El Diario Digital de la Historia y de la Geopolítica
Viernes 21 de Junio de 2.013
La Corpo No Se Va
Por Rubén Vicente
No
se va, la corpo no se va, la corpo no se va, la corpo no se va. Hoy ando con
ganar de cantar, o mejor dicho, de contarte como fue la cosa allá, para que te
figures cómo va a terminar siendo acá. ¿Querés?
Todo
estado (antiguo, medieval, moderno, contemporáneo o post contemporáneo), es una
entelequia, conformada por las ideas de, el territorio, de la población y del
gobierno; en donde el gobierno es la autoridad, investida de poder, ejercido en
forma potestativa, para garantizar, la integridad territorial, la
cohesión poblacional y la autodeterminación gubernamental, sea interior (la
soberanía) o exterior (la independencia). Right?
Y
los estados contemporáneos y post contemporáneos del occidente, europeo y
norteamericano, son capitalistas, democráticos, liberales, patrióticos y
cristianos, es decir, son estados occidentalistas.
En
ese contexto, la constitución nacional de los EEUU de 1789, consagró la forma
de estado representativa, republicana, federal, presidencialista, laicista y
capitalista privatista. A pesar de sus númerosas enmiendas constitucionales, el
sistema político del gran país del norte ha sido siempre escencialmente el
mismo, a lo largo de toda su historia, ya bastante más que bicentenaria.
Bajo
esa comprensión, la carta magna norteamericana garantiza los derechos a la
vida, a la libertad, al honor y a la propiedad (léase: los derechos
fundamentales que hacen a la dignidad humana = los derechos civiles = los
derechos humanos = the human rights), de los individuos (léase: los varones,
las mujeres, los niños y los ancianos), contra toda clase y tipo de menoscabo,
de avasallamiento o de intervención, que cause daño, perjuicio o agravio a
otro, sea ese otro un individuo, una ong, una empresa, un banco o un ente
gubernamental, sea municipal, condal, estadual, federal, extranjero o
internacional.
En
otras palabras, los derechos humanos, el estado de derecho y la democracia
constitucional (léase: la cosa de todos = de res publicae = la república).
¿Está?
Bueno,
si está, sigo diciendo que, en ese contexto, resulta que en el año 1869, el Ing. John David Rockefeller
(30), se posicionó como el principal accionista (51%), presidente del
directorio y gerente general (léase: The Chieff Excecutive Officer) es una nueva
sociedad comercial, que comenzó a girar bajo la razón social de Standard Oil
Company NV, con domicilio legal en la ciudad de Elirya, condado de Lorein,
estado de Ohio (léase: Chelforó); siendo su objeto social la prospección, la extracción,
transporte, el almacenamiento, distribución, comercialización y exportación de
hidrocarburos (léase: el carbón, el petróleo y el gas natural = la energía
fósil).
De
esa manera, quedó conformada la primera empresa de energía de la historia
universal, que obviamente, es estadounidense.
Al
principio, la Standard Oil empezó comprándole petróleo extraído artesanalmente
por los granjeros de las afueras de la ciudad, que lo destilaban en sus elambiques,
para elaborar del mismo modo, el kerosene, que usaban como combustible en sus
calentadores domésticos (las estufas y la cocinas), en el invierno, cuando
escaceaba el carbón, porque la nieve dificultaba el acceso a las minas, que
salvo honrosas excepciones, siempre dificultan el acceso, vos sabés, ja
ja já.
Y
hacía exactamente lo mismo que los granjeros, pero en forma industrial,
motivo por el cual, sólo seis años más tarde (1875), absolutamente todo el kerosene que consumían los habitantes
de la ciudad de Elirya y sus alrededores, granjeros incluídos, era fabricado, distribuído
y comercializado por la Standard Oil de Rockefeller, que era un empresario
demócrata, que empleaba parte de sus ganancias comerciales, en el
financiamiento parcial de las candidaturas políticas de los consejales
municipales locales.
Increiblemente,
nadie había hecho eso nunca antes, y por eso, el negocio de Rockefeller no
tenía competencia económica, ni límite a su influencia política, posicionándose
su empresa, en los hechos (léase: in fact), como la dueña del partido
nacional demócrata en esa ciudad del medio oeste estadounidense (the middle
west = el desierto).
En
los siguientes quince años (1875-1890),
el crecimiento de la empresa de Rockefeller fue, sencillamente, exponencial,
desarrollando todas las fases del negocio de los hidrocarburos, primero en el
condado de Lorein, luego, en el estado de Ohio, después en las grandes ciudades
estadounidenses, posteriormente, en casi todos los estados de la unión
americana y, finalmente, en la exportación de los derivados del petróleo a la
república federal del Canadá. ¡Qué tull? ¡Como Clarín!
Para
1890, la Standard Oil era la
primera gran empresa nacional privada de los EEUU, y no tenía igual, ni en su ramo ni en ningún
otro, en el mundo entero (orbis), pudiendo concluirse válidamente, que fue la
primera empresa transnacional de la historia universal.
Como
la legislación comercial en los EEUU es una atribución de las legislaturas de
los estados, y el gobierno federal sólo legisla las cuestiones comerciales
cuando las mismas son de índole interestadual e internacional, la Standard Oil
tenia filiales en cada estado de la unión, motivo por el cual, en los hechos
(in fact), era un conjunto de empresas privadas estaduales, cada una de las
cuales, tenía como principal accionista (51%), a la empresa de Ohio,
confurándose el conjunto, desde el punto de vista económico, justamente, como un
grupo económico, es decir, The Rockefeller Group (léase: El Grupo
Rockefeller).
Tan
importante era John David Rockefeller en la economía nacional de los EEUU, que
fue iniciado en un taller especulativo (léase: filosófico) dependiente de La
Hermandad de El Aguila, que es la rama estadoundense de la masonería
mundial (léase: la venerable hermandad azul = la
masonería inglesa = la masonería anti católica = la masonería anti papista = la
masonería diábolica = la masonería satánica = el destino), que brega por el fracaso del plan divino
de salvación.
De
esa manera, quedó configurada una alianza permanente, entre el aguila, los
demócratas y los negocios de El Grupo Rockefeller. Right?
En
esos mismos quince años (1875-1890), La Fiebre del Oro en California quedó
hecha un poroto, al lado de La Fiebre del Petróleo en la todalidad de los EEUU,
proliferando las petroleras competidoras de la Standard Oil de Rockefeller;
algunas de alcance local, pero otras de extensión condal, estadual y hasta
regional, que también pretendían, lógicamente, expandir su proyección al nivel
nacional y trasnancional, obvio.
Y
la sigo mañana, porque acá, no tengo más espacio. ¿Sabés?
Y
si me dijeran que estoy muy equivocado, respondería que veremos, veremos y pronto lo
sabremos.
[1] La libre expresión y la segura circulación de la
información contenida en el presente documento se halla jurídicamente
garantizada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (Art.
19), la Constitución Nacional de la República Argentina de 1995 (Art. 14), la Ley Nacional N° 26.032 de 2005 y el Código
Penal de la Nación (Arts. 153 y 155).
[2]
Para
uno de Los Siete Grandes Sabios de Grecia (Solón) El Cisne Negro es un hecho teóricamente posible que todos creen que
es prácticamente improbable, pues si ocurriera sería castastrófico.
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