martes, 31 de julio de 2012

327 Historia (Mundial)


Año I – Primera Edición – Editorial: 00000327 [1]



El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Martes 31 de Julio de 2.012.





El Anarquismo II
Por Rubén Vicente 

Exactamente el viernes diecisiete de octubre de 1760, con el sol en la constelación de la balanza (libra) y la luna en la casa del caballo (léase: virgo), mientras la cristiandad celebraba la festividad de San Ignacio de Antioquía, en su castillo feudal borgoñon-picardiano, su alteza, el duque de Rouvroy y conde de Saint Simón, Cap. Gral. RW ® Dr. Gaspard Henry Babeuf, de cuarenta años de edad, junto a su mujer plebeya, Mlle. Jaquelline Caravel, de sólo dieciseis años de edad (léase: hijita querida, ja ja já), se convirtieron en los felices padres de mellizos católicos apostólicos romanos (léase: los pájaros de mal agüero) que, por orden de llegada al mundo, son fueron bautizados bajo los nombres de Claude Henry Caravel Babeuf y de François Noel Caravel Babeuf.
El mayor (Claude Henry) haría la primaria y el secundario con los ex jesuítas expulsados ma non tropo (léase: los molotinos) y luego se graduaría como licenciado en filosofía, con diploma expedido por la Universidad de París (Le Sorbone). [3]
Desde entonces, como si algo malo le hubiera sucedido durante sus años en la facultad, el Lic. Babeuf regresó a su castillo familiar de La Picardía y no salió de allí por varios años, hasta que murió su padre, heredando sus bienes patrimoniales y sus títulos de la baja nobleza (léase: la hidalguía), convirtiéndose entonces en El Conde de Saint Simón, que fue una de las personalidades más interesantes del período de la revolución francesa.
Siguiendo las enseñanzas de su filósofo favorito (René Descartes), El Conde de Saint Simón fue el primero que aplicó la filosofía al estudio sistemático de la comunidad de los individuos (los varones, las mujeres, los niños y los ancianos) que trabajaban como siervos es su propiedad feudal, pero también, a los burgueses con los que convivió mientras estudió en la capital francesa.
Y en ese contexto, a sus estudios, completamente despojados de valoraciones éticas, morales, políticas, jurídicas y religiosas, los llamó con el nombre de el dogma de la comunidad, que posteriormente sería rebautizado como la ciencia de la sociedad, es decir, la sociología, claro está. ¿Qué?
Es cierto, Saint Simón fue el primero de los tres precursores de la sociología, junto con su dilecto alumno (Augusto Compte) y con el discípulo (Pierre Prohudom).
Eso cualquier estudiante de sociogía lo sabe desde primer año; pero ni en esa carrera universitaria contemporánea, ni en la historia de la revolución francesa, se sabe mucho acerca de la vida, obra y milagro de el hermano menor de Saint Simón, es decir, del Lic. François Noel Caravel Babeuf (a) Graco. [4]
Igual que su hermano mayor (Saint Simón), Graco también hizo la primaria y el secundario con los molotinos de La Picardía, para luego graduarse como licenciado en derecho civil (de ius civile) en La Sorbona, para después volver al castillo familiar; pero hasta que se pudrió de vegetar leyendo esas boludeces que tanto le aspasionaban al hermano, optando él por pedirle a su padre un par de bolsas de oro, renunciando a toda pretensión hereditaria; y se marchó de su hogar, contento y feliz de la vida, rumbo a París, pues su objetivo era salir a conocer el mundo entero (orbis), porque él se sentía, sinceramente, un hombre de acción, aunque la idea de la guerra le diera cosita.
