sábado, 7 de julio de 2012

303 Historia (Israel)


Año I – Primera Edición – Editorial: 00000303 [1]



El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 7 de Julio de 2.012.




El Pueblo Elegido XII
Por Rubén Vicente 

La relativamente corta historia de El Estado de Israel (1948-2012), que es el ícono del estado judío (der judden stadt), puede ser conveniente dividida en dos etapas (2), separadas por El Acuerdo de Camp David de 1979.

Hasta el acuerdo, Israel no paró de recuperar territorios antiguamente integrantes de La Palestina Británica (El Sinaí, Gaza, Cisjordania, Las Alturas del Golán y Jerusalén Oriental) y de expanidirse, según la concepción sionista de lo que debe ser La Tierra de Eretz Israel, que para que estuviera completa, debería incluir La Península Arábica (léase: Arabia Saudita, Yemen, Omán, Emiratos Arabes Unidos, Qatar, Bahrein, Kuwait e Irak), toda Jordania, Siria, Líbano y Egipto Oriental, es decir todo, desde Tigris hasta El Nilo. Right?
Y si, porque la idea que preside la geopolítica sionista, se basa en el hecho histórico de que El Imperio de Jezrell (Israel), que tuvo vigencia entre los años 1.017 y 814 a.C., llegó a extenderse desde el Brahmaputra hasta Gibraltar, aceptando que los veintiocho siglos transcurridos desde su disolución (28) y las circunstancias históricas derivadas del transcurso de los siglos diecinueve y veinte de la era cristiana, determinan el imperativo categórico de ceñirse a una nueva concepción geopolítica, presidida por el principio estratégico de tierras por paz, que reduce el espacio vital israelita máximo ancestral (die israelitischen lebens raum maximale ahnen), es decir, desde el Brahamputra hasta Gibraltar; a el nuevo espacio vital israelí mínimo moderno (die israelitischen lebens raum mindest modern), desde El Tigris hasta El Nilo. Conste.
Bajo esa nueva concepción geopolítica sionista, está El Gran Israel, desde el Brahmaputra hasta Gibraltar, que es histórico y espiritual, y El Pequeño Israel, desde El Tigris hasta El Nilo, que es político y actual, de modo tal que, El Estado de Israel, con el territorio que poseía tras La Cuarta Guerra Árabe Israelí de 1973, no era más que un estado en expansión, que sólo busca dominar la totalidad de lo que considera que le pertenece por mandato divino. Conste. [3]
Pero El Acuerdo de Camp David de 1979 implicó una retrogradación de las aspiraciones geopolíticas sionistas, al tener que reintegrarle a Egipto, justamente, La Península del Sinaí, que selló una paz permanente, y por ahora estable, entre los egipcios y los israelíes.
Desde entonces, Egipto sejó de ser el enemigo, pero simultáneamente con esa paz en el noreste africano, fue puesta la simiente de la guerra en el oriente asiático (Irán). 

La revolución islámica de El Ayatollah Khomeini de 1978, implicaría el nacimiento de la nueva ideología teopolítica de el islamismo marxista (léase: el marxismo islámico = el fundamentalismo = el salafismo), luego compartida por Arabia Saudita, en el ámbito de El Frente Islámico Internacional (FII), cuyo brazo armado subrepticio es La Red Al Qaeda, que coordina las operaciones de Abou Sayaf de Las Filipinas, de Al India Al Islam de La India, de El Talibán de Afganistán, de Las Passdarán de Irán, de El Ejército Islámico de Irak, de Anzaar Allah del Líbano, del Frente Polisario de Mauritania, del Frente Islámico de Salvación de Argelia, de Gammal Al Islamiya de Egipto, de Al Shabbab de Somalía, de Al Jihad de Gaza y Cisjordania y de Las Brigadas de Al Aqsa de Jerusalén Oriental, que bregan por la destrucción hasta los cimientos de El Estado de Israel; siendo Irán el enemigo a destruir por Israel. 

Mientras ese proceso dio lugar a La Guerra Mundial Contra El Terrorismo (léase: La Segunda Guerra Fría = 2001-2014), el pueblo elegido sigue envuelto en La Segunda Diáspora global, guiado por el Consejo Judío Mundial (CJM) de Londres y por la Agencia Judía Mundial (AJM) de Nueva York; reconociendo ambas organizaciones no gubernamentales internacionalistas (las ong´s del judaísmo anti sionista), la supremacía mundial de los EEUU, hoy gobernados por su presidente masón-demócrata, Dr. Barak Obama (a) Martes Negro (50).
La idea de Obama es retirarse de Afganistán, negociar con Irán, apoyar La Revolución de los Jazmines en El Medio Oriente y en El Magreb, cerrar las cárceles de la CIA en Europa y clausurar Guantánamo, pero la historia se opone a sus designios personales y debe limitarse lidiar con La Crisis Mundial (la crisis de las hipotecas = el efecto jazz = la gran recesión = la segunda gran depresión = 2008-2014). [4]
Por eso, si los cálculos no me fallan, yo digo que en 2014, estarán dadas las condiciones para que cese la segunda guerra fría, y para que sobrevenga, nada más ni nada menos, que la amenanza po-ten-cial de estallido de La Tercera Guerra Mundial (el holocausto nuclear = el armagedón = el apocalipsis), que definirá la suerte del mundo entero (orbis), pero también, la de el pueblo elegido, porque las sagradas escrituras dicen que todo comenzará en Meggido, claro está.
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que, veremos, veremos y pronto lo sabremos. 


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

[3] Esa concepción geopolítica sionista imperialista, no es diferente, en absoluto, de la de Saddam Hussein, que hablaba de La Gran Babilonia de Nabucodonosor II, extendida desde El Tigris hasta El Nilo; o las de Muhammad Reza Pathlavy, que hablaba de La Gran Persia de los Aquémidas, extendida desde El Indo hasta Gibraltar, o la de Los Al Saud, que hablan de El Segundo Imperio Musulmán, extendido desde Las Filipinas hasta Gibraltar. Bajo esa compresión imperialista, se superponen los espacios vitales de las cuatro naciones (4), es decir, de Irán, de Irak, de Arabia Saudita y de Israel, y el conflicto no ha terminado, ni mucho menos, obvio. Conste.

[4] La Revolución de los Jazmines (2011-2014), paradógicamente apoyada tanto por Los EEUU como por Arabia Saudita (vía Los Hermanos Musulmanes y Al Qaeda), supone la instauración de la revolución islámica moderada (léase: la revolución islámica impura = la revolución islámica democrática), que es un designio geopolíticamente potable tanto para Washington como para Riad, pero no para Tel Aviv, porque es antagónico de los intereses vitales del sionismo. Conste.


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