miércoles, 24 de octubre de 2012

411 Historia (Argentina)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000411 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Miércoles 24 de Octubre de 2.012.




La Izquierda Nacional XI.a
Por Rubén Vicente 

El martes seis de julio de 1909, con el sol en la constelación del cangrejo (cáncer) y con la luna en la casa del gallo (léase: capricornio), mientras la cristiandad celebraba la festividad de San Paladio de Escocia, en la villa bonaerense de Maipú, cabecera del partido del mismo nombre, y en el seno de una familia de comerciantes de la clase media baja (léase: la pequeña burguesía en ascenso), sobrevino el nacimiento de un varón católico, apostólico romano (el primogénito), que fue bautizado bajo el nombre de Oscar Alende. [3] 

Hizo la primaria pública en Maipú (1916-1922), el secundario público en Mar del Plata, donde se fue a vivir con unos tíos (1923-1927), y estudió medicina en La Plata (1928-1933). 

En esa época, comenzó a asistir a las reuniones de la rama estudiantil universitaria del radicalismo (léase: La Franja Morada), pero dos años más tarde, mientras cursaba el tercer año, fue elegido por sus compañeros de la facultad, como presidente de La Seccional La Plata de la FJ.  

Luego del golpe de estado de Uriburu, que prohibió las actividades estudiantiles, el Bach. Oscar Alende (20), comenzó a portar armas de fuego, obviamente, sin permiso de portación, liderando el activismo estudiantil universitario radical subversivo, planificando y ejecutando varios actos de sabotaje, contra las instalaciones acuíferas, eléctricas y telefónicas, de los pabellones de las distintas facultades de La Universidad Nacional de la Plata (UNLP). 

Desde entonces (1931), se convirtió en un blanco de la policía bonaerense, pero también, en un prestigioso dirigente estudiantil radical, de discurso crispado, pero que, si hacía falta, no titubeaba ni un segundo en traducirlo en acciones concretas y  violentas (léase: el terrorismo estudiantil). Sin embargo, era lo suficientemente astuto, para evitar que los atentados de sus seguidores dejaran su marca en el orillo, motivo por el cual, jamás cayó preso en esa época, a pesar de que todos sus movimientos eran permanentemente vigilados (léase: el conejo de los pata negra).  

En 1933, el Bach. Oscar Alende (23), se graduó como licenciado en medicina. Tres meses más tarde, comenzó a estudiar cirugía en la UBA. Desde entonces, comenzó a militar en La Seccional Buenos Aires de La Franja Morada. Sobre el final de esa año, el Lic. Alende fue elegido presidente de esa agrupación estudiantil radical. 

Tres años más tarde (1936), mientras cursaba el tercer año del doctorado en cirugía, representó a La Franja Morada en la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA). 

En 1937, el Lic. Oscar Alende (28), se gradúo como doctor en cirugía, comenzando a trabajar en el servicio de cirugía de El Hospital Rawson. Paralelamente, el Dr. Alende se afilió a la Unión Cívica Radical Antipersonalista (UCRA), liderada por el ex presidente de la nación (Alvear), que apoyó su candidatura en las elecciones estudiantiles universitarias de la UBA, consagrándose secretario general de la FUBA. ¡Faaah! 

Tres años más tarde (1940), cuando ya transcurría el segundo año de La Segunda Guerra Mundial (1939-1945), el Dr. Oscar Alende (31), comenzó a enseñar cirugía general, en la escuela de cirugía de El Hospital Finocchietto, mientras apoyaba abiertamente la reconciliación de La Unión Cívica Radical Personalista (Sabattini), con La Unión Cívica Radical Antipersonalista (Alvear), para la reunificación de La Unión Cívica Radical (UCR), liderada por Sabattini, mientras Alvear ingresaba en la agonía final (léase: el tobogán).  

Fue entonces cuando el Dr. Alende se incoporó al Movimiento de Intransigencia y Renovación (MIR), liderado por el Dr. Moisés Lebensohn (33). [4]  Desde entonces, igual que todos los demás jóvenes dirigentes de MIR, el Dr. Alende comenzó a comulgar con la ya centenaria ideología europea de el socialismo verdadero (léase: el socialismo nacionalista = el nacionalismo socialista = el socialismo nacional = el nacional socialismo = el nazismo decimonónico = el nazismo original = el nazismo democrático = la social democracia = el social cristianismo = el laborismo = la doctrina social de la iglesia = el grünismo = el prohudonismo = el engelismo = el herlzismo = el sionismo). [5] 

Al año siguiente (1944), el Dr. Alende apoyó la decisión del MIR de Moisés Lebensohn, de optar por la versión democrática y británica del nazismo (léase: el laborismo), quedando enfrentado con la versión totalitaria y pro alemana del nazismo (léase: el hitlerismo); como así también, por la nueva estrategia de MIR, de bregar para que la UCR (Sabattini) aceptara la recomendación norteamericana, de que La Argentina rompiera relaciones diplomáticas con Alemania y con Japón, pero manteniendo la neutralidad, en el marco de La Segunda Guerra Mundial (1939-1945), coincidiendo en ese punto con el gobierno militar de Farrell.