Pero en el trayecto ecuestre, Graco paró en una posada del pequeño ducado de Péronne, en donde se hospedó esa noche. Tomó la habitación, dejó sus cosas, bajó al comedor y la sirvienta le puso frente suyo cerdo asado, endivias hervidas y vino tinto. Después de contemplar las ancas de la risueña jovencita, empezó a cenar tranqui, hasta que se le sentó en la mesa un viejo, muy grande y fornido, con cara de loco pero muy simpático, que le empezó a contar una sarta de pavadas verdaderamente antológicas.
Que había peleado en La Guerra de los Siete Años (léase: la cuarta guerra mundial); que lo capturó el enemigo; que lo tuvieron dos años preso; que allí aprendió a comer comida de esclavos; que también le convidaron para que fume el elixir del oriente (léase: el opio); que desde que lo liberaron se retiró del cuerpo francés (l´ armée) del ejército sacro imperial (das reich wehrmatch); que ahora vivía de su retiro militar y de lo que le dejaba la posada; que se movía a la mocosa que sirve la mesa, y no sé qué otras cosas que a Graco, verderamente, lo dejaron fascinado.
Ah, el tipo decía que él era amigo personal de su magestad, el monarca de El Gran Imperio Francés (Le Plus Grand France), Gn. Mcl. RW ® Dr. Luis XVI Borbón (a) Le Roi (a) El Sacro Emperador (a) El Satanista (31), al que le había elevado un documento de su autoría proponiéndole llevar a cabo algunos de sus proyectos de gobierno.
Cuando Graco quiso saber quién era, el viejo se paró, se cuadró, taconeó y le gritó como un desaforado, como si estuviera de uniforme, pero mirándole el traste a la posadera con los ojos desorbitados: "Oh, discúlpeme, detesto las formalidades, pero me presentaré como corresponde. Señor, está usted frente a su alteza, el duque de Péronne, conde de Montdidier y marqués del Somme, Myr. Gral. RW ® Arq. Antoine Agustin Parmentier (Clase 1737), encantado" (sic). ¡Fáaah…!
La verdad, es que Graco estaba deslumbrado con El Marqués del Somme, pero el día había sido largo y se sientía ferozmente cansado, pero nada, porque el viejo seguía como un loro barranquero, contándole su proyecto de organizar en su marquesado el cultivo de las especies americanas del centeno, el maíz, las papas, las batatas y la mandioca, que comen los indios; agregando que también pensaba financiar la construcción de un establecimiento artesanal, destinado al faenamiento de ganado vacuno y porcino, que produciría carne salada secada al sol (léase: el tasajo = el charque), para su provisión regular al cuerpo francés (la marine de guerre) de la armada sacro imperial (das krieg marine), que alimenta a sus marineros con esa comida espantosa, ah, y también quería ver la forma de extraer azúcar de las remolachas … ¿Cómo?
Graco ya estaba descompuesto del sueño, pero El Marqués del Somme lo despiertó cuando le preguntó a qué se dedicaba. La verdad, es que era una muy buena pregunta, porque en realidad, Graco no hacía nada de nada, ni sabía muy bien qué era lo que quería hacer con su joven vida, salvo rascarse el higo, y por eso, le salió de inventar que él se quería irse a vivir a París, para convertirse en el hombre más rico del mundo, y así tener el dinero suficiente para hacer lo mismo que hicieron los romanos en el siglo primero antes de Cristo, que fue la reforma agraria.
El viejo se quedó atónito, explicándole que su proyecto era convencer a Luis XVI de llevar a cabo, justamente, la reforma agraria, asegurándole que la memoria que le ha enviado la firmó con el pseudónimo de Graco, que es el sobrenombre de Graco, pero mirá vos qué casualidad, oh lá lá.
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.



