martes, 4 de junio de 2013

598 Historia (Francia)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000598 [1]

 
El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Martes 4 de Junio de 2.013.




El Hombre del Destino IV
Por Rubén Vicente

El jueves catorce de enero de1943, se celebró La Conferencia de Casablanca, de la que participaron Roosevelt, Churchill, Giraud y De Galle, mientras Stalin avisó que él no iba. ¡Mejor! [3]
En ese contexto, se resolvió declarar la existencia material, la constitución formal, la soberanía interior y la independencia exterior de La Cuarta República de Francia, con capital en la ciudad africana de Argel, gobernada por su primer presidente provisional, Tte. Gral. EF Ing. Charles De Gaulle (a) El Hombre del Destino (53). Inmediatamente después de jurar su cargo, el presidente De Gaulle nombró como primer ministro provisional al Gral. Brig. EF Dr. Henry Giraud (a) King Pin (63).
¡Ah, un gobierno de facto! ¡Mirá vos los aliados occidentales! ¿No era que ellos eran democráticos?¡Si, pero vos sabes lo que dijo una vieja cuando los soldados del enemigo le querían violar a la nieta de quince, y salió ella a defenderla! ¡No! ¡No sé! ¿Qué dijo? ¡Que vos callate Camilita, y dejala a la abuela, que la guerra es la guerra! Ja ja já.
Acto seguido, el Gral. Giraud firmó un tratado de paz, amistad, navegación, comercio y alianza (defensiva y ofensiva) de la cuarta república de Francia con los EEUU, con Gran Bretaña, con La Unión Soviética y con la república nacionalista de China, es decir, con los estados miembros del bando de los aliados.
Paralelamente, el Gral. Giraud firmó un decreto en cuya virtud le declaró la guerra al III Reich. Seguidamente, el Gral. Giraud firmó otro decreto en cuya virtud declaró la amnistía general para todos los delitos políticos cometidos por los miembros de La Resistencia Francesa, liderada por  el jefe del estado mayor general (JEMG), Cte. Gral. RF Dr. François Chiappe (a) El Marsellés (26).
Dos semanas más tarde, el presidente De Gaulle publicó su segunda obra literaria, titulada con el nombre de La Llamada (léase: L´ Appel), donde formuló una convocatoria a todas las demás colonias francesas, que obedecían al gobierno nazi de Vichy, como así también a los gobiernos de Siria y de El Líbano, a sumarse a la cuarta república de Francia para que, cuando concluyera la segunda guerra mundial, toda Francia estuviera en el bando de los vencedores (sic).
Y llegó el martes seis junio de 1944, que fue cuando comenzó La Operación ´Día D´, de invasión aliada a La Francia de Vichy, en el marco de El Desembarco de Normandía. ¡Faahh! ¡Si¡ ¡Yo vi la película! ¡Buenísima¡
En ese contexto, participaron las fuerzas armadas de la cuarta república de Francia, lideradas por su presidente provisional masón, Tte. Gral. EF Ing. Charles De Gaulle (a) El Hombre del Destino (54).
Dos meses y medio más tarde, y más precisamente, el viernes veinticinco de agosto, las fuerzas armadas aliadas entraron en la capital del gran reino alemán de Francia Oriental (léase: París).
Una semana más tarde, y más precisamente el viernes primero de septiembre, el presidente De Gaulle se dirigió por radio a todos los franceses, sin excepción (sic), anunciándoles que su gobierno se trasladaba desde la ciudad africana de Argel, hacia la ciudad europea de París.
Acto seguido, el presidente De Gaulle emitió un decreto en cuya virtud declaró la amnistía general para todos los franceses de los territorios metropolitanos y coloniales que aún no estuvieran bajo el mando político de su gobierno.
En octubre, los gobiernos de las repúblicas árabes de Siria y de El Libano, como así también, los de las colonias francesas rebeldes, declararon su adhesión a la cuarta república de Francia, y a la persona de su presidente provisional (Charles De Gaulle).
Desde entonces, Francia se posicionó efectivamente en el bando de los vencedores, y el Gral. De Gualle se posicionó como el nuevo procer viviente de la nación francesa, siendo visualizado como El Nuevo Napoleón, o algo por el estilo.
Sobre el final del año, el presidente De Gaulle le exigió un juramento de lealtad a la nación francesa a todos y a cada uno de los miembros de La Resitencia Francesa, liderada por su jefe del estado mayor general (JEMG), Cte. Gral. RF Dr. François Chiappe (a) El Comunista (27).

