miércoles, 5 de junio de 2013

599 Historia (Francia)


Año II – Primera Edición – Editorial: 000000599 [1]

 
El Cisne Negro [2]
El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Lunes 3 de Junio de 2.013.





El Hombre del Destino V
Por Rubén Vicente 

Inmediatamente despúes de la renuncia del Gral. De Gaulle (1946), el gobierno colonial francés de la ciudad de Dien Bien Phu, declaró la existencia material, la constitucion formal, la soberanía interior y la independencia exterior de La República Popular de Indochina, liderada por su primer presidente provisional, Cnel. EF Dr. Ho Chi Ming (66), que se autoascendió al grado de mariscal de campo de el nuevo ejército indochino 

Al mes siguiente, cuatro ejércitos guerrilleros pro soviéticos (4), comenzaron a desestabilizar la nueva nación asiática, estallando entonces La Guerra Civil de Indochina, que terminó a los pocos meses de haber comenzado, con la declaración de la existencia material, de la constitución formal, de la soberanía interior y de la independencia exterior de las repúblicas populares de Birmania, de Laos, de Camboya y de Vietnam del Norte, que suscribieron tratados de paz, amistad, navegación, comercio y alianza (defensiva y ofensiva) con La Unión Soviética.  

Desde entonces, quedó oficialmente planteada La Guerra Fría, entre La Unión Soviética y sus aliados comunistas, y los EEUU y sus aliados capitalistas por el control, exclusivo y excluyente, del mundo entero (orbis). Right? 

En ese contexto, el primer ministro socialista francés (Felix Gouin), sometió a consideración del parlamento un proyecto de ley de nuevo régimen monetario, que en la práctica, cambió la moneda (el franco), que venía cotizando en paridad con la libra esterlina (1:1), a la nueva cotización de cinco a uno contra el dólar estadounidense (5:1), implicando ello una devaluación de el nuevo franco francés con relación al dólar, del orden del mil por ciento (1.000%).  

Ello causó la literal licuación total del producto bruto interno, y una expectativa de aumento proporcional de la carestía interna; con el consecuente aumento de la inversión extranjera, de la cantidad de nuevos puestos de trabajo, de la producción, de las ventas, de las exportaciones nominales (léase: el bienestar ficticio). Conste.

Bajo esa comprensión, lo cierto era que Francia había dejado de ser cuatro país del mundo entero (orbis), para posicionarse cómodamente en el quinto puesto del ranking de las naciones. 

¡Y si! ¡Porque perdimos Indochina, y encima, estamos en el fondo de mar! ¡En la próxima, yo lo voto a Néstor, que te saca del fondo del mar en diez años! ¿Pero qué decís pajarón? ¡Si en el cuarenta y seis allá estaba Auriol y acá Perón? ¡Ah, cómo? 

Durante el año 1947, la cuarta república de Francia se benefició con una parte de los fondos correspondientes a El Plan Marshall, de reconstrucción económica de Europa Occidental capitalista y pro estadounidense, que fueron empleados para formar la nueva reserva monetaria nacional francesa; a partir de la cual, el nuevo franco francés se transformó en una moneda sana, fuerte, estable y convertible con el dólar a una paridad fija de cinco a uno (léase: la total monetización de la economía francesa).  

Sin embargo, la pérdida de Indochina y el surgimiento en la colonia africana de Argelia, de un movimiento político separatista, enturbiaron la buena marcha de la recuperación francesa posterior a la segunda guerra mundial.  

¿Qué? ¿También quilombo en Argelia?¡Estos franchutes no tienen paz¡ ¡Están endemoniados¡ ¡Callate y escuchá, a ver si aprendés un poco, pelandrún¡ 

Paralelamente, La Resistencia Francesa (RF) quedó denitivamente dividida, entre los batallones leales de la cuarta república (75%), y los batallones dispuestos a desestabilizar el país, con la idea de provocar, nada más ni nada menos, que la revolución social (25%), pretendiendo que Francia formara parte del bloque comunista, en el marco de la guerra fría (léase: la subversión). 

