El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la
Geopolítica
Viernes 8 de Febrero de 2.013.
El Diario de la Revolución X
Por Rubén
Vicente
Era exactamente el miércoles
ocho de julio de 1789, con el sol en la constelación de los gemelos (géminis) y
con la luna en la casa del gallo (léase: capricornio), mientras la cristiandad
celebraba la festividad de San Isaías Profeta.
Habian transcurrido casi dos
meses (2) desde la instauración de El
Sitio de París por parte del cuerpo francés revolucionario (l´ armée
revolucionnaire) del ejército sacro imperial (das reich wehrmatch), como así
también, de la asamblea nacional (el nuevo parlamento francés revolucionario)
y, a la vez, el gobierno revolucionario de su magestad, liderado por su alteza,
el duque de Mulon, Mcl. RW ® Dr. Jean Silvain Bailly (a) El Astrónomo (a) Macri
(54).
Ese día, increiblemente,
sobrevino la incorporación a la asamblea nacional de, por lo menos, la mitad de
los miembros de la alta nobleza (léase: la corte) y, también, de la mitad de
los miembros de el alto clero secular (léase: la curia), es decir, de más o
menos la mitad (50%) de el
consejo de estado (léase: el parlamento de la elite = la oligarquía vernácula =
la derecha = la droite = los conservadores y los liberales), pero formando un
solo cuerpo (léase: el frente oligarquico =
el frente conservador-liberal =
la droite modérée = los minarquistas).
En otras palabras,
quedaba consolidada la asamblea nacional (léase: el nuevo parlamento
francés), hasta ese momento integrado, únicamente, por la baja nobleza (la
hidalguía), por el clero regular (los frailes = los monjes), por el bajo clero
secular (los curas) y por los magnates plebeyos de religión católica apostólica
romana, que gozaban de títulos de nobleza morganática (los caballeros
imperiales = los patricios = el patriciado), es decir, por la aristocracia
(el estado llano (el tercer estado = la izquierda = la gauche = los
progresistas y los radicales).
En ese contexto,
cumpliendo órdenes superiores (léase: esotéricas, eclesiásticas, militares y
gubernamentales), su eminencia, el duque de Frejus y abad del monasterio
parisino de Frejus, como así también, obispo de la diócesis de El Santo
Suplicio (Le Saint Sulpice) y arzobispo auxiliar (el coadjutor) de la
arquidiócesis de París y, a la vez, diputado por el alto clero secular (léase: la
curia), Agte. M C-3 Tte. Gral. RW ® Msr. Dr. Dn. Emmanuel Joseph Seiyes (a)
Fray Emmanuel (ns) Nicolas Bruni (ng) Abderraman (nm) Salud y Salvación (léase:
sig heil), de treinta y nueve años de edad (léase: El Abate Seiyes). [3]
Bajo esa comprensión,
Seiyes, que es el tipo de la imagen que ilustra este artículo, se dirigió respetuosamente
al Dr. Bailly (léase: Macri), para solicitarle quisiera tener a bien considerar
su condición de abad, permitiéndosele incorporarse junto a sus pares a la
bancada de la aristocracia (el estado llano = el tercer estado = la izquierda =
la gauche = los progresistas y los radicales) lo cual, no sólo es unánimemente
aceptado, sino también, calurosamente aplaudido por casi dos minutos sin
parar (2).
Desde entonces, siendo un
diputado de la curia, El Abate Seiyes se posicionó como el lider de la bancada
mayoritaria aristocrática de la asamblea nacional (el nuevo parlamento revolucionario
francés), y nada más, claro está. [4]
Al día siguiente, la
prensa parisina informó los hechos de la víspera, opinando que, en realidad,
por una parte, se había engrosado el poder de la asamblea nacional (el
parlamento imperial revolucionario), con la incorporación de casi toda la
nobleza y de casi todo el clero del Sena (léase: la corte y la curia = el
consejo de estado = el parlamento de la elite = la oligarquía vernácula = la
derecha = la droite = los conservadores y los liberales = los minarquistas).
Pero, por la otra, esos
mismos estamentos feudales, en su parte correspondiente a el interior de la
metrópolis imperial francesa (Francia = La France), sencillamente, se habían autosegredado de la asamblea
nacional y, también, de el gobierno nacional revolucionario, directamente,
regresando a sus señoríos feudales, sin que pueda saberse qué es lo que están
pensando o bien, qué es lo que están queriendo hacer con el futuro político de
la primera potencia mundial (el hegemón).
