El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Domingo 30 de Junio de 2.013.
Duro de Matar
Por Rubén Vicente
Durante toda La Guerra
Fría (1946-1991), no fueron pocos los casos de espías del bloque comunista, que
aceptaron las propuestas capitalistas de convertirse en agentes dobles, o que
se infitraron en el campo enemigo, llegando a ocupar incluso, altos puestos de
conducción en la estructura administrativa de los servicios de inteligencia
occidentales, y viceversa, que en su conjunto, recibieron el nombre genérico de
los topos.
Y ese fenómeno, que se
creía propio de un conflicto geopolítico que ideológicamente era bipolar,
resulta que se siguió suscitando durante La Post Guerra Fría (1991-2001), y
también, durante La Guerra Mundial Contra El Terrorismo (léase: la segunda
guerra fría = 2001-2014).
En la segunda guerra
fría se enfrentan la causa de la globalización unipolarista,
representada por los EEUU y por sus
aliados (Gran Bretaña, Israel y Corea del Sur), versus la contracausa de la
antiglobalización multipolarista, representada por los cuatro
oponentes extrahemisféricos de
Washington (4), como son China,
Rusia, Arabia Saudita, Alemania y sus bloques (ASEAN, CEI, OPEP y UE).
En ese contexto, los
interlocutores válidos de Pekín, de Moscú, de Riad y de Berlín en América
Latina (léase: el patio trasero), son Venezuela, Brasil y La Argentina; y a su
través, y en menor medida, son Cuba, Nicaragua, Ecuador y Bolivia. ¿Si?
Bajo esa comprensión,
es fácil entender por qué, la tan mentada cooperación internacional entre los
EEUU, China y Rusia, no es otra cosa que un pretendido compromiso con la paz y
con la seguridad planetaria, que es permanentemente desmentido por la evidencia
fraglante de la realidad, que no perdona, como acaba de ocurrir con El Caso
Snowden.
En efecto, el Agte. NSA
Ing. Edward Snowden (30), fue comisionado por el servicio de inteligencia
estadounidense que controla absolutamente todos y cada uno de los sistemas de
comunicación del mundo entero (orbis), es decir, por la agencia de seguridad
nacional (the national security agencia = the nsa = el gran hermano), para que se hiciera cargo del
control técnico exclusivo del servicio de inteligencia exterior
norteamericano, es decir, de la central de inteligencia americana (léase: La
CIA = La Agencia).
En ese contexto, el
Ing. Snowden parece que tenía la misión de preservar las comunicaciones de La
Agencia en todas partes, pero en vez de cumplir su objetivo, hizo exactamente lo
contrario, pues maniobró para poner esas comunicaciones, justamente, en las
manos enemigas de China y de Rusia; de lo cual, el gobierno de Washington DC se
habría percatado hace sólo tres semanas atrás, poniendo la novedad en
concimiento del departamento de justicia, que se presentó como querrellante
ante el poder judicial federal de la hiperpotencia planetaria.
Hace dos semanas, la
fiscalía actuante en El Caso Snowden se anotició de que el imputado estaba
fuera de los EEUU, y más precisamente, en la ciudad de Hong Kong, perteneciente
a la república popular de China, pero donde hasta el año 2048 rigen las
instituciones coloniales británicas, contra las cuales se libró un exhorto
internacional (léase: el excequatur), solicitándoles quisieran tener a bien, ordenar
la extradición del Ing. Snowden, para su juzgamiento en los EEUU, por los
presuntos crímenes de espionaje y de traición a la patria, obviamente, en
concurso real; pero les fue denegada.
Y hasta la semana
pasada, la fiscalía intervininte, tenía conocimiento de que Smowden, hallándose
aún pendiente de conclusión el trámite de extradición del imputado, habría
obtenido autorización del gobierno de Pekín, para abandonar China, rumbo a
Moscú, donde el gobierno de Rusia le habría otorgado un asilo tan temporario
como provisional.
Por eso, los medios
masivos de comunicación internacionales informaron que el gobierno de la
república del Ecuador, liderado por su presidente francmasón-bolivariano, Cdor.
Dn. Rafael Correa (a) El Torpe (50), estaba evaluando la opción de reconocerle
a Snowden, nada más ni nada menos, que el derecho de asilo permanente en
el país andino; y pito catalán fracmasón para el fiscal, para el juez, para
todo el fuero federal, para el sistema judicial estadounidense, para el
departamento de justicia, para La Casa Blanca, para el congreso norteamericano,
y sobre todo (supra tutto), para el
pueblo de los EEUU, liderado por su presidente masón-demócrata,
Dr. Barak Obama (a) Martes Negro (48).
