El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sabado 6 de Octubre de 2.012.
La Izquierda Nacional II.b
Por Rubén Vicente
En 1882, la
firma Compañía Exploradora Argentina de Buenos Aires, comenzó a explotar un
yacimiento de oro en las afueras del caserío puntano de San Francisco (léase:
San Francisco del Valle de Oro), pero no abriendo los socavones a pico y pala,
como se hacía desde hacía mil años, sino más bien, con el sistema contemporáneo
de la dinamita. [3]
Cuatro años
más tarde (1886), el principal accionista, presidente del directorio y gerente
general (The Chieff Excecutive Officer = The CEO) de esa firma, Dr. German Avé
Lallemant (45), fue nombrado rector de El Colegio Nacional de San Luis.
Paralelamente,
el Dr. Lallemant financió el proyecto de diseño, construcción y puesta en
funcionamiento de la primera estación meteorológica de la provincia
puntana y de la primera escuela nocturna de minería, especialmente pensada para
alfabetizar y para capacitar técnicamente a los obreros de su
yacimiento, que eran básicamente indígenas aculturados (léase: los acueros
puntanos).
Meses más
tarde, Lallemant fue nombrado miembro de número de la academia de ciencias de
la Universidad de Córdoba, como así también, de La Sociedad Científica
Argentina de Buenos Aires. ¡Guau!
Sobre el
final del año, El Club Social y Cultural Abran Paso (léase: Die Sociale Und
Kulturelle Verein der Vorwärts), comenzó a editar su propio perídico,
titulado con el nombre de Abran Paso (léase: Vorwärts), que se editó en
alemán y en castellano.
Allí escribía
gente de izquierda, fueran radicales, anarquistas, socialistas o comunistas. Y
en los artículos escritos por Lallemant se observa una inequívoca preferencia
por la doctrina de el socialismo verdadero de Kar Grün. [4]
En 1890,
Lallemant (55), le cambió la razón social a su empresa minera puntana, por la
nueva de Abran Paso (léase: Vorwärt), que adquirió un local comercial y una
imprenta en el barrio porteño de San Telmo, comenzando a publicar un nuevo
semanario argentino, con el nombre de El Obrero, que es el primer medio de
prensa del país que expresaba las ideas de el socialismo verdadero
(léase: el nacionalismo socialista = el socialismo nacionalista = el socialismo
nacional = el nacional socialismo = el nazismo decimonónico = el nazismo
original = el nazismo democrático de izquierda = la social
democracia = el laborismo = el grünismo = el prohudonismo = el elgelismo = la
doctrina social de la iglesia = el sionismo). Conste. [5]
Al año siguiente (1891), un pequeño número de empresarios de todo
el país se unieron con una apreciable cantidad de obreros industriales
extranjeros de la capital federal, que eran dirigentes de varias sociedades de
resistencia anarquistas, para conformar una asociación civil sin fines de
lucro, que comenzó a funcionar bajo la razón social de La Federación Obrera
Argentina (FOA).
El primer presidente de la comisión directiva de nueva entidad, fue
el principal accionista, presidente del directorio y gerente general (The
Chieff Excecutive Officer = The CEO) de l firmaa Vorwärt SA de Buenos Aires,
Dr. German Avé Lallemant (56).
En su discurso ingaurural, el Dr. Lallemant explicó cuatro
cosas (4). La primera era que
todos los obreros del país, trabajaran en talleres artesanales o en
establecimientos industriales (léase: las fábricas), debían unirse, para
transformar sus sociedades de resistencia informales en auténticos sindicatos
formales, afiliados a la FOA.
La segunda fue que la FOA debía configurarse como una
federación obrera, en la cual, la conducción de la entidad fuera
progresivamente puesta a cargo de la dirigencia sindical, pasando los
profesionales universitarios y los pequeños empresarios a la segunda línea
dirigencial.
La tercera era que los sindicatos adheridos a la FOA deberían
de representar a los trabajadores por su nacionalidad de origen, pasando a representar
a los trabajadores en su condición de tales, es decir, como miembros de la
clase trabajadora en general, y no
solamente como miembros de la clase obrera industrial.
Y la cuarta era que la FOA debía afiliarse a La Segunda
Internacional, con sede en Nueva York, partidaria de la ideología de el
engelismo (léase: la social democracia), y no del marxismo (léase: el comunismo).
