El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Viernes 11 de Mayo de 2.012.
La Gloriosa Revolución IX
Por Rubén Vicente
El veinte de octubre de 1659, su
alteza, el duque de Albermate y, a la vez, jefe del estado mayor general (JEMG)
del ejército escocés (the scotish royal army), Cap. Gral. SRA Arq. sir George
Monc (a) El Católico (a) Lord Albermate (48), lideró las operaciones militares
de invasión del territorio nacional de la república de Inglaterra,
gobernada por su alteza, el duque de Huntingdon y, a la vez, primer ministro
(el lord canciller = el lord protector), Mcl. ERA ® Dr. sir Richard Cronwell
(30).
El ejército inglés (the english army)
se rindió sin pelear y Lord Albermate entró a Londres, siendo ovasionado por la
multitud en las calles. Meses más tarde, con el ejército
republicano en estado de virtual disolución (the covennat = the new model army),
el parlamento internamente dividido convocó La Convención de Oxford, en
cuyo contexto, la facción conservadora (los tories) logró imponerse a la
facción liberal (los whigs), firmándose un documento en cuya virtud fue
declarada la extinción de la república y la reinstauración del gran reino de
Inglaterra, gobernado por su alteza, el duque de Glasgow, Tte. Gral. SRA ® Dr.
sir Charles Stuart, que fue reincorporado al ejército escocés (the royal
scotish army) con el grado de mariscal de campo, operándose su pase a retiro y
comenzando a gobernar bajo su nombre nobiliario inglés de Carlos II. [3]
Ni bien se operó su coronación,
Carlos II emitió un decreto real (de raescriptum = el rescripto) en cuya virtud
declaró la disolución del parlamento, convocando las segundas elecciones
generales de la historia británica para dentro de sesenta días, que le
dieron la victoria al partido liberal (los whigs), siendo convocado para formar
el gabinete ejecutivo del gobierno de su magestad, el líder de la facción
vencedora, es decir, su alteza, el duque de Clarendon, Tte. Gral. ERA ® Dr. sir
Edward Hyde, de cincuenta años de edad (léase: Lord Clarendon).
Una vez que juró su cargo, Lord
Claredon declaró ante la cámara de los comunes la aplicación irrectricta de La
Carta Magna de 1215; de La Declaración de Derechos de 1628 y de El Instrumento
de Gobierno de 1651, como documentos legislativos con rango constitucional. De
esa forma, Inglaterra y Escocia, es decir, la comunidad de las naciones
británicas (the british commonwealth of nations), se tranformó en la primera
monarquía constitucional de la historia universal.
Inmediatamente después, Carlos II fue
elegido como nuevo prior general planetario (el gran nasi = el gran nazi) de la
hermandad de los hospitalarios, como así también, como pontífice máximo (léase:
el papa) de las iglesias nacionales británicas (la anglicana y la
presbiteriana) y, a la vez, como lord protector de la commonwealth, a la que
fueron incorporadas definitivamente las colonias de la costa centro este de
América del Norte (léase: La Nueva Inglaterra = The New England), directamente
dependientes de El Consejo del Comercio y de las Plantaciones (The Board of
Commerce and Plantation), presidido personalmente por su magestad.
Paralelamente, Lord Clarendon emitió
un decreto gubernamental (de pragmaticae = la pragmática) en cuya virtud, la
real compañía inglesa de navegación, comercio y colonización de Las Indias,
cuya mayoría accionaria pertenecía a la corona (51%), es decir, The English
Company PLC de Londres, emitió una nueva serie de acciones, que cotizaron en la
bolsa de valores londinense (the city = la city) que fueron adquiridas por
varias sociedades anónimas pertenecientes a accionistas escoceses y también
judíos de ciudadanía inglesa o esocesa.
Bajo esa comprensión, La Compañía
Inglesa cambio de razón social, por la nueva de La Real Compañía Británica de
Navegación, Comercio y Colonización de Las Indias Sociedad Anónima (The Royal
British Company of Navigation, Commerce and Colonnisation of Indian Kindom´s
Partnerts Limited Companny), con domicilio legal en la capital inglesa
(Londres), vulgarmente conocida desde entonces como the british company (la
compañía británica).