Viendo eso, el primer ministro Gouín firmó un decreto, en cuya virtud convirtió a los batallones de la RF leales a la nación, en nuevos batallones de La Legión Extranjera (LE), destinada a participar en la guerras civiles francesas intracoloniales; despachándolos inmediatamente para Indochina, que ya no existía, obvio, donde los comunistas prosoviéticos de Birmania, de Laos, de Camboya y de Vietnam del Norte, los bautizaron con el nombre de los centuriones (sic). [3] 

Mientras tanto, el lider máximo de los batallones de la resistencia francesa que querían hacer la revolución social pro soviética, Cte. Gral. RF François Chiappe (a) El Marsellés (28), tomó la decisión de entrar en contacto con los líderes de los ejércitos de liberación nacional de Birmania, Laos, Camboya y Vietnam del Norte, tentándolos para que se autofinanciaran (¿¿??), vendiéndole a él, nada más ni nada menos, que toda la producción de mekonio y de opio de El Triángulo Dorado, que la RF de Chiappe transformaría en heroína en laboratorios clandestinos, situados en el territorio nacional de la cuarta república.  

Desde entonces, la nueva marco milicia comunista de Chiappe empezó a tener su refugio, y a la vez, su cuartel general, en la isla de Córgega, de donde a su organización paramilitar le vendría el nombre mediático de La Hermandad Corsa. Right? [4] 
 
En síntesis, casi diez años más tarde del final de la segunda guerra mundial, desde los puntos de vista económico, diplomático y militar, es decir, desde la óptca geopolítica, la cuarta república de Francia, no era más que una neocolonia de los EEUU, gerenciada por Gran Bretaña, que había perdido Indochina en El Lejano Oriente, y que estaba perdiendo Argelia en El Cercano Oriente, descendiendo al quinto puesto en el orden de las naciones capitalistas de la guerra fría, y encima, internamente afectada por el crimen organizado y por el terrorismo; y todo bajo la impronta socialista. ¡Anota!

Y si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo sabremos.


[1] La libre expresión y la segura circulación de la información contenida en el presente documento se halla jurídicamente garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art. 19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14),  la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
 
[2] Para uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
 
[3] Los Centuruiones es el título de una magnífica novela del periodista Jean Larteguy. El libro trata de la primera experiencia de combate del nuevo ejército profesional de la cuarta república francesa en el sudeste asiático, donde fue diezmado por los cuatro ejércitos comunistas pro soviéticos de Birmania, Laos, Camboya y Vietnam del Norte. Sus efectivos sobrevivientes fueron evacuados y transferidos a la colonia francesa de Argelia, para enfrentar otra amenaza de secesión y de alineamiento de las guerrilla comunista indendentista argelina con La Unión Soviética. Pero en Argelia, los paramilitares militares franceses de La Legión Extranjera (léase: los centuriones) se juramentaron contra los rebeldes, tomando la decisión clan-des-ti-na de emplear tácticas de combate similares a las empleadas por el enemigo (léase: la guerra sucia), a las que le sumaron el secuestro, la tortura, el asesinato y la inhumación de los cadáveres sin identificación y en lugares inhóspitos (léase: la desaparición forzada de personas = los desaparecidos), surgiendo entonces la doctrina no oficial de la contrainsurgencia, que llegó a enseñarse en las academias militares latinoamericanas, desde finales de la década del cincuenta del siglo pasado (léase: la revolución libertadora), siendo el primer jefe de esa cátedra de post grado, el entonces jefe del estado mayor general (JEMG) del ejército argentino, durante la presidencia de Arturo Frondizi (1958-1962), Tte. Gral. EA ® Dn. Federico Toranzo Montero. Desde entonces, los partidarios de la contrainsurgencia (léase: el genocidio) son llamados con el nombre colectivo de los centuriones. Conste.
 
[4] En los siguientes veinte años (1950-1970), gradualmente, La Hermandad Corsa iría extendiendo sus operaciones criminales, de tráfico de drogas, de armas y de terrorismo, a varios paises de Europa, de Africa y de América Latina. François Chiappe fue detenido, juzgado y condenado en La Agentina, a la pena de veinticinco años de prisión (25), pero el veinticinco de mayo de 1973, aprovechó la liberación de los montoneros y de los erpianos indultados por el presidente Cámpora, para fugarse de la cárcel de Villa Devoto. Conste.

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