En otras palabras, está más claro que el agua de deshielo que German
Lallemant fue el primer nazi de izquierda de la historia argentina.
Tres años más tarde (1894), el presidente de la comisión directiva
del El Club Social y Cultural Abran Paso (léase: Die Sociale Und Kulturelle
Verein der Vorwärts), Ing. Wilhelm Liebknecht (59), que era partidario
del marxismo (léase: el comunismo), representó dicha entidad porteña en una
reunión de entidades civiles, de cámaras empresariales, de sindicatos obreros y
de partidos políticos partidarios de las ideologías de izquierda del
liberalismo extremo (léase: el radicalismo), del anarquismo extremo (léase: el
socialismo) y del socialismo extremo (léase: el comunismo), llevada a cabo en
la capital francesa (París).
En ese contexto, sobrevino la conformación de una nueva entidad
civil sin fines de lucro, que comenzó a girar bajo la razón social de El
Partido Socialista Obrero Internacional (PSOI), con sede en la ciudad francesa
de París, que en su documento constitutivo adhirió a La Segunda Internacional
de Nueva York, es decir, a la internacional engelista (léase: no
marxista = la social democracia = el nazismo de izquierda = el laborismo).
Conste.
Y sólo dos años después (1896), diversos empresarios de todo el
país, profesionales universitarios y dirigentes sindicales nucleados en la FOA,
se unieron para conformar El Partido Socialista (PS), liderado por su primer
secretario general, Dr. Juan Bautista Justo (a) Juan B (31).
La verdad era que en el seno del flamante PS, convivían
armónicamente las corrientes políticas del liberalismo extremo (léase: el
radicalismo), del radicalismo extremo (léase: el anarquismo), del anarquismo
extremo (léase: el socialismo) y del socialismo extremo (léase: el comunismo),
siendo los socialistas más de la mitad, obvio.
En ese contexto, el principal accionista, presidente del
directorio y gerente general (The Chieff Excecutive Officer = The CEO) de la
firma Vorwärt SA de Buenos Aires, como así también, ex primer presidente de la
comisión directiva de La Federación Obrera Argentina (FOA), Dr. German Avé Lallemant
(61), fue seleccionado para integrar la lista de candidatos a diputados
nacionales del flamante socialismo argentino.
Al año
siguiente (1897), Lallemant comenzó a publicar artículos en el primer revista
mensual nazi de la capital bonaerense (léase: La Plata Monatsschrift),
como así también, en el órgano oficial del PS (léase: La Vanguardia).
Y pasaron
seis años más (1903), y se armó un debate dentro del partido socialista, donde
Juan B. Justo defendió la ideología marxista (léase: el comunismo), pero
abogando por la revolución impura (léase: la revolución democrática = el
engelismo = la social democracia), solicitando a todos los afiliados que
no estuvieran de acuerdo con la línea oficial, que tuvieran a bien desafiliarse.
Fue
entonces cuando German Lallemant (68) tomó la decisión de desafilarse del
Partido Socialista (PS) y de afiliarse a El Partido del Buen Orden (PBO),
liderado por el presidente de su directorio y, a la vez, ex presidente de la
nación, Dr. Carlos Pellegrini (a) El Tano (57). [6]
Al año
siguiente (1904), el Dr. Lallemant llevó a cabo un viaje de casi un año a su
tierra natal (Alemania), visitando Austria y afiliándose allí a El Partido de
los Trabajadores Alemanes (léase: Die Deutsche Arbertei Partei = DAP), liderado por su secretario
general, Dr. Anton Drexler (a) El Cerrajero (21). [7]
Una vez
vuelto a la Argentina (1906), el Dr. German Avé Lalleman (70) obtuvo para su
empresa de minería (léase: Vorwärts SA de Buenos Aires), una concesión otorgada
por el gobierno de la provincia de Mendoza, destinada a la explotación y
explotación de yacimientos mineros acuíferos (léase: las aguas termales), en el
paraje de El Paramillo de Los Hornillos, donde funcionaba La Estancia La Canota,
de setenta mil hectáreas de superficie (70.000 Has. = 700 Km2),
situada en el departamento de General Las Heras, donde se encontraban, nada más
ni nada menos, que Las Termas de Villavicencio.
