sábado, 16 de febrero de 2013

499 Historia (Francia)



Año II – Primera Edición – Editorial: 00000499 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 16 de Febrero de 2.013.


 

El Diario de la Revolución XVII
Por Rubén Vicente

El martes quince de septiembre de 1789, su alteza, el marqués de Sade y, a la vez, presidente del directorio y gerente general (the great manager) de La Real Casa de la Moneda SG de París, Tte. Gral. RW ® Arq. Alphonse François
Donatien, de cuarenta y nueve años de edad (léase: El Marqués de Sade =  Guillermo Moreno), envió una nota oficial dirigida a su alteza, el duque de Copet y, a la vez, ministro de finanzas del gobierno revolucionario de su majestad, Mcl. RW ® Dr. Matias Jacques Necker (a) El Suizo (a) Abal Medina (a) Tengo un Plan (64), informándole que, a partir de es mismo día comenzaría la impresión de la primera mega partida de los nuevos francos franceses (léase: los asignados = les assignais).  [3]

Bajo esa comprensión, comenzaba a cumplirse la primera de las diez etapas (10) de la primera fase de El Plan Necker, implicando que, desde allí en adelante, el ministerio de finanzas contará con dinero más que suficiente y, podría decirse que, en descomunal demasía (léase: la hiperinflación), para financiar absolutamente cuanto gasto público debiera ser efectivizado, para la finalidad gubernamental que fuera, aunque desde ya quedaba aclarado que, la idea de Necker, era emplear esa inmensa cantidad de numerario sin respaldo, es decir, de esa increible cantidad de papel pintado, justamente, para  financiar los gastos siderales de la corona  (léase: el carnaval imperial), y para cancelar deuda publica interior (léase: pan y circo), como así también, para practicar grandes compras de trigo de Turquía y de Rusia (léase: el plan trabajar) y, sobre todo, para pagar una inaudita producción de uniformes, de armamentos, de municiones, de explosivos y de medios de transporte, tanto terrestres como marítimos, para las fuerzas armadas (léase: la guerra = la guerre).

El propósito de Necker era provocar la reactivación económica a la fuerza (lease: el veranito) pero también, evitar la carestía, la rescesión y el desempleo, esto es, la stagflación, de la que Nécker piensaba zafar, justamente, a través de la segunda mega partida de nuevos francos franceses (léase: los asignados = les assignais), con los mismos objetivos y efectos, y así suscesivamente, hasta que se agotara la última mega partida, exactamente, en mil setecientos noventa y nueve y, después, sencillamente, que fuera lo que Dios quiera, y nada más, claro está.

En otras palabras, era un paciente de leucemia, al que se le irían administrando diez frascos de sangre fresca (10), que lo harán sentir bien, pero muy bien, durante no se sabía bien cuánto tiempo pero que, cuando se acabaran, inexorablemente, le dejarán el campo libre a la muerte, y nada más, claro está.

Dicho de otro modo, monetariamente hablando, a Francia le quedaban, como mucho, unos veinticinco años de vida (25), es decir, más o menos, hasta mil ochocientos quince, y nada más, claro está.

Expresado en otros términos, ya que tenés que morirte, por lo menos, no te podés quejar, porque tenés suficiente como para darte un final a pura bacanal orgiástica, pero al mejor estilo romano, y nada mas, claro está. [4]

Y así llegó el veintiuno de septiembre, que dio comienzo al otoño boreal. Y se iniciaron las sesiones de El Congreso de Amiens, presidido por su alteza, el duque de Péronne, conde de Montdidier y marqués del Somme, Myr. Gral. RW ® Arq. Antoine Agustín Parmentierre (a) El Viejo Bufarrón (a) Le Putain (a) Alfredo De Angelis (53).

En ese contexto, se resolvió:

1)  Designar como primer gobernador general ilegítimo del Somme, con el tratamiento de primer ministro (el secretario de estado = el canciller) al presidente de la comisión directiva de la Cooperativa Parmentiere Ltda. y, a la vez, jefe del estado mayor general (JEMG) de El Ejército de los Iguales, Cte. Gral. EI Dr. Francois Noel Babeuf (a) Graco (a) El Resentido (a) La Sirvientita Paraguaya (a) Le Comilon (a) Anibal Verón (30);

2)  Solicitar a su majestad, el monarca del Gran Imperio Francés (Le Plus Grande France), Gn. Mcl. RW ® Dr. Luis XVI Borbón (a) Le Roi (a) El Gran Delfín (a) El Mayordomo Sacro Imperial (a) El Satanista (34), o en su defecto, según corresponda, al gobierno revolucionario de su majestad, liderado por su alteza, el duque de Mulon y, a la vez, primer ministro francmasón-liberal (el secretario de estado whig = el canciller), Mcl. RW ® Dr. Jean Silvain Bailly (a) El Astrónomo (55), quiera tener a bien emitir un decreto por el que se declare el reconocimiento la autonomía política de El Marquezado del Somme, tanto respecto del principado francés noroccidental de Picardía, como del reino francés oriental de Borgoña, haciéndolo depender, directamente, de la corona imperial.

Inmediatamente despúes de asumir su función, el Cte. Babeuf dio un discurso inaugural en el que aseguró que la reforma agraria y que la democratización comunal ya gobernaba en las doce mil trescientas cuarenta fanegas (12.340) integrantes del territorio del Somme (617.000 Has. = 6.170 Km2), cuya población total (rural y urbana), ascendía a unos cuatrocientas cincuenta mil habitantes (450.000 Hab.), implicando una densidad demográfica de treinta y seis habitantes por fanega (1 F = 36 Habs. = 73 Hab/Km2).

