El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la
Geopolítica
Sábado 9 de Febrero de 2.013.
El Diario de la Revolución XI
Por Rubén
Vicente
Exactamente el martes
catorce de julio de 1789, que era el céntecimo nonagécimo día del año, con el
sol en la constelación del cangrejo (cáncer) y con la luna en la casa del gallo
(léase: capricornio), mientras la cristiandad católica apostólica romana
celebra la festividad de La Beata Kathereen Tekakwida (a) La India del Canadá
Oriental (1651-1677); habiendo transcurrido ya, un poco más de un mes (1), desde que comenzaron los
enfrentamientos armados (léase: las escarmuzas y los combates), concluyó La Segunda Batalla de París, nada
más ni nada menos, que con La Toma de La Bastilla.
La bastilla era el
asiento de La Guarnición Militar París (GMP), del cuerpo francés (l´armée). del
ejército sacro imperial (léase: das reich wehrmatch), liderada por el jefe de
su estado mayor (JEM), es decir, por su alteza, el duque de Lunay, Tte. Gral. RW
Dr. Bernard René Jordan (39), que fue tomado prisionero en su propio
campamento de las afueras de París (?), y llevado por sus captores a la
fortaleza.
De hecho, vaya a saberse
por qué, pero lo cierto es que luego, de la captura, sus casi mil efectivos
(1000), se retiraron hacia El Palacio de Versalles, dejando a la capital
francesa a merced de los forajidos, que bramaban que se vayan todos, que no
quede ni uno solo, ja ja já.
Fue entonces cuando el
director general de la agencia francesa de inteligencia y de seguridad nacional
(léase: Mariamne = Mariana = La Side), como así también, principal accionista, presidente del
directorio y gerente general (The Chieff Executive Officer = The CEO) del
Banque Poincaré SG de París, matriz del
Grouppe Poincaré de Francia, Cnel. Gral. RW ® Dr. Romuald Louis Poincaré (a)
Aristide Ferrol (a) El Seguro (a) El Mago (ng) Pegasus (a) El Chango Icazuriaga
(53), tomó una serie de medidas preliminares.
La primera fue ordenar que se adopten
los recaudos que fueran menester, a efectos de evitar que los sin calzón fueran
manipulados por el enemigo real, es decir, por el servicio de
inteligencia británico (léase: the british royal secret service), y por sus
aliados vernáculos, esto es, por los frailes de la
orden de los molotinos, es decir, de los jesuitas reciclados (léase: los
jacobitas = los jacobinos).
Bajo esa comprensión, los
insurrectos habían logrado, nada más ni nada menos, que establecer el control
de el principal arsenal de absolutamente todo el imperio francés,
mientras eran liberados todos los prisioneros allí alojados, incluso uno, que era
muy pero muy viejo, y que tenía puesta una especie de escafandra, completamente
soldada con su cuero cabelludo (léase: el hombre de la máscara de hierro),
que murió mientras trataban que quitársela, por la sencilla razón de que se le
arrancaron toda la piel, dejándolo con el rostro desfigurado y perdiendo el ojo
derecho en el brutal intento, sin que por ello nadie pudiera confirmar lo que
el infortunado les gritaba, mientras les hacía señas antes de perecer (léase:
el penado catorce).
Él sólo quería que
supieran que era el hermano mellizo del padre del rey (Luis XV), y nada
más, pero ya era demasiado tarde para que a alguien pudiera importarle en lo
más mínimo, claro está.
En síntesis, había
comenzado la ferocidad sin límites, es decir, la fuerza bruta pura (léase: la
atrocidad), esto es, la tan temida revolución francesa de verdad, y nada
más, claro está.
Desde entonces, su
alteza, el duque de Mulon y, a la vez, jefe del estado mayor general (JEMG) del
cuerpo francés revolucionario (l´ armée revolucionnaire) del ejército sacro
imperial (das reich wehrmatch), como así también, alcalde del municipio
revolucionario de la capital imperial (léase: La Comuna de París), presidente
de la asamblea nacional (el nuevo parlamento francés revolucionario) y, a la
vez, primer ministro del gobierno revolucionario de su majestad (el secretario
de estado ilegal = el canciller ilegítimo), Mcl. RW ® Dr.
Jean Silvain Bailly (a) El Astrónomo (a) Macri (54), se posicionó,
sencillamente, como el dueño del centro del escenario
político de la primera potencia mundial, esto es, de El Gran
Imperio Francés (Le Plus Grand France), oficialmente gobernado por su majestad,
el Gn. Mcl. RW ® Dr. Luis XVI Borbón (a) Le Roi (a) El Gran Delfín (a) El
Mayordomo Sacro Imperial (a) El Satanista (a) Cristina (34), pero por
intermedio de El Cardenal Tyllerand (a) Anibal Fernandez.
Por
eso, desde ese día, en Francia había tres hombres clave (3), que eran Luis XVI (lease: Cristina),
El Cardenal Tayllerand (léase: Anibal Fernandez) y El Duque de Mulon (léase:
Mauricio Macri), claro está.
Esa
noche, en El Palacio de Versalles, denotando ignorancia o desprecio, Luis XVI
anotó en su twitter una sola frase: “Hoy no ha sucedido nada digno de mencionar”
(sic).
Al
día siguiente, los principales jefes de las bandas criminales parisinas (léase: los
sin calzones = les sans culotes = las chusma embestializada = las fieras
satánicas), resolvieron eliminar, mediante decapitación, a El
Duque de Lunay.
Bajo esa comprensión, el
mensaje era clarísimo, es decir, o aparecía la comida, de donde fuera, o se pudría
todo, y vamos por todo, no sé si…
Siendo así, la monarquía,
la nobleza, el clero y la aristocracia, seguramente, no tendrán ningún
inconveniente en acatar la decisión de la asamblea nacional, de autorizar la
importación de trigo, originario y procedente de Rusia y de Turquía, y nada
más, claro está. ¿Verdad?
Al otro día (dieciseis),
sorprendiendo al mundo entero (orbis), Luis XVI emitió un decreto imperial (de
raescriptum = el rescripto) en cuya virtud, sencillamente, relevó de su
cargo a su primer ministro legítimo (léase: El Cardenal Tayllerand (a) Anibal
Fernandez).
Y en
su reemplazo, Luis XVI nombró, nada más ni nada menos, que al primer ministro ilegítimo
(léase: El Duque de Moullon (a) Mauricio Macri), porque era el hombre que tenía
en sus manos el poder material,
mientras que El Cardenal Tayllerand fue nombrado como nuevo ministro de asuntos
exteriores (léase: enroque).
En otras palabras, se había consolidado la
revolución francesa, y nada más, claro está (¡¡¡). Y ojo, que los
comunes no tuvieron arte ni parte, y la nobleza y el clero que no aceptó sumarse a la asamblea nacional, tampoco.
Fueron los conservadores
y los liberales en el parlamento, y los anarquistas el campo y en la ciudad. Right?
Dicho de otro modo, se
reeditó por enésima vez en la historia de todos los tiempos, el lema sempiterno
de la francmasonería universal, de que todo debe cambiar,
pero para que nada cambie en realidad, porque así lo exige el
plan divino de salvación, y nada más, claro está.
Y si me dijeran que estoy
muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura
circulación de la información contenida en el presente documento se halla
jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos
de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995
(Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de
2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente
posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera
sería castastrófico.
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