viernes, 13 de julio de 2012

309 Geopolítica (Paraguay)


Año I – Primera Edición – Editorial: 00000309 [1]



El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Viernes 13 de Julio de 2.012.





De Delirum Tremend
Por Rubén Vicente 

En psiquiatría, se hace la distinción entre la neurosis y la psicosis, y la diferencia radica en el hecho de que en la segunda existe un divorcio entre la mente del paciente y la realidad. 

Ese divorcio psíquico se suscita en tres grados ascendentes (3), que son los de la demencia, el delirio y la locura. Y el segundo grado (el delirio) puede ser grave (léase: permanente = crónico) o agudo (léase: el brote histérico momentáneo), llamándoselo en el caso agudo con el nombre de el delirio tremendo (de delirium tremend).  

El ejemplo de libro es el paciente que asegura que él es Napoleón, y que él es el amo de mundo, o la paciente que perjura que ella es Cleopatra, y que sabe que Julio César terminará abandonando a Calpurnia por ella, para ser la nueva monarca del imperio romano. Pero mejor veamos un caso prácticoy real para entenderlo a fondo.  

Un individuo nace en su país, va a la escuela, luego al colegio y después a la facultad, graduándose y comenzando a trabajar, afiliándose paralelamente a un partido político. 

Supongamos que ese individuo es elegido por el pueblo para ejercer como diputado nacional de su patria. Y supongamos que ese individuo, durante su mandato legislativo, es nombrado miembro de El Parlamento del Mercosur, es decir, de El Parlasur. Finalmente, supongamos que es elegido como presidente de El Parlasur; que concluye su mandato como diputado nacional; y que El Parlasur tiene programada una reunión en un país que no es el de origen del individuo en cuestión, sino de otro estado miembro. 

Pregunta: ¿Puede El Parlasur prohibirle la entrada a su presidente, argumentando su nacionalidad, siendo que la no discriminación es una de las banderas defendidas?
Bueno, eso es justamente lo que le pasó al Dr. Ignacio Mendoza, nada más que por ser paraguayo (sic).
Por eso digo que ya estamos cursando una fase psicótica, que es un delirio tremendo, obvio. ¿Se entiende la idea?

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

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