jueves, 31 de mayo de 2012

268 Historia (Argentina)


Año I – Primera Edición – Editorial: 00000268[1]



El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Jueves 31 de Mayo de 2.012.





Los Vicepresidentes
Que Llegaron a Presidentes IV
Por Norberto Pedemonte
Al asumir Luis Sáenz Peña como Presidente contaba con 70 años; bastantes para una persona en esa época.  
Pero el gran problema de este hombre no era la edad, ni su honorabilidad, sino los apoyos con que contaba. En cierta forma distanciado de Roca (no admitía de éste su intromisión), y despreciado por el radicalismo al pactar su candidatura con los “conservadores-liberales”, carecía de grupos de poder que lo sustentaran.
Trató de formar gobierno con hombres y no con partidos. Para colmo, sus ministros de distintas ideologías no lograban cohesión. Es así que en su acotado gobierno realizó 23 cambios de ministros. [3]
 La situación del país se tornó caótica y no por culpa exclusiva del Presidente.  Germinaba en la Nación la conciencia revolucionaria implantada por el radicalismo.  No alcanzaba con el “progreso” del país (entiéndase que la mayoría no lo disfrutaba) y, al errar en un principio el rumbo económico, las injusticias se asentúan.
Surge el socialismo con “La Vanguardia” como órgano de difusión y las huelgas son promovidas por los primeros movimientos anárquicos. [4] El radicalismo, como partido en extensión territorial y en ebullición, pugna por acceder al poder en las distintas provincias. 
Cuando Aristóbulo Del Valle es nombrado ministro de guerra para intentar descomprimir la situación, trata de hacer la revolución “desde arriba”, desactivando la reacción del ejército, que hasta ese momento, era represor de los “díscolos” que no aceptaban al régimen imperante, y por el otro lado, desarmar a los gobernadores para que su movimiento tomara el poder en las provincias.
El resultado fue el caos, con levantamientos en Rosario, Santa Fé, San Luis, Corrientes y Tucumán entre otros.  Poco duró el nombramiento de Del Valle, tuvo que renunciar (12-8-93) a los 42 días de haber asumido.  Se declara el estado de sitio.  Aplastadas las revoluciones, los líderes radicales huyen del país, perdiéndose este partido la oportunidad de realizar los cambios democráticos en forma gradual.  Esta ceguera los alejará del poder por trece años, hasta la asunción de Hipólito Yrigoyen (1916-1922), gracias al “sufragio universal”; ley promovida por Roque Sáenz Peña, hijo del Presidente en cuestión.
Las terribles impaciencias e intolerancias que poseemos los argentinos nos llevan a despreciar lo bueno que tenemos adelante.  Rasgo típico de inmadurez del chico que quiere algo “ahora”, “ya”, y si no lo tiene, hace berrinches.
Esto no es achacable solamente al radicalismo.  A lo largo de nuestra historia sobran ejemplos de impaciencia, de intolerancia y de hacerle el juego a “otros”, cuyos intereses no son el bien de la Patria. Lo peor de todo es el “olvido” o el “ocultamiento” de los hechos, lo que significa lisa y llanamente que no se aprende de los errores y que éstos se vuelvan a cometer.
La falta de apoyo político hace que a Don Luis se le haga cada vez más difícil gobernar.  Cuando el Congreso aprueba una ley de “anmistía” para los revolucionarios en contra de su voluntad, decide renunciar.
El 23-1-95 asume como Presidente José Evaristo Uriburu (o de Uriburu) (1831-1914). Político completo. Actuó como juez federal en Salta, diputado nacional, presidente de la Cámara de Diputados, ministro de Marcos Paz, Procurador del Tesoro (Sarmiento) y diplomático en Brasil, Perú,  Bolivia y Chile (Roca).  Árbitro exitoso para solucionar los conflictos en la guerra del Pacífico (Chile vs. Bolivia-Perú - 1879-1884).
En resumen, un hombre preparado, que tuvo el soporte de los políticos dominantes del momento (Roca, Pellegrini y Mitre) y pudo gobernar en una Argentina nuevamente ordenada.
Entre las obras que se hicieron se destacan:  Comienzo de la construcción del actual edificio del Congreso y del Museo Nacional de Bellas Artes, de las Facultades de Medicina y de Filosofía y Letras, Escuela Industrial de la Nación (Otto Krausse) y de Comercio; Creación de la Pefectura Nacional de Puertos.  La construcción de  Puerto Belgrano y del ferrocarril a Neuquén, obras que obedecieron  a las disputas limítrofes  surgidas con Chile.  A este respecto se llama por primera vez a conscripción y se agrava la situación cuando Bolivia cede a la Argentina la Puna de Atacama.
Uriburu, que conoce bien a los chilenos, es al  principio de su gobierno optimista.  Pero todos los esfuerzos de paz son saboteados por los belicistas de uno y otro lado (especialmente en Chile), que pretextan cualquier incidente para justificar la guerra.  Los dos países se preparan para lo peor.  Roca, que a pesar de estar a favor de la paz, es el encargado en las sombras de facilitar el rearme gestionando el ferrocarril o de obtener la construcción de barcos de guerra y armas en Europa.
El 17 de abril de 1896 se firma un nuevo acuerdo y renace el optimismo. Pero a principios del año siguiente los peritos siguen sin ponerse de acuerdo y la tensión renace. Esta situación crea un ambiente propicio para la segunda asunción de Roca, donde se busca un Presidente con experiencia militar. Quien mejor que él, que a los 31 años llegó a general obteniendo todos los grados militares en combate (sólo uno en la historia militar ostententaba ese carácter y era Lavalle).
El paso al costado dado por su “socio” Pellegrini (3) a la candidatura nacional y  la recomendación de éste para que sea Julio Argentino Roca, nuevamente el Presidente de los argentinos, allanó el camino para su reelección.  [5]
Es así como el 12 de octubre de 1898 asume la fórmula: J. A. Roca-Norberto Quirno Costa.
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).

[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico. 
[3] (N. del A.)  Sirva de ejemplo: Miguel Cané (Juvenilia) se desempeñó en dos ministerios (Interior y Relaciones Exteriores) entre el 7 de junio y el 2 de julio (25 días) de 1893. 
[4] A diferencia del radicalismo, el socialismo sostenía una polífica reformista, que aceptaba la legalidad establecida y no recurría a la violencia para modificar el orden social. 
[5] (N. del A.)  “Es preciso llevar a la presidencia a un gran político y a un gran general(...)  Con Roca en la presidencia, en lugar de disparos de armas, oiremos el destapar de botellas de champagne, festejando nuestro arreglo definitivo con Chile.”

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