Inmediatamente después de su
conformación, el parlamento aprobó un proyecto de ley en cuya virtud le otorgó plenos
poderes económicos, diplomáticos y militares (léase: los plenos poderes
geopolíticos) a la flamante compañía británica, para planificar y ejecutar
operaciones de conquista, de colonización, de evangelización anglicana y de
institucionalización angloescocesa (léase: la rendención británica), no sólo de
territorios no cristianos, sino más bien, de dominios ultramarinos
pertenecientes a las grandes potencias sacro imperiales, obviamente, europeas y
cristianas (Rusia, Escandinavia, Holanda, Alemania, Austria, Suiza, Italia,
Francia, España y Portugal), haciendo que la commonwealth deje de ser una gran
potencia colonialista, igual que todas las demás, y convirtiéndola entonces, en
la primera potencia imperialista de la historia universal. [4]
Al año siguiene (1663), el parlamento
aprobó un proyecto de ley de unificación de las iglesias presbiteriana escocesa
y anglicana inglesa, bajo un credo, una esoteria y una liturgia común
(léase: El Acta de Uniformidad = The Uniformity Act). Seguidamente, el
parlamento aprobó la primera ley de presupuesto general de gastos de la
administración pública real, dotada con un partida para gastos generales de una
suma que, en mayo de dos mil doce, sería equivalente a treinta mil millones
de dólares (30 MMD´s). En mayo,
Carlos II contrajo matrimonio anglicano con la infanta de Portugal (Catalina
Braganza), convirtiéndose la commonwealth británica en accionista al cuarenta y
nueve por ciento (49%) de El Imperio
Portugués (La Gran Lusitania). ¡Guau!
Inmediatamente después, Carlos II
emitió un decreto real (de raescriptum = el rescripto) en cuy a virtud dispuso
la división de la colonia neoinglesa de Carolina, quedando conformadas las
nuevas de Carolina del Norte (The North Carolina Colonny), con capital en la
ciudad de Raleigh, y de Carolina del Sur (The South Carolina Colonny), con
capital en la ciudad de Columbia. Desde entonces, las colonias británicas de la
costa centro este de América del Norte (La Nueva Inglaterra = The New England)
fueron diez (New Hampshire,
Connecticut, Rhode Island, Massachussets, Dellawere, New Jersey, New York,
Virginia, Maryland, Carolina del Norte y Carolina del Sur).
Dos años más tarde (1665), estalló La
Guerra del Canal, entre Inglaterra y Holanda, por el control exclusivo y
excluyente de la navegación y del comercio en El Canal de la Mancha (The
English Channel = Le Pais de Calais), que concluyó con la victoria de Holanda.
Ello provocó la renuncia de Lord
Clarendon, quedando a cargo del gobierno de su magestad los cinco ministros
componentes del gabinete ejecutivo (5) que, desde entonces, comenzaron a ser
popularmente conocidos como La Camarilla.
Desde entonces, la commonwealth
británica concentró su comercio de ultramar a las colonias de la costa centro
este de América del Norte (La Nueva Inglaterra = The New England), con
principal puerto de entrada y salida de buques era Nueva York. [5]
En 1668, en absoluto secreto mortal
(la omertá), Carlos II comenzó a negociar con su magestad, el monarca de El
Imperio Francés (Le Grand France), Gn. Mcl. EF ® Dr. Luis XIV Borbón (a) El Rey
Sol (a) El Sacro Emperador (a) El Kaiser, las condiciones necesarias para
materializar el objetivo de que Inglaterra y Escocia (léase: la commonwealth
británica) se reconvirtiera a la religión verdadera (el catolicismo apostólico
romano) y se reincorporara al Sacro Imperio Romano de la Nación Alemana (La
Gran Alemania = Das Reich = El Imperio de los Mil Años = 800-1815 = La Europa
Cristiana = La Primera Proto Unión Europea), en el marco de El Tratado de
Dover.
Cuatro años más tarde (1672), la commonwealth
y Francia se unieron para enfrentar a Holanda en La Segunda Guerra del Canal,
concluyendo la contienda dos años después, con la victoria de anglofrancesa, repartiéndose
el el control exclusivo y excluyente de la navegación y del comercio en El
Canal de la Mancha (The English Channel = Le Pais de Calais), obviamente, en
perjuicio de Holanda.
Pero en 1679 llegó a conocimiento de
la opinión pública británica El Tratado de Dover y estalló la crisis
institucional. Carlos II declaró la disolución del parlamento y convocó nuevas
elecciones generales para dentro de un año, que le otorgaron la victoria al
partido conservador (los tories), siendo convocado para formar el gobierno de
su magestad, su alteza, el duque de Arlington, Alte. ERN ® Dr. sir Henry Bennet
(a) Lord Arlington, que frenó lo más que pudo el juicio político de su
magestad, bajo el cargo de alta traición al pueblo británico.
