lunes, 15 de octubre de 2012

402 Historia (Argentina)


Año II – Primera Edición – Editorial: 0000402 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Lunes 15 de Octubre de 2.012.





La Izquierda Nacional VI
Por Rubén Vicente 

Durante La Segunda Guerra Mundial (1939-1945), la principal fuerza política de la Argentina era, sin duda alguna, el ejército, que había organizado dos golpes de estado (1930 y 1943), y controlaba en ese entonces el segundo gobierno militar de la historia nacional, suscesivamente liderado por los tenientes generales Rawson, Ramirez y Farrell.
Pero dentro del ejército, y en menor medida de la armada, las ideologías dominantes eran el nacionalismo, el conservadorismo, el liberalismo, el radicalismo y el socialismo nacional (léase: el nazismo). [3]
El numen de el nazismo argentino era, el por entonces ya fallecido maestre (léase: el rabí) de La Hermandad del Condor (LHC) que es, y digo es, la rama vernácula de la La Hermandad del Gran Oriente Alemán (léase: Odessa), que es, y digo es, la rama nazi en el exhilio sudamericano, de La Hermandad de Thule, que es la rama germana de la francmasonería universal colorada, que brega, y dije que brega, por el éxito del plan divino de salvación, Tte. Cnel. EA ® Ing. Emilio Kinkelin (a) Eugenio Kafdorff (a) El Fuhrer Argentino. [4]
Después de su temprana muerte (1942), Kinkelin fue remplazado por el Agte. A C-3 Gral. Div. EA Dn. Pedro Pablo Ramirez (a) Peter Rauchlin (a) Pirincho (67), que primero armó una camarilla militar kinkelista, que recibió el nombre de El Grupo de los Oficiales Unidos (GOU), y luego, aprovechando su cargo de ministro de guerra de la nación, organizó el golpe de estado contra el nacionalimo de Castillo, que puso en La Casa Rosada al Tte. Gral. EA Dn. Arturo Rawson (67), que renunció a los cinco días (5), para dejarlo en el poder a Ramirez (1943). ¡Habemus! [5]
El nazismo argentino (léase: el kinkelismo) había dejado de ser una ideología, para transformarse en el gobierno de una nación que, como ya estaba más que claro, para ese entonces, ya era mentalmente nazi, y lo único que la revolución juniana se propuso hacer era, justamente, nazificar al pueblo, dando un paso a la izquierda, aunque fuera por la vía militar (léase: el hiterismo = el kinkelismo).
En la misma camarilla militar del GOU estaba el Agte. FDC C-3 Cnel. EA ® Dn. Juan Domingo Perón Sosa (a) Giussepe Palomari (a) El Pocho (50), que era un fanático kinkelista, pero que no comía vidrio, y por eso, maniobró para que el presidente Ramirez lo nombrara director del departamento nacional del trabajo. [6]
Y claro, porque todos los del GOU eran nazis hasta los dientes, pero Perón era el único que entendía que el nazismo sólo podía encarnar en una clase obrera anarquista, socialista y comunista de la Argentina de tres maneras (3).
La primera era con plata, porque sin plata, ni hablemos. La segunda, era nazificar el movimiento obrero organizado, como quería Kinkelin. Pero la tercera, era ir más allá del kinkelismo, incorporando al obreraje nazificado, que era blanco (léase: ario), nada más ni nada menos, que a los negros del interior (léase: los cabecitas negras = los grasas = la masa sudorosa = los siervos de la gleba = los descamisados = el lumpen urbano = los únicos excluídos).
En otras palabras, a diferencia de todos los kinkelistas del GOU, Perón fue el único que se dio cuenta que con los negros todo, pero sin los negros nada, porque por más plata que le pusiera a los sindicalistas blancos de ese entonces, los moderaría, pero jamás los domesticaría, porque ellos seguirían teniendo alma de anarquistas, de socialistas y de comunistas, es decir, de internacionalistas, obvio.
Expresado en otros términos, Perón fue el único de todos los kinkelistas del GOU que, lisa y llanamente, se cagó en el racismo viceral del nazismo, alemán y vernáculo, evolucionando hacia el nazismo indiano, surgido de la confluyencia del racismo europeo de siglos, y no sólo del nazismo, con los trabajadores argentinos, descendientes de los pueblos originarios, bajo la impronta li-be-ral, ya bien arraigada en nuestra cultura, de que La Argentina no era otra cosa que el crisol de razas. ¡Bien! [7]
Pero yendo a la práctica, que es lo único que cuenta, porque a las palabras se las lleva el viento, la verdad, es que a Perón, la plata le venía de la embajada alemana en Buenos Aires (Von Termann), a donde iba los viernes a la noche, a jugar al pocker y a chuparse unos buenos whiskachos, y ahí le apostó al Gral. Basilio Pertiné (62), que lo había perdido todo, y al que ya ni le fiaban, nada más ni nada menos, que a la chinita, y se la ganó Perón, que no quizo saber nada con hacer con la piba lo que hacían todos los demás, sino sólo alcanzarla con el Packard hasta su domilio particular de la calle Posadas, donde vivía con el hermano (Juancito).
