miércoles, 20 de febrero de 2013

503 Historia (Francia)




Año II – Primera Edición – Editorial: 00000503 [1]

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Miércoles 20 de Febrero de 2.013.


 


El Diario de la Revolución XXI
Por Rubén Vicente

El lunes nueve de noviembre de 1789, la asamblea nacional francesa (léase: el parlamento imperial revolucionario), emitió una ley de levantamiento de la censura, en todo el imperio francés.

Ah, bueno, menos mal, era sólo por un mes (1), gracias a Dios porque, si no, no hubiera sido la revolución francesa, sino más bien la dictadura francesa, y nada más, claro esta.

En ese contexto, sobrevino la entrada en vigencia de una resolución administrativa emanada de la policía nacional (léase: la guardia nacional), en cuya virtud se declaró el auto de soltura (léase: la libertad) de los editores de prensa que fueron arrestados por formular críticas a la corona, a la asamblea nacional o al gobierno revolucionario de su majestad.

En la nómina figuraba el principal accionista, presidente del directorio y gerente general (The Chieff Executive Officer = The CEO) de la firma Marat et Cié SG de París, Dr. Giovanni Paolo Mara Cabriol (a) Jean Paul Marat (a) El Ocultista (a) El Tipazo (a) El Anarquista (a) El Boludo Insigne de la Revolución Francesa, de cuarenta y seis años de edad.

La medida benefició a su órgano de prensa, es decir, a su diario, llamado con el nombre de El Amigo del Pueblo (léase: L´ Ami de Peuple), aunque la imprenta que le fuera confiscada, sencillamente, no le fue reintegrada, y nada más. Y dá grashia que no te dejé engayolau, diría el flaco Dolina.

Diez días más tarde, varios miembros de la alta nobleza (léase: la corte) y del alto clero (léase: la curia) de los dominios ultramarinos de Zarawak, de Indochina, de Madrás, de Madagascar, de Senegal, de Guyana, de Haití y de La Luissiana, componentes del gran reino extra europeo de La Nueva Francia; se presentaron ante la asamblea nacional (léase: el parlamento revolucionario), declarando su decisión de abonar el impuesto inmobiliario, pero a cambio de que le fuera respetada la propiedad de sus bienes raices, y de que se les permitiera presentar candidaturas electorales a cargos púbicos, en todos los niveles y estamentos imperiales, incluyendo el gobierno revolucionario de su majestad.

¿Elecciones? ¿Quién habló en algún momento de elecciones? Respuesta de los miembros de la asamblea nacional: Nadie.

Por eso, todos se quedaron estupefactos con la petición de los señores feudales de ultramar, y dedicieron pasar a un cuarto intermedio de tres horas (3), luego de las cuales, se aceptó su petición, pero con la aclaración de que las elecciones se llevarían a cabo recién dentro de cinco años (5), y de que las mismas se reducirían exclusivamente a los territorios metropolitanos del imperio francés (léase: La Francia = La France), y no a los territorios ultramarinos asiáticos, africanos y americanos de La Nueva Francia. Right?

En otras palabras, si pagan impuestos, pueden formar parte del gobierno revolucionario, pero de elecciones, por ahora, con las de La Comuna de París, basta y sobra. ¿Está?

Al día siguiente, su alteza, el duque de L´ Isle, Myr. RW Ing. Claude Joseph Rouget (a) El Musicólogo (a) Edi Pequenino, de cuarenta años de edad, fue ascendido al grado de teniente general, operándose su pase a retiro.

Desde entonces, El Duque de L´ Isle se empezó a dedicar a la tarea de reunir a camaradas retirados, que fueran músicos militares, para conformar, nada más ni nada menos, que la primera orquesta sinfónica militar de la historia universal, cuyas partituras estarían escritas en lenguaje matemático (sic), siendo las mismas ejecutadas con instrumentos musicales que serían artesanalmente construídos de acuerdo con las reglas de el arte de la construción, es decir, conforme a la arquitectura musical (sic). ¡Guau¡¡Como Le Luthiers, ja ja já¡¡Grane Ravinovitch¡ [3]

Y a la semana siguiente, su alteza, la duquesa de Barry, como así también, ex dama de la corte durante el reinado de Luis XV y, la vez, eterna secretaria privada de la corona imperial francesa, Mme. Ann Becú Mathieu (a) La Sin Calzón (a) La Costurerita Que Dio el Mal Paso (a) La Puta del General (a) La Favorita de Luis XV, de cuarenta y cinco años de edad (léase: Madamme du Barry = Susana Gimenez), renunció a su cargo público de secretaria privada de la corona francesa, retirándose definitivamente a la vida privada.