Por ese motivo, el Cte. Babeuf solicitó los señores presidentes de las colonias rurales y de las comunas urbanas que fueran colindantes entre si, que tuviran a bien negociar entre ellos, lo más rápido posible, la formación de los distritos intercomunales (léase: las circunscripciones = les arrondissements), que eligieran representantes de las mismas (los diputados = les diputes), con la misión de conformar un parlamento permanente del Somme que, cada cinco años (5), propondría una terna de candidatos a sucederlo a él, con la venia del Gral. Parmentiere, claro está.

Además, el primer ministro Babeuf, le solicitaría al futuro parlamento permanente del Somme, que lo autorice a él a designar un comisionado especial (léase: el enviado = el nuncio), que viajaría a la capital francesa (París), para gestionar el reconocimiento de la autonomía política del Somme.

Horas más tarde, los presidentes de las colonias y de las comunas, comunicaron al Cte. Babeuf su decisión de conformar los distritos intercomunales (las  circunscripciones = les arrondissements) de Abbeville, Amiens, Péronne y Montdidier.

Sobre el final del día, en el momento de la clausura de El Congreso de Amiens, se firmó el acta de constitución de una nueva asociación civil sin fines de lucro, de la que formarían parte, justamente, los presidentes rotativos de las colonias y de las comunas, llamado con el nombre de El Club del Panteón, cuyo primer presidente de la comisión directiva sería, naturalmente, El Marqués del Somme, es decir, el Gral. Parmentiere y cuyo secretario era, obviamente, el Cte. Babeuf, claro está.

En otras palabras, en el contexto general de la guerra civil francesa, y en el contexto especial de la organización institucional del gobierno revolucionario de su majestad, viene a resultar que, bajo la impronta ideológica del radicalismo extremo (léase: el anarquismo), se constituye una suerte de estado dentro del estado, que era completamente ilegal (léase: subversivo), como fue el marquesado autónomo del Somme, en el que reinaban la reforma agraria, la democracia causi directa y las autodefensas armadas, dispuestas a enfrentar a la policía nacional francesa (léase: la guardia nacional) o, incluso, a las fuerzas armadas francesas.

En síntesis, más revolucionarios que los ultra revolucionarios, esos anarquistas del Somme se convirtieron en los enemigos número uno de la revolución francesa, y nada más, claro está.

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.




[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.

[3] La verdad histórica es que El Marqués de Sade era un ultra católico chupa sirios, que tuvo la peregrina idea de denunciar ante la santa sede, nada más ni nada menos, que la corrupción sexual de que eran objeto las esclavas en el territorio de Los Estados Pontificios, que eran obligadas a prostituirse a cambio de la dosis diaria del hongo alucinógeno escandinavo (léase: la muscaria). Obviamente, si vida y la de su familia no valía ni un centavo después de semejente escrache, y por eso, tuvo que volver a vivir en su patria natal (Francia), donde fue nombrado director de La Casa de la Moneda, por otro ultracatólico chupa sirios, como era el primer ministro del gobierno revolucionario de su majestad, es decir, por El Duque de Mullon (léase: Macri). Todavía entonces, El Marqués de Sade no había publicado sus novelas ilustradas, vinculadas  con sus fallidas denuncias. Para 1800, el público francés, luego europeo y finalmente mundial, ya empezaban a caer en el error de decir que, el verdadero protagonista de semejantes abominaciones, no era algún miembro de la curia romana, sino más bien, El Marqués de Sade, que así pasó a la historia como el icono de la perversión sexual eclessiástica que denunciaba sin descanzo. Right?

[4] Los estados no padecen muerte súbita, pero pierden posiciones en el concierto de las naciones, hasta que se extinguen como tales. Bajo esa comprensión, sigue el territorio y sigue la población, pero el gobierno lo pasa a formar otra gente, quizás, otro pueblo, surgiendo en su lugar otro estado, que nada tiene que ver con el anterior. Por ejemplo, no es lo mismo el proconsulado romano de La Galia Transalpina (52 a.C. a 352 d.C.), que el reino sacro imperial de Franconia (770 a 1509) o bien, que el imperio francés (1509 a 1793), o que la republica francesa (primera, segunda, tercera, cuarta o quinta). Más claramente puede verse este fenómeno de la muerte de los estados al estudiar el primer imperio alemán, es decir, el sacro imperio (das reich = el reich de los mil años = 800-1815); el segundo imperio alemán (Das II Reich) de Bismark y de El Kaiser (1870-1918); la república de Weimar (1920-1932); la república socialista soviética de Baviera (1920-1923); el tercer imperio alemán (Das III Reich) de Adolf Hitler (19323-1945); la república democrática alemana (RDA – 1945-1989); la república federal alemana (1949-1989) y la república federal de Alemania (1989-2013). Todavía más claramente puede verse este fenómeno con el reino de Israel de la antigüedad, y con el estado de Israel de la post contemporaneidad. Finalmente, el ejemplo más claro, son los imperios aborigenes latinoamericanos (azteca e inca), que nada tienen que ver con México o con el Perú de los siglos diecinueve, veinte y venintiuno, claro está. Bajo esa comprensión, la conclusión es que, efectivamente, los estados de mueren, y nada más, claro está. Conste.

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