Para entonces, ella era la Agte. A C-3 missia Eva Duarte (a) Ema Duger (a) Evita (ng) La Negra (23), y ya era rica y famosa como actriz, pero también, era la flamante primera secretaria general del nuevo sindicato de artistas de variedades. Y vino lo de El Terremoto de San Juan, y recién ahí los dos, que estaban mutuamente hechizados,  tuvieron su primera noche en el piso de ella. [8]
Lo demás es conocido, pero no tanto, porque hay datos que fueron exhumados recién en el año dos mil, cuando debíamos estar unidos o dominados, pero ni una cosa ni la otra, porque en ese entonces, gobernaba, justamente, el nieto político del Gral. Pertiné (Fernando De La Rúa), que está casado con Inés, y es El Padre de Antoñito, que fue El Concubino de Shakira, que es colombiana, como la blanca. ¿Me vas siguiendo?
Si, todo el mundo sabe que Perón protegió a los nazis alemanes, pero lo que muchos no saben que Hitler estaba vivo, sano, salvo e ileso, viviendo lo más pacho en La Finca Inalco, de La Estancia San Ramón, situada en el departamento neuquino de Correntoso, es decir, en donde mandinga perdió el poncho (léase: de culis mudis nahuelhuapiensis). [9]
Siendo ministro de guerra y vicepresidente de Farrell, El Pocho fue recibido en su bunker andino por El Fuhrer, avisándole que no se hiciera problemas con Ávalos, porque es iba a ser la forma que Odessa y La Hermandad del Condor tenían preparada, para hacerlo pegar el salto al infinito, porque él había decicido que el cuarto imperio alemán (léase: El IV Reich), sería personista (sic), o si no, no sería más que otro maldito fracaso argentino. ¡Sig heil!
Y sí, porque no había un lugar mejor que La Araucanía Chilena y que La Patagonia Argentina, para formar el futuro gran reino alemán de Teutonia, con capital en la villa de San Martín de los Andes, cuando los EEUU y Gran Bretaña se termiran avivando que él estaba guardado ahí, y organizaran la anexión militar de Chile y la Argentina a los EEUU (sic).
Y Teutonia empezaría siendo peronista, con el paradógico apoyo de Stalin, con quien Hitler ya tenía canales ultra secretos, reabiertos después de La Caída de Berlín, y no le interesaba, para nada, hacércelo saber a Washington, obvio.
Por eso, el fuhrer le dijo al pocho que los dos canales entre Odessa y su futuro gobierno serían el empresario germano argentino patagónico Christian Lahussen, que tenía su sede empresarial en el edificio de embajada alemana de la calle Corrientes al trescientos, y el alemán, recién naturalizado argentino, Myr. SS ® Dr. Rudoph Freude (a) Rodolfo (a) Rudi (44), que era el amor imposible de Evita, porque el lema de Rudi era que wo sie essen keine schiesse (léase: donde se komen no se kagan). ¡Mirá vos! [10]
Para cuando Perón tapaba a Richter, para que tuviéramos la bomba atómica argentina (1951), Hitler se mudó a La Finca Alta Vista, de La Estancia La Anita, del departamento santacruceño de El Calafate, de propiedad de Mauricio Braun (a) El Tío Abuelo de Eva Braun. ¡Jaj¡¿No te dije?
Desde entonces, el furher figuraba como un comerciante suizo jubilado, bajo el falso nombre de Hans Deutsche (63), que ya no tenía bigote chaplinezco, se había afeitado toda la cabeza y andaba por ahí lo más campante con su mujer (40), que fue la que le compró el piso de la calle Posadas a Juancito Duarte (39) que, pobrecito, se murió de muerte natural, digo, porque es natural que uno se muera, cuando los culatas de la compradora de la unidad funcional, lo encontraron al propietario vendedor, colándole el agua de los fideos, pero de prepo. ¿Verdad? [11]
Y desde entonces, el fuhrer se chivó tanto, que le soltó la mano al pocho (1954), y la maroma que se le vino encima después ya se sabe, obvio. [12]
Ah, pero me falta decir que en 1954, al radiotelegrafista de la oficina de correos de Río Gallegos, lo mandaron a inaugurar la nueva oficina de correos y telégrafos de El Calafate, y por favor, no me pregunten quién era, porque es relativamente fácil darse cuenta, y si me disculpan, yo preferiría que quede en reserva, porque no me gustaría terminar como Oyarbide, padeciendo violencia moral, pero tipo Spartacus, no se si … [13]
Por eso yo, a Perón y a Evita, los meto en la bolsa de la izqueda nacional, porque al lado de los gorilas que vienieron después, ellos me parecen dos zurditos simpatiquísimos, que querés que te diga, ja ja já.
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
 
[3] Para los orígenes y la evolución histórica de el socialismo nacional (léase: el nazismo), tanto en su versión cristiana como judía (léase: el sionismo), véase El Cisne Negro (Editoriales 28 y 299).
 
