El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Jueves 12 de Julio de 2.012.
Carozo y Narizota
Por Rubén Vicente
Todo
proceso de integración económica comienza con la conformación de un área de
libre comercio, en la cual se van rebajando gradualmente los derechos aduaneros
de las mercancías originarias y procedentes de los estados miembros, hasta su
total desaparición (léase: el arancel cero).
Bajo
esa comprensión, la idea es liberalizar el comercio intra zona, y la práctica
de establecer licencias de importación o de exportación, sean automáticas o no
automáticas, no parece estar en la misma dirección, sino más bien, todo lo
contrario. ¿Verdad?
Y
la verdad es que al Brasil las cosas no le están yendo bien, y por eso, el
gobierno de Dilma no sólo tiene establecidas licencias no automáticas de
importación para los productos primarios de la Argentina, como ser aceitunas,
aceite de caroteno, aceite de oliva y biocombustible hecho a base de ambos
aceites sino que, además, acaba de complementar su programa de estímulos
monetarios y fiscales con un subprograma de créditos blandos de cincuenta y
siete mil millones de dólares (57 MMD´s)
para el sector agropecuario y agroindustrial, concibiéndolos como los
factores de la recuperación económica (sic), pero de un gran país que, en
teoría, pretende ser industrial (¿¿¿???).
Y
lo más extraño es que la principal productora de aceitunas, de aceites
de caroteno y de oliva, y de biocomustibles a base de ambos aceites de la
Argentina, es una planta agroindustrial, que no es industrial, situada en el
territorio de la provincia de La Rioja, que pertenece a la familia vernácula de
Los Nucete, pero que está alquilada a favor de una firma de capitales brasileños,
en la que trabajaban quinientos operarios argentinos (500), pero cuya producción se exporta
al Brasil en un setenta y cinco por ciento (75%).
Y
lo que ya empieza a oler feito es que Nucete haya suspendido o depedido
a su personal argentino y que no pueda ofrecer sus tierras riojanas como
garantía para el otorgamiento de un crédito hipotecario facilitado por algún
banco privado de nuestro país, o bien del Brasil.
Y
lo que huele directamente mal es que Nucete salga a pedirle a los
gobiernos de La Rioja y de la Argentina que le otorguen un préstamo de un poco
más que seis millones de pesos (6 MP´s = 1 MD´s) con garantía hipotecaria sobre
sus inmubles, implicando que esos activos no le ofrecen seguridad a ningún
banco, o peor aún, que pretenden pagar un interés promocional, en vez de
comercial, pronosticando “… una
catástrofe económica y social para las economías regionales” (sic).
Y
lo que huele a prodrido es que el aceite de oliva italiano se pueda
comprar en Buenos Aires a seis euros, mientras que el de Nucete cuesta diez
(10). [3]
Por
eso digo que, la verdad, es que muy bien no se sabe a qué están jugando carozo
y narizota, pero lo que si se sabe es que lucen como el duo pardepe,
y que este juego de la integración está funcionando cada vez peor, sólo grcias
a la impericia de ambos ministerios de economía, obvio.
Y
si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo
sabremos.
[1] La
libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el
presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración
Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional
de la República Argentina de 1995 (Art. 14),
la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts.
153 y 155).
[2] Para uno de
Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El
Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero
que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería
catastrófico.
[3] El aceite de oliva
italiano está hecho a base de aceitunas cultivadas y exportadas por Tunez,
Argelia, Marruecos y Mauritania que, como materias primas importadas por
Italia, pagan costo, seguro, flete y gabelas aduaneras, para que luego de ser
convertido en aceite de oliva italiano, vuelva a pagar costo, seguro, flete y
gabelas aduaneras de exportación desde Italia y de importación a la Argentina;
cosa que no ocurre con las
aceitunas riojanas de Nucete, claro está. Conste.
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