Desde
entonces, empleando bombas de pozo, la empresa de German Lallemant (léase:
Vorwärts), comenzó a extraer agua mineral y a introducirla en botellas de
vidrio, cerrradas con tapones de corcho y etiquetadas con la marca comercial de
Villavicencio; que empezaron a distribuirse en carruajes en la localidades de
El Plumerillo, Uspallata y Cacheuta (Departamento de Luján de Cuyo). [8]
En 1908,
Lallemant (73), contrató profesores de eduación física y de sky alemanes, para
que se radicaran en la ciudad de Mendoza, con la misión de organizar la primera
escuela de lo que dio en llamar con el nombre de la infantería de montaña
civil (léase: los boys scouts). Y en 1910, German Avé Lallemant (75),
falleció en San Luis. [9]
En
síntesis, un partidario del socialismo verdadero (léase: el nazismo), en su
versión de izquierda (léase: la social democracia), que sólo al final de su
vida, evolucionó hacia el nazismo de derecha (léase: el social cristianismo),
pero que, como buen nazi, siempre creyó en la alianza entre los
empresarios (léase: la burguesía) y los trabajadores (léase: el proletariado),
motivo por el cual, yo no dudo ni por un segundo en enrolar a Lallemant en el
campo popular de la izquierda nacional, y nada más, claro está.
Y si me
dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo
sabremos.
[1]
La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en
el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional
de la República Argentina de 1995 (Art. 14),
la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts.
153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de
Grecia (Solón) El Cisne Negro es la
alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es
prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
[3] Hay
algo que los historiadores argentinos, partidarios de las ideologías de
izquierda (el anarquismo, el socialismo y el comunismo) no dicen ni queren
decir, y es que las bombas que colocaban en sus atentados terroristas
urbanos (léase: el nihilismo), en realidad, eran cartuchos de dinamita,
provistos por los pequeños y medianos empresarios de la minería vernácula;
dejando claro que las operaciones tendientes a concretar la revolución social
en la Argentina, mal que les pese a los izquierdistas obreristas, fue
hecha con la colaboración de el empresariado nacional. Conste.
[4] Veáse
El Cisne Negro (Edictoriales 28 y 346).
[5]
Repecto del origen y la evolución de el socialismo nacional, vuelvo a sugerir
la lectura de El Cisne Negro (Editorial 28), y respecto de el nazismo judío
(léase: el sionismo), véase la serie de artículos titulada con el nombre de El
Pueblo Elegido (Editoriales 292 a 303).
[6]
Carlos Pellegrini abogaba por un alejamiento de la Argentina de Gran Bretaña, y
por un acercamiento de nuestra nación con Alemania, como así también, por una
transformación de las estructuras productivas de nuestro país, para que la
industria de bienes de consumo masivo (la construcción, la indumentaria, la
alimentación, la farmaceútica y las funciones), evolucionara hacia la industria
mediana, productora de bienes de capital (herramientas, máquinas, motores e
instrumentos); a base de capital financiero y tecnológico alemán. Conste.
[7]
Desde entonces, Lallemant comenzó a comulgar con la idea de la necesaria segregación
racial de los judíos morochos (léase: los judíos asiáticos = los semitas = los
sefaradíes), es decir, con el objetivo político de el antiseminismo,
recelando de la causa del sionismo (léase: el anti sionismo). Consecuentemente,
en 1904 Lallemant evolucionó desde el nazismo de izquierda (léase: el
engelismo = la social democracia = el laborismo), hacia el nazismo de
derecha (léase: el social cristianismo), sabiéndose que los partidarios del
DAP de Austria, formaban parte de la coalición liderada por El Partido
Liberal Austríaco (PLA) mientras, en el sur de Alemania (léase: Suavia y
Baviera), votaban casi unánimemente a favor de El Partido Católico de Centro
(PCC), mientras que en el resto de Alemania, lo hacían a favor de El Partido
Social Cristiano (PSC). Conste.
[8] En
1925, la concesión de Lallemant fue adquirida por el empresario minero Angel
Velaz, que construyo una tubería de provisión de agua mineral a su fábrica
embotelladora, inciándose la producción industrial, la distribución nacional y
la exportación a los paises limítrofes de El Agua Mineral Villavicencio. Con
las ganancias, Velaz financió el proyecto de diseño y construcción de El Gran
Hotel Villavicencio, inaugurado en 1940.
[9]
Para entonces, el único país del mundo en que estaba organizada la actividad
social y cultural del scoutismo era Gran Bretaña. Conste.
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