Tres años más tarde (1685), sin dejar
descendencia masculina y de acuerdo con la ley de sucesión del trono, como
consecuencia de una enfermedad renal, sobrevino el fallecimiento de Carlos II (55),
sucediéndole en sus bienes patrimoniales, en sus dignidades esotéricas y
eclesiásticas, en su grado militar y en sus títulos de la alta nobleza (la
grandeza) su hermano menor, es decir, su alteza, el duque de York, Tte. Gral.
ERA ® Dr. sir Jacob Stuart (a) El Católico (52).
Antes de su coronación, se dió a
publicidad El Testamento de Carlos II, donde abjuró post morten de la religión
anglicana, convirtiéndose a la religión verdadera (el catolicismo apostólico
romano) y declarando la reincorporación de Inglaterra y de Escocia (the
british commonwealth of nations) a El Sacro Imperio Romano de la Nación Alemana
(La Gran Alemania = Das Reich = El Imperio de los Mil Años = 800-1815 = La
Europa Cristiana = La Primera Proto Unión Europea). Oh God!
Y si me dijeran que estoy muy
equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la
información contenida en el presente documento se halla jurídicamente
garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art.
19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código
Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2]
Para uno de Los Siete Grandes Sabios
de Grecia (Solón) El Cisne Negro es
la alegoría de un hecho que es teóricamente posible, pero que todos creen que
es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería catastrófico.
[3]
Charles Stuart nació el miércoles veintinueve de mayo de 1630, con el sol en la
constelación de los gemelos (géminis) y la luna en la casa de la cabra (léase:
escorpio). Consecuentemente, desde el punto de vista astrológico, fue una
persona diseñada para tener una vida signada por una doble sexualidad, que pudo mafiestarse a través de la
infidelidad marital compulsiva (léase: la traición conyugal consuetudinaria) o
bien, bajo la forma de una discreta pero ardiente homosexualidad (léase: la
mojigatería), lo mismo da.
[4] El
colonialismo implica anexar al imperio territorios no cristianos. El
imperialismo, el primero de los cuales fue británico, supone la anexión de
territorios coloniales pertenecientes a imperios cristianos. Antes eso
mismo había sido hecho en forma clandestina, pero desde entonces, La British
Company, contaba con plenos poderes otorgados por la ley de La Commonwealth.
Obviamente, las grandes potencias sacroimperiales desconocerían absolutamente
la legitimidad de esa ley británica, pero lo cierto es que desde entonces, en
la práctica (in fact), el gobierno de Londres ya no reconocería su
propia responsabilidad internacional por el imperialismo de La British Company,
alegando la total autonomía de esa empresa respecto del gobierno de su
graciosa magestad. Por eso, por lo menos para el derecho angloescocés (léase:
el derecho británico = the common low), La Compañía Británica era algo así como
un estado dentro del estado, pero legal
y legítimamente institucionalizado, que contaba con sus propios
símbolos patrios (la bandera, el escudo, la escarapela, el himno y la moneda);
con su propia administación pública interna, con sus propia hacienda pública
interna, con sus propias finanzas públicas internas, con sus propias cortes de
justicia interna, con su propio causi ministerio de asuntos exteriores (la
cancillería de la empresa) y con sus propias fuerzas armadas (terrestres y marítimas
= las fuerzas de tareas = the tasks forces). En otras palabras, la dotación de
plenos poderes de La Compañía Británica fue el hito histórico que marcó un
antes y un después, evolucionándose desde el tradicional colonialismo europeo
hacia el nuevo imperialismo
británico (1662). Conste.
[5]
Desde entonces, el gobierno de su graciosa magestad británica empezó a dejar de
otorgar patentes de corso a favor de magnates ingleses y escoceses, comenzando
a reducirse drásticamente la piratería de estado individual, por la sencilla
razón de que ahora existía la piratería de estado empresarial, a través
de La Compañía Británica, obvio. Por eso, desde entonces, los antiguos piratas
de El Caribe, comenzaron a acobachar su oro no declarado al gobierno de Londres
en seguras cavernas situadas en el territorio de las deshabitadas islas de los
piélagos integrantes del archipiélago de La Antillas o bien, por zurda, en los
primeros pequeños bancos comerciales de las colonias norteamericanas de La
Nueva Inglaterra, especialmente en los ya existentes de las ciudades de Boston
y de Nueva York, iniciándose la práctica de el lavado de dinero colonial,
que no estaba tipificado como
delito autónomo, sino que sólo implicaba una falta administrativa contra el
fisco británico (omisión de denuncia de tenencia de valores de propiedad de su
graciosas magestad = multa = no cárcel), ojo. Conste.
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