sábado, 22 de junio de 2013

616 Geopolítica (Argentina)


Año II – Primera Edición – Editorial: 00000616 [1]

 

El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Sábado 22 de Junio de 2.013.



La Corpo No Se Va II
Por Rubén Vicente 

En 1890, el principal accionista, presidente del directorio y gerente general (léase: The Chieff Excecutive Officer = The CEO) de la firma Gulf Oil Company NV de Nueva Orleans (Condado de Pontchartrain – Estado de Luisiana), que era la segunda en importancia de toda la cuenca hidrocarburífera de El Golfo de México, Ing. John Mellon, era el principal financista de casi todas las campañas políticas de los candidatos, en los niveles municipales, condales, estaduales y federales de partido nacional republicano. 

Pero ese año (1890), el Ing. Mellon fue nombrado gran maestre (léase: el gran rabí), de La Hermandad de los Brahamanes, que es la rama norteamericana de la francmasonería universal (léase: la venerable hermandad roja = la masonaría colorada = la masonería escocesa = la masonería francesa = la franca masonería = la francmasonería = la masonería católica = la masonería papista = la masonería sagrada = la masonería divina = la divina providencia), que brega por el éxito del plan divino de salvación. 

En su discurso inaugural, el Ing. Mellon declaró dos cosas (2). La primera fue que, a partir de su elección, quedaba configurada una contra alianza permanente entre los brahamanes, los republicanos y El Grupo Mellon.  

Y la segunda fue que, bajo esa comprensión, la divina providencia le declaraba la guerra esotérica a el destino, de la misma manera que la guerra política era entre los republicanos y los demócratas, y de la misma manera que la guerra económica se planteaba entre El Grupo Mellon y El Grupo Rockefeller. Right? 

Y el tema era que los republicanos eran mayoría en ambas cámaras del congreso, y controlaban La Casa Blanca, motivo por el cual, cumpiendo órdenes esotéricas, políticas y económicas, el senador francmasón-republicano por el estado de Ohio, Gral. Brig. USA ® Dr. John Sherman (59), elaboró un proyecto de ley antimonopolios, que fue aprobado, convirtiéndose entonces en La Ley Sherman, obvio.  

En teoría, The Sherman Act tenía la finalidad de dotar al gobierno federal de los EEUU de las atribuciones políticas necesarias para desarticular absolutamente todos y cada uno de los monopolios económicos, habidos y por haber. 

Pero en la práctica, La Ley Sherman era una ley francmasónica, republicana y favorable a los intereses vitales de El Grupo Mellon, siendo entonces, una ley de la divina providencia que, por supuesto, afectaba los intereses vitales de la masonería demócrata de El Grupo Rockefeller, es decir, los intereses vitales de el destino. Right? 

Bajo esa comprensión, estaba claro que había estallado la guerra del petróleo, y que, a la vista de todos, no era más que una batalla política, entre el gobierno de los EEUU y El Rockefeller Group (léase: el monopolio = la corpo), no sé si … 

Y la guerra contra la corpo se libró en todos los frentes ciudadanos de las ong´s, de las empresas, de los sindicatos, de las universidades, de los bancos, de la prensa, de los partidos políticos y hasta de las fuerzas armadas, porque en teoría, los militares norteamericanos son apolíticos y sólo están para servir a la patria, pero en la práctica, los altos mandos castrenses influían y hasta hacían lobbie informal en el congreso estadounidense, en la administración pública estadounidense y en el poder judicial federal estadounidense, claro está. ¿Verdad? 

Por eso, dos años más tarde (1892), El Grupo Rockefeller planteó la inconstitucionalidad de la ley antimonopolios del gobierno de los EEUU. Y cuatro años más tarde (1896), la corte suprema estadounidense, falló aparantemente, a favor del gobierno y en contra de la corpo (sic). 

El fallo fue un caso testigo (léase: the leading case), que sentó un precedente en materia de los monopolios económicos, diciendo que ninguna corpo tiene el derecho de controlar el mercado hasta el límite de asfixiar a la competencia que, en tal caso, debía ser protegida por el gobierno, en el sagrado nombre de la libertad de comercio, que era un derecho fundamental, garantizado por la constitución nacional. 

Y digo aparentemente, porque el mismo fallo de la corte decía que el gobierno de los EEUU debía ocuparse de desarticular el monopolio petrolero de El Grupo Rockefeller, a través de las órdenes ejecutivas (léase: los decretos) de La Casa Blanca y de la resoluciones administrativas del departamento de comercio, pero armonizando esas normativas federales con las leyes comerciales estaduales (¿¿¿???). 

El resultado práctico de ese leading case fue que el Ing John David Rockefeller (léase: Magneto) decretó la autodisolución de la corpo, pero inmediatamente, le juntó la cabeza a sus parientes, carnales y políticos, como así también, a varios amigos de el aguila demócrata, y los convirtió en los principales accionistas, presidentes de los directorios y gerentes generales (léase: the ceo´s) de casi cien nuevas compañías (100), que desde el punto de vista estrictamente jurídico, eran absolutamente independientes unas de otras, y no podían ser atacadas, por formar parte de ningún grupo económico, ni nada que se le pareciese, cumpliéndose cabalmente la ley antimonopolios de los EEUU (léase: God  Bless America = Un País Con Buena Gente). 

Sin embargo, la realidad, que es la única verdad, demuestra que sólo veinte años después (20), esas casi cien empresas (100), ya estaban económicamente fusionadas, formando nueve grandes corporaciones regionales, que fueron conocidas como Las Nueve Hermanas, todas ellas esotérica y políticamente vinculadas con la firma Standart Oil NV de Elirya (Condado de Lorein – Estado de Ohio). 

Y nadie dijo nada, porque estalló La Gran Guerra Mundial (1914-1918), pero después de su conclusión, la prensa estadounidense hizo la diferenciación conceptual entre lo que era un grupo económico, como la corpo de Rockefeller, y lo que era un conglomerado económico, como la corpo de Rockefeller, y nada más, no sé si … 

Y entonces, te hago acordar que, la CIA, la maneja el gran negro gran, que es un hombre de el destino demócrata, igual que el Agte. CIA C-3 Cr. Héctor Magnetto (a) Fuck You; igual que el Agte. CIA C-3 Dn. Jorge Lanata (a) El Gordo; igual que el Agte. CIA C-3 Dn. Federico Elaskar  (a) El Boca Floja; igual que la Agte. Miriam Quiroga (a) La Traidora, que fueron activados, nada más que porque saben que están custodiados por expertos, que saben de memoria que el lema sempiterno de la masonería mundial es divide y reinarás (divide et impera), no sé si … 

Y por eso ando tarareando por la calle que la corpo no se va. ¿Ahora me entendés? 

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.

[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
 

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