[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

[3] Luego de ser expulsados de los imperios francés, español y portugués, los jesuitas se transladaron a los países protestantes del norte del viejo continente y al oriente (cercano y lejano), donde aprendieron el arte del cultivo de la ampapola adormidera y de la agroartesanía de el opio. Pero en Francia fingieron abandonar los hábitos, uniéndose para conformar una nueva asociación civil sin fines de lucro, que comenzó a girar bajo la razón social de Los Hermanos Molotinos, con domicilio legal en la capital francesa; obteniendo luego una concesión pública de refacción y de administración de la ex basílica jesuítica de San Jacobo de París, de donde a la rama parisina de los molotinos les vendría el nombre de los jacobinos quienes, como es bien sabido, fueron los númenes de la segunda revolución francesa (léase: la revolución republicana terrorista de Robespierre). Conste.

[4] En el año cien antes del principio de la era cristiana, estalló la guerra civil romana, entre los patricios y los plebeyos, siendo estos últimos liderados por Los Gracos, que bregaban por la reforma agraria. Ups.

lunes, 30 de julio de 2012

326 Historia (Mundial)


Año I – Primera Edición – Editorial: 00000326 [1]



El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Lunes 30 de Julio de 2.012.





El Anarquismo I
Por Rubén Vicente 

En su estado natural, la humanidad ha avanzado de acuerdo con fases evolutivas estudiadas por la antropología que, en orden suscesivo, han sido las de la atrocidad, la ferocidad, el salvajismo, la barbarie y la civilización. 

En esa última fase, que es la actual, los individuos de nuestra especie (los varones, las mujeres, los niños y los ancianos) se consideran a si mismos y son considerados por los demás como sujetos y no como objetos, es decir, son tenidos como personas, regidas por el principio de la autonomía de la voluntad. 

Del mismo derivan dos libertades fundamentales (2). La primera es la libertad de contratar y la segunda es la libertad contractual. La libertad de contratar implica que yo contrato con quién yo quiera, y la libertad contractual supone que yo contrate lo que yo quiera. Contratar con quién yo quiera, lo que yo quiera, sin que nadie tenga por qué meterse en mi vida, ni en la de la persona que contrata conmigo, ni en lo que ella y yo contratemos. Eso es la autonomía de la voluntad. 

Bajo esa comprensión, si A decide contratar con B, y B decide contratar con A, en teoría, está todo bien. Y si A y B deciden contratar lo que sea, por ejemplo, la compraventa de un celular, también en teoría, está todo bien. Pero esa es la teoría, porque la práctica es que si esa contratación causara daños, perjuicios o agravios a una de las partes de ese contrato que, en general, reciben el nombre de las lesiones, sufridas por uno de los contratantes o por terceros ajenos al contrato, la cosa ya no estaría tan bien. ¿Verdad? 

Por eso, desde la consolidación de la primera civilización de la historia universal, que fue la de los sumerios, concluyó la prehistoria y comenzó la historia antigua (la antigüedad), que trajo consigo, justamente, lo que define a toda civilización como tal, que es la institución de el estado,  sea antiguo, medieval, moderno, contemporáneo o postcontemporáneo, lo mismo da. 

Y el estado puede ser entendido como un ente, compuesto por tres elementos (3), que son el territorio, la población y el gobierno. El territorio es el espacio geográfico del estado. La población es el conjunto de las personas que habitan el territorio del estado. Y el gobierno es la autoridad, investida de poder, para ejercer el dominio eminente sobre el territorio y el señorío soberano sobre la población. Right? 

Bajo esa comprensión, se destaca el hecho de que, desde el principio de la edad moderna (1453-1789), fueron quedando delineados los distintos conjuntos de ideas, es decir, las ideologías, referidas al estado (léase: las ideología políticas). 

Y a finales del siglo diecinueve, en el ámbito del derecho constitucional británico, el genio de un político y constitucionalista de la talla de Gladstone, enlazó en su teoría jurídica con las distintas ideologías políticas. 

Para él, la primera ideología era el conservadorismo, que quiere que nada cambie, y la segunda era el liberalismo, que quire que todo cambie, pero sólo si hace falta, y del modo en que la gente lo quiera, bajo el axioma de dejar hacer y dejar pasar (laissez faire, laissez passer). [3] 

Pero mientras para Gladstone habían pocas posibilidades de distinguir, dentro de la ideología conservadora, corrientes específicas bien diferenciadas y diferenciables, es decir, las doctrinas conservadoras, no sucedía lo mismo con la ideología liberal.  

En ese sentido, él entendía que existía la posibilidad de diferenciar varias doctrinas liberales, una ortodoxa y las demás cada vez más heterodoxas, es decir, cada vez más liberales. 

