jueves, 19 de julio de 2012

315 Geopolítica (EEUU)


Año I – Primera Edición – Editorial: 00000315 [1]



El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Jueves 19 de Julio de 2.012.





Que Nos Sirva de Ejemplo
Por Rubén Vicente 

No es Chuck Norris, pero por lo menos, es Patrick Norris (63), y es el alcalde de una ciudad del estado de California (San Bernardino), en la que viven doscientos ochenta mil habitantes (280.000 Habs.).
La administración pública municipal tiene absolutamente todo tercerizado a favor de empresas privadas de capital local (léase: el compre californiano), a las que se les deben casi cincuenta mil millones de dólares (50 MMD´s), pero no hay un mango. ¿Y cómo ashemo fiera?
Aunque no era el día del inocente, el diez de julio pasado, El Alcalde Norris se presentó ante el consejo deliberante de sólo siete miembros (7), para someter a su consideración y decisión un proyecto de resolución administrativa en cuya virtud se le otorga autorización al jefe del ejecutivo comunal para presentarse ante la justicia en lo civil californiana, peticionando la emisión de una sentencia interlocutoria que declare abierto en el proceso judicial de el concurso de acreedores.
Si San Bernardino no fuera un municipio, sino una empresa privada, eso significaría tanto como si el presidente del directorio le solicitara autorización a la asamblea de accionistas para presentarse ante un juzgado comercial, solicitando el reconocimiento judicial de su estado de insolvencia, que habilita la iniciación del proceso que concluye con la declaración judicial de la quiebra de la empresa.
Dicho en lenguaje popular, San Bernardino está en quiebra, o como prefieren decir en el lenguaje jurídico estadounidense, está en bancarrota y, por esa tradición norteamericana de la responsabilidad fiscal, corresponde que intervenga la justicia, y no que el gobierno pague lo que quiera, cómo quiera y cuando quiera. No sé si me explico.
Y lo mismo que a San Bernardino le sucedió este año a otras dos municipalidades californianas (Stockton y Vallejo), y el año pasado a trece condados californianos (13), y hace dos semanas, a un banco de Chicaco (El PFG Best Bank). ¿Me seguís?
Es absolutamente cierto que los EEUU están en la lona, aunque no lo quieran reconocer, peor que en 1929, pero no es menos cierto que ellos, cuando están quebrados, lo reconocen, y actúan del modo que a cualquier argentino bien nacido les encantaría, que es presentarse ante el juez, como cualquier hijo de vecino, y pedir la apertura del concurso civil o de la quiebra comercial, según sea el caso de un municipio o una empresa, decidiendo la justicia a quién se le paga, cuánto se le paga y cómo se le paga; y no que salga el gobierno a lanzar bonos o a pedirle ayuda al tesoro nacional. No se si ….
La responsabilidad fiscal es uno de los intitutos más antiguos del derecho tributario estadounidense, y lo bien harían los intendentes y los gobernadores argentinos en la misma situación de iliquidez o de insolvencia en presentarse ante la justicia, a tramitar su concurso o su quiebra, y no que sea el gobierno nacional el que decida quién zafa y quién no. Right?
Y si, porque eso de la responsabilidad fiscal, acá se instituyó por ley en 1999, cuando El Turco Menem decía que estamos mejor que la UE (sic), pero todo el mundo hizo de cuenta que no pasó nada, porque no les gusta ser tan ordenados y prolijos, y quieren arreglar todo tocando y retocando la maldita alícuota de la coparticipación federal de impuestos, o mangándole al tesoro nacional adelantos transitorios de mosca que nadie sabe en qué bolsillo queda. ¿Me pescás la idea?
No, acá lo que hay que hacer es empezar a pensar en una nueva ley de coparticipación y en empezar a aplicar la ley de responsabilidad fiscal, y que quiebren todos, a ver si así nos damos cuenta de una buena vez que hay que abandonar el dólar y conformar la reserva monetaria nacional en oro, contra la cual se emitan billetes no convertibles, pero totalmente respaldados en metálico, a una tasa fija (léase: la moneda sana = la inflación cero de verdad).
Y empezamos otra vez de cero, pero con una deuda que no supera el quince por ciento (15%), con rescesión pero sin depresión, y con bastante trabajo, aunque sea en negro, ah, y nunca más en dólares, porque son paquilombo, obvio. No sé si me explico.
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

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