Y está claro que el
pueblo de los EEUU está conformado por doscientos millones de seres
humanos (200.000.000), entre
varones, mujeres, niños y ancianos, más otros cien millones de
inmigrantes (100.000.00), que gozan
de los derechos fundamentales que hacen a la dignidad humana (léase: los
derechos civiles = los derechos humanos = the civil rights = the human rights),
pero que no gozan de derechos políticos, ni activos ni pasivos.
Pero, para bajarle el
tono a esta mojada de oreja antiglobalista y multipolarista sin cuento, cumpliendo
órdenes del presidente Obama, La CIA ha influído, a través de los medios
masivos de comunicación social cooptados (léase: CNN y CNN En Español),
sobre la población, para reunir cien mil firmas (100.000), que implican el cero coma cero cero cero cero cero
cinco por ciento de la caudadanía (0,000005%),
a través de las cuales, supuestamente, el pueblo estadounidense le pidió
al gran negro gran (Obama) que le otorgue al Ing. Snowden, nada más ni nada
menos, que el indulto por adelantado, sin siquera saber si el tipo es
efectivamente guilty or not guilty. Right?
Paralelamente, e
intentando vanamente dividir el frente antiglobalista y multipolarista de la
segunda guerra fría (2001-2014), Obama anda diciéndole a quien quiera escucharlo,
que con Rusia está todo bien, pero que con China está todo mal; mientras el
departamento de estado presiona a Rafael Correa, para que no se le ocurra
proteger a Snowden, sabiendo que la administración de Quito, no hace más que
cumplir órdenes superiores de Pekín y de Moscú, y nada más, claro está.
Así estaban las cosas, pero
esta semana se conoció la novedad de que el gobierno de Putín tomó la decisión
de otorgarle al Ing. Snowden asilo permanente, asumiendo la carga
geopolítica de no entregárselo a Washington, haciendo respirar tranquilos a
Pekín y a Quito, pero aclarando que Snowden jamás trabajó para el servicio de
inteligencia federal de Rusia (léase: El SIF), dejando claro de esa manera que
el ingeniero traidor a la patria estadounidense espió para los chinos. ¿Tá?
Si esta fuera la guerra
fría (1946-1991), tendríamos alerta roja nuclear (léase: defcom five), pero
como estamos en la segunda guerra fría (2001-2014), la crisis mundial (léase:
el efecto jazz = la gran recesión = la segunda gran depresión = 2008-2014), no hay plata, ni siquiera para financiar
los gastos necesarios para afrontar un defcom cinco. Right?
Por eso, a Obama no le
quedó otra que salir a declarar que él no está dispuesto a quebrantar la paz mundial, ordenando
un bombardeo sobre objetivos militares de la hiperpotencia euroasiática.
No es que no quiere
porque es un pacifista de las relaciones internacionales. Es que no puede, por
la sencilla razón de que no hay plata, ni para defcom cinco ni para nada
verdaderamente importante, que saque a los EEUU de el marasmo económico,
diplomático y militar (léase: geopolítico) en el que están metidos desde hace
ya cinco años (5), y del que no saldrán,
mientras no le hagan la guerra a alguien importante, pero de verdad, y
no parece que por ahora se la vayan a hacer a nadie. ¿Verdad?
Obviamente, esa
situación de impotencia geopolítica genera mucho resentimiento y mucha rabia en
el pueblo estadounidense, cuya ley histórica (1776-2013) es la guerra, la
guerra, y nada más que la guerra, que los hizo grandes, hasta llegar a ser
la hipepotencia planetaria que son hoy día, aunque no parezca tanto.
Y ese resentimiento y esa
rabia, es decir, esa rabia blanca, asciende desde la base popular
nortamericana, hasta los altos mandos militares y gubernamentales,
corporizándose en la idea de el chivo expiatorio de todos los males,
habidos y por haber, que no puede ser otro que el presidente de los EEUU, que tantas
veces a lo largo de la historia del gran país del norte, ha descomprimido la
presión interna, mediante el sencillo pero efectivo expediente de su liso y
llano magnicidio.
Digo, si con El Caso
Snowden, no te queda claro a quién hay que matar, es porque vos sos la
encarnación de viejo lema de que no hay más ciego que aquél que no quiere
ver, no sé si …
Y por eso digo duro de matar. ¿Pescastes
la indirecta?
Y si me dijeran que
estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la
información contenida en el presente documento se halla jurídicamente
garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art.
19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código
Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia
(Solón) El Cisne Negro es un hecho
teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si
ocurriera sería castastrófico.
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