Dos meses más tarde, el presidente De Gaulle informó al país que el setenta y cinco por ciento de los miembros de la RF le habían prestado juramento a la nación (75%), mientras la prensa informaba que el veinticinco por ciento restante, integrado por elementos partidarios de las ideologías del radicalismo, del anarquismo, del socialismo y del comunismo, no sólo no le habían prestado juramento a la nación, sino que además, habían anunciado su paso a la clandestinidad (25%), con el objetivo de prepararse para concretar, nada más ni nada menos, que la revolución social, obviamente pro soviética.
¿Pero si los que les ayudaron a ganar fueron los ingleses? ¡Qué turros esos zurdos de la resitencia, eh?
De esa manera, la resistencia francesa había sufrido una escisión considerable, donde gran parte de sus elementos de la izquierda, de la extrema izquierda y de la ultra izquierda, liderados François Chiappe, que le habían declarado la guerra al gobierno de facto del Gral. De Gaulle, que ni corto ni perezoso, procedió a nombrar como nuevo jefe del estado mayor general (JEMG) de la parte de la organización paramilitar que le era leal, al Cte. RF Dr. Ferdinand Bonnier de la Chapelle (a) El Argelino (27), quien fue ascendido al grado de comandate general.
 
Desde entonces, el gobierno del presidente De Gaulle comenzó a organizar a la RF como una suerte de organización paramilitar politizada y adicta a su liderazgo personal, como si fueran las ss francesas, o algo por el estilo, motivo por el cual, la prensa en general, comenzó a posicionarse en la oposición. ¿Cómo?
Durante la totalidad del año 1945, en la cuarta república de Francia, en forma tan secreta como clandestina, los regimientos leales de La Resistencia Francesa (RF), organizaron una serie de atentados terroristas contra los elementos rebeldes que no habían prestado juramento a la nación; estallando entonces, en los hechos (in fact), nada más ni nada menos, que la guerra civil francesa no oficialmente declarada.
¿Pero cómo? ¿Si acababan de salir de la guerra? ¿Y ya estaban divididos y peleándose entre ellos? ¡No hay nada que hacerle ni vueltas que darle! ¡Estos franceses son los reyes del quilombo! ¡Me cache en diez¡ 

Ya en el mes de febrero de 1946, mientras en la lejana república de La Argentina, ganaba las elecciones generales en candidato nazi (Perón), en Europa, el presidente provisional masón de la cuarta república de Francia, Tte. Gral. EF Charles De Gaulle (a) El Hombre del Destino (55), firmaba un decreto, en cuya virtud, declaraba el cierre de las fronteras, el estado de sitio, el toque de queda y la ley marcial.

Sólo una semana más tarde (1), la guerra civil francesa no oficialmente declarada se hallaba en estado de virtual suspensión de las operaciones de los bandos en pugna. Fácticamente, el país estaba bajo el control de las fuerzas armadas y de las fuerzas de seguridad de la nación.
Fue entonces cuando el presidente De Gaulle aprovechó la oportunidad para emtir un decreto en cuya virtud declaró la convocatoria a la formación de los nuevos partidos políticos franceses, posteriores a la segunda guerra mundial, con el objetivo de que participaran de las primeras elecciones generales posteriores al conflicto bélico planetario.
En abril, quedaron constituídos los partidos políticos, y el presidente De Gaulle convocó elecciones generales para el catorce de julio. En ese contexto, La Unión de los Demócratas por la República (UDR), le ofreció al presidente De Gaulle la candidatura a la presidencia de la nación.
Pero el catorce de julio, las elecciones generales en Francia le otorgaron una aplastante victoria a El Partido Socialista Francés (PSF), consagrándose como nuevo presidente de la república el Dr. Vincent Auriol (70).
Sólo dos días más tarde, sintiendo un completo abatimiento espiritual, sobrevino la renuncia intempestiva del presidente De Gaulle, que anunció que, de allí en más, él se retiraba de la política, y que ejercería la docencia militar. En otras palabras, era la inmortalidad militar del Gral. De Gaulle, pero también, paradógicamente, la muerte política del que, al fin y al cabo, no era más que un prófugo de la justicia castrense de la nación gala que, sobre el final del año, le dio curso favorable a su pedido de pase a retiro, junto con el indulto. Conste.
Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
 
[3] Las fuerzas armadas de La Unión Soviética habían logrado materializar la hazaña histórica de alcanzar la victoria en La Batalla de Moscú, forzando la retirada alemana. Churchill se presentó ante la cámara de los comunes del parlamento de su magestad, y dijo: “… y yo no digo que este sea el principio del fin del hitlerismo, pero si aseguro que este ha sido el fin del principio de la segunda guerra mundial, …” (sic).

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