viernes, 8 de febrero de 2013

492 Historia (Francia)




Año II – Primera Edición – Editorial: 00000492 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Viernes 8 de Febrero de 2.013.


 

El Diario de la Revolución X
Por Rubén Vicente

Era exactamente el miércoles ocho de julio de 1789, con el sol en la constelación de los gemelos (géminis) y con la luna en la casa del gallo (léase: capricornio), mientras la cristiandad celebraba la festividad de San Isaías Profeta.

Habian transcurrido casi dos meses (2) desde la instauración de El Sitio de París por parte del cuerpo francés revolucionario (l´ armée revolucionnaire) del ejército sacro imperial (das reich wehrmatch), como así también, de la asamblea nacional (el nuevo parlamento francés revolucionario) y, a la vez, el gobierno revolucionario de su magestad, liderado por su alteza, el duque de Mulon, Mcl. RW ® Dr. Jean Silvain Bailly (a) El Astrónomo (a) Macri (54).

Ese día, increiblemente, sobrevino la incorporación a la asamblea nacional de, por lo menos, la mitad de los miembros de la alta nobleza (léase: la corte) y, también, de la mitad de los miembros de el alto clero secular (léase: la curia), es decir, de más o menos la mitad (50%) de el consejo de estado (léase: el parlamento de la elite = la oligarquía vernácula = la derecha = la droite = los conservadores y los liberales), pero formando un solo cuerpo (léase: el frente oligarquico =  el  frente conservador-liberal = la droite modérée = los minarquistas).

En otras palabras, quedaba consolidada la asamblea nacional (léase: el nuevo parlamento francés), hasta ese momento integrado, únicamente, por la baja nobleza (la hidalguía), por el clero regular (los frailes = los monjes), por el bajo clero secular (los curas) y por los magnates plebeyos de religión católica apostólica romana, que gozaban de títulos de nobleza morganática (los caballeros imperiales = los patricios = el patriciado), es decir, por la aristocracia (el estado llano (el tercer estado = la izquierda = la gauche = los progresistas y los radicales).

En ese contexto, cumpliendo órdenes superiores (léase: esotéricas, eclesiásticas, militares y gubernamentales), su eminencia, el duque de Frejus y abad del monasterio parisino de Frejus, como así también, obispo de la diócesis de El Santo Suplicio (Le Saint Sulpice) y arzobispo auxiliar (el coadjutor) de la arquidiócesis de París y, a la vez, diputado por el alto clero secular (léase: la curia), Agte. M C-3 Tte. Gral. RW ® Msr. Dr. Dn. Emmanuel Joseph Seiyes (a) Fray Emmanuel (ns) Nicolas Bruni (ng) Abderraman (nm) Salud y Salvación (léase: sig heil), de treinta y nueve años de edad (léase: El Abate Seiyes). [3]

Bajo esa comprensión, Seiyes, que es el tipo de la imagen que ilustra este artículo, se dirigió respetuosamente al Dr. Bailly (léase: Macri), para solicitarle quisiera tener a bien considerar su condición de abad, permitiéndosele incorporarse junto a sus pares a la bancada de la aristocracia (el estado llano = el tercer estado = la izquierda = la gauche = los progresistas y los radicales) lo cual, no sólo es unánimemente aceptado, sino también, calurosamente aplaudido por casi dos minutos sin parar (2).

Desde entonces, siendo un diputado de la curia, El Abate Seiyes se posicionó como el lider de la bancada mayoritaria aristocrática de la asamblea nacional (el nuevo parlamento revolucionario francés), y nada más, claro está. [4]

Al día siguiente, la prensa parisina informó los hechos de la víspera, opinando que, en realidad, por una parte, se había engrosado el poder de la asamblea nacional (el parlamento imperial revolucionario), con la incorporación de casi toda la nobleza y de casi todo el clero del Sena (léase: la corte y la curia = el consejo de estado = el parlamento de la elite = la oligarquía vernácula = la derecha = la droite = los conservadores y los liberales = los minarquistas).

Pero, por la otra, esos mismos estamentos feudales, en su parte correspondiente a el interior de la metrópolis imperial francesa (Francia = La France), sencillamente, se habían autosegredado de la asamblea nacional y, también, de el gobierno nacional revolucionario, directamente, regresando a sus señoríos feudales, sin que pueda saberse qué es lo que están pensando o bien, qué es lo que están queriendo hacer con el futuro político de la primera potencia mundial (el hegemón).

