lunes, 13 de febrero de 2012

157 Geopolítica (EEUU)

Año I – Primera Edición – Editorial: 00000157 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Domingo 12 de Febrero de 2.012.



La Casa Está En Orden
Por Rubén Vicente

Tanto en 1929 como en 2008 el ciclo comenzó con una gran emisión de dinero sin respaldo en oro (la inflación), determinante de un inusitado aumento general de los precios, los salarios, las tarifas y los tributos (la carestía), pero inversamente, ello determinó un auge económico ficticio, que fue percibido como una etapa de bienestar, en cuyo contexto, los bancos euforizados, comenzaron a rifar créditos para la adquisición de bienes raices y la construcción de nuevas edificaciones, generando el boom del mercado inmobiliario, de la industria de la construcción y de las hipotecas, en base a préstamos otorgados a favor de gente carente de las adecuadas condiciones de solvencia y liquidez (los créditos blandos).

No por casualidad, sino más bien, por causalidad, dos años antes del estallido de ambas crisis comenzó la desaceleración económica de los EEUU y, en ese contexto, se cortó la cadena de pagos inmobiliarios, se paralizó la industria de la construcción y empezaron los juicios hipotecarios. Y estallaron ambas crisis mundiales, y a mucha gente la desapoderaron de la casa que ya estaba habitando; mientras cientos de miles de pymes quebraban, millones de trabajadores perdieron sus empleos, y los bancos dejaron de prestar dinero (léase: el parate total = la deflación).

En el caso de la crisis mundial (1929-1935), el estado reaccionó recién tres años después, provocando una mega devaluación del dólar contra el oro, contando as´k con medios de pago suficientes para financiar programas de obras públicas, que comenzaron a reducir del desempleo, estimulando el consumo popular y reactivando la economía en general, dejando que quiebren los bancos que tuvieran que quebrar, en número de seiscientos sobre un total de diez mil.

En cambio, en el caso de la segunda crisis mundial (2008-2012), el estado provocó una mega devaluación del dólar contra el oro, contando con medios de pago suficientes como para financiar la ayuda oficial los bancos con problemas de solvencia y liquidez, pero sin lograr ni la reactivación de la economía en general, ni tampoco, la del mercado inmobiliario, la de la industria de la construcción o la del sector de las hipotecas (léase: sigue el parate total = la deflación). [3]

Aunque los medios masivos de comunicación internacional lo nieguen una y otra vez, lo cierto es que la situación de los EEUU es, para decir lo menos, acuciante, por no decir desesperante, toda vez que transcurridos cuatro años desde el estallido de la segunda crisis mundial, no hay miras de reversión, por la sencilla razón de que los datos macroeconómicos están manipulados, con el objetivo de que todo luzca mucho menos malo de lo que en realidad está. [4]

Por eso, el gobierno del presidente masón-demócrata, Dr. Barak Obama (a) Martes Negro, acaba de anunciar que ha llegado a un acuerdo con cuarenta y nueve de los cincuenta estados de la Unión y con los cinco grandes bancos privados de alcance mundial (JP Morgan Chase, City Group, Wells Fargo, Bank of America y Ally Financial = Los Portaviones) para invertir veinticinco mil millones de dólares (25 MMD´s = 0,025 BD´s) en los mercados inmobiliario e hipotecario, con el objetivo de ayudar a quienes han perdido sus casas a refinanciar sus deudas impagas, levantando las ejecuciones y recuperando las casas que habitaban; con le propósito de generar confianza en los empresarios a volver a invertir su capital en la industria de la construcción, dadora de trabajo y provocadora de la reactivación económica general de la economía de la hiperpotencia planetaria.

Es obvio que La Administración Obama le está facturando a los portaviones los favores recibidos y que pretende dar un golpe de efecto en el marco de la campaña electoral de la que él es el único precandidato; sumando este dato a otro caballito de batalla, que es la baja del índice de desempleo al ocho y medio por ciento (8,5%), que sigue implicando que todavía hay más de quince millones de personas sin trabajo (15.000.000) que, gracias a Dios cobran el seguro de desempleo, que no se pagaba en los años treinta del siglo pasado.

Se ve que a Obama no le fue demasiado bien en su reciente gira proselitista por cinco estados, y lo está preocupando la puja republicana entre el mormón y el católico, que definirán su suete en Maine, en Michighan y en El Primer Supermartes.

Por eso, yo digo que la cháchara de la forteleza del dólar y de la reactivación de la economía norteamericana pronto se convertirá en un boomerang para el presidente negro que, insisto tozudamente, para mi, no llega a noviembre, porque renuncia o lo matan.

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
[3] Este programa no evitó la quiebra de ciento cincuenta bancos sobre un total de diez mil, ni tampoco, que ocho mil entidades sigan estando bajo monitoreo preventivo de la Fed por presunta insolvencia o iliquidez potencial (80%).

[4] La depreciación constante del dólar provoca importantes aumentos nominales en todos los sentidos, que son deliberadamente leídos como si fueran reales; mientras el índice de precios al consumidor descuenta los aumentos en energía y alimentos, luciendo el general un cuarto de lo en realidad es. Conste.

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