Al liberalismo ortodoxo, Gladstone lo llamó con el nombre de el minarquismo, con i latina, al cual hoy se hace referencia llamándolo, indistintamente, bajo las denominaciones alternativas de el ultra liberalismo o bien, de la doctrina del estado mínimo (léase: el estado minarquista). 

Bajo la concepción de la doctrina minarquista, el gobierno del estado debe limitarse a ser el guardián de las fronteras que separan las libertades de los individuos (léase: el gobierno gendarme). Entonces, el gobierno gendarme sólo intervendrá cuando el efectivo ejercicio de la autonomía de la voluntad implique lesiones a los individuos contratantes o a terceros ajenos a la contratación. Y si no hay lesiones no sólo no interviene sino que, además, no debe intervenir. Right? 

A esa doctrina liberal ortodoxa del minarquismo, Gladstone la ubica a la derecha del espectro ideológico del liberalismo, de modo tal que las doctrinas liberales heterodoxas vayan siendo ubicadas cada vez más a la izquierda, definiendo a cada una de ellas como el extremismo de la anterior. 

De esa manera, Gladstone dijo que, el minarquismo extremo, recibe el nombre de el radicalismo, como así también, que el radicalismo extremo, recibe el nombre de el anarquismo y, a la vez, que el anarquismo extremo, recibe el nombre de el nihilismo. 

Entonces, dentro de la idología del liberalismo enrolamos, de derecha a izquierda, las doctrinas del minarquismo, del radicalismo, del anarquismo y del nihilismo. Right? 

Desde desde el punto de vista de Gladstone, el radicalismo implica que, para que el gobierno gendarme intervenga, no sólo será necesario que exista una lesión concractual, es decir, un daño, un perjuicio o un agravio sino que, además, será necesario que el que se sienta lesionado acuda a un tribunal judicial demandando activamente la reparación del daño, el resarcimiento del perjuicio o la compensación por el agravio sufrido. 

El caso de la doctrina del radicalismo extremo, es decir, de el anarquismo, lo veremos en los siguientes artículos de esta serie, en la que será incluída la doctrina del anaquismo extremo (el nihilismo), porque considero que las expresiones nihilistas son más instrumentales del anarquismo que propiamente doctrinarias del anarquismo. 

Sin embargo, desde ya quisiera dejar aclaradas dos cosas (2). La primera es que la teoría de Gladstone puede ser aplicada para examinar la tercera ideología, que es el asociacionismo 

Y la segunda es que Glastone pensaba que dicha tercera ideología del asociacionismo es contraria al sistema político británico, que sólo concibe como ideologías sistémicas al conservadorismo y al liberalismo, mientras que el asociacionismo es para él una ideología antisistémica, es decir, subversiva. Conste. 

Entonces, dentro de la ideología subversiva del asociacionismo, Gladstone distinguía la doctrina ortodoxa de el colectivismo, como así también, las sucesivas doctrinas cada vez más heterodoxas, extremas e izquierdistas, del colectivismo extremo (léase: el socialismo) y del socialismo extremo (léase: el comunismo). Right? 

Por lo expuesto, la conclusión es que el anarquismo es, en principio, la doctrina política más extrema de la ideología del liberalismo, que sólo eventualmente opera a través del instrumento del nihilismo, y que nada tiene que ver con la ideología del asociacionismo, ni con sus tres doctrinas (el colectivismo, el socialismo y el comunismo). Conste. 

Y una cosa más y termino. Voy a desarrollar el tema del anarquismo contextualizándolo en el marco histórico que lo vio nacer, organizando la información contenida en los siguientes cinco artículos de la serie (5), tomada casi directamente de mi archivo personal (léase: copia y pega) y presentándosela a ustedes del mismo modo en que yo la registré, pidiéndoles de antemano que no se disgusten conmigo por mi estilo de contar cómo fueron las cosas, que es un estilo riguroso, pero que no está exento de un humor que debe divertir, antes que nada, al propio autor, porque sino de los demás ni hablamos, claro está. 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

[3] Una manera más clara de expresar ese axioma liberal sería decir: dejad que los cambios se hagan solos y dejad que los cambios sucedan sólos.