Bajo esa comprensión, es decir, con la nobleza y con el clero evidentemente frag-men-ta-dos, mientras la aristocracia dudaba en convocar a los comunes o bien, en sancionar una constitución nacional que pusiera en vigencia la monarquía constitucional que pretendía la inmensa mayoría de los franceses, tanto metropolitanos como ultramarinos, la verdad es que, de el pueblo (léase: la pequeña burguesía y el campesinado = le peuple française) o bien, de las masas (léase: los sin calzón y los juanos = les sans culotes et les chuans = el lumpen), directamente, ni medio, aunque fueran los que estaan luchando en las calles, para mantener alejado al ejército de su majestad, claro está.

Siendo así, por lo menos en el principado del Sena, tanto el monarca (Luis XVI = Cristina) como su primer ministro legal (El Cardenal Tayllerand = Anibal Fernandez), sencillamente, están sólos frente al mundo, y nada más, claro está.

Por eso, el viernes diez de julio, luego de largos días de tensa espera y de constantes negociaciones reservadas (los conciliábulos) entre el gobierno legal de Versalles (Tayllerand (a) Anibal Fernandez) y el gobierno insurrecto de París (Bailly (a) Macri), finalmente, recomenzó La Batalla de París, es decir, la nueva guerra civil francesa.

Más de veinte días más tarde, de correr sangre a mares, como si nada pasara, su alteza, el duque de Mirabeau y, a la vez, nuevo presidente de la comisión directiva de El Salón Literario de París, Tte. Gral. RW (R) Dr. Honore Riquetti, de cuarenta años de edad (léase: El Duque de Mirabeau = Terragno), organizó una serie de disertaciones, en las que se posicionaba como el gran defensor del modelo económico del capitalismo agroindustrialista de su alteza, el duque de Copet y, a la vez, ex primer ministro francés (el ex secretario de estado = el ex canciller imperial), Mcl. RW (R) Dr. Matias Jacques Necker (a) Abal Medina (a) Tengo Un Plan (64). ¡Cagamos! ¡Todo para atrás! ¡Qué condena! ¡Por Dios!
Y al día siguiente, Necker, abandonó su país de adopción (Francia), radicándose en su patria natal (La Confederación Helvética = La Gran Suiza), en principio, con el objetivo de establecerse en su castillo feudal de la villa alpina de Copet. ¡Tá bien! ¡Tomatelá! ¡Total! ¡Si no servís para nada!

En otras palabras, mientras a sangre y fuego, se libraban los combates que definirían La Segunda Batalla de París, había gente que rajaba como rata por tirante (Necker), y otra que se iba calzando la mortaja política del muerto, aunque nadie se hubiera muerto, ni mucho menos (Mirabeau).

Por eso digo que, estamos mal, pero vamos peor. ¿Verdad?

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.




[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.

[3] M era la sigla de Marrianme (léase: Mariana), que era El Side Francesa de antes de la revolución. Y C-3 era y es el escalafón de los agentes secretos, de casi todos los servicios de inteligencia y/o de seguridad del mundo entero. Conste.

[4] Una aclaración. Dentro de la ideología liberal, encontramos cinco doctrinas (5) que, por supuesto, son todas ellas liberales, claro está. La primera es el liberalismo moderado, también llamado minarquísmo, que pretende que el gobierno, sencillamente, deje fluir el cambio social sin hacer nada al respecto, es decir, dejando que las cosas se hagan solas y que pasen solas, es decir, espontáneamente (vgr.: leisser faire laisser passé), reduciendo su actividad a receptar los cambios sociales en la constitución y en las leyes, garantizando de esa manera la libertad, abogando además por modelo económico ultra-capitalista, en el cual, la actividad del estado se reduzca a recaudar los impuestos para financiar la seguridad, interior y exterior, y nada más, es decir, un estado mínimo, claro está. Eso es el minarquismo. Conste. En cuanto a las restantes doctrinas liberales, como son el liberalismo propiamente dicho, es decir, lo que hoy llamaríamos con el nombre de positivismo o bien,  el progresismo; el liberalismo extremo, es decir, el radicalismo y, aún,  el radicalismo extremo, es decir, el anarquismo,  ya lo veremos en su momento, pero desde ya queda dicho qué es el llamado minarquismo que, como puede apreciarse, nada tiene que ver con la monarquía o el monaquismo. Conste.  

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