El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la
Geopolítica
Miércoles 20 de Febrero de 2.013.
El Diario de la Revolución XXI
Por Rubén
Vicente
El lunes nueve de noviembre de 1789, la
asamblea nacional francesa (léase: el parlamento imperial revolucionario), emitió
una ley de levantamiento de la censura, en todo el imperio francés.
Ah, bueno, menos mal, era sólo por un
mes (1), gracias a Dios porque, si
no, no hubiera sido la revolución francesa, sino más bien la dictadura
francesa, y nada más, claro esta.
En ese contexto, sobrevino la entrada
en vigencia de una resolución administrativa emanada de la policía nacional (léase:
la guardia nacional), en cuya virtud se declaró el auto de soltura (léase: la
libertad) de los editores de prensa que fueron arrestados por formular críticas
a la corona, a la asamblea nacional o al gobierno revolucionario de su majestad.
En la nómina figuraba el principal accionista,
presidente del directorio y gerente general (The Chieff Executive
Officer = The CEO) de la firma Marat et Cié SG de París, Dr. Giovanni Paolo Mara Cabriol (a) Jean Paul Marat (a) El Ocultista (a) El
Tipazo (a) El Anarquista (a) El Boludo Insigne de la Revolución Francesa,
de cuarenta y seis años de edad.
La medida benefició a su órgano de prensa, es decir, a su diario,
llamado con el nombre de El Amigo del Pueblo (léase: L´ Ami de Peuple),
aunque la imprenta que le fuera confiscada, sencillamente, no le fue reintegrada, y nada más. Y dá
grashia que no te dejé engayolau, diría el flaco Dolina.
Diez días más tarde,
varios miembros de la alta nobleza (léase: la corte) y del alto clero (léase:
la curia) de los dominios ultramarinos de Zarawak, de Indochina, de Madrás, de Madagascar,
de Senegal, de Guyana, de Haití y de La Luissiana, componentes del gran reino
extra europeo de La Nueva Francia; se presentaron ante la asamblea
nacional (léase: el parlamento revolucionario), declarando su decisión de
abonar el impuesto inmobiliario, pero a cambio de que le fuera respetada la
propiedad de sus bienes raices, y de que se les permitiera presentar
candidaturas electorales a cargos púbicos, en todos los niveles y estamentos
imperiales, incluyendo el gobierno revolucionario de su majestad.
¿Elecciones?
¿Quién habló en algún momento de elecciones? Respuesta de los miembros de la
asamblea nacional: Nadie.
Por eso, todos se
quedaron estupefactos con la petición de los señores feudales de ultramar, y
dedicieron pasar a un cuarto intermedio de tres horas (3), luego de las cuales, se aceptó su
petición, pero con la aclaración de que las elecciones se llevarían a cabo
recién dentro de cinco años (5),
y de que las mismas se reducirían exclusivamente a los territorios
metropolitanos del imperio francés (léase: La Francia = La France), y no a los territorios ultramarinos asiáticos,
africanos y americanos de La Nueva Francia. Right?
En otras palabras, si
pagan impuestos, pueden formar parte del gobierno revolucionario, pero de
elecciones, por ahora, con las de La Comuna de París, basta y sobra. ¿Está?
Al día siguiente, su
alteza, el duque de L´ Isle, Myr. RW Ing. Claude Joseph Rouget (a) El
Musicólogo (a) Edi Pequenino, de cuarenta años de edad, fue ascendido al grado
de teniente general, operándose su pase a retiro.
Desde entonces, El Duque
de L´ Isle se empezó a dedicar a la tarea de reunir a camaradas retirados, que fueran
músicos militares, para conformar, nada más ni nada menos, que la primera
orquesta sinfónica militar de la historia universal, cuyas partituras estarían
escritas en lenguaje matemático (sic), siendo las mismas ejecutadas con
instrumentos musicales que serían artesanalmente construídos de acuerdo con las
reglas de el arte de la construción, es decir, conforme a la arquitectura
musical (sic). ¡Guau¡¡Como Le Luthiers, ja ja já¡¡Grane Ravinovitch¡ [3]
Y a la semana siguiente, su
alteza, la duquesa de Barry, como así también, ex dama de la corte durante el
reinado de Luis XV y, la vez, eterna secretaria privada de la corona imperial
francesa, Mme. Ann Becú Mathieu (a) La Sin Calzón (a) La Costurerita Que Dio el
Mal Paso (a) La Puta del General (a) La Favorita de Luis XV, de cuarenta y
cinco años de edad (léase: Madamme du Barry = Susana Gimenez), renunció a su
cargo público de secretaria privada de la corona francesa, retirándose
definitivamente a la vida privada.
