El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 28 de Julio de 2.012.
El Justo Se Salvará Por La Fe
Por Rubén
Vicente
Al final de la edad media (476-1453), se planteó un
debate teológico en el seno de la iglesia católica apostólica romana, que
culminaría en 1521, con el estallido de La Reforma Protestante de Martín
Lutero.
Los católicos de su santidad, el papa, Msr. Dr. Dn.
Giovanni Lorenzo Medici Orsini (a) León X (a) De Craticula Politiana (45)
sostenían la doctrina católica oficial (léase: el catecismo), según el cual, el
alma humana se salva de las llamas eternas del infiermo si, durante su
existencia, han primado las buenas obras sobre las malas, según el juicio subjetivo
del creador y supremo gobernante universal, que computará las absoluciones
impartidas por sus ministros (léase: los
sacerdotes). [3]
Pero Lutero contradijo esa doctrina, planteando que
lo decisivo para la salvación del alma no son las obras, sino más bien, la fe que en Dios haya sentido durante su
vida terrena el feligrés muerto, bajo el apotega luterano de que el justo se
salvará por su fe. [4]
Esa es la base de todo el movimiento de La Reforma
Protestante, que es válido no sólo para los evangelistas (léase: los
luteranos), sino también, para los metodistas (léase: los calvinistas), en sus
distintas vertientes nacionales (los episcopalistas, los galicanos, los
anglicanos, los bautistas, los pentacostalistas, los presbiterianos, los
puritanos, etc.).
En semejante contexto, hay un señor llamado Harold
Camping (94), que es el fundador de una comunidad religiosa luterana de los
EEUU, que detenta la concesión de emisión de hondas de más de ciento
cincuenta emisoras de radio AM y FM (150),
como así también, de más de veinte canales de televisión por cable (20), todas pertenecientes a un grupo
económico del cual él era el principal accionista, presidente del directorio y
gerente general (The Chieff Executive Officer = CEO), conocido con el nombre de
Radio Familia.
Mister Camping anunció varias veces que, según sus
cálculos astronómicos, astrológicos y
biblicos, sobrevendría el fin del mundo. La última vez fue a principios
de mayo de 2011, cuando aseguró que acaecería, exactamente, el veintiuno de
mayo, a las cero horas de Greenwich.
Sobre la base de semajante certeza, un chofer
jubilado del servicio neoyorkino de autobuses (Robert Fizpatrick, ver foto de
este artículo), vació su cuenta bancaria de ciento cuarenta mil dólares,
que eran los ahorros de toda su vida laboral (140 md´s), y contrató la impresión de afiches callejeros, con los
que empapeló La Zona Cero de Manhattan y la casi totalidad de las estaciones
del subterráneo anunciando, justamente, el juicio final para la fecha
predicha por Camping.
No pasó nada, y por eso, Camping declaró que calculó
mal, aclarando que cabía una corrección, porque el fin del mundo sobrevendría
exactamente cinco meses más tarde (5),
es decir, a las cero horas de Greenwich, del vintiuno de octubre de 2011.
Tampoco ocurrió nada, pero cuando los periodistas
comenzaron a buscarlo, para que expliqué por qué se volvió a equivocar, sus
colaboradores informaron que Mister Camping estaba internado en un geriátrico
con Mal de Alzheimer avanzado (sic). No sé si…
Y de Robert Fitzpatrick no figura en Intenet nada
(cero), después del domingo veintidos de julio de 2011, cuando a través de un
video de YouTube explicó que no comprendo lo que sucedió (sic),
agregando que será muy dificil que pueda reintegrar el dinero de la venta de su
libro de 2010, titulado con el nombre de El Código del Fin del Mundo (léase:
The Dooms Day Code), cada uno de sus cien mil ejemplares costó en el mercado
veinte dólares (20), totalizando un ingreso de doscientos mil dólares libres de
impuestos (200 md´s), dejándole una ganancia neta de sesenta mil dólares
(60 md´s). No sé si me explico.
Por eso digo que el justo se salvará por su fe,
pero a costillas de los demás, claro está.
Y si me dijeran que estoy muy equivocado,
respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la
segura circulación de la información contenida en el presente documento se
halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos
Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina
de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N°
26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de
Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El
Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero
que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería
catastrófico.
[3] En el libro de Las Profecías de San Malaquías,
escrito en el año 1144, dice que habrá un papa, que corresponde a León X, cuya
elegoría es De Craticula Politiana (léase: De La Parrilla de Politano). Pues
resulta que Leon X era el hijo de Lorenzo De Medici (a) El Magnífico, y su
emblema papal es el de San Laurencio Martir, que era obispo de Politano y que
murió asado a la brasa por sus captores paganos.
[4] Literalmente, Jesús de
Nazareth dijo que la fe mueve montañas. El Profeta Muhammad lo creyó y le
ordenó a la montaña que venga hacia él. Como vio que la montaña no venía, él
fue la montaña, y fundó la religión de la sumisió (léase: el islam).
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