[4] Actualmente, los politólogos y los constitucionalistas británicos distinguen, dentro de la ideología convervadora, tres doctrinas (3), que son el reaccionarismo, el progresismo y el populismo. El reaccionarismo, no sólo no quiere que nada cambie, sino que si algo cambia, reacciona con la violencia para evitarlo. El progresismo no quiere que nada cambie, pero si algo cambia, sin llegar a aceptarlo, lo tolera y maniobra de modo tal de neutralizar el cambio, a través de cambios coyunturales que, al final del día, vuelven las cosas a a su estado anterior, preservando así los intereses vitales de la clase gobernante. Y el populismo tampoco quiere que nada cambie, pero si algo cambia, sin llegar a aceptar el cambio, lo tolera y maniobra de un modo aparentemente progresista, pero en beneficio la elite gobernante, sino de la masa gobernada, pensando que así el cambio aperado será neutralizado, preservando los intereses vitales de la clase gobernante, pero pareciendo, y sólo pareciendo, que la beneficiada es la clase gobernada. Históricamente, el color herárdico de la ideología del convervadorismo y de las doctrinas conservadoras del reaccionarismo, del progresismo y del populismo es el blanco. Conste.

domingo, 29 de julio de 2012

325 Geopolítica (Argentina)


Año I – Primera Edición – Editorial: 00000325 [1]



El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Domingo 29 de Julio de 2.012.





God Save de Queen
Por Rubén Vicente 

¿Cómo puede ser posible que en el mismo mundo convivan naciones tan civilizadas como Gran Bretaña con otras tan supuestamente sumidas en la barbarie como la Argentina? Digo: ¿Cómo puede ser que ellos estén allá en Londres onganizando esa magnífica inauguración de las olimpíadas, y nosotros estemos acá cagándonos a palos, los guachiturros de Moreno con los patanegra, por unos terrenos fiscales de mierda, o por la inseguridad ciudadana?
Sencillo. Ellos eran unos chimpancés, mil veces peor que los negros pata sucia del gran buenos aires zona oeste, pero hasta que la isla de ellos fue conquistada por los romanos, que cuando se fueron, siguieron ellos con el mismo sistema romano, incluso después de la conquista normanda, que terminó de soldar las piezas que forman el alma de la nación británica.
Pero un día se avivaron, y salieron a conquistar ellos, en nombre y por cuenta del sacro imperio romano germano, desde la época de las cruzadas, pero más, después del descubrimiento del nuevo mundo, y después, el oriente, usando la compañía británica, que operaba en sociedad con los jesuitas, para adueñarse de las tierras aptas para la agricultura; de los cultivos de la amapola adormidera, del cannnabis sativa y de la coca; de cuanto taller artesanal o laboratorio farmaceútico industrial; de cuanto barco o banco, periódico o gobierno sirva a sus narco intereses vitales, sempiternos e inconfesables.
Y así hacen montañas de guita por segundo, y se cagan en las crisis mundiales, y siempre son los mejores y le imponen sus valores a todos, incluso a los yankies, así que imaginate que de ahí para abajo…
Eso no se hace de un día para el otro. Son siglos de sufrir, de aprender y de luchar.
La giga aspiradora de la riqueza de los pobres de los cinco contientes es tan atrozmente refinada, que parece que ellos no tienen la culpa de nada, sino todo lo contrario, que son las víctimas de los enemigos de la libertad.
Hubo un solo tipo que casi los hace cagar fuego de una vez y para siempre, y por eso, se preocuparon muy bien de convertirlo en un satánico mostruo loco y genocida, pero desde hace casi setenta años sin parar, y dale que te dale, aunque la única verdad sea la realidad, de que son ellos los que hacen que todos nosotros estemos en el horno crematorio de la re mil puta narco cleptocracia global de su graciosa magestad.
Y ojo que no es que les tenga bronca. Es que siento envidia. No de que ellos tengan lo que tienen, sino de que nosotros no entendamos lo hay que hacer para poder ser.
Sin embargo, yo no dejo de reconocer que, despacito, despacito, nosotros fuimos sufriendo pero aprendiendo, primero a zafar de ellos, y después de los yankies, uniéndonos cada día más bajo los colores de nuestra bandera celeste y blanca; peleándonos entre nosotros cuando también hizo falta, pero sin olvidarnos de que hasta el negro más pelotudo sabe dónde está y quién es el enemigo real, así que imaginate que de ahí para arriba…
Tengamos paciencia y fe. Unidos jamás seremos vencidos. Recordemos e imitemos la grandeza de nuestros estadistas, civiles y militares, que fueron Santiago de Linniers, Cornelio Saavedra, Mariano Moreno, Carlos María de Alvear, José Francisco de San Martín, Bernardino Rivadavia, Juan Manuel de Rosas, Justo José de Urquiza, Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento, Julio Argentino Roca, Carlos Pellegrini, Roque Saenz Peña, Hipólito Irigoyen, Juan Domingo Perón, Arturo Frondizi, Arturo Humberto Ilia, Jorge Rafael Videla, Raúl Ricardo Alfonsín, Carlos Saúl Menem y Néstor Kirchner, pero también, nuestras mujeres insignes, como Juana Azurduy, Alicia Moreau de Justo, Eva Perón y Cristina Kirchner. [3]
Porque es como decía Cicerón: “Un imperio no es la obra de un solo hombre, ni de una sola generación” (sic).
También a todos nosotros y a nuestras generaciones venideras todo nos costará sangre, sudor y lágrimas, pero como dijo el ché, venceremos, y nada más, claro está.
Por eso digo, god save the queen, y andá a la pmqtp. No sé si…
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico. 
[3] Entiendo perfectamente todo lo malo de Videla, pero me parece históricamente injusto no reconocer lo bueno. Sería tan innoble como execrar a otro argentino de ley y de agallas, como fue el Cte. ERP Lic. Mario Roberto Santucho (a) Robi que, igual que Videla, equivocado o no, se jugó todo, y lo perdió, para que nuestra patria sea lo que debe ser, pues sino no será nada.