En otras palabras, se
retiraba de la actividad pública Madamme Du Barry, es decir, la primera de
las mujeres de la política de la historia universal, dejando una huella
imperecedera, que sería seguida recién casi cien años más tarde (100) por las
feministas de finales del siglo diecinueve (léase: el siglo de la industria).
Coetáneamente, el segundo
jefe del cuerpo de cirujanos de La Guarnición Militar Estrasburgo (GME) del cuerpo francés (léase:
l´ armée) del ejército sacro imperial (léase:: das reich wehrmatch), Myr. RW
Dr. Omer Petain Cicole , de cuarenta y siete años de edad, fue designado para
ocupar el cargo de nuevo jefe de dicho cuerpo médico, dependiente del comando
de sanidad, siendo ascendido al grado de teniente coronel. [4]
Y al concluir el mes, en el seno del
parlamento imperial revolucionario (léase: la asamblea nacional), quedó
conformada la denominada comisión de ciencia e industria, siendo designado como
primer presidente de la misma su alteza, el duque de Le Chapelier y, a la vez,
principal accionista, presidente del directorio y gerente general (The Chieff
Executive Officer = The CEO) de la firma Le Chapellier et Cié SG de Boulogne
sur Senne (léase: La Defense), como así tambien, presidente de la comisión
directiva de El Club de los Bretones y, a la vez, intendente municipal (léase:
el alcalde del ayutamiento) de La Comuna de Boulonge sur Senne (léase: La Defense), Tte. Gral. RW ® Dr. Isaac Reneé
Guy Hatter (a) Isaac Hatter (a) El Sombrerero (a) El Judío (a) El Capitalista
(a) El Fabricante, de cincuenta y cuatro años de edad (léase: El Duque de Le
Chapelier). [5]
En otras palabras, El Duque de Le Chapelier
fue el primer descendiente de marranos que formó parte del parlamento
imperial de la revolución francesa. Conste. [6]
En otras palabras, pasaban cosas
mientras se empezaba a consolidar la revolución francesa en el principado del
Sena.
Y si me dijeran que estoy muy
equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura
circulación de la información contenida en el presente documento se halla
jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos
de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995
(Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de
2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente
posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera
sería castastrófico.
[3] Estamos hablando del hombre que, en 1792, se convertiría en el
autor del que posteriormente sería el himno nacional francés (léase: La Marsellesa). Conste.
[4] Estamos hablando del hombre que, sólo quince años más tarde (1804),
se convertiría en el primer presidente provisional de la república de Haití,
que sería la primera república latinoamericana, y también, del ancestro del
presidente de la tercera república de Francia, Mcl. EF ® Dr. Phillipe Petain (a)
El Nazi (1940-1944). Conste.
[5] Recordemos que Dr. Hatter nació de padres católicos apostólicos
romanos, pero su apellido alemán y su modo de hacer negocios, que disgustaba al
clero, ha confundido a los bretones de su pueblo natal de Le Chapellier. La
realidad demuestra que Los Hatter eran cristianos, desde los tiempos de las
cruzadas, motivo por el cual, para el siglo dieciocho (léase:el siglo de las luces),
sencillamente, ya no corría sangre judía por sus venas. Aclaro esto, no
porque tenga nada contra los judíos (yo mismo desciendo orgullosamente de
ellos), sino más bien, porque quiero ser fiel a la historia europea, donde los
judíos, directamente, no eran en ese entonces considerados como miembros de
ninguna nación, sino como un pueblo sin patria (léase: los apátridas), que
gracias a la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, fueron
convertidos en ciudadanos del imperio francés, igual que los cristianos y que
los musulmanes, y nada más, claro está. Conste.
[6] Estamos hablando del hombre que, dos años más tarde (1791) sería
coautor del proyecto de la primera constitución nacional francesa, que adoptó
como forma de gobierno la monarquía constitucional, bajo cuyo influjo
institucional, entraría en vigencia La Ley Le Chapellier, que declaró la disolución de
las empresas del estado francés y de las corporaciones de artesanos (léase: los
gremios) que las administraban desde hacía ciento cincuenta años (150);
para darle lugar a las nuevas empresas privadas francesas y a las nuevas
asociaciones profesionales francesas (léase: los sindicatos), que quedaron
legalmente habilidatados a celebrar convenios obrero-patronales que fijaran las
condiciones de trabajo de los trabajadores (léase: las convenciones colectivas
de trabajo). Conste.
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