martes, 2 de abril de 2013

543 Geopolítica (Lejano Oriente)



Año II – Primera Edición – Editorial: 00000543 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Martes 2 de Abril de 2.013.





El Gran Negocio
Por Rubén Vicente

La guerra es el enfrentamiento armado entre dos bandos oponentes. Las guerras pueden ser civiles o internacionales. Y en este último caso, pueden ser convencionales o estratégicas, según que se usen armas comunes o armas de destrucción masiva (léase: las armas químicas, bacteriológicas o nucleares).

Y Corea del Norte posee armas nucleares. Por eso, cuando el gobierno de Piong Yang dice que está “.. en estado de guerra… “ (sic), contra Corea del Sur, está diciendo que ambas Coreas están al borde de la guerra total, que implica un juego de suma cero, donde uno gana todo, y el otro lo pierde todo, pero sin atenuantes.

Puede ser que la guerra que Corea de Norte le acaba de lanzar a Corea del Sur se una guerra total, pero lo cierto es que, financiar el mantenimiento de toda clase de aparato militar, con efectiva capacidad bélica, no es barato ni mucho menos.

Así que, por más que Corea del Norte tenga armas nucleares, no va a cometer el craso error de lanzárselas a Corea del Sur. En la clave stalinista del gobierno comunista, es muchísimo más barato organizar una guerra convencional, limitada a Corea del Sur.

Y si, porque además de gastar mucha menos plata, se desagotan los arsenales convencionales, cuyas municiones o proyectiles de todo tipo, incluyendo los misiles balísticos tienen, igual que los medicamentos, fecha de vencimiento y, sobre todo, porque en una guerra convencional, lo esperable, es que muera mucha más gente, que estando viva, tiene la pésima costumbre de comer, y sabemos que en Corea del Norte hace años que hay sobrepoblación y escacés alimentaria. ¿O no?

Además, cada bomba atómica explota de una sola vez, pero una guerra convencional es una carnicería que puede durar años, durante los cuales, los servicios de inteligencia norcoreanos, civiles y militares, bien podrían aprovechar la coyuntura bélica para exterminar a centenas de miles de individuos disconformes con la marcha de la revolución (léase: los disidentes = los contrarrevolucionarios).

En otras palabras, a Corea del Norte le conviene mil por mil lanzar una guerra convencional contra Corea del Sur, en vez de la pedorrada de suicidarse como nación, lanzando la bomba atómica contra los EEUU.

Dicho de otro modo, Kim Jung Woon puede que sea un presidente megalómano e incendiario, pero las fuerzas armadas norcoreanas no comen vidrio, y le harán la guerra convencional a Corea del Sur, pero sólo hasta que hayan exterminado a la mayoría de los disidentes y de los hambrientos (léase: el genocidio norcoreano), y hasta que los arsenales convencionales se hayan reducido significativamente (léase: la necesidad de renovar el stock militar = el gran negocio futuro de los grandes proveedores de armas), porque es más barato, por estos del dólar débil. ¡Ah, claro¡

Dicho de otro modo, el gran negocio norcoreano es la guerra convencional, y no la locura de la guerra nuclear.

Pero ya se sabe, que el gran negocio, te puede llevar a la quiebra, a vos, a mi, a Corea del Norte y a cualquiera, por más bicho que sea. ¿Verdad?

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos, y pronto lo sabremos.




[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.

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