sábado, 28 de julio de 2012

324 Geopolítica (EEUU)


Año I – Primera Edición – Editorial: 00000324 [1]



El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 28 de Julio de 2.012.






El Justo Se Salvará Por La Fe
Por Rubén Vicente 

Al final de la edad media (476-1453), se planteó un debate teológico en el seno de la iglesia católica apostólica romana, que culminaría en 1521, con el estallido de La Reforma Protestante de Martín Lutero. 

Los católicos de su santidad, el papa, Msr. Dr. Dn. Giovanni Lorenzo Medici Orsini (a) León X (a) De Craticula Politiana (45) sostenían la doctrina católica oficial (léase: el catecismo), según el cual, el alma humana se salva de las llamas eternas del infiermo si, durante su existencia, han primado las buenas obras sobre las malas, según el juicio subjetivo del creador y supremo gobernante universal, que computará las absoluciones impartidas por sus ministros (léase:  los sacerdotes). [3]   

Pero Lutero contradijo esa doctrina, planteando que lo decisivo para la salvación del alma no son las obras, sino más bien, la fe que en Dios haya sentido durante su vida terrena el feligrés muerto, bajo el apotega luterano de que el justo se salvará por su fe. [4] 

Esa es la base de todo el movimiento de La Reforma Protestante, que es válido no sólo para los evangelistas (léase: los luteranos), sino también, para los metodistas (léase: los calvinistas), en sus distintas vertientes nacionales (los episcopalistas, los galicanos, los anglicanos, los bautistas, los pentacostalistas, los presbiterianos, los puritanos, etc.). 

En semejante contexto, hay un señor llamado Harold Camping (94), que es el fundador de una comunidad religiosa luterana de los EEUU, que detenta la concesión de emisión de hondas de más de ciento cincuenta emisoras de radio AM y FM (150), como así también, de más de veinte canales de televisión por cable (20), todas pertenecientes a un grupo económico del cual él era el principal accionista, presidente del directorio y gerente general (The Chieff Executive Officer = CEO), conocido con el nombre de Radio Familia.