Bajo esa comprensión, es
decir, con la nobleza y con el clero evidentemente frag-men-ta-dos,
mientras la aristocracia dudaba en convocar a los comunes o bien, en
sancionar una constitución nacional que pusiera en vigencia la monarquía
constitucional que pretendía la inmensa mayoría de los franceses, tanto
metropolitanos como ultramarinos, la verdad es que, de el pueblo (léase:
la pequeña burguesía y el campesinado = le peuple française) o bien, de las masas (léase: los sin calzón y los
juanos = les sans culotes et les chuans = el lumpen), directamente, ni medio, aunque fueran los que estaan luchando en
las calles, para mantener alejado al ejército de su majestad, claro está.
Siendo así, por lo menos
en el principado del Sena, tanto el monarca (Luis XVI = Cristina) como su
primer ministro legal (El Cardenal Tayllerand = Anibal Fernandez),
sencillamente, están sólos frente al mundo, y nada más, claro está.
Por eso, el viernes diez
de julio, luego de largos días de tensa espera y de constantes negociaciones
reservadas (los conciliábulos) entre el gobierno legal de Versalles (Tayllerand
(a) Anibal Fernandez) y el gobierno insurrecto de París (Bailly (a) Macri),
finalmente, recomenzó La Batalla de París, es decir, la nueva guerra
civil francesa.
Más de veinte días más
tarde, de correr sangre a mares, como si nada pasara, su alteza, el duque de
Mirabeau y, a la vez, nuevo presidente de la comisión directiva de El Salón
Literario de París, Tte. Gral. RW (R) Dr. Honore Riquetti, de cuarenta años de
edad (léase: El Duque de Mirabeau = Terragno), organizó una serie de
disertaciones, en las que se posicionaba como el gran defensor del modelo económico
del capitalismo agroindustrialista de su alteza, el duque de Copet y, a la vez,
ex primer ministro francés (el ex secretario de estado = el ex canciller
imperial), Mcl. RW (R) Dr. Matias Jacques Necker (a) Abal Medina (a) Tengo Un
Plan (64). ¡Cagamos! ¡Todo para atrás! ¡Qué condena! ¡Por Dios!
Y al día siguiente,
Necker, abandonó su país de adopción (Francia), radicándose en su patria natal
(La Confederación Helvética = La Gran Suiza), en principio, con el objetivo de
establecerse en su castillo feudal de la villa alpina de Copet. ¡Tá
bien! ¡Tomatelá! ¡Total! ¡Si no servís para nada!
En otras palabras,
mientras a sangre y fuego, se libraban los combates que definirían La Segunda Batalla de París, había gente que rajaba
como rata por tirante (Necker), y otra que se iba calzando la mortaja política
del muerto, aunque nadie se hubiera muerto, ni mucho menos (Mirabeau).
Por eso digo que, estamos
mal, pero vamos peor. ¿Verdad?
Y si me dijeran que estoy
muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura
circulación de la información contenida en el presente documento se halla
jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos
de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995
(Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de
2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente
posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera
sería castastrófico.
[3] M era la sigla de Marrianme (léase: Mariana), que era
El Side Francesa de antes de la revolución. Y C-3 era y es el escalafón de los
agentes secretos, de casi todos los servicios de inteligencia y/o de seguridad
del mundo entero. Conste.
[4] Una aclaración. Dentro de la ideología liberal, encontramos
cinco doctrinas (5) que, por supuesto, son todas ellas liberales,
claro está. La primera es el liberalismo moderado, también llamado minarquísmo,
que pretende que el gobierno, sencillamente, deje fluir el cambio social sin
hacer nada al respecto, es decir, dejando que las cosas se hagan solas y que
pasen solas, es decir, espontáneamente (vgr.: leisser
faire laisser passé), reduciendo su actividad a receptar los cambios sociales
en la constitución y en las leyes, garantizando de esa manera la libertad,
abogando además por modelo económico ultra-capitalista, en el cual, la
actividad del estado se reduzca a recaudar los impuestos para financiar la
seguridad, interior y exterior, y nada más, es decir, un estado mínimo,
claro está. Eso es el minarquismo. Conste. En cuanto a las restantes doctrinas
liberales, como son el liberalismo propiamente dicho, es decir, lo que hoy
llamaríamos con el nombre de positivismo o bien, el progresismo; el liberalismo extremo, es
decir, el radicalismo y, aún, el
radicalismo extremo, es decir, el anarquismo,
ya lo veremos en su momento, pero desde ya queda dicho qué es el llamado
minarquismo que, como puede apreciarse, nada tiene que ver con la monarquía o
el monaquismo. Conste.
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