los bancos centrales, y en el que se pagaban los
commodities del comercio global.
La comunidad
internacional tomó nota de que los EEUU eran los lavadores de estado más
grandes del mundo entero (orbis). Y la cuestión de la guita negra empezó a ser
tomada muy en serio por las grandes potencias de la guerra fría.
Ya cuando ellos vieron
que se caía La Unión Soviética, se juntaron y conformaron El Grupo de los
Siete (G-7), uno de cuyos objetivos es entablar la lucha mundial contra la
amenaza global de lavado de dinero. Traducido: Ahora el lavado de estado,
lo hacemos los EEUU, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y Japón, y
nadie más. ¿Capito?
Y para que nadie se
haga el vivo, inventaron la policía, llamada con el nombre de El Grupo de Acción
Finaciera Internacional (GAFI).
Te cuento. Si vos sos
Nepal, Burundi o La Argentina, tenés que luchar contra el lavado de dinero,
pero del modo que nosotros te decimos, que es a través de Las Cuarenta
Recomendaciones del GAFI (léase: Las
R-40).
Si lo hacés, fenómeno,
con vos está todo bien, y te ponemos en la lista blanca. Pero si fingís
que lo hacés, y nosotros nos damos cuenta de que te estás haciendo el chancho
rengo, te damos un tirón de orejas, y te ponemos en la lista gris. Y si te
hacés el loco, como Irán o como Corea del Norte, te ponemos en la lista negra,
y preparate, porque la vas a pasar negra, no sé si …
En otras palabras, el
lema secreto del GAFI es yo si, pero vos no. Right?
Después de enterarte de
cómo es la verdad de la milanesa de la guita negra mundial, a vos no te
van a quedar ganas de saber qué es lavar dinero, ni cómo se lava el dinero,
pero te puedo asegurar que vale la pena que le des bola a este tema, porque de
su conocimiento depende, nada más ni nada menos, que la prosperidad de la gente
como vos, de las ong´s de las que formás parte, de las empresas en las que
trabajás, de los bancos con los que vos operás, de los gobiernos que te mandan,
de la nación a la que servís, y del mundo en el que vivís, incluyendo a tu
patria, La Argentina, obvio.
Y si me dijeran que
estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos, y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en
el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional
de la República Argentina de 1995 (Art. 14),
la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts.
153 y 155).
[2]
Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia
(Solón) El Cisne Negro es un hecho
teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si
ocurriera sería castastrófico.
[3]
Hasta los Beatles cooperaron
con el lavado de estado británico, sacándose fotos en las playas de las
Bahamas, en agradecimiento de lo cual, fueron hechos caballeros del imperio de
su graciosa majestad. Se ve que John Lennon se dio cuenta de cómo lo habían
usado, y por eso, se puso de culo con la corona, y vos vistes cómo terminó
pobrecito, engrosando la cuenta bancaria de los familares de Mark Chapman, que
ya te imaginarás para quién trabajaba en realidad.
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