[4] Véase El Cisne Negro (Editorial 401).
 
[5] A es la sigla de Abwerh, que era el servicio de inteligencia militar del III Reich, sucesor del III-D. Y C-3 es el escalafón de los agentes secretos, de casi todos los servicios de inteligencia del mundo entero. Conste.
 
[6] FDC era la sigla de Fasci di Combatimento, que era el servicio de inteligencia, seguridad y operaciones paramilitares del Partdo Fascista Italiano (PSI). Y C-3 es el escalafón en el que revistan los agentes secretos de caso todos los servicios de inteligencia del mundo entero (orbis). Conste.
 
[7] Perón era un lector voraz, fanatizado con el estudio de la historia, tanto universal, como latinoamericana y argentina. Él conocía perfectamente el proceso de origen, evolución, desarrollo y ocaso de La Colonia Española, pero también, el proceso de origen, evolución, desarrollo y ocaso de La Organización Nacional (1853-1916), a lo que sumó su admiración por el yrigoyenismo que contribuyó a derrocar, pues consideraba que Hipólito Yrigoyen fue el que incorporó a las clases medias inmigrantes a la democracia constitucional. Y Perón pensaba que también había que incorporar a la misma a los negros del interior, que, además de ser la mayoría de la población, eran los únicos excluídos del sistema político argentino. Para legitimar sus pensamientos, Perón se inspiró en las ideas del Dr. Juan Agustín García (1862-1923), autor de una obra titulada con el nombre de La Ciudad Indiana, que decía  que la argentinidad, surge de la confluencia de la inmigración europea blanca con la descendencia de los pueblos originarios negros, o si se prefiere, morochos, forjándo una síntesis telúrica, racial, lingüística y religiosa (léase: la síntesis étnica), que él decía que era la base de la nación indiana, que esa el alma de la argentinidad de los siglos diecinueve y veinte. Conste.
 
[8] Repito que A es la sigla de Awberh, que era el servicio de inteligencia militar alemán, en la época del III Reich.
 
[9] La Finca Inalco pertenecía desde siempre a la familia del ex consul argentino en Alemania, Enrique García Merou, pero se la vendió en 1938 a La Familia del Kaiser Exhiliado en Suiza, es decir, a Los Hohenzollern. Después de 1952, Incalco pasó a manos de Los Hermanos Trozo, dueños del Banco de Intercambio Regional (BIR), que quebró estrepitosamente en los tiempos de Videla.
 
[10] Rudi Frede fue el primer director general de La Oficina de Control de Estado de la Presidencia de la Nación (léase: La Side) y sería el consuegro del ministro de trabajo de Videla (Horacio Tomás Liendo), cuyo hijo y omónimo fue el secretario de estado de economía de Domingo Felipe Cavallo, que estuvo con Martinez de Hoz, con Menem y con De La Rúa; pero él la va de chicago boy cuando, en realidad, es el testaferro del nazismo en la Argentina, desde los tiempos de Perón hasta los de Cristina, tenela clara, por favor.
 
[11] Las cuasualidades no existen. Uno de los capos de las SS se terminó casando con La Reina Beatriz de Holanda (1965), que en 2006, viajó especialmente a La Argentina, para conocer La Finca Alta Vista, acompañada por su nuera (La Princesa Máxima), que es la hija del ministro de agricultura de Videla. Y las dos nobles holando-argentinas fueron acompañadas en la ocasión por Néstor y Cristina, y si dos más dos no son cuatro, yo soy el capitán piluso. Right?
 
[12] Hasta aquí, la historia que cuenta Patrick Burnside, autor del libro titulado con el nombre de El Escape de Hiter – Editorial Planeta – Buenos Aires, 2000, que no tiene desperdicio.
 
[13] Recuérdese el día exacto (30MAY2003). ¿Qué pasaba en aquellos días? Bueno, de puro curioso no más, a mi se me dio por meterme en Internet a bichar, y me encontré con un documento, que ahora lo tengo guardado en mi archivo personal, en formato Word, que era la biografía no autorizada de la persona que más prensa tenía y podía tener en ese momento en nuestro país y que, si la buscás hoy, no las vas a encontrar, porque no está más… desapareció… la borraron… se fé…, y chucu chucu chucu.

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