Mister Camping anunció varias veces que, según sus cálculos astronómicos, astrológicos  y biblicos, sobrevendría el fin del mundo. La última vez fue a principios de mayo de 2011, cuando aseguró que acaecería, exactamente, el veintiuno de mayo, a las cero horas de Greenwich. 

Sobre la base de semajante certeza, un chofer jubilado del servicio neoyorkino de autobuses (Robert Fizpatrick, ver foto de este artículo), vació su cuenta bancaria de ciento cuarenta mil dólares, que eran los ahorros de toda su vida laboral (140 md´s), y contrató la impresión de afiches callejeros, con los que empapeló La Zona Cero de Manhattan y la casi totalidad de las estaciones del subterráneo anunciando, justamente, el juicio final para la fecha predicha por Camping. 

No pasó nada, y por eso, Camping declaró que calculó mal, aclarando que cabía una corrección, porque el fin del mundo sobrevendría exactamente cinco meses más tarde (5), es decir, a las cero horas de Greenwich, del vintiuno de octubre de 2011. 

Tampoco ocurrió nada, pero cuando los periodistas comenzaron a buscarlo, para que expliqué por qué se volvió a equivocar, sus colaboradores informaron que Mister Camping estaba internado en un geriátrico con Mal de Alzheimer avanzado (sic). No sé si…

Y de Robert Fitzpatrick no figura en Intenet nada (cero), después del domingo veintidos de julio de 2011, cuando a través de un video de YouTube explicó que no comprendo lo que sucedió (sic), agregando que será muy dificil que pueda reintegrar el dinero de la venta de su libro de 2010, titulado con el nombre de El Código del Fin del Mundo (léase: The Dooms Day Code), cada uno de sus cien mil ejemplares costó en el mercado veinte dólares (20), totalizando un ingreso de doscientos mil dólares libres de impuestos (200 md´s), dejándole una ganancia neta de sesenta mil dólares (60 md´s). No sé si me explico. 

Por eso digo que el justo se salvará por su fe, pero a costillas de los demás, claro está. 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.

[3] En el libro de Las Profecías de San Malaquías, escrito en el año 1144, dice que habrá un papa, que corresponde a León X, cuya elegoría es De Craticula Politiana (léase: De La Parrilla de Politano). Pues resulta que Leon X era el hijo de Lorenzo De Medici (a) El Magnífico, y su emblema papal es el de San Laurencio Martir, que era obispo de Politano y que murió asado a la brasa por sus captores paganos.

[4] Literalmente, Jesús de Nazareth dijo que la fe mueve montañas. El Profeta Muhammad lo creyó y le ordenó a la montaña que venga hacia él. Como vio que la montaña no venía, él fue la montaña, y fundó la religión de la sumisió (léase: el islam).

viernes, 27 de julio de 2012

323 Geopolítica (Mundial)


Año I – Primera Edición – Editorial: 00000323 [1]



El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Viernes 27 de Julio de 2.012.