En 1945, el Dr. Osacar Alende (36), apoyó la decisión del MIR de Lebensohn, y de toda la UCR (Sabattini), de apoyar al gobierno de Farrell, en su declaración de guerra contra Alemania y Japón, en las últimas semanas de La Segunda Guerra Mundial (1939-1945).

Meses más tarde, después de La Bomba Atómica allá, y de El Diecisiete de Octubre acá, el Dr. Alende apoyó la decisión del MIR de Lebensohn, y de toda la UCR (Sabattin), de sumarse a La Unión Domocrática (UD) de Braden, contra el conservadorismo popular, el radicalismo juntista reorganizador y el laborismo, que apoyaron la candidatura presidencial de Juan Perón, considerándolo, igual que Braden, como El Hitler Argentino (léase: el perdedor de la guerra = the looser = el genocida del pueblo elegido = el peor de todos los males = el mal en si mismo).

La derrota le dolió tanto al radicalismo, que desde entonces, el Dr. Alende se concentró en el ejercicio de su profesión de cirujano, asistiendo a las reuniones partidarias lo menos posible. Pero cuando en 1947, lo nombraron miembro de la Academia Nacional de Cirugía, su espíritu volvió a fortalecer, y empezó a darle fuerte a la política de nuevo.
 
Por eso, al año siguiente (1948), el Dr. Oscar Alende (39), resultó electo diputado a la legislatura de la provincia de Buenos Aires, con el apoyo del pueblo de Maipú, y en representación de la UCR.
 
Y en 1949, dio su apoyo explícito, a los proyectos de ley del gobernador peronista de la provincia de Buenos Aires, Cnel. EA ® Dn. Domingo Mercante (51); por entender que los mismos implicaban mejoras sociales para los trabajadores peronistas, dejándoles entender que el radicalismo bonaerense coincidía con el gobierno de Perón, en sus objetivos estratégicos, de la independencia económica, de la justicia social, de la soberanía política, de la integración latinoamericana y de la tercera posición internacional, equidistante del comunismo de La Unión Soviética y del capitalismo de los EEUU, en el marco de La Guerra Fría (1946-1991); pero a la vez, que la UCR se oponía al estilo autoritario peronista, considerándolo desdeñoso de las debidas formas en materia de respeto por los derechos humanos, por el estado de derecho y por la democracia constitucional. ¡Ufa! ¡Cuanta milonga con esas boludeces!

En 1950, el Dr. Oscar Alende (40), asumió transitoriamente la jefatura del Movimiento de Intransigencia y Renovación (MIR) de Moisés Lebensohn, y desde esta posición, triunfó en las elecciones internas de la UCR bonarense, posicionándose como el quinto hombre más importante, del segundo partido político del país, y primero de la oposición, inmediatamente después de Amadeo Sabattini, de Moisés Lebensohn, de Ricardo Balbín y de Arturo Frondizi. ¡Ah, mirá vos, no sabía!

Al año siguiente (1951), el Dr. Alende, junto a Balbín y a Frondizi, tuvo participación en los pactos espúreos, de apoyo subrepticio, al golpe de estado que preparaba El General Menendez; apartándose del neutralismo de Sabattini y del colaboracionismo de Lebensohn. ¡Ajá!

Su astucia y su inmunidad parlamentaria bonarense, lo salvaron de caer preso, acusado del crimen de conspiración civil, para derrocar al gobierno constitucional (léase: la sedición). Sin embargo, desde entonces (léase: octubre), su discurso en la legislatura provincial se tornó furibúndamente anti peronista. En otras palabras, para la gente, Alende era un ultra anti peronista de aquellos pero, para las leyes de la república peronista, él era un agente de la subversión (léase: el enemigo interno), y nada más.

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
 
[3] Desde el punto de vista estrictamente astrológico, Oscar Alende es una persona que nació para tener una vida signada por las contradicciones, entre la razón y el corazón, o si prefiere, entrel amor a la patria y sus intereses personales. Conste.
 
[4] Véase El Cisne Negro (Editoriales 398 a 400).
[5] Para los orígenes del socialismo nacional (léase: el nazismo), véase El Cisne Negro (Editorial 28). Para el nazismo eclesiástico católico (léase: la doctrina social de la iglesia), véase El Cisne Negro (Editorial 344). Para el examen de las ideas nazis de Friederich Engels (léase: el engelismo), véase El Cisne Negro (Editorial 346). Para el estudio del socialismo nacional yavista (léase: el nazismo judío = el sionismo), véase El Cisne Negro (Editoriales 298 a 302). Y para la versión totalitaria del nazismo en el siglo veinte, véase El Cisne Negro (Editoriales 209 a 216). Y después, por favor, no me digan que no tengo argumentos para sostener mi opinión. Gracias. Sigo. Decía que….

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