En otras palabras, se retiraba de la actividad pública Madamme Du Barry, es decir, la primera de las mujeres de la política de la historia universal, dejando una huella imperecedera, que sería seguida recién casi cien años más tarde (100) por las feministas de finales del siglo diecinueve (léase: el siglo de la industria).

Coetáneamente, el segundo jefe del cuerpo de cirujanos de La Guarnición Militar Estrasburgo (GME) del cuerpo francés (léase: l´ armée) del ejército sacro imperial (léase:: das reich wehrmatch), Myr. RW Dr. Omer Petain Cicole , de cuarenta y siete años de edad, fue designado para ocupar el cargo de nuevo jefe de dicho cuerpo médico, dependiente del comando de sanidad, siendo ascendido al grado de teniente coronel. [4]   

Y al concluir el mes, en el seno del parlamento imperial revolucionario (léase: la asamblea nacional), quedó conformada la denominada comisión de ciencia e industria, siendo designado como primer presidente de la misma su alteza, el duque de Le Chapelier y, a la vez, principal accionista, presidente del directorio y gerente general (The Chieff Executive Officer = The CEO) de la firma Le Chapellier et Cié SG de Boulogne sur Senne (léase: La Defense), como así tambien, presidente de la comisión directiva de El Club de los Bretones y, a la vez, intendente municipal (léase: el alcalde del ayutamiento) de La Comuna de Boulonge sur Senne (léase: La Defense), Tte. Gral. RW ® Dr. Isaac Reneé Guy Hatter (a) Isaac Hatter (a) El Sombrerero (a) El Judío (a) El Capitalista (a) El Fabricante, de cincuenta y cuatro años de edad (léase: El Duque de Le Chapelier). [5]

En otras palabras, El Duque de Le Chapelier fue el primer descendiente de marranos que formó parte del parlamento imperial de la revolución francesa. Conste. [6]

En otras palabras, pasaban cosas mientras se empezaba a consolidar la revolución francesa en el principado del Sena.

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.

[3] Estamos hablando del hombre que, en 1792, se convertiría en el autor del que posteriormente sería el himno nacional francés (léase: La Marsellesa). Conste.

[4] Estamos hablando del hombre que, sólo quince años más tarde (1804), se convertiría en el primer presidente provisional de la república de Haití, que sería la primera república latinoamericana, y también, del ancestro del presidente de la tercera república de Francia, Mcl. EF ® Dr. Phillipe Petain (a) El Nazi (1940-1944). Conste.

[5] Recordemos que Dr. Hatter nació de padres católicos apostólicos romanos, pero su apellido alemán y su modo de hacer negocios, que disgustaba al clero, ha confundido a los bretones de su pueblo natal de Le Chapellier. La realidad demuestra que Los Hatter eran cristianos, desde los tiempos de las cruzadas, motivo por el cual, para el siglo dieciocho (léase:el siglo de las luces), sencillamente, ya no corría sangre judía por sus venas. Aclaro esto, no porque tenga nada contra los judíos (yo mismo desciendo orgullosamente de ellos), sino más bien, porque quiero ser fiel a la historia europea, donde los judíos, directamente, no eran en ese entonces considerados como miembros de ninguna nación, sino como un pueblo sin patria (léase: los apátridas), que gracias a la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, fueron convertidos en ciudadanos del imperio francés, igual que los cristianos y que los musulmanes, y nada más, claro está. Conste.

[6] Estamos hablando del hombre que, dos años más tarde (1791) sería coautor del proyecto de la primera constitución nacional francesa, que adoptó como forma de gobierno la monarquía constitucional, bajo cuyo influjo institucional, entraría en vigencia La Ley Le Chapellier, que declaró la disolución de las empresas del estado francés y de las corporaciones de artesanos (léase: los gremios) que las administraban desde hacía ciento cincuenta años (150); para darle lugar a las nuevas empresas privadas francesas y a las nuevas asociaciones profesionales francesas (léase: los sindicatos), que quedaron legalmente habilidatados a celebrar convenios obrero-patronales que fijaran las condiciones de trabajo de los trabajadores (léase: las convenciones colectivas de trabajo). Conste.

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