El Cambio Paradigmático
Por Rubén Vicente 

La realidad se modifica constantemente. Cuando las modificaciones implican un cambio en las formas de la coyuntura del aquí y ahora, estamos frente a una transformación, que puede ser superficial (la reforma) o profunda (la revolución).
La experiencia histórica demuestra que las revoluciones no sólo modifican la coyuntura, sino que cambian las estructuras de un país o de varios, en el mismo continente o en distintos continentes, pero nunca son mundiales en el mismo momento, pues cuando la revolución llega a lugares perisféricos y rezagados, en el centro del sistema, ya se están operando nuevas revoluciones.
La pregunta es entonces si existen revoluciones capaces de cambiarlo absolutamente todo, en todo el mundo y en el mismo momento, es decir, si existen revoluciones capaces de cambiar la civilización universal o, dicho de otro modo, si existen revoluciones capaces de cambiar el paradigma de la humanidad.
A primera vista eso parece imposible, pues no hay un hecho capaz de cambiarlo todo, en todo lugar y en un solo momento. Si hubiera un hecho de tal naturaleza, podríamos concluir que existen hechos que podríamos calificar como paradigmáticos.
Sin embargo, sabemos que ha existido por lo menos un hecho paradigmático que, sin embargo, no ha sido fehaciente e indubitablemente comprobado, como fue la colición de un gran asteroide contra nuestro planeta hace sesenta y cinco  millones de años atrás, que habría causado la súbita extinción de la especie de los reptiles gigantes (los saurios), posibilitando la supremacía zoológica de los mamíferos, sin los cuales no existiría la especie humana.
Ese hecho paradigmático operó como si fuera una ventana que se abre en nuestro ordenador doméstico, es decir, que operó como un link, que se sobrepone al cuadro de imagen, de texto o de voz, que queda atrás como subyacente, y ya no se puede ver aunque siga estando, igual que si fuera el sol, que sigue estando detrás de las nubes en un día encapotado aunque no lo veamos. 

Entonces, lo que tenemos hasta ahora en la filosofía postcontemporánea son las transformaciones que cambian las coyunturas y las revoluciones que cambian las estructuras, más los hechos que cambian el paradigma de los sistemas (en este caso, de nuestro planeta y de los mamíferos anteriores a nosotros los humanos). 

Pero la pregunta siguen en pie. ¿Existió un hecho que haya cambiado el paradigma de la humanidad, desde el primer hombre hasta el momento actual? Respuesta: No soy filósofo y la solución al problema que plantea la pregunta se me ocurre que es una cuestión ciertamente muy compleja. 

Sin embargo, la verdad es que soy abogado, y como buen abogado, siempre tengo algo que decir, pero sobre lo que sea, y sobre todo, siempre tengo la razón, a veces no tanta como la que tiene la otra parte o el juez, pero siempre tengo la razón de todos modos, ja ja já. ¡Gordo…! 

Y por eso, yo digo que, los únicos cuatro hechos paradigmáticos de la historia universal (4), han sido cuatro cópulas, gracias a las cuales fueron concebidos los cuatro grandes numenes de la religión (Buda, Moisés, Jesús y Muhammad). 

Exactamente durante esas cuatro cópulas sagradas, absolutamente nadie en el mundo, ni siquiera los varones y las mujeres que estaban copulando, sabían ni hubieran podido saber lo que sucedería, pero la verdad es que, ya desde ese mismísmo momento, todo cambiaría para todos en todo el mundo y para siempre. 

Efectivamente, Buda, Moisés, Jesús y Muhammad han sido los link paradigmáticos que cambiaron el sistema de la humanidad, que es la sabiduría del universo en la tierra, es decir, la magia que, debidamente despojada de la superstición, genera el amplio residuo de la religión. 

Y digo la religión, y no las religiones, porque está claro que el budismo llevó al judaismo, y éste al cristianismo, y éste al islamismo, tratándose entonces de una sola y única religión universal, obvio. 

Sin embargo, aún para mi, que siempre tengo la razón, queda sin responder la pregunta de cuál ha sido, es o será el hecho paradigmático que cambió, que está cambiando ahora mismo, o que cambiará en el futuro el sistema de la humanidad (léase: la magia). 

No obstante, yo digo que, si fueron cuatro cópulas sagradas las que cambiaron el paradigma del sistema humano, es altamente probable que, dejando de lado las genialidades de Isaac Asimov, el próximo hecho auténticamente paradigmático ha sido, está siendo ahora mismo, o será en el futuro la otra cópula sagrada, que vaya a saber uno dónde tuvo, está teniendo ahora mismo o tendrá lugar en el futuro, o entre qué varón y qué mujer. 

¡Gordo, lo que pasa es que vos tenés la idea fija con el sexo, y por eso te la pasás escribendo pavadas! ¡A ver Ema, atendémelo un poco al gordo, que se ve que no tiene nada mejor que hacer que andar haciéndonos perder el tiempo leyendo las pamplinas que escribe sin parar! 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).  
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.